Re: Tú eres Pedro
Paz de Dios
Lo cierto es que la Palabra inspirada, a pesar de señalar la fidelidad de Cornelio hacia Dios menciona que este "adoró". ¿Lo habrá adorado como a un dios? Dificil concluir eso, por lo que acabamos de ver. Lo que hizo Cornelio y que Pedro claramente redarguyó fue postrarse ante él en señal de CULTO ESPIRITUAL, atribuyéndole a Pedro privilegios honoríficos espirituales que sólo se deben a Dios. Sino, pregunto :¿Cuál o cuáles habrán sido las razones por las que Pedro ORDENO a Cornelio levantarse "¡Levántate", pues..." especialmente haciendo la aclaración de que ambos eran "hombres"? ¿Será que a Dios le desagrada que alguna criatura reciba el culto espiritual que sólo Él merece?
Lo cierto, más alla de toda la teología filosófica-mística que enseña el Catolicismo Romano, existe idolatría desde el mismo momento en que depositamos nuestros anhelos espirituales sobrenaturales sobre algo o alguien diferente a Dios mismo, y existe adoración desde el mismo momento que dirigimos nuestro culto honorífico en el plano de las potestades espirituales hacia algo o alguien también diferente a Dios mismo. ESTO es lo que hizo el apóstol Juan (tributarle honores espirituales al angel), recibiendo la respuesta que expone la Palabra: ‘No, cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.’
"Levántate, que también yo soy un hombre..."
El Papa de Roma no sólo permite esas muestras de culto honorífico espiritual hacia su persona, sino que además, como veremos en el ejemplo siguiente, hubo alguien (de lo que llega a saberse, claro...) que no tuvo problemas en HUMILLAR a quienes no le rendían los honores que supone "se le deben".
Lo que leeremos a continuación está registrado en un libro CON IMPRIMATUR eclesial (superó la censura de la Iglesia) que contiene "Anécdotas Papales" (tal el título del libro). Préstese atención a la "pastoral" metodología empleada por León XIII respecto al tema que nos ocupa... (repito, en un libro aprobado por la Iglesia)
Anécdota del Papa León XIII (1878-1903):
Más que clara la diferencia de pretenciones entre el apóstol Pedro y el Regio Sumo Pontífice de Roma.
Bendiciones en Cristo.
Paz de Dios
Si no está expresado, pues, no otorga derecho a afirmar ni que FUE observado ni que NO FUE observado. Nadie puede concluir por algo que no está puntualmente expresado. ¿Suponer? todos somos libres, siendo conscientes de la "autoridad" que tal practica aplica a la exposición.Eddy González dijo:Que no esté expresado ni puntual ni indirectamente, ¿te otorga derecho a suponer que el acto sí fue observado?
Curioso. Muchas veces me responden que no tiene importancia lo que "yo piense", sino lo que realmente sucedió. Yo no creo que haya habido"adoración" (no la había segundos antes del terremoto). Yo creo que hubo un susto "padre" y un acto desesperado del carcelero por "cobijarse" bajo el poder de Dios expresado en el resultado de la oración de esos 2 "presos" a quienes debía custodiar. En absoluto la situación es similar a la "catequesis" dada por Pedro a Cornelio, "Varón temeroso de Dios", quien al salir a recibirle y tributarle honor y respeto se postró frente a su figura, recibiendo la consabidas palabras del apóstol: -"Levántate..! pues yo mismo también soy hombre..."Eddy González dijo:¿Qué piensas? Siguiendo el texto, ¿hubo o no hubo un gesto de adoración de parte del carcelero a los apóstoles con su gesto? En caso que digas que sí, ¿porqué ni el texto ni ninguno de los apóstoles dice algo al respecto?
Lo cierto es que el mismo texto afirma que Cornelio era "varón temeroso de Dios". Extraño parecería que alguien "temeroso de Dios" se postre para adorar a una criatura... Podría esperarse de un ignorante de Dios o de un pagano, pero no esperarse de alguien reconocido por la Palabra inspirada como "..piadoso y temeroso de Dios.. que oraba a Dios siempre.." (vv.2) y que recibiera respuesta directa a sus oraciones (vv. 3-8).Eddy González dijo:(Hch 10:25-26): “Cuando Pedro entraba, salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies. Pedro le levantó diciendo: ‘Levántate, que también yo soy un hombre.’”
