La situación es la siguiente:
Los que defienden la adoración a Jesús creen que le adoran, pero ni siquiera saben qué es adorar.
Los que defienden la adoración a Jesús se basan en versículos mal traducidos o manipulados.
OSO se hizo el profundamente ofendido cuando le insistí por una definición de adoración, y salió con: “no te me metas en mi intimidad”. Más tarde trajo una rebuscada y mal armada explicación que, una vez más, tomo como base estructural, los versículos mal traducidos.
El círculo de intransigencia parte de la creencia espuria de que Dios se hizo ser humano.
Los que defienden la adoración a Jesús creen que le adoran, pero ni siquiera saben qué es adorar.
Los que defienden la adoración a Jesús se basan en versículos mal traducidos o manipulados.
OSO se hizo el profundamente ofendido cuando le insistí por una definición de adoración, y salió con: “no te me metas en mi intimidad”. Más tarde trajo una rebuscada y mal armada explicación que, una vez más, tomo como base estructural, los versículos mal traducidos.
El círculo de intransigencia parte de la creencia espuria de que Dios se hizo ser humano.