Si leyeses las demás participaciones (no sólo las que te convienen) tu mismo te darías cuenta que
hasta el más ateo de los ateos pronuncia alguna vez durante su vida las palabras "Dios mío".
Si se le apareciese "la Virgen" a un católico, de igual manera exclamaría: "¡mi señora, y Dios mío!"
(No sé de ningún católico que al "ver" una aparición mariana, dijese: "¡diosa mía!") ...
Tampoco sé de ningún budista que al contemplar un hecho por demás extraordinario, exclame :
"¡Buda mío!"
Ni un musumán que al contemplar un hecho por demás extraordinario, exclame :"¡Mahoma mío!"
Ni un ateo, que al contemplar un hecho por demás extraordinario, exclame :"¡(Charles) Darwin mío!"
El punto: sea a quien se vea, y sea de la religión que se sea (incluso ateo): el hecho es que al contemplar algo extraordinario, todos decimos y exclamamos las mismas palabras: "¡Dios mío!"
Eso es algo que nos es común, a todos los hombres.
Saludos.