El texto indica intento de adoración por parte de Cornelio con su postración a los pies de Pedro, y el apóstol correctamente discierne sus intenciones, y por eso le corrige acordemente con esas palabras. El texto coincide con la reacción del apóstol.
Lo cierto es que la Palabra inspirada, a pesar de señalar la fidelidad de Cornelio hacia Dios menciona que este "adoró". ¿Lo habrá adorado como a un dios? Dificil concluir eso, por lo que acabamos de ver. Lo que hizo Cornelio y que Pedro claramente redarguyó fue postrarse ante él en señal de CULTO ESPIRITUAL, atribuyéndole a Pedro privilegios honoríficos espirituales que sólo se deben a Dios. Sino, pregunto :¿Cuál o cuáles habrán sido las razones por las que Pedro ORDENO a Cornelio levantarse "¡Levántate", pues..." especialmente haciendo la aclaración de que ambos eran "hombres"? ¿Será que a Dios le desagrada que alguna criatura reciba el culto espiritual que sólo Él merece?
Igual que el caso anterior. El angel sólo ve que Juan se postra en culto espiritual delante suyo. CURIOSISIMO que el apóstol amado del Señor no haya sabido A ESA ALTURA DE SU MINISTERIO que a un angel no había que adorarle, sino tributarle sólo "culto de dulía"...Eddy González dijo:(Ap 19:10): “Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero el me dice: ‘No, cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.’”
El texto indica claramente las intenciones de adoración por parte de Juan hacia el ángel, y el ángel correctamente discierne esas intenciones, y por eso corrige acordemente al apóstol. El texto coincide con la reacción del ángel.
Lo cierto, más alla de toda la teología filosófica-mística que enseña el Catolicismo Romano, existe idolatría desde el mismo momento en que depositamos nuestros anhelos espirituales sobrenaturales sobre algo o alguien diferente a Dios mismo, y existe adoración desde el mismo momento que dirigimos nuestro culto honorífico en el plano de las potestades espirituales hacia algo o alguien también diferente a Dios mismo. ESTO es lo que hizo el apóstol Juan (tributarle honores espirituales al angel), recibiendo la respuesta que expone la Palabra: ‘No, cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.’
"Levántate, que también yo soy un hombre..."
El Papa de Roma no sólo permite esas muestras de culto honorífico espiritual hacia su persona, sino que además, como veremos en el ejemplo siguiente, hubo alguien (de lo que llega a saberse, claro...) que no tuvo problemas en HUMILLAR a quienes no le rendían los honores que supone "se le deben".
Lo que leeremos a continuación está registrado en un libro CON IMPRIMATUR eclesial (superó la censura de la Iglesia) que contiene "Anécdotas Papales" (tal el título del libro). Préstese atención a la "pastoral" metodología empleada por León XIII respecto al tema que nos ocupa... (repito, en un libro aprobado por la Iglesia)

León XIII
Anécdota del Papa León XIII (1878-1903):
Es sabido que durante las audiencias del Papa, todos los asistentes se arrodillan, desde que aparece el Santo Padre hasta que da su bendición. Pero sucede, a veces, que algunos permanecen de pie y se niegan a arrodillarse. En estos casos, Pio IX acostumbraba a dirigirse a la persona de que se tratara, amonestándole con dulzura: «Hijo mío, ¿no te interesa la bendición de un anciano?» Estas palabras solían surtir su efecto.
En casos parecidos, por el contrario, León XIII empleaba otro procedimiento. Señalando con el dedo al individuo que se quedare solo, de pie, decía a su camarlengo: «Haced transportar a aquella estatua al museo.» Estas palabras eran también, por lo general, coronadas por el éxito.
"Anécdotas Papales", Alfonso Mayer, Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 1954, pág 129-130
En casos parecidos, por el contrario, León XIII empleaba otro procedimiento. Señalando con el dedo al individuo que se quedare solo, de pie, decía a su camarlengo: «Haced transportar a aquella estatua al museo.» Estas palabras eran también, por lo general, coronadas por el éxito.
"Anécdotas Papales", Alfonso Mayer, Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 1954, pág 129-130




Más que clara la diferencia de pretenciones entre el apóstol Pedro y el Regio Sumo Pontífice de Roma.
Bendiciones en Cristo.