Re: ¿Algunas enseñanzas de Jesús fueron inmorales? Según Karina Moreno
JLK:
Ah, la defensa de tu fe está maravillosa, nunca he dicho nada en contra de ello. Y claro que la fe cristiana se defiende a través de la Biblia cristiana, no hay otra manera de defenderla. Lo que no has podido argumentar de manera eficiente es que soy una mentirosa.
Claro que hay colegas míos que son cristianos. Y en religión no tienen la misma opinión que yo, eso está claro. Pero en psiquiatría sí. No encontrarás un psiquiatra cristiano etico que diga que un trastorno depresivo tiene causas espirituales, o que una esquizofrenia hebefrénica se debe a problemáticas espirituales.
Nuestra profesión se encarga de lo físico, no lo espiritual. No hay psiquiatra serio que me diga que el TOC se causa por un problema espiritual.
Sin embargo afirmas con toda certeza que los padecimientos psiquiátricos son problemas espirituales.
Un montón de psicoterapeutas ateos hemos sanado a un montón de pacientes creyentes. Los hechos contrdicen tu afirmación.
Sería irresponsable y poco ético hacer un pronunciamiento respecto al caso de tu hermana, pues no conozco el caso.
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Yo era igual a ti. La Biblia era mi vida entera. Pero fue mucho más fuerte mi honestidad intelectual. Sencillamente me di cuenta que el libro al que tanta fe le tenía no era coherente con la realidad en muchísimos sentidos. Y así empezaron los cuestionamientos. No dejé de ser cristiana por gusto y el proceso de dejar de serlo fue muy doloroso.
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En términos bíblicos, vale. Y en términos coránicos tú eres un infiel mentiroso. Por eso mi petición de una argumentación más objetiva y universal.
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¿Has requerido de ayuda psiquiátrica?
Es correcto. Y no hay absolutamente ninguna evidencia de enfermedades psicológicas que sean de tipo espiritual.
Gracias,
K.
Hola : XD
-Vamos haber si dejamos claro ya lo de " mentirosa " . Te dije y te digo que Biblia en mano eres una mentirosa y como es lógico y razonable mis argumentos también tienen que estar basados en la misma Biblia .
Si me dicen que soy un desastre como futbolista los argumentos que les pediré para que me lo demuestre serán de este deporte no le pediré que me lo demuestre con argumentos de tipo político .
- Si un psiquiatra cristiano niega que no hay enfermedades mentales de tipo espiritual es que no es cristiano ,pues está negando que Jesús sanó al endemoniado de Gadara y, por lo tanto está negando su fe .
- Lo que afirmo es que hay enfermedades mentales de tipo espiritual , no que todas son de tipo espiritual . Cosa que no estás de acuerdo pues dices que todas son de tipo físico , y esto es también mentira .
Si no me equivoco quien publica esto es un psiquiatra .Esto es solo una parte el resto lo puedes leer en este link
http://www.churchforum.org/psiquiatria-posesion-diabolica.htm
Dos casos, psicopatológicamente inexplicables:
Respecto de mi experiencia profesional en el ámbito de las manifestaciones psicopatológicas en los casos de posesión diabólica, he de informar que es muy excepcional y limitada. Después de casi treinta y seis años ejerciendo la psiquiatría clínica, he de afirmar que sólo en dos ocasiones me he visto en la necesidad de dictaminar que, tras la observación y exploración de dos supuestos pacientes, los comportamientos manifestados en ellos no podían explicarse desde la perspectiva de la nosología psiquiátrica.
El primer caso tuve la oportunidad de estudiarlo hace ya más de diez años, a fin de realizar el dictamen que se me solicitaba. Se trataba de un adulto ya anciano, que residía en un país centroeuropeo. Era una persona de un alto nivel sociocultural que, a los 53 años de edad, abandonó todo (su familia, su profesión, su país) para marcharse con una prestigiosa bailarina de ballet, a la que le llevaba casi treinta años. Dos décadas después regresó a su país empobrecido y deteriorado y con manifestaciones que supuestamente permitían calificarle como un enfermo psiquiátrico.
La exploración psicopatológica puso de manifiesto en esta persona un perfil sintomático compatible con el diagnóstico de trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad. Sin embargo, la solicitud que se hacía en la peritación no se dirigía sólo a que informase acerca de las manifestaciones clínicas que hubiera podido encontrar en esta persona sino que, principalmente, debía pronunciarme acerca de si las manifestaciones expresadas por ella, precisamente en el contexto de las sesiones de exorcismo a las que el paciente estaba sometido, podían o no ser calificadas como psicopatológicas.
