Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?
En el Nuevo Pacto los creyentes no deben vivir dependiendo de milagros, sino deben vivir en fe; el justo por la fe vivirá. Esto no se limita a la salvación eterna, sino que incluye todos los aspectos de la vida terrenal del creyente. La fe no es para la vida venidera sino para esta vida, es el poder que actúa en nosotros. Pero ya sabemos que el antónimo de la fe es la duda, y sabemos también que no todos son capaces de admitir que en sus mentes ha rondado o ronda muy a menudo la duda.
Esto es correcto.
Ya he dicho, los milagros de Jesús, no eran hechos por causa de los nuevos creyentes; y las sanidades , prácticamente todas, fueron echas en gente inconversa;... su palabra no registra sanidades en gente convertida; de los cuales hay muchos, como para que no haya quedado registrada la sanidad sobre creyentes.
El verdadero creyente no debe vivir de acuerdo a señales o milagros, eso sería falta de fe. Y entre estas señales, obviamente se encuentra también la sanidad. Te aclaro, que creo en la sanidad; no creo que Dios enferma, no creo que Dios quiera dejar a alguien enfermo; tampoco creo que alguien quiera vivir enfermo; ni que Dios está castigando con la enfermedad (para que no vaya a conjeturar) Si yo soy sano, sirvo a Dios, si soy enfermo, sirvo a Dios;... no tengo mayor problema que los que tuvo Pablo. Pablo estuvo preso bastante tiempo; ...Esto es mayor problema para servir a Dios que con una enfermedad; límita muchísimo más que una enfermedad; pero sin embargo, aún preso, Pablo pudo servir a Dios, ¿porque no puede un creyente servir a Dios enfermo?
Las limitantes para un creyente son muchas, en ocasiones, la familia misma; problemas, oposiciòn, temores, persecución; recursos etc. etc. ¿porque la enfermedad debe quedar fuera? Su palabra dice
"Si sufrimos con El, reinaremos con El" ¿porque la enfermedad no puede ser una de estas aflicciones? Ojo, NO DIGO que esto sea regla para todos; pero, ¿porque no podría acontyecernos?... acaso no aconteció con
Eliseo, Lazaro, Trofimo, Timoteo, Tabita, Tito, Daniel, David, Epafrodito, Gayo y muchos otros?
En mi caso debo reconocer que no todas las veces que he orado, lo he hecho con esa absoluta certeza, mis palabras no siempre han estado en armonía con lo que realmente siento en mi corazón. Este es el conflicto entre mis convicciones y la realidad. A eso le atribuyo el no haber obtenido el resultado deseado en ciertos casos.
Esto es evidente estimado hermano, es necesario comprender la voluntad de Dios. Como sea, la voluntad de Dios se impone sobre nosotros, más todavía, cuando Dios actúa aún por sobre lo que el mismo a establecido como leyes y mandatos. Dios no tiene parámetros rígidos; y esto lo hemos podido comprobar muchas veces todos los creyentes,... tal como lo manifiestas aquí.
La verdad en este asunto, es que no hay gloria para Dios en las enfermedades, la gloria de Dios es manifestada en la sanidad.
, Bueno, pero su palabra dice claramente que Dios puede manifestar su gloria en la enfermedad: ¿como negar esto?
"
Esta ENFERMEDAD no es para muerte, MÁS POR GLORIA DE DIOS, para que el Hijo de Dios sea gloirificado POR ELLA" (Juan 11:4)
¿negaremos esto o lo tergiversaremos?
Estimado Leal; si no hay
enfermedad no hay sanidad. La sanidad existe, siempre y cuando exista la enfermedad; por tanto tiene total sentido lo que Jesús expresó a sus discípulos en relación a la ENFERMEDAD de Lazaro. Lo mismo acontece con el ciego, que su ceguera, era para gloria de Dios, para que las obras de Dios se manifestaran en él. (Juan 9:3)
Qué bueno sería que todos comprendamos que las cosas que le sucedieron al Job bíblico y a cualquier otro personaje, no tiene por qué sucederle a un cristiano, pues él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él.
Hermano, todo lo que les pasó a los antiguos creyentes, nos puede pasar a nosotros; de hecho, a pasado muchas veces. ¿porque no? La experiencia de Job, fue permitida por Dios. ¿hay algo que no esté bajo el control de Dios?... por supuesto que cada experiencia de los creyentes bíblicos son particulares, muy de cada uno de ellos... y por supuesto que no son parámetros bajo los cuales queramos meternos los creyentes de todos los tiempos,... ¿pero no han quedado registradas para nuestra enseñanza? No todas las experiencias son para todos los cristianos, pero, ¿porqué no podríamos algunos cristianos vivir experiencias semejantes?
Su Palabra dice que debemos tomar ejemplo de los profetas (A.T.) y que Job es un ejemplo para nosotros de paciencia y de aflicción; y que esto, evidentemente sirve para que lleguemos a conocer cual es resultado que podemos obtener en Dios:
"Habéis oìdo la paciencia de Job, y habéis visto EL FIN DEL SEÑOR, que el Señor es muy misericordioso y piadoso" (Santiago 5:11)
¿Cómo alguien me va a decir que Dios envía enfermedades para castigar a los creyentes?, sería como tener que pagar también por nuestros pecados.
