Re: Analisis sobre la vida marital de los pastores protestantes
UN ANALISIS PARCIAL DE 1 CORINTIOS 7[/U][/B]
Considerando la voluntad de Dios para el ser humano, y mayormente para sus hijos;… el divorcio, es de por sí, un muy mal antecedente para un ministro. El fracaso matrimonial, descalifica a un ministro en su tarea ministerial en un plano tan delicado e importante como es el matrimonio. Si un ministro no pudo con su matrimonio, ¿Cómo podrá solucionar el problema de los matrimonios en la congregación?... ¿como podrá dar un buen testimonio de su capacidad de manejar las relaciones maritales?
El apóstol Pablo, se toma su tiempo y trata ampliamente el asunto del matrimonio con los Corintios, nuevos convertidos al evangelio y que, por lo mismo, por ser nuevos en el conocimiento del evangelio, necesitaban instrucción en un plano que estaba seriamente resquebrajado en la cultura corintia, por lo que se les presentaban serias dudas a los corintios;… debido al ambiente de inmoralidad sexual entre los corintios, los nuevos convertidos, al parecer, rechazaban tanto el sexo como el matrimonio. Si el sexo, se hallaba en un plano corrupto en Corintos, estos, pensaban si sería realmente lícito casarse; si a causa de la inmoralidad sexual, deberían abstenerse también del matrimonio.
Sin embargo el conocimiento del matrimonio, los propósitos y la voluntad de Dios para el matrimonio, estaban clarísimos para Pablo, y para cualquier creyente judío; como debe estarlo ahora para cualquier creyente de estos tiempos.
Pablo insiste en los principios de Dios para el matrimonio; y hace notoria diferencia y énfasis en los momentos en que su enseñanza correspondía directamente a Dios, o más bien a Jesús, quien trató el matrimonio desde el punto de vista de Dios;… o cuando el consejo provenía directamente de él, de Pablo.
Pablo insiste en que Jesús señalaba la importancia del matrimonio según Dios; y deja claro que nuestro Señor Jesucristo manifiesta la indisolubilidad del matrimonio; y si éste se rompía, los divorciados o separados debían mantenerse solos:
"Más a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino EL SEÑOR: que la mujer no se aparte del marido; y si se apartare, QUE SE QUEDE SIN CASAR, o reconcíliese con su marido." (1 Cor. 7:10,11)
Esta es la voluntad de Dios para el matrimonio, la indisolubilidad. Cuando su Palabra nos hace una analogía entre la unión de los cónyuges y de Cristo y la iglesia, no podemos sino entender mejor el propósito de Dios para los unidos en matrimonio: sin separación.
La permanencia o indisolubilidad del matrimonio, viene desde el principio, en el Antiguo Testamento: Génesis 2:24…
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán UNA SOLA CARNE”
Nuestro Señor Jesucristo confirma este principio eterno; sin antes aclarar que el divorcio, era solo permisión de Moisés, y que la indisolubilidad del matrimonio provenía de Dios.
“Y ellos dijeron: Moisés permitió escribir carta de divorcio, y repudiar. Y respondiendo Jesús, les dijo: por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;..PERO AL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN, varón y hembra los hizo Dios. Por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. Y los que eran dos, SERÁN HECHOS UNA CARNE: así que no son más dos, sino UNA CARNE”. (Marcos 10:4-8)
Pablo, por lo consiguiente, basa su enseñanza en éste mismo principio y confirma la misma enseñanza de Dios, de Jesucristo,… cuando aclara que este principio es inmutable; y resaltando que esto proviene directamente de Jesús, por tanto, de Dios:
“Más a los que está juntos en matrimonio, mando, NO YO, sino EL SEÑOR: que la mujer no se aparte del marido.” (1 Cor. 7:10)
La enseñanza de Jesús es mandamiento;… la enseñanza de Pablo, solo sugerencia; bien lo sabe Pablo, y hace notorio, cuando es Dios (Jesús) quien habla, y cuando es él.
Por tanto, el mismo Pablo, sugiere que el matrimonio es un don de Dios; cuando señalando la soltería y el matrimonio; dice:
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, Y OTRO ASÍ” (1 Cor. 7:7)
Si un ministro ha fallado en saber vivir de acuerdo a éste don: salir adelante con su matrimonio; es claro, que tampoco estará capacitado para enseñar a solucionar los problemas de los unidos en matrimonios, porque manejar el matrimonio es precisamente un don, en donde se requieren recursos divinos, apoyados especialmente en tres de estos recursos divinos: 1.- en la disciplina de la oración; 2.- en una total dependencia de Dios y 3.- en permitir que el ingrediente principal de la relación conyugal, sea el mismo Dios.
Tres principios que no pueden faltar en un ministro; y que de faltar, la evidencia es clara: fracaso matrimonial;… y por tanto, nulo respaldo moral.
