Las 70 semanas

Re: Las 70 semanas

Hablando de "estar loco" y de interpretaciones ridículas, veamos las locuras que escribiste hace unos días y que, después que te hice ver tu metida de extremidades, rehusas contestar.



Todavía estoy esperando que expliques esto y creo que no lo vas a hacer pues tu arrogancia no te deja admitir que te equivocaste.

Otra cosa, tanto tú como Cajiga y otros ASD se han hecho los locos y no han querido contestar la pregunta sobre "OTOÑO 457aC". Es obvio que no contestan porque la Biblia no dice nada sobre "OTOÑO" lo que implica que los ASD NO BASAN ESTA CREENCIA CON LA BIBLIA SINO QUE HAN INVENTADO LA PIEZA MÁS IMPORTANTE DE ESTE ROMPECABEZAS.

Supuesto "humillado", ¿será que admitirás que tu Iglesia no puede comprobar con la Biblia que "la salida de la orden para edificar y restaurar a Jerusalén" fue en el Otoño o, específicamente en el 7mo mes del 8vo año de Artajerjes?

Ahora veamos lo que le escribí a Cajiga (y se hizo el loco)

Entonces, Cajiga, para que este "cuento" tenga validez alguna, ustedes deben probar con la Biblia que:

1. "La salida de la orden" significa "cuando la orden entró en vigencia"
2. La orden entró en vigencia en el Otoño (7mo mes del 8vo año de Artajerjes).

¿Será que lo harán de una vez por todas? Lo dudo.

Otra cosa, tú dices que de los tres decretos (yo veo cuatro), el de Artajerjes es el más completo. Veamos:

Esdras 6:14 "Y los ancianos de los Judíos edificaban y prosperaban, conforme á la profecía de Haggeo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron pues, y acabaron, por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro, y de Darío, y de Artajerjes rey de Persia".

Basados en este texto, ¿cuándo, dirías tú, salió la verdadera orden para edificar y restaurar a Jerusalén?

Cuando contesten estas preguntas entonces podremos continuar.

Ves cuatro decretos..?

¿No vez bien...?

Y los ancianos de los judíos edificaron y prosperaron, conforme a la profecía de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Ido. Edificaron y acabaron por orden del Dios de Israel, y por el mandato de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.

Así debe decir tu versión.

Estoy esperando que EMR termine para aprovechar "dos de un tiro".
 
Re: Las 70 semanas

Ves cuatro decretos..?

¿No vez bien...?

Y los ancianos de los judíos edificaron y prosperaron, conforme a la profecía de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Ido. Edificaron y acabaron por orden del Dios de Israel, y por el mandato de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.

Así debe decir tu versión.

Estoy esperando que EMR termine para aprovechar "dos de un tiro".

Por orden del Dios de Israel. ¿Acaso ese no es el decreto más importante?

Hablando de no ver bien... ¿te vas a hacer el de la vista gorda para no contestar lo demás?
 
Re: Las 70 semanas

Por orden del Dios de Israel. ¿Acaso ese no es el decreto más importante?

Hablando de no ver bien... ¿te vas a hacer el de la vista gorda para no contestar lo demás?

Que edad tu tienes...?

Si Gabriel dice: "Conoce, pues, y entiende que desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén..."

O sea, la Orden estaba en el futuro para Daniel. Deja que tu hermanito termine la exposición para que comience el hundimiento.
 
Re: Las 70 semanas

Ves cuatro decretos..?

¿No vez bien...?

Y los ancianos de los judíos edificaron y prosperaron, conforme a la profecía de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Ido. Edificaron y acabaron por orden del Dios de Israel, y por el mandato de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.

Así debe decir tu versión.

Estoy esperando que EMR termine para aprovechar "dos de un tiro".

Quien cree que ya lo sabe todo, es impermeable al aprendizaje. Es una pena. ¡Con lo bonito que es aprender cosas nuevas! En fin, ¡qué le vamos a hacer! Vamos a jugar a eso de "matar dos 'pájaros' de un tiro" (o más, los que haga falta). Resulta que el jueguecito del troll humillado de jugar con versioncitas en español va del todo descaminado por la sencilla razón de que en el texto arameo original de Esd. 6:14, la palabra traducida por "orden" y la traducida por "mandato" en la versión del troll humillado son una sola. "Por orden de Dios" es min-ta`am elaaj (transcripción aproximada), siendo ta`am el sustantivo "orden"; por otra parte, "y por mandato de Ciro..." es umitt`em koresh... (transcripción aproximada), siendo umitt`em la misma palabra que [/I]ta`am[/I], pero su vocalización varía debido a la circunstancia de que la preposición min ("de", "por") va pegada al sustantivo (de hay la duplicación de la tet (t); lleva, además, pegada la conjunción copulativa "u" ("y").

Tras esta minilección elemental de arameo, me quedo tan ancho. ¿Alguien se disculpará por echar mano continuamente de falacias para disfrazar su épica ignorancia? Va a ser que no, ¿verdad?
 
Re: Las 70 semanas

Que edad tu tienes...?

Si Gabriel dice: "Conoce, pues, y entiende que desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén..."

O sea, la Orden estaba en el futuro para Daniel. Deja que tu hermanito termine la exposición para que comience el hundimiento.

¿Cuál hundimiento? Usted ya está hundido y sepultado. ¿De dónde se saca usted lo del futuro? En hebreo dice min motsa dabar (transcripción aproximada). Motsa es un sustantivo, y la expresión significa "desde la salida de la orden". No hay ningún futuro. Le irían a usted bien algunas nociones preliminares de hebreo, pero, francamente, creo que no promete usted para tal disciplina.

Con cada una de sus patéticas intervenciones, se hunde usted mismo más y más. Siga, siga, ¡si es muy divertido!
 
Re: Las 70 semanas

"Por orden de Dios" es min-ta`am elaaj (transcripción aproximada), siendo ta`am el sustantivo "orden"; por otra parte, "y por mandato de Ciro..." es umitt`em koresh... (transcripción aproximada), siendo umitt`em la misma palabra que [/I]ta`am[/I], pero su vocalización varía debido a la circunstancia de que la preposición min ("de", "por") va pegada al sustantivo (de hay la duplicación de la tet (t); lleva, además, pegada la conjunción copulativa "u" ("y").

Quería decir "de ahí". Mil perdones.
 
Re: Las 70 semanas

¿Cuál hundimiento? Usted ya está hundido y sepultado. ¿De dónde se saca usted lo del futuro? En hebreo dice min motsa dabar (transcripción aproximada). Motsa es un sustantivo, y la expresión significa "desde la salida de la orden". No hay ningún futuro. Le irían a usted bien algunas nociones preliminares de hebreo, pero, francamente, creo que no promete usted para tal disciplina.

Oigame, usted no estaba escribiendo su última exposición...?

Ya usted lo que tiene es un relajito.

Con cada una de sus patéticas intervenciones, se hunde usted mismo más y más. Siga, siga, ¡si es muy divertido!

Sigo, sigo, no se preocupe.


Este es el primer verso de los 4 de las setenta semanas.

"Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Escriba las palabras necesarias y al punto.

Que nos quiere decir el verso con:

  1. "están destinadas"
  2. "Poner fin al pecado"
  3. "Traer la justicia de los siglos"
  4. "Ungír al Santo de los Santos"
 
Re: Las 70 semanas

Que edad tu tienes...?

Si Gabriel dice: "Conoce, pues, y entiende que desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén..."

O sea, la Orden estaba en el futuro para Daniel. Deja que tu hermanito termine la exposición para que comience el hundimiento.

No hay que ser muy viejo para ver que te estás haciendo el loco y no quieres responder a las preguntas sobre la mentira que predica tu Iglesia en cuanto a que la orden tomó efecto en "OTOÑO". ¡Qué mal estás!

Sobre tu comentario (la orden estaba en el futuro para Daniel), necesito saber... Tu Biblia dice ¿"desde que salga la orden" o "desde la salida de la orden"?
 
Re: Las 70 semanas

Oigame, usted no estaba escribiendo su última exposición...?
Cuando me canso de trabajar, me paso por aquí para reírme un rato con las ideas descabelladas de algunos.

Sigo, sigo, no se preocupe.


Este es el primer verso de los 4 de las setenta semanas.

"Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Escriba las palabras necesarias y al punto.

Que nos quiere decir el verso con:

  1. "están destinadas"
  2. "Poner fin al pecado"
  3. "Traer la justicia de los siglos"
  4. "Ungír al Santo de los Santos"

La deshonestidad del troll "humillado" es paradigmática. Lo que no me queda claro es si es algo congénito o si lo cultiva, o si entrena para tener la configuración "mental" que lo caracteriza. En fin, a este sujeto acabo de hundirle su argumentación dos veces seguidas con un somero análisis de un pasaje arameo y de otro pasaje hebreo, pero se hace el loco, como si nadie hubiese visto su ineptitud. No reconoce su absoluta incompetencia, ni da las gracias por lo que todos han aprendido. ¡En fin! Como decía aquel niñito de una película, "I win!" (¡Gano yo!). Ese es el lema del troll humillado, pero los demás no admitimos tales trampas de descerebrados.

En cuanto a las preguntitas de este caballerete, ya han sido respondidas varias veces. La última, hoy mismo.
 
Re: Las 70 semanas

No hay que ser muy viejo para ver que te estás haciendo el loco y no quieres responder a las preguntas sobre la mentira que predica tu Iglesia en cuanto a que la orden tomó efecto en "OTOÑO". ¡Qué mal estás!

Sobre tu comentario (la orden estaba en el futuro para Daniel), necesito saber... Tu Biblia dice ¿"desde que salga la orden" o "desde la salida de la orden"?

Cual es esa salida para tí...?
 
Re: Las 70 semanas

Cual es esa salida para tí...?

No hay que ser muy viejo para ver que te estás haciendo el loco y no quieres responder a las preguntas sobre la mentira que predica tu Iglesia en cuanto a que la orden tomó efecto en "OTOÑO". ¡Qué mal estás!

Sobre tu comentario (la orden estaba en el futuro para Daniel), necesito saber... Tu Biblia dice ¿"desde que salga la orden" o "desde la salida de la orden"?
 
Re: Las 70 semanas

Estimado Eduardo Martínez R. (EMR). Saludos cordiales.


En nuestro tema ya vimos como Esdras llega a Jerusalén con la orden de Artajerjes Longimano, ahora porque creo que el la dá a conocer en una de las fiestas de otoño.

Porqué la misma Palabra de Dios nos ilustra al respecto, pues reconocerás que úno de los mejores antecedentes de esto lo encontramos nada más y nada menos que en el mismo libro de Esdras, te doy la cita: "Cuando llegó el mes séptimo, y estando los hijos de Israel ya establecidos en las ciudades, se juntó el pueblo como un solo hombre en Jerusalén." Esdras 3: 1

¿Por qué Esdras habrá escrito este significativo mensaje? Si eres sincero verás que Dios a través de Esdras nos comunica algo muy solemne relacionado con el culto correcto pese a que el templo de Jehová no estaba aún fundado.

Sin embargo vemos como el pueblo de Dios, según la ordenanza de David rey de Israel cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: "Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová"

Entonces cuando la orden dada del rey Artajerjes a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente, encaja en forma admirable con estas fiestas de otoño y allí se da a conocer al pueblo que estaba en Jerusalén como un solo hombre.

"Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?"

Por esto Esdras clama con júbilo: "Bendito Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén, e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo." Esdras 7: 27, 28.

Aquí es donde empezó a tener vigor el decreto cumplíendose las palabras del profeta Daniel: "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos" Daniel 9: 25

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Las 70 semanas

EL ÉXITO PREDICTIVO DE DANIEL

Por todos es sabido que el Antiguo Testamento presenta un considerable número de profecías, no siempre coincidentes en sus detalles, acerca de lo que podríamos llamar un gran conflicto final entre los judíos y las naciones circunvecinas. La imagen general de tales predicciones es que, aunque en un primer momento la fortuna parecería sonreír a las naciones enemigas, estas quedarían finalmente sometidas, de mejor o peor gana, a la hegemonía judía (véanse, por ejemplo, Sal 2; 83; Isa 2:2ss; 34; 49:22s; 55:5; 60:1-5, 11, 16; 61:6ss; 62:1s, 12, 18-20; Jer 3:17; 4:2; Eze 37:28; 38:16, 23; 39:7, 21, 27; Joel 3:2, 9ss; Amós 9:11s; Abd 2, 15, 16; Miq 4:1ss; 5:15; 7:16; Hab 3:11-16; Sof 3:6ss; Hag 2:6-8, 21s; Zac 1:15, 21; 2:8ss; 8:20ss; 12:2-9; 14:3,14, 16-19; Mal 3:12).

Resulta obvio que ninguna de tales predicciones, llamadas habitualmente “profecías del reino”, se ha materializado. ¿Cómo abordar esto hecho? Básicamente, ha habido dos posturas “cristianas” supuestamente “piadosas” para explicar esta anomalía. La primera es la de los futuristas, en especial los dispensacionalistas. Según ellos, toda profecía bíblica DEBE necesariamente cumplirse. Partiendo de semejante postulado, resulta imprescindible admitir que las profecías no cumplidas se cumplirán necesariamente en el futuro. Por ello, los dispensacionalistas entienden que todas esas profecías se cumplirán literalmente en la próxima “dispensación”, que no será una dispensación cristiana, sino judía. En esa dispensación, ya no habrá iglesia cristiana en la tierra, pues la iglesia habrá sido “raptada” en secreto y llevada al cielo. El único representante de Dios en la tierra será el pueblo judío, que acabará aceptando a Jesús como Mesías y, entonces, las naciones malvadas emprenderán una encarnizada lucha contra Israel, que saldrá triunfante.

La segunda postura, la historicista, es una variante de la anterior, aunque a sus promotores no les guste reconocerlo. Según esta postura, esas profecías tendrán algo así como un cumplimiento futuro un tanto nebuloso, pero el protagonista ya no es Israel, sino la propia iglesia.

