Los militantes, de las fuerzas contrarias al Hijo de Dios, como igual a Dios, porque ese es el sentido del lenguaje que emplea el Espíritu Santo para referirse a Jesús, digo entonces, que estos militantes de este ejército, descendientes espirituales de los mismos que no solo cuestionaron su Deidad, sino que lo persiguieron y espiaron durante los tres años de su Ministerio aquí en la tierra, hasta que la hora de las tinieblas llegó, y entonces, lo crucificaron.
Cumpliendo así, por el anticipado Consejo Divino, lo que las Escrituras proféticas hablan de él, para luego entrar en su gloria.
Bien, estos militantes continúan haciendo su labor aquí en la tierra, en los grupos heréticos y en los foros cristianos, buscan desesperadamente invalidar la Palabra de Dios, por medio de sus explicaciones pendejas, estúpidas, sin un átomo de credibilidad, por cuanto no se sujetan a la REALIDAD INCUESTIONABLE, del Hijo como no perteneciente a este mundo, venido del mismo cielo, para llevar a cabo la OBRA DE LA REDENCIÓN.
Jua 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Este punto de sujeción al Padre, es algo completamente nuevo para el Hijo, pero necesario en relación con su Sacerdocio, a favor nuestro:
Heb 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Heb 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Heb 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Heb 5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
"Aprendió la obediencia" indica claramente que en la Creación de los cielos y la tierra, hubo UNIDAD EN LA VOLUNTAD CREADORA.
Ninguno de los tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, estaba subordinado al otro...
Gén 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
Gén 11:7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Esto, que usted presenta aquí y que llama comunión: