Creo que esto es más importante que nada porque, en la práctica, nadie de los que estamos aquí, supongo, se arrodilla ante Jesús en su día a día.
Aquí entra en juego la oración:
1 Tes 5: 17 -
Orad sin cesar.
Algunos, cuando se despiertan, lo hacen en su propia cama, apenas abren sus ojos =
"Padre, gracias te damos, por Nuestro Señor Jesucristo, sin él, no podríamos abrir los ojos, no podríamos despertarnos y darnos cuenta de que, por tus misericordias, nos permites un día más aquí en la tierra para servirle, para andar como es digno de sus redimidos, y glorificarle para toda tu complacencia."
De acuerdo a esta cita:
Deuteronomio 6:
6 - Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 - y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino,
y al acostarte, y cuando te levantes.
La oración diaria comienza en la cama y finaliza en ella.
Otros, quizás más jóvenes, lo hacen de rodillas, pero de uno o de otro modo, la oración modelo, el Padre Nuestro, enseñado por Cristo mismo, involucra a ambos.
No olvidemos este axioma:
S.Juan 14:
10 - ¿No crees que
yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 - Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Este axioma nos declara, a sus redimidos, que Jesús es Dios todopoderoso, axioma que obviamente los enemigos de Cristo no están dispuestos a aceptar.