La tercera postura, que es la única real, se limita a verificar que tales predicciones no se cumplieron en su día y que, dado que la descripción del entorno sociocultural y geopolítico que presentan se amolda únicamente a realidades que desaparecieron hace miles de años, no hay razón alguna para suponer que se vayan a cumplir.

Pero prosigamos. Según los historicistas, las profecías daniélicas no tienen nada en común con las fallidas “profecías del reino”. Según ellos, en Daniel se presentan nítidamente las glorias de una “tierra nueva” en versión “cristiana”, pues, con su certera mirada que surca los siglos, el vidente pronosticó no solo las terribles persecuciones papales medievales, sino ese juicio “investigador” decimonónico, y un terrible “tiempo de angustia” provocado por algún poder enemigo (como, por ejemplo, Turquía o alguna otra “cabeza de turco” más “actualizada”), para llegar, por fin, a ese momento en el que el Señor entregará el reino eterno a los cristianos fieles y a los santos de todos los tiempos. Según los historicistas, la llegada de ese acontecimiento es inminente. Un anciano de iglesia al que conozco sentencia, en una de sus “magistrales” lecciones de escuela sabática, que ahora mismo estamos en “lo negrillo” de las uñas de los pies de la estatua. Sus alumnos escuchan embelesados tanta sapiencia expositiva, sorprendidos de que tal cúmulo de conocimientos quepa en una sola cabeza.

Claro que los historicistas no están muy dispuestos a dar cuenta de algunas llamativas anomalías en su versión de los hechos. Por ejemplo, según las explicaciones habituales de Daniel 2 y 7, hay una sucesión de cuatro “imperios mundiales” (según ellos, Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma, que llega hasta nuestros días[!]) seguidos inmediatamente por el establecimiento en la tierra de ese reino eterno, inaugurado, dicen, por la segunda venida de Cristo. Pero resulta que la literatura adventista no admite en realidad que se constituya ningún reino eterno en la tierra con la segunda venida de Cristo, pues afirman, que, en realidad, la tierra se convierte en un reino satánico desolado durante los mil años que siguen a la segunda venida de Cristo. Solo después desciende ese reino milenario celestial. Obviamente, la explicación adventista de Daniel 2 y 7 es incongruente, pues no contempla lo que su propia teología enseña: el reino satánico desolado.

Por otra parte, la propia noción de que Daniel supere el nacionalismo judío tan patente en otros autores veterotestamentarios no puede tampoco mantenerse con seriedad. La figura del “hijo de hombre” de Dan. 7:13 no se corresponde a ningún ser que more en el cielo en la presencia inmediata de Dios. Si así fuese, no habría sido necesario que lo presentasen ante el Señor. Ese “hijo de hombre” va hacia Dios. No hace falta ser muy listo para verificar que, si va, es que no estaba antes ante él. ¿Quién es, entonces, ese “hijo de hombre”? ¿Qué hace un “hijo de hombre” en una visión en la que aparecen bestias? La respuesta es obvia. Si las bestias representan a naciones gentiles “bestiales”, el “hijo de hombre”, que recibe el reino (7:14) representa una nación que no es gentil ni bestial. Esa sencilla deducción se ve confirmada por la explicación angélica: “Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre” (7:18). El ángel NO explica que el receptor del reino sea nuestro Señor Jesucristo, sino que afirma que el receptor del reino son “los santos del Altísimo”, o sea, la nación que había sido oprimida por los poderes bestiales presentados en el mismo capítulo, es decir, Israel. Que esto es así se comprueba por las repetidas referencias a “tu pueblo”, refiriéndose a Israel, “tu ciudad”, refiriéndose a Jerusalén, que salpican el libro, incluida la predicción de las setenta hebdómadas (Dan. 9:24). Y las referencias a Miguel prueban lo mismo, pues Miguel no es algo así como un genio protector de la raza humana en su conjunto, sino un ángel guardián de los judíos (“el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo”, Dan. 12:1), mientras que otros pueblos, como los persas o los griegos, tenían otros ángeles guardianes (Dan. 10:13, 20).

Está claro, entonces, que Daniel predice, igual que tantos otros profetas del Antiguo Testamento, un triunfo final de Israel sobre las naciones circundantes, y un dominio sobre las mismas. Su éxito predictivo no es mayor que el de los demás. Según la predicción de las setenta hebdómadas, Daniel preveía que el inveterado pecado de su pueblo, que tantas desdichas había causado en siglos pasados, y que tantas desgracias había de traer aún en la parte de las setenta hebdómadas que había aún por delante, se acabaría con la muerte del último opresor y con la purificación del santuario representada por la unción o reconsagración de su lugar santísimo (Dan. 8:14; 9:24), tras lo cual el pueblo sería justo. Históricamente, tal perspectiva corresponde al reino independiente hasmoneo (fundado por los Macabeos y sus descendientes hasta la época de Herodes, que le puso fin). Al contrario de lo que esperaba el vidente, dicha época no se correspondió a sus idílicas expectativas. Fue, sin duda, mucho mejor que la impiedad de Antíoco y sus colaboradores, pero aquello no fue el reino eterno que Daniel ansiaba.

Y de eso, señores, habla el libro de Daniel a grandes rasgos (hay también otras enseñanzas, como la resurrección de Dan. 12:13, que no vienen aquí al caso).

En principio, solo me queda por analizar la supuesta “solidez” de las objeciones historicistas contra la identificación de Antíoco Epífanes con el “cuerno pequeño”.
(CONTINUARÁ)
 
Re: Las 70 semanas

EL INTENTO HISTORICISTA DE RESPUESTA AL PRETERISMO

El tipo de evidencia que se ha presentado difícilmente se puede rebatir con argumentaciones retóricas tendentes a sembrar la duda entre quienes desconocen la historia o tienen un conocimiento superficial de los pasajes bíblicos, pero el historicismo es pertinaz, y sus promotores han ideado una batería de argumentos para intentar que las personas de su persuasión se mantengan dentro de las filas de su “ortodoxia”. Todos esos argumentos pueden encontrarse en Internet y en diversos libros y opúsculos publicados por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como, por ejemplo, la reciente edición anotada del clásico Questions on Doctrine. Algunos de estos argumentos los ideó Isaac Newton, genio de la física y las matemáticas. Dado lo prolijo de tales argumentos, los enumeraremos, entrecomillados, y sin indicar sus fuentes precisas, en un orden más o menos lógico.

1. «Identificar los cuatro poderes de Daniel con Babilonia, Medopersia, el imperio de Alejandro y el helenismo separa los reinos helenísticos del imperio de Alejandro. No deberían separarse. Además, el hecho de que el leopardo de Daniel 7 tenga cuatro cabezas implica la división de ese imperio».— A la cuestión de las cuatro cabezas ya se ha dado respuesta. En cuanto a si los reinos helenísticos constituyen la misma realidad geopolítica que el imperio de Alejandro, cabe señalar, en primer lugar, que la distinción entre este y aquellos la establece explícitamente el propio Daniel. En el capítulo 8 se afirma que los dominios de Alejandro se fraccionarían e irían a parar a personas que no eran de su descendencia. Además, pese a que se hablase griego en todos los reinos helenísticos y a que compartiesen una cultura común, tales rasgos no implican que los pueblos que compartan tales características constituyan una única unidad nacional. En nuestros días, los Estados Unidos y el Reino Unido comparten muchísimos elementos culturales y tienen un idioma común, pero, desde luego, no constituyen una única realidad nacional. En los reinos helenísticos, que protagonizaron muchas guerras los unos con los otros, pasaba igual.

