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Salud y bendición en la paz de Cristo.
El tercero... como tú dices... es el mismo Espíritu del Padre y del Hijo (el Espíritu Santo)... viniendo a morar en el creyente verdadero de Jesucristo.
Juan 14:23
Respondió JESÚS y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi PADRE le amará, y VENDREMOS a él, y HAREMOS MORADA CON ÉL.
Juan 15:26
Pero cuando venga el Consolador, a quien YO os enviaré del PADRE, el Espíritu de verdad, EL CUAL PROCEDE DEL PADRE, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 16:(13-)15
TODO LO QUE TIENE EL PADRE ES MÍO; por eso dije QUE TOMARÁ DE LO MÍO, y OS LO HARÁ SABER.
Mateo 3:11
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; ÉL (JESÚS el HIJO) OS BAUTIZARÁ EN ESPÍRITU SANTO Y FUEGO.
2 Corintios 3:17
Porque EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Romanos 8:9
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el ESPÍRITU (SANTO), SI ES QUE EL ESPÍRITU DE DIOS MORA EN VOSOTROS. Y si alguno NO TIENE EL ESPÍRITU DE CRISTO, NO ES DE ÉL.
¿QUIÉN SE ATREVERÍA a DECIR TODO lo que TIENE el PADRE ES MÍO... SIN MENTIR... SI NO FUESE DIOS MISMO?
Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
Todo lo que tiene el padre es del hijo
por decision del padre
no del hijo
Jesus en el cielo recibió del padre el espíritu santo
Jesus depende de su Dios y Padre
Juan 17:3,: “[Jesús oró a su Padre:] Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero , y a Jesucristo, a quien has enviado.”
(
Note que Jesús no se refirió a sí mismo,
sino a su Padre en el cielo, como “el único Dios verdadero”.)
Juan 20:17, “Jesús le dijo [a María Magdalena]:
Suéltame, porque aún no he subido a mi Padre;
mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre,
a mi Dios y a vuestro Dios.”
(
Así que, para el resucitado Jesús, el Padre era Dios,
al igual que el Padre era Dios para María Magdalena.
Es interesante que no hallamos ni una sola vez en las Escrituras
que el Padre haya llamado al Hijo “mi Dios”.)
El hecho de que Jesús no se refirió a una igualdad de divinidad sino a una unidad de propósito y acción
queda confirmado por su oración registrada en Juan, capítulo 17. Jesús dijo:
“He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo.
Tuyos eran, y me los diste,
y han observado tu palabra.
Ahora han llegado a conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti . . .
no hago petición respecto al mundo,
sino respecto a los que me has dado;
porque tuyos son, y todas las cosas mías son tuyas y las tuyas son mías . . .
Además, yo ya no estoy en el mundo,
pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo,
vigílalos por causa de tu propio nombre que tú me has dado,
para que sean uno así como lo somos nosotros.”—Juan 17:6-11.