En favor de la brevedad aquí exigida, me ocupare de sólo dos de las manifestaciones que presencié en esta persona durante una sesión de exorcismo. La primera de ellas consistió en que, sin haber tenido ningún contacto a lo largo de su vida con el arameo ni con ninguna otra persona que lo hablase, era capaz de comprender y hablar esta lengua, cuando "estaba en trance", durante la sesión de exorcismo. En esas circunstancias, esta persona sabía discernir el significado de las preguntas que se le hacían y de las afirmaciones que en esa misma lengua oía.
Cuando esas afirmaciones tenían un contenido religioso o se le mandaba con cierto imperio, en nombre de Dios, que alabara a Dios o besara un crucifijo, respondía con palabras blasfemas a las que seguía un comportamiento radicalmente agresivo y, desde luego, hasta lesivo para las tres personas que le acompañaban. Por el contrario, cuando el exorcista le hablaba en esa misma lengua aramea de otros temas no religiosos cuyo contenido era más bien indiferente o neutro, el supuesto paciente no respondía en absoluto, sino que guardaba silencio y adoptaba el comportamiento normal que en él era el habitual.
La otra manifestación observada consistía en que era capaz de predecir, sin ningún error, si en el lugar en el que estábamos había o no algún objeto que tuviera alguna connotación religiosa o cristiana (un crucifijo, un rosario, etc.). Las circunstancias en que acontecía esta segunda manifestación aseguraban la imposibilidad de que esta persona se percatara de la presencia o ausencia de tales objetos, puesto que estaba echado sobre una camilla, con los ojos continuamente cerrados y las personas salían y entraban de la habitación sin hacer ningún ruido, llevando o no los objetos referidos en sus bolsillos, sin que ninguna de las personas allí presentes fueran capaces de detectarlos.
En este paciente concurrían, pues, las dos cosas: un conjunto de síntomas compatibles con el diagnóstico a que ya se aludió y ciertos comportamientos para los que la actual psicopatología no dispone de ninguna explicación.
Años más tarde fui informado de el paciente pidió la ayuda al demonio, a los 53 años, para conseguir su fin de "enamorar y marcharse con la bailarina", a cambio de lo cual juró servirle de por vida.
El otro caso excepcional lo he estudiado en fecha reciente. Se trataba de una joven, estudiante universitaria, que venía padeciendo de dolores incurables, a pesar de haber visitado a varios especialistas, con malestar generalizado, fracaso en los estudios, imposibilidad de concentrarse, y que se comportaba de forma muy extraña en las sesiones de exorcismo que le estaban practicando. También en este caso fui consultado a fin de emitir un informa acerca de las manifestaciones que justamente se presentaban en ella en el transcurso de las sesiones de exorcismo. Sólo mencionaré un hecho pues entiendo que no disponemos de más tiempo.
En el curso de la sesión que fui invitado a presenciar, además de otras muchas manifestaciones de evidente oposición en todo lo que se refiriese a la piedad y al culto divino, opté por tratar de explorar si era sensible, en ese estado, a la recepción comprensiva de una lengua que, según me constaba, en absoluto conocía.
En esas circunstancias, me atreví a ordenarle que repitiese ciertas frases, en alemán, relativas al culto a Dios. Sus respuestas no se hicieron de esperar, si no que, de forma súbita, arqueaba todo su cuerpo en disposición de ataque, profería insultos y hacía gestos de una violencia incontenible, de la que forzosamente tuve que apartarme a fin de no ser fatalmente alcanzado por ella.
En cambio, cuando en esa misma lengua alemana, le formulaba preguntas de contenido no religioso o sobre temas irrelevantes, jamás se produjo en ella ninguna respuesta.
En opinión de la madre de esta chica, a la que entrevisté a solas, los síntomas de su hija habían comenzado a presentarse en ella a raíz de que una compañera blasfema le formulara un maleficio.
La entrevista que mantuve con la supuesta paciente, fuera del contexto de la sesión de exorcismo, no me permitió en este caso, tras un afinado y extenso diálogo exploratorio, llegar a conclusión alguna respecto de la identificación, apresamiento y comprobación de signos, señales o síntomas de naturaleza psicopatológica. De donde inferí y sostuve que no disponía de ninguna explicación psiquiátrica para las conductas antes relatadas.
Los anteriores casos ponen de manifiesto la conveniencia e incluso de necesidad de que psiquiatras y sacerdotes estudiemos conjuntamente estos acontecimientos, lo que redundará en beneficio de la psiquiatría y también de la pastoral de estas personas.
- Que me diga un musulman que soy un infiel mentiroso me da completamente igual , y no le diré que me lo demuestre biblicamente porque sería absurdo , yo se que soy un infiel mentiroso para los musulmanes . Lo que si me dolería es que me dijera que soy un mentiroso cristiano y me lo demostrara con la Biblia , eso si que me dolería .
¿ Que si he necesitado alguna vez a un psiquiatra ? pues si y no . Pero eso te lo contaré mañana: XD
Dios te bendiga .