2. «¿Cómo puede ser que Roma ni siquiera aparezca en la lista preterista de los imperios de Daniel? Sin duda, el Señor habría incluido ese imperio en el vaticinio profético».— Por supuesto, esto es completamente subjetivo. ¿Hemos de concluir que Dios hizo que Daniel y los demás profetas anunciasen la aparición de todos los poderes hegemónicos a lo largo de la historia en todo el mundo? Si es así, ¿dónde están los vaticinios acerca de China, Rusia, Alemania o España? ¿Qué dice la Biblia sobre el Imperio británico? ¿Qué enseña sobre los partos y los sasánidas? Por supuesto, puede que haya alguien que se aventure a aplicar tal o cual versículo a alguna de tales naciones, pero tal cosa carecería de base. Lo mismo puede decirse de encontrar referencias a los mongoles, a los turcos, a Francia o a los Estados Unidos en el libro de Apocalipsis, como hacen los historicistas. En todo caso, en cuanto a Roma, la República Romana sí aparece en Daniel. Como ya se ha señalado, es el poder representado por los «barcos de Quitim» de 11:30.

3. «En el libro de Daniel, un cuerno o una bestia no deben interpretarse como un solo individuo, sino más bien como un reino. Sin embargo, el reino de Antíoco era antiguo, de modo que este rey no puede haber sido el cuerno pequeño».— El problema de este razonamiento es que varios detalles del libro de Daniel lo desmienten. Por ejemplo, “Nabucodonosor”, independientemente de si fue Nabonido o el propio Nabucodonosor, no fue el primer rey del Imperio neobabilónico, pues Nabopolasar reinó antes que Nabucodonosor, y el reino de Babilonia era aún más antiguo, puesto que se remontaba a tiempos anteriores a Abraham. Pese a ello, Daniel afirma que “Nabucodonosor” era la cabeza de oro de la estatua. Asimismo, Daniel dice que el gran cuerno ilustre que había en la frente del macho cabrío del capítulo 8 era «el rey primero», o sea, el propio Alejandro. Sin embargo, tampoco Alejandro fue el primer rey de su dinastía. Tuvo un padre, Filipo de Macedonia, que ya había conquistado Grecia. Por ello, no es preciso decir nada más en refutación de esta inexacta argumentación historicista.

4. «Siendo un rey seléucida, Antíoco fue el gobernante de uno de los cuatro reinos que sucedieron a Alejandro, de modo que no puede ser el representante de un quinto reino, el del cuerno pequeño. Antíoco reinó únicamente sobre uno de los cuatro cuernos, pero el cuerno pequeño fue un quinto rey que no tenía relación alguna con los otros cuatro».— Esto podría ser plausible si Daniel hablase de un «quinto reino» y si excluyese, como en la objeción anterior, la individualidad de los cuernos. Daniel no dice que el «cuerno pequeño» no tuviese relación con los anteriores. De hecho, como ya hemos visto, afirma expresamente que salió de ellos (no de los vientos, como dicen atolondradamente algunos historicistas). Por ello, en el libro de Daniel hay una relación manifiesta entre el «cuerno pequeño» y los reinos helenísticos. Naturalmente, esa vinculación no existe en el caso de Roma, cuyo dominio territorial se solapó con el de Alejandro solo parcialmente. En cambio, el territorio de Antíoco formaba parte por entero de lo que habían sido los dominios de Alejandro.

5. «Antíoco IV no fue realmente ilustre, como parecería indicar su apodo de Epífanes. Estaba loco, y su poder militar efectivo era muy limitado. Por lo tanto, no puede haber sido el cuerno pequeño».— Esta es la objeción más habitual. Es también la más fácil de refutar. Daniel no enseña que el «cuerno pequeño» hubiese de ser ilustre. Sí enseña que el cuerno que había en la frente del macho cabrío del capítulo 8 sería ilustre, pero el «cuerno pequeño», el villano de su pronóstico, había de ser, por encima de cualquier otra cosa, pequeño y malvado. Por ello, el hecho de que Antíoco fuese “pequeño” cuadra con la descripción mucho mejor que Roma. Cuando Roma entró por primera vez en contacto con Israel, distaba de ser pequeña. Por supuesto, un historicista podría replicar que el papado en su infancia era pequeño. Puede que sí, pero entonces tendríamos un cuerno pequeño que creció, que después encogió y que volvió a crecer. Francamente, tan errático patrón de crecimiento es desconocido para Daniel. ¿Cómo lo quiere el historicista? ¿Un «cuerno pequeño» grande, como Roma, o un «cuerno pequeño» pequeño, como Antíoco? En cuanto a la grandeza comparativa de Antíoco Epífanes, no es difícil ver que una persona perversa puede hacer mucho daño dotada de menos poder y gloria que una persona realmente grande.
Los partidarios del historicismo presentan como argumento terminante para demostrar que el cuerno pequeño no puede ser Antíoco el hecho de que el cuerno que representaba a Alejandro en Dan 8:5, 8, 21 era «bien visible» y «grande», mientras que el cuerno pequeño «creció mucho» y «se engrandeció hasta el ejército del cielo” (Dan 8:9, 10). De esto quieren deducir que, de alguna manera, el cuerno pequeño debe de representar un poder mayor que el de Alejandro, y suponen que nadie mejor que Roma para ese papel. Sin embargo, no hay nada en el texto que sugiera que el cuerno pequeño tuviese que ser una entidad política —y, menos, religiosa— de mayor entidad que el reino macedónico. El pasaje en cuestión dice que en la época de Alejandro «el macho cabrío se engrandeció sobremanera», que, presuntamente, es más que el «creció mucho» del cuerno pequeño, pero, aunque no lo hubiese dicho, el «creció mucho» se ve cualificado por «hacia el sur y el oriente, y hacia la tierra gloriosa», cosa que los historicistas, curiosamente, suelen olvidar. Aunque Antíoco haya tenido una entidad política y militar mucho menor que la de Alejandro, para Israel la tuvo mayor, pues Alejandro no persiguió a los judíos, mientras que Antíoco sí lo hizo. Además, si admitimos que el pasaje presenta un orden cronológico en el crecimiento geográfico del cuerno pequeño, vemos que ese orden cuadra con la historia de Antíoco, no con la de Roma. Antes de conquistar Egipto, el sur, Roma dominaba ya el oriente y la «tierra gloriosa» (Israel), y sería extraña la ausencia de mención de la expansión romana hacia el norte (Galia) y el occidente (Hispania).

