Re: Todas las cosas POR ÉL fueron hechas (Dios tiene un compañero)
Pongo aquí, una síntesis de lo que, acerca de éste tema, resume mi conclusión:
El Verbo de Dios no es la teoría, no es la definición y tampoco el nombre, ni la pronunciación de la Palabra hablada...
El Verbo de Dios es la sabiduría y el poder de Dios que crea, que hace visible lo invisible... que transforma según su voluntad, aún el vacío y la nada.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de Él Dios hizo todas las cosas; y nada de lo que existe fue hecho sin Él"... "En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres"...
El Verbo de Dios trasciende a una "pronunciación", literalmente hablando, y es la acción poderosa de Dios y contiene la naturaleza de Dios mismo", de lo cual tenemos manifestación en su palabra y testimonio en sus obras "porque mi palabra no regresa a Mí vacía, sino que va y hace lo que yo quiero".
Pues bien... el Verbo se hizo carne: "porque niño nos es nacido, hijo nos es dado y el principado sobre su nombre".
Juan Capitulo 17
1
Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; <SUP>
2</SUP> como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. <SUP>
3</SUP> Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. <SUP>
4</SUP> Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. <SUP>
5</SUP> Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
<SUP>6</SUP> He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
<SUP>7</SUP> Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, proceden de ti;
<SUP>8</SUP> porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y se han dado cuenta que en verdad he venido de ti, y han creído que tú me enviaste.
<SUP>9</SUP> Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
<SUP>10</SUP> y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
<SUP>11</SUP> Y ya no voy a estar en el mundo; pero ellos sí van a estar en el mundo; y yo voy a ti.
Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
<SUP>12</SUP> Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
<SUP>13</SUP> Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
<SUP>14</SUP> Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
<SUP>15</SUP> No te pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
<SUP>16</SUP> No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
<SUP>17</SUP> Conságralos a Ti mismo por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.
<SUP>18</SUP> Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
<SUP>19</SUP> Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
<SUP>20</SUP> Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, <SUP>21</SUP> para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste.
<SUP>22</SUP> La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
<SUP>23</SUP> Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
<SUP>24</SUP> Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado;
porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. <SUP>25</SUP> Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
<SUP>26</SUP> Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún,
para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
[FONT=NewBskvllBT,BoldItalic][FONT=NewBskvllBT,BoldItalic][FONT=NewBskvllBT,BoldItalic]Tenemos la palabra de Dios: "...la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma del el espíritu, hasta dividir las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” Heb 4:12. Otro versículo dice "la espada del espíritu es la palabra de Dios".
Pienso que, el verbo de Dios que se hizo carne y que regresó al Padre continúa su obra en nosotros a través del Espíritu... porque contínua dándonos vida. Y es luz, poder y sabiduría para aquellos que se salvan.