Re: Divinidad de Cristo comprobada
*** Libro Apocalipsis se acerca su magnñifica culminación, cap. 6 págs. 27-28No estoy hablando de Apocalipsis 1:11, estoy hablando de Apocalipsis 1:17-18
"Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades."
Aqui tu explicacion es completamente infantil:
"En Revelación 22:13 también se dice que el Alfa y la Omega es "el primero y el último", expresión que se aplica a Jesús en Revelación 1:17, 18. De modo similar, la expresión "apóstol" se aplica tanto a Jesucristo como a algunos de sus seguidores. Pero esto no prueba que sean la misma persona ni que sean de igual rango o nivel, ¿verdad? (Heb. 3:1.) Por eso, las pruebas llevan a la conclusión de que el título "Alfa y Omega" aplica al Dios Todopoderoso, el Padre, no al Hijo."
“El Primero y el Último”
2 No obstante, nuestro temor reverente no debe transformarse en temor morboso. Jesús tranquilizó y fortaleció a Juan, como nos lo relata entonces el apóstol. “Y él puso su mano derecha sobre mí y dijo: ‘No tengas temor. Yo soy el Primero y el Último, y el viviente’.” (Revelación 1:17b, 18a.) En Isaías 44:6, con derecho Jehová pinta su propia posición como el único Dios Todopoderoso, al decir: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios”. Cuando Jesús se presenta por el título “el Primero y el Último”, no está afirmando que sea igual a Jehová, el Magnífico Creador. Usa un título que con justicia Dios le ha otorgado. En Isaías, Jehová hacía una declaración acerca del puesto singular que ocupa como el Dios verdadero. Él es el Dios eterno, y ciertamente fuera de él no hay ningún Dios. (1 Timoteo 1:17.) En Revelación, Jesús habla acerca del título que se le ha otorgado, que llama atención a lo singular de su resurrección.
3 Ciertamente Jesús fue “el Primero” de los humanos en ser resucitado a vida inmortal de espíritu. (Colosenses 1:18.) Además, es “el Último” resucitado así por Jehová personalmente. De ese modo llega a ser “el viviente [...] vivo para siempre jamás”. Disfruta de inmortalidad. En esto él es como su Padre inmortal, a quien se llama “el Dios vivo”. (Revelación 7:2; Salmo 42:2.) Para todos los demás de la humanidad Jesús mismo es “la resurrección y la vida”. (Juan 11:25.) En armonía con esto, dice a Juan: “Llegué a estar muerto, pero, ¡mira!, vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. (Revelación 1:18b.) Jehová le ha dado la autoridad de resucitar a los muertos. Por eso Jesús puede decir que tiene las llaves que abren las puertas para los que han sido encerrados por la muerte y el Hades (la sepultura). (Compárese con Mateo 16:18.)
2 No obstante, nuestro temor reverente no debe transformarse en temor morboso. Jesús tranquilizó y fortaleció a Juan, como nos lo relata entonces el apóstol. “Y él puso su mano derecha sobre mí y dijo: ‘No tengas temor. Yo soy el Primero y el Último, y el viviente’.” (Revelación 1:17b, 18a.) En Isaías 44:6, con derecho Jehová pinta su propia posición como el único Dios Todopoderoso, al decir: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios”. Cuando Jesús se presenta por el título “el Primero y el Último”, no está afirmando que sea igual a Jehová, el Magnífico Creador. Usa un título que con justicia Dios le ha otorgado. En Isaías, Jehová hacía una declaración acerca del puesto singular que ocupa como el Dios verdadero. Él es el Dios eterno, y ciertamente fuera de él no hay ningún Dios. (1 Timoteo 1:17.) En Revelación, Jesús habla acerca del título que se le ha otorgado, que llama atención a lo singular de su resurrección.
3 Ciertamente Jesús fue “el Primero” de los humanos en ser resucitado a vida inmortal de espíritu. (Colosenses 1:18.) Además, es “el Último” resucitado así por Jehová personalmente. De ese modo llega a ser “el viviente [...] vivo para siempre jamás”. Disfruta de inmortalidad. En esto él es como su Padre inmortal, a quien se llama “el Dios vivo”. (Revelación 7:2; Salmo 42:2.) Para todos los demás de la humanidad Jesús mismo es “la resurrección y la vida”. (Juan 11:25.) En armonía con esto, dice a Juan: “Llegué a estar muerto, pero, ¡mira!, vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. (Revelación 1:18b.) Jehová le ha dado la autoridad de resucitar a los muertos. Por eso Jesús puede decir que tiene las llaves que abren las puertas para los que han sido encerrados por la muerte y el Hades (la sepultura). (Compárese con Mateo 16:18.)