6. «Antíoco Epífanes no puede haber sido el cuerno pequeño porque este había de levantarse tras el final de la época helenística. Antíoco vivió, en cambio, a mediados de dicha época».— Tal argumentación, que alude a la expresión «al fin del reinado de estos» (8:23), siendo «estos» los reyes helenísticos, olvida tres cosas. La primera es que quienes propugnan que Antíoco no es el cuerno pequeño afirman gratuitamente lindezas tales como que el cuerno pequeño es el papa de Roma. Ahora bien, los que buscan con tanto afán argumentos escapistas como el considerado no parecen muy dispuestos a explicar en qué sentido se puede decir que el surgimiento del papado se dio «al fin del reinado de estos». Dado que el último fragmento de los reinos helenísticos desapareció en el año 30 a.C., ¿hay algún historicista dispuesto a afirmar que el papado surgió al final del reinado de Cleopatra? La mejor propuesta que he visto en ese sentido pretendía que el «cuerno pequeño» era la institución del emperador romano deificado, pero tal cosa no deja de ser un ejercicio de funambulismo pseudo-hermenéutico. La segunda es aún más grave para las pretensiones historicistas. La expresión temporal hebrea en cuestión es be´ajarit malkutam (transcripción aproximada). Ahora bien, tal expresión no tiene por qué significar el final, en sentido absoluto, sino únicamente la segunda parte de algo. Compárese con Job 42:12, donde se dice que el postrer estado de Job (´ajarit íyyob, transcripción aproximada) resultó más bendecido que el primero. Teniendo en cuenta que en ese segundo estado Job engendró 7 hijos y 3 hijas (los mismos que en el primero), no parece que se esté afirmando que solo los últimos días de Job fueran placenteros, sino sus últimos 140 años (Job 42:16). ¡Con Antíoco no hace falta tanto! La tercera es aún más demoledora. ¿A qué viene empeñarse que el «cuerno pequeño» ha de aparecer tras el hundimiento del helenismo cuando su obra de pisotear el santuario se hace remontar a 457 a.C.? ¿En qué quedamos? ¿Cuándo surge de verdad el «cuerno»? ¿En 457 a.C.? ¿En 30 a.C.? ¿En la Edad Media?

7. «Antíoco Epífanes no puede haber sido el cuerno pequeño porque este había de destruir el santuario, cosa que no hizo Antíoco, sino Roma».— Esta objeción se deriva de Dan 8:11, donde se afirma que «el lugar de su santuario fue echado por tierra». Es cierto que Antíoco IV no demolió el templo israelita, pero el apabullante ejercicio estadístico efectuado por William Shea y otros para demostrar que la palabra mekon (“lugar”, en transcripción aproximada) se aplica al lugar ocupado por Dios, sea en la tierra o en el cielo, yerra en el vocablo que analiza. Puede que en la elección del vocablo tenga algo que ver el hecho de que Shea parezca sentirse en la obligación de explicar cómo es posible que el «cuerno pequeño» (el papado según él) pueda echar por tierra el santuario celestial. En todo caso, lo importante aquí no es el uso de la palabra “lugar”, sino el uso de la raíz shalak (“echar” o “arrojar”, transcripción aproximada). Shea, que, obviamente, no cree que el papado demoliese el “santuario celestial”, pretende que quienes identifican al cuerno pequeño con Antíoco IV tienen la obligación de explicar cómo pudo el rey sirio echar por tierra el santuario sin destruirlo arquitectónicamente. Se le podría contestar que exactamente igual que él supone que el papa atacó el “santuario celestial”, pero el sarcasmo es innecesario. Shalak tiene un amplio abanico de significados, entre los que se encuentra “profanar”, matiz impuesto por el pasaje paralelo de Dan 11:31. En todo caso, la argumentación de Shea pretende explotar el desconocimiento general de muchos protestantes en cuanto al periodo intertestamentario. El interesante pasaje de 1 Mac 4:38, 39 describe la situación del santuario, antes de su purificación, así:
“Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un monte cualquiera, y las salas destruidas, rasgaron sus vestidos”.
Fue necesario reparar el santuario y reponer todo su mobiliario (1 Mac 4:48). Parece que, después de todo, «el lugar de su santuario» sí fue echado por tierra.

8. «Antíoco IV no puede ser el cuerno pequeño porque no es posible adjudicar con precisión a sus actividades el periodo de 2300 tardes y mañanas de Dan 8:14».— Es curioso que esto lo digan personas que son del todo incapaces de demostrar objetivamente tanto el principio como el final del tal periodo en su interpretación favorita. En todo caso, independientemente de la explicación matemática de dicho lapso (que ya se ha expuesto con anterioridad), es inaceptable desechar una interpretación cualquiera de la Biblia aduciendo que alguna otra es matemáticamente más exacta, pues no resulta evidente que todos los lapsos mencionados por la Biblia deban ser sometidos a criterios de precisión que eran ajenos a quienes la escribieron originalmente y a sus primeros lectores. Por ejemplo, no parece que Shea interprete que los «tres días y tres noches» que Jesús pasó en la tumba durasen 72 horas. La profanación del santuario por parte de Antíoco duró tres años, contados desde que se erigió la estatua de Zeus Olímpico hasta la purificación del santuario, pero los sacrificios podrían haber estado interrumpidos con anterioridad a la propia profanación, con lo que el lapso de 1150 días parece perfectamente razonable, y no existe necesidad alguna de demostrar una precisión absoluta en tales cómputos. Quienes insistan en tal necesidad deberían proporcionar algún ejemplo independiente en que tal precisión sea exigible y constatable. Desde luego, Flavio Josefo debe de haberse sentido satisfecho con la cronología de la purificación macabea del santuario, pues, si no, no habría escrito este párrafo:
“Ocurrió que estas cosas se hicieron el mismo día en que su culto divino se había interrumpido y se vio reducido a un uso profano y común, tras un tiempo de tres años; porque así ocurrió que el templo fue desolado por Antíoco, y así continuó tres años. Esta desolación le ocurrió al templo en el año 145, el día 25 del mes de Apellaeus, y en la 153 olimpiada; pero fue dedicado de nuevo el mismo día, el 25 del mes de Apellaeus, en el año 148, y en la 154 olimpiada. Y esta desolación llegó a ocurrir de acuerdo a la profecía de Daniel, que fue dada 408 años antes; porque él declaró que los macedonios disolverían aquel culto” (Antigüedades, xii.7.6)

9. «El cuerno pequeño se alzó contra el Príncipe de los ejércitos celestiales, y este es el carácter del anticristo, no de Antíoco».— Esta objeción debe su plausibilidad a la idea preconcebida de que Daniel 8 sea mesiánico. Si fuese mesiánico e incondicional, entonces Antíoco no podría haber sido el «cuerno pequeño», pues no vivió en la época de Cristo. Por otro lado, si no es mesiánico, Antíoco satisfaría perfectamente los criterios, puesto que se volvió contra el propio Cielo y se embarcó en una guerra activa contra el sacerdocio y los gobernantes hebreos.

