Pero ese versículo es una añadidura posterior al escrito de Mateo. Vale la pena estudiar y leer a los expertos que libres de doctrina analizan la originalidad de los textos. Este versículo de Mateo es una añadidura y alteración, como mucha sotras que han engendrado doctrinas erradas.
Aquí dice que aquel que ama a Jesús, y Jesús, vendrán al padre y harán morada.
Hacer una morada no es lo mismo que “vendremos a vivir juntos”. Tú y yo podemos hacer morada para Dios.
El cristianismo entiende y enseña que Jesús está diciendo que “el Padre y él” vendrán a hacer morada.
Pero en realidad dice que aquel que ama a Jesús y guarda su palabra, junto con Jesús harán morada para el Padre.
Esta es una antigua tradición judía con base en:
Levíticos 26:11 “Entonces pondré mi morada en medio de vosotros”.
De aquí se desprende la enseñanza judía: “el hombre puede hacer una morada en la tierra para Dios a través del Estudio de la Torá y los Actos de Caridad”.
Lo que nuestro señor Jesús está diciendo es que estudiemos la Torá de la manera como él la enseña. Y así, nosotros, junto con él, estaremos haciendo morada para Dios.
Entonces, no hay trinidad aquí.
Ahora mira esto y entiende lo judío de nuestro señor Jesús y cómo lo comunicó a sus discípulos. Nuestro señor era de la tribu de Judá. Y esto está en la tradición sobre las palabras del patriarca Judá a su linaje antes de morir:
Tanto el espíritu de la verdad como el espíritu del engaño esperan al hombre; tenedlo en cuenta, hijitos míos.
Y en el centro está el espíritu comprensivo de la mente, cuyo negocio es ir en cualquier dirección que le plazca.
Y el Señor conoce todas las intenciones y propósitos de los corazones de la humanidad, tanto los buenos como los malos.
En cuanto a las obras de los hombres, no pueden ocultarse, pues el Señor las ha grabado en sus propias almas.
Y el Espíritu de la Verdad es testigo de todas las cosas, acusando a todos; y el pecador es consumido por su propio corazón, incapaz de mirar al Juez a los ojos.
Y mira cómo esto tiene el mismo aroma a tradición judía legítima, en 1 Juan 4:
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu del engaño.
¿Ya ves? No hay trinidad aquí.