Bueno, me adelanté a acalarar esto; justamente para evitar conjeturas. Pues aquì es el deleite de algunos atribuir a otros, lo que nunca han dicho. Creo que nadie ha dicho que Dios envía enfermedades para castigar a los creyentes;... y si así fuese, sería como algo ocasional y muy específico y particular de alguno o algunos; pero no la regla. (1 Timoteo 5:23,24,25) (1 Corintios 11:29,30,31,32)
Si las enfermedades del cuerpo son las secuelas del pecado que separó al hombre de Dios, la sanidad es la consecuencia de haber sido justificados por la fe en la obra perfecta de Cristo.
Correcto.... una cosa, es la con secuencia de la otra...
Al que cree todo le es posible. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Yo no sé cómo hacer un análisis bíblico, que le pueda agregar un «Pero» a esas palabras de Jesús.
Saludos,
Leal
Por supuesto que no se le puede apgregar un pero a esta verdad; ni a esta ni a las otras verdades.
Sin embargo, esta verdad, se restringe al plano del ámbito de la voluntad de Dios. Al que cree todo le es posible; pero en el "ámbito de Dios" de su voluntad, de lo correcto. Por supuesto que esto no lo aplicamos solo a, ni justificamos solo la sanidad.
"Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis", esto se aplica estrictamente al ámbito de la voluntad de Dios, nada más. Yo no le voy a pedir a Dios un elefante, y él me lo va a conceder, solo porque se lo pido en oración y creyendo. hay oraciones que Dios a sus hijos no les contesta, o no se las concede.
"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Sant. 4:3)
Es increíble para muchos, pero aún pidiendo lo que aparentemente es lícito, puede ser para mal, y Dios no contestaría nuestras oraciones. Si nuestra oración, ensambla perfectamente, y se acomoda perfectamente a la voluntad de Dios, obtrendremos respuesta, sino, no. Esto es esencial.
Si yo pido a Dios sabiduría, si pido conocimiento, ciencia, y esto es para "mi deleite", no espere entonces respuesta de Dios. Si la sabiduría, la ciencia, el conocimiento, los dones de Dios, es para deleitar nuestro ego, para escuchar, "¡que lindo hermano en Cristo!... ¡Como lo usa Dios!, ¡Que espiritual es el hermano!!... entonmces... estamos pidiendo para nuestro deleite...
Si yo puedo servir a Dios perfectam,ente con la enfermedad, y ésta me ha servido para dar mejores frutos espirituales en el evangelio; ¿porqué he de arrancarme de ella?... ¿Acaso Dios no me puede sanar en contados segundos?... ¿acaso Dios no sabe que estoy enfermo? ¿No es Dios finalmente quien hace la obra y no yo?... Es demasiado lógico, que si Dios nos sana es muchísmo mejor (quizás), pero ¿será necesario entonces que Dios solo use hombres y mujeres de Dios sanos, porque la enfermedad limita a Dios?
Para Dios no hay límites, y bien puede glorificarse Dios en la enfermedad..
Yo soy un testigo de ésto... muchos años atras estuve enfermo durante cinco años... pero fueron los años más gloriosos de mi servicio a Dios (ya envié en los primeros aportes este testimonio) pràcticamente ví la gloria de Dios, serví a Dios de rodillas todos esos años, fue cuando estuve más cerca de Dios que nunca, y cuando más frutos en alamas, concedió el Señor en su opbra.... ¡¡Que días más gloriosos!!
La oración permanente que tenemos en nuestra iglesia donde sirvo a Dios, es de 7 a 9 a.m. Pero en aquel entonces, por los dolores de mi enfermedad, me despertaba a los 3, 4, 5 de la mañana y me bajaba y postraba en oración hasta las 9. Mis hijos cimentaron su fe en esa etapa de sus vidas; hoy, los 6 sirven a Dios, nunca (gracias a Dios) conocieron el mundo, son felices dentro del evangelio y se sienten honrados. Mucho tiempo del que Dios me concedió en oración, empujado por la enfemedad, lo dediqué a mis hijos, esposas, hermanos, parientes, iglesia... Fue cuando más serví a Dios, predicaba solo con mi familia, esposa y 6 hijos pequeños: en ferias libres, donde asisten miles de personas, atestados de gente, en medio, mi esposa mis hijos y yo, predicabamos el evangelio, cantabamos a Dios y para testimonio de aquellas, personas... predicabamos en parques, calles, pueblitos, en la ciudad, en el campo, casa por casa, en los hospitales etc. etc. etc. y ¡¡creció la obra de Dios como nunca!!... ni siquiera ahora, que estoy sano, ha crecido tanto como entonces... y yo ¡Blanco como papel, por las hemorragias internas! ¡mi piel pegada a mis huesos!
¡¡¡PERO QUE GLORIA DE DIOS!!
Me recuerdo y lloro... añorando aquellos tiempos (no la enfermedad) sino la gloria de Dios...
¡Dios usó mi enfermedad, para engrandecimiento y crecimiento de su obra! ... Este es MI TESTIMONIO... y ¿quien soy yo al lado de Pablo?...¡nadie!
Dios te bendiga hermano Leal.