10. «Antíoco gobernó menos de doce años, de modo que no puede haber sido el cuerno pequeño».— Es posible que esta sea la más débil de todas las objeciones. La Biblia no dice cuánto tiempo habría de gobernar en total el «cuerno pequeño», y tampoco dice que su persecución hubiese de extenderse durante siglos. En cualquier caso, pueden hacerse muchas cosas considerables en solo una docena de años. Así, Alejandro Magno solo gobernó durante trece años. En tiempos más recientes, podemos pensar en el personaje que gobernó Alemania de 1933 a 1945, al que parece que faltó tiempo para cometer más atrocidades.

11. «El reinado de Antíoco no se extendió hasta “el tiempo del fin”, por lo que no puede haber sido el cuerno pequeño».— La expresión «tiempo del fin» es realmente interesante. Daniel no es el único que emplea ese tipo de expresión. Joel y muchos otros usan algo similar. Curiosamente, el apóstol Pedro, citando Joel 2:28-32, aplica la expresión «últimos días» al siglo I de nuestra era (Hech 2:14ss). Por ello, si los «últimos días» de Joel no se refieren a los últimos días de nuestro mundo, ¿por qué habría de hacerlo la expresión daniélica de «tiempo del fin»? En realidad, en el «tiempo del fin» de Daniel seguirían existiendo las naciones de Edom, Moab y Amón (Dan. 11:40-45), desaparecidas hace ya muchos siglos.

12. «Antíoco no murió de forma especial o notable, pero el cuerno pequeño había de llegar a su fin de una manera especial: “Será quebrantado, aunque no por mano humana” (8:25)».— Puesto que Antíoco murió de causas naturales, sí se cumplió en él que fuese quebrantado sin la intervención de la mano humana. Si hubiese sido asesinado por un rival, o muerto en batalla, las especificaciones no se habrían cumplido, pero sí lo fueron. Antíoco pereció en medio de intensos dolores por la podredumbre de su cuerpo, como más tarde ocurrió con Herodes el Grande y con Herodes Agripa I. Igual que ellos, sus contemporáneos entendieron que semejante muerte era un castigo divino por sus enormes maldades. Es del todo incierta la formulación de la objeción. Antíoco sí murió de forma especial y notable, aunque no por mano humana.

13. «La interpretación que hace de Antíoco el cuerno pequeño quita a todos los efectos el centro de atención del auténtico anticristo y lo pone en un solo hombre, que fue de poca entidad y significación en el despliegue profético y apocalíptico del gran conflicto entre Cristo y Satanás».— Esta curiosa objeción revela realmente la razón profunda por la que el historicismo insiste en rechazar la identidad entre Antíoco IV y el «cuerno pequeño». Tal identidad deja en muy mal lugar ese supuesto “gran conflicto”. El “conflicto” en cuestión es un concepto miltoniano, no necesariamente un concepto bíblico. En todo caso, interpretar que Antíoco fue el «cuerno pequeño» no tiene nada que ver con evitarle ningún bochorno al «auténtico anticristo», que, según las ensoñaciones historicistas, no es otro que el papa. Dado que, como hemos visto, en los días de los apóstoles Flavio Josefo creía, mucho tiempo antes de que hubiese un papa en Roma (en el sentido histórico del término), que Antíoco fue el cuerno pequeño, no parece que compartir tan antiguo punto de vista se haga para apoyar al papado. Mantener que Josefo o que cualquier otra persona que acepte la identidad de Antíoco y el «cuerno pequeño» tengan intenciones ocultas al manifestar tal identidad es ridículo. A los romanos les habría resultado indiferente si se hubiese hecho mención de ellos en alguna profecía hebrea.
A pesar del pasaje ya explicado de Mat 24:15, Jesús conocía perfectamente que la desolación del templo y su purificación estaban en el pasado. El cuarto Evangelio (10:22-42) relata la participación de Jesús en la fiesta de la Dedicación (egkainia, pronunciado “enkainia”) o de Hanukkah. Esa fiesta fue instituida por Judas Macabeo para celebrar la purificación del santuario y la restauración de sus servicios después de la profanación realizada por Antíoco Epífanes. Se celebraba durante ocho días a partir del día 25 de Kisleu (1 Mac 4:36-59; 2 Mac 10:1-8), por lo que podía caer en nuestro calendario entre mediados de diciembre y mediados de enero. Los historicistas suelen decir que el que Jesús participase de tal conmemoración no implica que él que creyese que Antíoco fuese el cuerno pequeño, igual que el que ellos participen de las celebraciones navideñas no implica que ellos crean en Santa Claus. El problema de semejante escapatoria es que Jesús celebraba un acontecimiento histórico, lo que pone de manifiesto que este no fue tan insignificante como a William Shea le gustaría que creyésemos. ¿Quién, entonces, tiene motivos no aparentes? La pretensión historicista de que el preterismo y el futurismo son inventos católicos para evitar aplicar al papa la infame carrera del «cuerno pequeño» y de otras figuras proféticas es ridícula. El preterismo es anterior al catolicismo. El historicismo, en cambio, es un invento católico (véase la admisión historicista, hecha a regañadientes, en Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers, tomo 1, pp. 683-716).

Citando las palabras de un interlocutor pseudónimo que me encontré en un foro de Internet, la anterior colección de objeciones, más muchas más que sin duda podrían pergeñarse, demuestra una cosa: que aunque «Antíoco parece satisfacer […] buena parte […] de las profecías (de Daniel 8)» siempre habrá personas dispuestas a promover la candidatura de algún otro para su puesto. Siempre podrá señalarse a una palabra aislada que se encuentre en tal o cual lugar, o una expresión oscura en algún otro, que puedan usarse para justificar todo tipo de ideas infundadas.

Los hechos son los siguientes:
  • Las descripciones de Daniel del poder enemigo son coherentes internamente.
  • La descripción de Daniel del poder enemigo que aparece en el capítulo 11 puede aplicarse a Antíoco Epífanes, fuese ilustre o no, reinase doce años o no, gobernase a mediados de su dinastía o no.
  • Si Antíoco Epífanes es el último «rey del norte» de Daniel 11, y no cabe duda de que lo sea, entonces, ¿por qué exactamente iba a ser una persona o poder diferente el «cuerno pequeño» de Daniel 7 o el «cuerno pequeño de Daniel 8, que hacen precisamente lo mismo que ese último «rey del norte» del capítulo 11?
Ante la incapacidad del historicismo para presentar alternativas viables a la interpretación del cuerno pequeño, no queda sino reconocer que el poder hostil presentado en el libro de Daniel no es otro que Antíoco IV.

(EN PRINCIPIO, FIN).

Y con esto, señores historicistas, queda abierta la veda. Si quieren disparar, apunten bien. No apunten, como hasta ahora, contra sí mismos. Cuiden de que el arma no se les dispare en sus morros, y tengan mucho cuidado en que los cazados no sean ustedes mismos.
 
Re: Las 70 semanas

Y terminada la exposición del señor EMR, discutiremos en forma corta los versos. Punto por punto.

Este es el primer verso de los 4 de las setenta semanas.

"Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Escriba las palabras necesarias y al punto.