El apóstol Pablo, considera la importancia de la unión permanente y hasta la muerte del matrimonio. Los corintios, pensaban que estar unidos a un no creyente, podía ser un motivo para separarse y casarse con un cristiano. Sin embargo Pablo deja en claro la indisolubilidad del matrimonio y hace una firme defensa del matrimonio incluso con infieles o no creyentes. Más que un motivo de separarse, Pablo les impele a que el creyente, debía ser una influencia positiva y efectiva en el no creyente y que llegara a ser ganado para Cristo. Incluso, la posibilidad de que un creyente pudiera separarse de un infiel (no creyente), debería venir solo del infiel… es decir, solo el esposo o la mujer infiel, deciden una separación y el creyente solo debe acatarla, para poder vivir en paz.
“Si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, NO LA DESPIDA. Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, NO LO DEJE” (1 Cor. 7:12,13)
Vemos entonces que incluso el consejo de Pablo enseña que es la voluntad de Dios, que las parejas permanezcan unidas; aún cuando uno de ellos sea no creyente (infiel)
Más que separación o divorcio, el creyente debe procurar ganar al infiel para Cristo.
Tomando en cuenta que cuando dos se unen en matrimonio, se produce uno de los grandes misterios: QUE LOS DOS SEAN UNA CARNE;… la influencia cierta y real del creyente; santifica al infiel, de tal manera que eso permita que Dios venga ser el ingrediente más efectivo en el matrimonio para llegar a ser una experiencia permanente y feliz; y para que los hijos habidos en ese matrimonio, sean santos y por tanto, con todos los derechos de un santo para ser considerado y bendecido por Dios y tener acceso a todas las promesas y bienes espirituales de los que goza cualquier creyente.
“Porque el infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; empero ahora son santos. Pero SI EL INFIEL se aparta, apártese; que no es el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso; antes a paz nos llamó Dios” (1 Cor.7:14,15)
Como vemos; la posibilidad o decisión de separación se le deja solo al infiel, y por otro lado, estos versículos tampoco dan lugar a un segundo matrimonio.
De modo que su Palabra deja absolutamente asentado, que el matrimonio (SEGÚN DIOS) es para toda la vida; solo la muerte, puede deshacer el lazo del matrimonio y del misterio de que los dos sean UNA SOLA CARNE. Como digo, solo la muerte puede deshacer esta unión;.. por lo tanto, cuando existe el divorcio, cae por su propio peso que, aunque el divorcio es una alternativa permitida POR MOISÉS, y en razón a la dureza del corazón del hombre;… sin embargo, no deja lugar al RECASAMIENTO o SEGUNDO MATRIMONIO;… porque como dijo Jesús, quien se une a la mujer divorciada o repudiada se constituye en adúltero o adúltera.
Continúo...
UN ANALISIS PARCIAL DE 1 CORINTIOS 7[/U][/B]
Considerando la voluntad de Dios para el ser humano, y mayormente para sus hijos;… el divorcio, es de por sí, un muy mal antecedente para un ministro. El fracaso matrimonial, descalifica a un ministro en su tarea ministerial en un plano tan delicado e importante como es el matrimonio. Si un ministro no pudo con su matrimonio, ¿Cómo podrá solucionar el problema de los matrimonios en la congregación?... ¿como podrá dar un buen testimonio de su capacidad de manejar las relaciones maritales?
El apóstol Pablo, se toma su tiempo y trata ampliamente el asunto del matrimonio con los Corintios, nuevos convertidos al evangelio y que, por lo mismo, por ser nuevos en el conocimiento del evangelio, necesitaban instrucción en un plano que estaba seriamente resquebrajado en la cultura corintia, por lo que se les presentaban serias dudas a los corintios;… debido al ambiente de inmoralidad sexual entre los corintios, los nuevos convertidos, al parecer, rechazaban tanto el sexo como el matrimonio. Si el sexo, se hallaba en un plano corrupto en Corintos, estos, pensaban si sería realmente lícito casarse; si a causa de la inmoralidad sexual, deberían abstenerse también del matrimonio.
Sin embargo el conocimiento del matrimonio, los propósitos y la voluntad de Dios para el matrimonio, estaban clarísimos para Pablo, y para cualquier creyente judío; como debe estarlo ahora para cualquier creyente de estos tiempos.
Pablo insiste en los principios de Dios para el matrimonio; y hace notoria diferencia y énfasis en los momentos en que su enseñanza correspondía directamente a Dios, o más bien a Jesús, quien trató el matrimonio desde el punto de vista de Dios;… o cuando el consejo provenía directamente de él, de Pablo.
Pablo insiste en que Jesús señalaba la importancia del matrimonio según Dios; y deja claro que nuestro Señor Jesucristo manifiesta la indisolubilidad del matrimonio; y si éste se rompía, los divorciados o separados debían mantenerse solos:
"Más a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino EL SEÑOR: que la mujer no se aparte del marido; y si se apartare, QUE SE QUEDE SIN CASAR, o reconcíliese con su marido." (1 Cor. 7:10,11)
Esta es la voluntad de Dios para el matrimonio, la indisolubilidad. Cuando su Palabra nos hace una analogía entre la unión de los cónyuges y de Cristo y la iglesia, no podemos sino entender mejor el propósito de Dios para los unidos en matrimonio: sin separación.
