Tú ni siquiera entiendes lo que Pablo está diciendo. No puedes diferir sin conocimiento. Puedes decir que estás o no de acuerdo, y eso solo demuestra que dices que estás o no de acuerdo.
Tú eres la madre de la ciencia... haber empezado por ahí, pues...
Tremenda exposición de ignorancia. Recibe conocimiento:
Comienzo por desentrañar el verdadero significado de la palabra ídolo. Muchos malinterpretan esta palabra, asumiendo que se refiere a una estatua o figura concreta. Sin embargo, el término original, εἴδωλον (eidolon), tiene raíces mucho más profundas.
La palabra original, εἴδωλον (eidolon), no se refiere a una estatua o a un objeto físico en sí. Proviene de εἴδω (eido), que significa “comprender” o “percibir”. Un ídolo es un fenómeno mental, fruto de analizar lo observado (oidamen), una deducción, una idea o concepto que se ha formado en la mente tras interactuar con lo perceptible.
Las estatuas, monumentos y otros objetos que designas simplonamente como ídolos, eran representaciones físicas, símbolos tangibles, de los eidolon —las ideas detrás del evento físco observado— que residían en sus mentes. Esas personas entendían la distinción entre el eidolon y su representación física, del mismo modo que hoy entendemos la diferencia entre una bandera y los valores o la nación que representa.
Los eidolon no eran meras representaciones estéticas materiales, sino las deducciones conceptuales sobre las causas de los fenómenos observados. La mente del observador no percibía simplemente el viento o el trueno; más bien, identificaba la existencia de una entidad generadora y reguladora detrás de esos fenómenos.
Yo no he dicho que los ídolos no fueran representaciones de lo que EN MENTE tenían sus adoradores (a dioses).
Lo que sí he dicho de que el ídolo en sí (que se fabrica con las manos): no puede ser una deidad (Hechos 19:26).
Entonces, cuando en 1 Corintios 8:5, el apóstol Pablo dice “Y si son nombrados dioses”, lo hace en referencia a lo anterior, 1 Corintos 8:4, donde afirma, ahora sí, categóricamente, que “sabemos (οἴδαμεν) que ni un solo (ουδεις) ídolo es”. Es decir, los eidolon son llamados dioses, y así es como hay múltiples dioses, porque los hombres les ponen nombres a los eidolon.
El Apóstol Pablo, en 1 Corintios 8:5, no está hablando de la existencia real de muchos dioses, sino de cómo las personas han formado en su mente distintas conceptualizaciones, distintos eidolon, y cómo les han nombrado “dioses”. De esos dioses, el apóstol Pablo ya declaró: ni uno solo, de esos múltiples dioses de hechura humana, es realmente Dios.
Esto aplica para el punto "1" al que hice referencia.
Un detalle muy interesante, es cómo el autor de 1 de Juan, en su esgrima textual contra la influencia de una corriente de pensamiento (gnosticismo), dice con mucho acierto en 5:21 “cúidensede los eidolon”.
Un versículo que, sin la comprensión cabal del significado de eidolon, parece completamente fuera de lugar.
Si los paganos adoraban a los ídolos; ¿porqué iba a estar fuera de lugar la advertencia de Juan?
Conclusiones:
- El apóstol Pablo, al mencionar “dioses” nombrados, se refiere a la forma en que las personas denominan sus percepciones o eidolon como “dioses”. Sin embargo, subraya que estos no existen.
- Pablo reconoce la tendencia humana de nombrar eidolon como “dioses”, pero es tajante al afirmar que, de todos esos dioses conceptuales, ninguno existe.
Todo esto aplica para el punto "1" por mí antes mencionado.
Más te dejas el "punto 2".
A-