Que nos quiere decir el verso con:

"están destinadas"= O sea, cortadas, estan apartadas de algo, definitivamente de las 2300 tardes y mañanas, pues Gabriel visita a Daniel y viene a explicarle la visión que no entendió.

"Poner fin al pecado"= La victoria de Cristo en la cruz permite tenerle poder sobre el pecado, también pondría fin al sistema ceremonial de ofrendas por el pecado.

"Traer la justicia de los siglos"= Al Cristo ser vencedor en la cruz, podemos recibir de esa justicia impartida y por medio de El podemos estar frente a Dios como si nunca hubiesemos pecado.

"Ungír al Santo de los Santos"= Esto representa al lugar santísimo de los cielos cuando Cristo hace su entrada, pues el lugar lo hace santísimo Cristo, Esteban vió al hijo de Dios a la diestra del Padre en los cielos.

Le toca a usted EMR.
 
Re: Las 70 semanas

Y terminada la exposición del señor EMR, discutiremos en forma corta los versos. Punto por punto.

Este es el primer verso de los 4 de las setenta semanas.

"Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Escriba las palabras necesarias y al punto.

Que nos quiere decir el verso con:

"están destinadas"= O sea, cortadas, estan apartadas de algo, definitivamente de las 2300 tardes y mañanas, pues Gabriel visita a Daniel y viene a explicarle la visión que no entendió.

"Poner fin al pecado"= La victoria de Cristo en la cruz permite tenerle poder sobre el pecado, también pondría fin al sistema ceremonial de ofrendas por el pecado.

"Traer la justicia de los siglos"= Al Cristo ser vencedor en la cruz, podemos recibir de esa justicia impartida y por medio de El podemos estar frente a Dios como si nunca hubiesemos pecado.

"Ungír al Santo de los Santos"= Esto representa al lugar santísimo de los cielos cuando Cristo hace su entrada, pues el lugar lo hace santísimo Cristo, Esteban vió al hijo de Dios a la diestra del Padre en los cielos.

Le toca a usted EMR.

La preguntita del desorientado troll ya se ha respondido varias veces en las 22 páginas anteriores, la última ayer mismo, y hoy ha habido también una alusión a lo que significan esas palabras en consonancia con el contexto en que se producen. Dado que las setenta hebdómadas no son una profecía mesiánica (nadie las entendió así hasta Tertuliano), ninguna de las grotescas interpretaciones del troll tiene el menor sentido. En todo caso, el troll ha cambiado subrepticiamente una interpretación atolondrada que él tenía acerca de que "el santo de los santos" se refería a Cristo. Ahora, convenientemente corrgido por el CBA dice que es el lugar santísimo, pero añade que es "el del cielo", aunque Daniel en ningún sitio habla de un "lugar santísimo" del cielo. Habla de la "tierra gloriosa", que era Israel, y de un santuario, que estaba en Jerusalén, y que el malvado cuerno pequeño mancilló.

En las páginas anteriores he dado abundantes pruebas de que conozco minuciosamente la interpretación historicista, y he presentado las razones exegéticas detalladas por las que rechazo dicha interpretación. Por ello, la mera repetición de los postulados historicistas no me causa ningún tipo de impresión favorable. Ya sé lo que dicen los historicistas, y sé que no pueden probar NADA de lo que dicen.

Por ello, señor troll, su primer disparo ha sido con pólvora mojada y le ha estallado a usted en sus narices. Si quiere debatir usted conmigo (o con cualquiera), deberá atenerse a los hechos. Las pocas ideas que amueblan su cabeza no pueden tomarse por hechos. Son solo ensoñaciones. Por supuesto, es usted muy libre de creer lo que le dé la gana, o ir cambiando de parecer con las fases de la luna. Pero algo muy distinto es debatir. Que usted piense una cosa, no convierte a esa cosa en realidad, y no hay razón alguna para que el resto de la humanidad le dé a usted la razón si no aporta apoyos incontestables.

Este tipo de cosas se debaten con pruebas objetivas, no con brindis al sol. Y, por supuesto, si usted hace preguntas, también las deberá contestar, sin hacerse el sordo, como le pasó a usted ayer con sus dos patéticos disparates que le refuté en arameo y en hebreo. A ese tipo de cosas es menester responder, no dar la callada por respuesta y, encima, venir con la estúpida chulería del ignorante que se las da de saber.
 
Re: Las 70 semanas

La preguntita del desorientado troll ya se ha respondido varias veces en las 22 páginas anteriores, la última ayer mismo, y hoy ha habido también una alusión a lo que significan esas palabras en consonancia con el contexto en que se producen. Dado que las setenta hebdómadas no son una profecía mesiánica (nadie las entendió así hasta Tertuliano), ninguna de las grotescas interpretaciones del troll tiene el menor sentido. En todo caso, el troll ha cambiado subrepticiamente una interpretación atolondrada que él tenía acerca de que "el santo de los santos" se refería a Cristo. Ahora, convenientemente corrgido por el CBA dice que es el lugar santísimo, pero añade que es "el del cielo", aunque Daniel en ningún sitio habla de un "lugar santísimo" del cielo. Habla de la "tierra gloriosa", que era Israel, y de un santuario, que estaba en Jerusalén, y que el malvado cuerno pequeño mancilló.

En las páginas anteriores he dado abundantes pruebas de que conozco minuciosamente la interpretación historicista, y he presentado las razones exegéticas detalladas por las que rechazo dicha interpretación. Por ello, la mera repetición de los postulados historicistas no me causa ningún tipo de impresión favorable. Ya sé lo que dicen los historicistas, y sé que no pueden probar NADA de lo que dicen.

Por ello, señor troll, su primer disparo ha sido con pólvora mojada y le ha estallado a usted en sus narices. Si quiere debatir usted conmigo (o con cualquiera), deberá atenerse a los hechos. Las pocas ideas que amueblan su cabeza no pueden tomarse por hechos. Son solo ensoñaciones. Por supuesto, es usted muy libre de creer lo que le dé la gana, o ir cambiando de parecer con las fases de la luna. Pero algo muy distinto es debatir. Que usted piense una cosa, no convierte a esa cosa en realidad, y no hay razón alguna para que el resto de la humanidad le dé a usted la razón si no aporta apoyos incontestables.

Este tipo de cosas se debaten con pruebas objetivas, no con brindis al sol. Y, por supuesto, si usted hace preguntas, también las deberá contestar, sin hacerse el sordo, como le pasó a usted ayer con sus dos patéticos disparates que le refuté en arameo y en hebreo. A ese tipo de cosas es menester responder, no dar la callada por respuesta y, encima, venir con la estúpida chulería del ignorante que se las da de saber.

EMR...

Dito, no se haga... todo se esta haciendo para el lector...

no sea...#%$@!


Bendito Dios.

Sigamos.

Segundo verso:

"Conoce, pues, y entiende que desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y 62 semanas. La plaza y la muralla se reedificarán en tiempos angustiosos.

"Conoce, pues, y entiende"= Gabriel le esta diciendo que preste atención a lo que está incluido de las cosas que no entendió. Entiende, o sea, puede entenderlas.

