Sin embargo, según la Biblia, el infierno es tan real como el cielo. La Biblia enseña clara y explícitamente que el infierno es un lugar real al que los malvados/incrédulos son enviados después de la muerte. Todos hemos pecado contra Dios (Romanos 3:23). El castigo justo por ese pecado es la muerte (Romanos 6:23). Dado que, en última instancia, todo nuestro pecado es contra Dios (Salmo 51:4), y dado que Dios es un Ser infinito y eterno, el castigo por el pecado, la muerte, también debe ser infinito y eterno. El infierno es esta muerte infinita y eterna que nos hemos ganado a causa de nuestro pecado.Yo creo que hay una confusion.
Jesucristo resucito. Y es el primer resucitado de los muertos.
TODOS los demas no resucitaron en el mismo termino. Volvieron a vivir pero para morir de nuevo.
El mismo Espiritu de Cristo vivificara nuestros cuerpos mortales vistiendolos de inmortalidad. La vida eterna consiste precisamente en eso. En eso consiste la inmortalidad.
Los incredulos son entregados. Vomitados por la tierra y el mal y se ponen de pie. No los vivifica el Espirtu de Cristo porque no mora en ellos.
Vuelven a la vida para ser jusgados y echados al lago que arde eternamente. OJO lo que arde eternamente es el lago. No son inmortales.
El castigo de los malvados muertos en el infierno se describe a lo largo de las Escrituras como “fuego eterno” (Mateo 25:41), “fuego inextinguible” (Mateo 3:12), “vergüenza y desprecio eterno” (Daniel 12:2), un lugar donde “el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:44-49), un lugar de “tormento” y “fuego” (Lucas 16:23-24), “destrucción eterna” (2 Tesalonicenses 1:9), un lugar donde “el humo del tormento sube por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 14:10-11), y un “lago de azufre ardiente” donde los malvados son “atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:10).
El castigo de los malvados en el infierno es tan interminable como la bienaventuranza de los justos en el cielo. Jesús mismo indica que el castigo en el infierno es tan eterno como la vida en el cielo (Mateo 25:46). Los malvados están sujetos para siempre a la furia y la ira de Dios. Los que estén en el infierno reconocerán la perfecta justicia de Dios (Salmo 76:10). Los que están en el infierno sabrán que su castigo es justo y que sólo ellos tienen la culpa (Deuteronomio 32:3-5). Sí, el infierno es real. Sí, el infierno es un lugar de tormento y castigo que dura por los siglos de los siglos, sin fin. Alabado sea Dios porque, a través de Jesús, podemos escapar de este destino eterno (Juan 3:16, 18, 36).
Ahora, que clase de cuerpo tendran los malvados resucitados para soportar un castigo eterno es solo motivo de especulacion.
Saludos.