La permanencia o indisolubilidad del matrimonio, viene desde el principio, en el Antiguo Testamento: Génesis 2:24…
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán UNA SOLA CARNE”
Nuestro Señor Jesucristo confirma este principio eterno; sin antes aclarar que el divorcio, era solo permisión de Moisés, y que la indisolubilidad del matrimonio provenía de Dios.
“Y ellos dijeron: Moisés permitió escribir carta de divorcio, y repudiar. Y respondiendo Jesús, les dijo: por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;..PERO AL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN, varón y hembra los hizo Dios. Por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. Y los que eran dos, SERÁN HECHOS UNA CARNE: así que no son más dos, sino UNA CARNE”. (Marcos 10:4-8)
Pablo, por lo consiguiente, basa su enseñanza en éste mismo principio y confirma la misma enseñanza de Dios, de Jesucristo,… cuando aclara que este principio es inmutable; y resaltando que esto proviene directamente de Jesús, por tanto, de Dios:
“Más a los que está juntos en matrimonio, mando, NO YO, sino EL SEÑOR: que la mujer no se aparte del marido.” (1 Cor. 7:10)
La enseñanza de Jesús es mandamiento;… la enseñanza de Pablo, solo sugerencia; bien lo sabe Pablo, y hace notorio, cuando es Dios (Jesús) quien habla, y cuando es él.
Por tanto, el mismo Pablo, sugiere que el matrimonio es un don de Dios; cuando señalando la soltería y el matrimonio; dice:
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, Y OTRO ASÍ” (1 Cor. 7:7)
Si un ministro ha fallado en saber vivir de acuerdo a éste don: salir adelante con su matrimonio; es claro, que tampoco estará capacitado para enseñar a solucionar los problemas de los unidos en matrimonios, porque manejar el matrimonio es precisamente un don, en donde se requieren recursos divinos, apoyados especialmente en tres de estos recursos divinos: 1.- en la disciplina de la oración; 2.- en una total dependencia de Dios y 3.- en permitir que el ingrediente principal de la relación conyugal, sea el mismo Dios.
Tres principios que no pueden faltar en un ministro; y que de faltar, la evidencia es clara: fracaso matrimonial;… y por tanto, nulo respaldo moral.
El apóstol Pablo, considera la importancia de la unión permanente y hasta la muerte del matrimonio. Los corintios, pensaban que estar unidos a un no creyente, podía ser un motivo para separarse y casarse con un cristiano. Sin embargo Pablo deja en claro la indisolubilidad del matrimonio y hace una firme defensa del matrimonio incluso con infieles o no creyentes. Más que un motivo de separarse, Pablo les impele a que el creyente, debía ser una influencia positiva y efectiva en el no creyente y que llegara a ser ganado para Cristo. Incluso, la posibilidad de que un creyente pudiera separarse de un infiel (no creyente), debería venir solo del infiel… es decir, solo el esposo o la mujer infiel, deciden una separación y el creyente solo debe acatarla, para poder vivir en paz.
“Si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, NO LA DESPIDA. Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, NO LO DEJE” (1 Cor. 7:12,13)
Vemos entonces que incluso el consejo de Pablo enseña que es la voluntad de Dios, que las parejas permanezcan unidas; aún cuando uno de ellos sea no creyente (infiel)
Más que separación o divorcio, el creyente debe procurar ganar al infiel para Cristo.
Tomando en cuenta que cuando dos se unen en matrimonio, se produce uno de los grandes misterios: QUE LOS DOS SEAN UNA CARNE;… la influencia cierta y real del creyente; santifica al infiel, de tal manera que eso permita que Dios venga ser el ingrediente más efectivo en el matrimonio para llegar a ser una experiencia permanente y feliz; y para que los hijos habidos en ese matrimonio, sean santos y por tanto, con todos los derechos de un santo para ser considerado y bendecido por Dios y tener acceso a todas las promesas y bienes espirituales de los que goza cualquier creyente.
“Porque el infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; empero ahora son santos. Pero SI EL INFIEL se aparta, apártese; que no es el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso; antes a paz nos llamó Dios” (1 Cor.7:14,15)
Como vemos; la posibilidad o decisión de separación se le deja solo al infiel, y por otro lado, estos versículos tampoco dan lugar a un segundo matrimonio.
De modo que su Palabra deja absolutamente asentado, que el matrimonio (SEGÚN DIOS) es para toda la vida; solo la muerte, puede deshacer el lazo del matrimonio y del misterio de que los dos sean UNA SOLA CARNE. Como digo, solo la muerte puede deshacer esta unión;.. por lo tanto, cuando existe el divorcio, cae por su propio peso que, aunque el divorcio es una alternativa permitida POR MOISÉS, y en razón a la dureza del corazón del hombre;… sin embargo, no deja lugar al RECASAMIENTO o SEGUNDO MATRIMONIO;… porque como dijo Jesús, quien se une a la mujer divorciada o repudiada se constituye en adúltero o adúltera.
Continúo...