"Restaurar y reedificar Jerusalen"= Esto aconteció en varios años, inclusive hubieron varios decretos, pero el decreto de mayor abarcamiento sin lugar a duda fué el de Artajerjes, ni el de Ciro ni Darío, Ni el que dice EMR que Dios decretó uno en los cielos.

"Mesías Príncipe"= NO es Ciro, sino el Cristo, el úngido, el Príncipe.

"siete semanas"= o 49 años, tiempo en que fué recontruido en su totalidad con sus leyes y el templo en completo funcionamiento.

"62 semanas"= Tiempo transcurrido despues de la recontrucción y reedificación de Jerusalem. La nueva oportunidad de parte de Dios hacia su pueblo debía ser completa, no parcial.

"plaza y muralla se reedificarán en tiempos angustiosos"= Enfasis de Gabriel de que la plaza y las murallas se harían en tiempos angustiosos, esto lo vemos en los tiempos de Nehemías, que son parte de las primeras siete semanas.
 
Re: Las 70 semanas

Señor troll, ¿le han puesto a usted alguna prótesis cerebral que ocupe la mayor parte de su cráneo? Le hago esta pregunta tan directa porque no parece usted captar cómo se argumentan ni cómo se rebaten las cosas. Por mucho que repita usted las tesis historicistas, que conozco mejor que usted (y por eso las rechazo), ello no va a convertirlas en verdad por arte de birlibirloque.

Si quiere usted mi explicación acerca del significado de Dan. 9:24-27, puede usted encontrarla en este hilo. Dado que nadie ha dado razón alguna por la que deba alterar mi evaluación de dicho pasaje, el hecho de que usted me repita su torpe interpretación, no va a cambiar las cosas. Todos sabemos que usted no puede probar su interpretación con la Biblia. Usted solo repite lo que se le ocurre y entiende que, por el solo hecho de repetirlo, ello ya lo convierte en verdad.

¿Sabe?, su actitud me recuerda a la jugadita que le hicieron a Desmond Ford los "hermanos" en Glacier View. Primero le dan medio año sabático para que redacte su exposición sobre Dan. 8:14. Luego convocan una magna asamblea en un rancho para juzgar la teología de Desmond Ford, pero se pide a los asistentes no que lo juzguen a la luz de la Biblia, sino a la "luz" de las enseñanzas adventistas. Así, gracias a la insoportable presión de los administradores de la Asociación General, Ford fue condenado.

Conmigo, no se moleste, troll "humillado". Si sus locas nociones historicistas son la piedra de toque para determinar la verdad o la mentira de un postulado, ya puede "condenarme" directamente, pues es obvio que no soy historicista, ni nada que se parezca a un historicista, y no pienso de ninguna manera ser historicista. No, gracias. La Biblia ya la leo yo solito. No necesito que ningún descerebrado me la regurgite.

¿Tiene alguna objeción específica que hacer a mi exposición, o su planitud encefalográfica no le da para más?
 
Re: Las 70 semanas

Como dije antes, si usted pretende que le contesten, usted también debe contestar. Yo también voy a salir de caza. Y mi especialidad es cazar trolls
"Conoce, pues, y entiende"= Gabriel le esta diciendo que preste atención a lo que está incluido de las cosas que no entendió. Entiende, o sea, puede entenderlas.
El troll espera que se dé por buena la bromita historicista de que Daniel 9 explica algo de Daniel 8 que Daniel "no entendió". ¿Dónde dice Daniel que él no entendiese algo del capítulo 8? Dice que cayó enfermo ante lo que presenció, pero no dice que hubiese cosas que no entendiese. Daniel parece haber sido una persona muy inteligente y preparada. Lo que dice Dan. 8:27 no es que Daniel fuese divulgando la visión que se le dijo que guardara para ver si alguien la entendía, sino que nadie supo la angustia por la que pasó durante algún tiempo. Esto es un reto muy simple, señor troll. Una vez planteado, debe usted responder a ese reto directamente, pero no vale con que nos venga con ese cuentecito de que Daniel no entendió y ¡doce años después!, Gabriel fue a "explicarle" lo que no entendió. Responda específicamente, si sus neuronas le dan para ello, al reto planteado.


"Restaurar y reedificar Jerusalen"= Esto aconteció en varios años, inclusive hubieron varios decretos, pero el decreto de mayor abarcamiento sin lugar a duda fué el de Artajerjes, ni el de Ciro ni Darío, Ni el que dice EMR que Dios decretó uno en los cielos.
Perdone, señor troll, no es EMR quien dice que Dios decretó la reconstrucción de Jerusalén en los cielos; es el propio Dios quien lo afirma. Por otra parte, su afirmación de que "el decreto de mayor abarcamiento sin lugar a duda fue el de Artajerjes" es absolutamente falsa. El decreto que permitió la reconstitución nacional fue el de Ciro, el decreto que permitió la restauración del culto fue el de Ciro, el decreto que permitió el regreso de más de cincuenta mil Israelitas fue el de Ciro, el decreto que permitió la reconstrucción del templo fue el de Ciro, y el decreto bajo el que los israelitas edificaron sus ciudades (Hag. 1:1-4) fue el de Ciro, el ungido de Jehová (Isa. 44:28-45:1).

"siete semanas"= o 49 años, tiempo en que fué recontruido en su totalidad con sus leyes y el templo en completo funcionamiento.

De eso nada, monada. El texto sagrado dice: "desde la salida de la palabra para restaurar y reedificar Jerusalén hasta un príncipe ungido, semanas siete" y luego hay una pausa. O sea, de eso de que las siete semanas son para recontruir "en su totalidad con sus leyes y el templo en completo funcionamiento" es una completa mentira por su parte. Repito, caballerete, el texto hebreo (del que me fío mucho más que de los historicistas) dice: "desde la salida de la palabra para restaurar y reedificar Jerusalén hasta un príncipe ungido, semanas siete", que es exactamente lo contrario de lo que usted dice. A esto, caballerete, debe usted responder, y no contentarse que hay que verlo como usted quiere. Yo me atengo al texto hebreo. ¿A qué se atiene usted?



"62 semanas"= Tiempo transcurrido despues de la recontrucción y reedificación de Jerusalem. La nueva oportunidad de parte de Dios hacia su pueblo debía ser completa, no parcial.

"plaza y muralla se reedificarán en tiempos angustiosos"= Enfasis de Gabriel de que la plaza y las murallas se harían en tiempos angustiosos, esto lo vemos en los tiempos de Nehemías, que son parte de las primeras siete semanas.

Pero, señor troll, ¿cree usted que nacimos ayer? ¿Qué jueguecito es este que se trae de decir que lo que el texto sagrado asigna a las sesenta y dos semanas viene usted y lo pasa a las siete primeras semanas, de donde se trae al ungido? ¡Oiga! Un poco de respeto hacia el texto. ¿Quién le dio a usted autorización para magrearlo de esa manera?

Va usted verdaderamente mal, señor troll. ¿No hay por ahí algún adventista más solvente que quiera echarle una mano al desorientado "humillado"? ¿Cajiga, Joelice, MarlonGomez, Isaac, vejitas?