Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?
No es la "Watchtower" quienes dicen las siguientes palabras registradas en Hebreos 1:13: "Pero con referencia a cual de los àngeles ha dicho Èl jamàs (alguna vez, segùn el griego antiguo): Sièntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos como escabel para tus piès?". Dios no puede contradecirse, es coherente y consecuente a travès de su Palabra, la Biblia; es el mismo àngel, el Hijo de Dios (Jesucristo) primogènito de todas las criaturas, creadas por y para èl, y bajo cuyo mando estàn todos los demàs àngeles, teniendo, otorgado por su Padre (Dios), toda la autoridad tanto en el Cielo como en la Tierra, y quien tiene tambièn poder y autoridad sobre la muerte y el Hades, cuyas llaves èl tiene, igual que tiene tambièn las llaves del abismo, y por tanto, de enviar las plagas descritas en Apocalipsis, de forma similar a como Dios mandò las plagas sobre el antiguo Egipto (Mateo 24:31; 28:18; Colosenses 1:15-17; Apocalipsis 1:18; 3:14; 9:11; 20,21; 20:1-3; 22:18,19), y quien, dentro de poco tiempo, harà justicia en la Tierra (Hechos 17:29-31).
En cuanto al tema de la prohiciòn de las vacunas y transplantes de òrganos, se prohibieron cuando tales tratamientos mèdicos estaban en sus comienzos, ademàs de que entonces habìan muy pocos testigos cristianos de Jehovà, asì que dudo de que muriese alguno, màs bien lo contrario, puesto que estaba en sus comienzos, es muy probable que algunos muriesen, por ej., por un rechazo de transplante de òrganos, algo similar a lo que ha ocurrido con las transfusiones de sangre, que màs de los que se dicen, han muerto a causa de esas transfusiones de sangre o por negligencias mèdicas, y las transfusiones de sangre, todavìa hoy dìa, siguen siendo peligrosas, en algunos casos, para la salud, debido al aumento creciente de enfermedades contagiosas y mortales, como es el sida, la hepatitis C y D, el dengue (en paìses tropicales), ect...; ademàs, son en muchos casos innecesarias, pues en muchos lugares de la Tierra existen sustitutos sanguìneos, es decir, tratamientos mèdicos alternativos a las transfusiones de sangre, màs costosos, pero màs seguros que las transfusiones. Asì que, aunque sobre las vacunas y transplantes de òrganos, no hay ninguna Ley de Dios ni ningùn principio bìblico que pueda estar directamente envuelto, para la abstenciòn de sangre sì hay textos bìblicos dònde nos indican claramente lo que piensa Dios al respecto; por ej. a la primera persona que se le mandò que se abstuviese de tomar sangre fuè a Noè, y fìjense bien que fuè el mismo Dios quien dijo que sì podìan tomar carne, excepto su sangre (Gènesis 9:3,4), una Ley que se repitiò màs tarde para los israelitas (Levitico 17:11,14), y hay que notar que el ùnico uso que diò Dios para la sangre fuè para hacer expiaciòn por la vida de uno, la sangre de animales derramada sobre el altar servìa para hacer expiaciòn por los pecados de los israelitas, algo que prefigurò el sacrificio que hizo Jesucristo al derramar su sangre por nosotros (Mateo 20:28; Hebreos 9:11-14), asì que si Dios considera sagrada la sangre de animales, ¡cuanto màs la humana!, y màs teniendo en cuenta que tuvo que derramar la sangre preciosa de su propio Hijo para redimirnos del pecado y la muerte (1ªPedro 1:19), por tanto, no es de extrañar que esta Ley se volviese a repetir a los cristianos, tanto a los judìos convertidos al cristianismo como a todos los gentiles que se convertìan al cristianismo, asì que es una Ley que aplica a todos los cristianos (Hechos 15:28,29; 21:25); de hecho, como se ha comentado, los primeros cristianos, antes de corromperse el cristianismo, no tomaban sangre de ningùn tipo, ni animal ni humana, costumbre que sì tenìan los romanos.
No es la "Watchtower" quienes dicen las siguientes palabras registradas en Hebreos 1:13: "Pero con referencia a cual de los àngeles ha dicho Èl jamàs (alguna vez, segùn el griego antiguo): Sièntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos como escabel para tus piès?". Dios no puede contradecirse, es coherente y consecuente a travès de su Palabra, la Biblia; es el mismo àngel, el Hijo de Dios (Jesucristo) primogènito de todas las criaturas, creadas por y para èl, y bajo cuyo mando estàn todos los demàs àngeles, teniendo, otorgado por su Padre (Dios), toda la autoridad tanto en el Cielo como en la Tierra, y quien tiene tambièn poder y autoridad sobre la muerte y el Hades, cuyas llaves èl tiene, igual que tiene tambièn las llaves del abismo, y por tanto, de enviar las plagas descritas en Apocalipsis, de forma similar a como Dios mandò las plagas sobre el antiguo Egipto (Mateo 24:31; 28:18; Colosenses 1:15-17; Apocalipsis 1:18; 3:14; 9:11; 20,21; 20:1-3; 22:18,19), y quien, dentro de poco tiempo, harà justicia en la Tierra (Hechos 17:29-31).
En cuanto al tema de la prohiciòn de las vacunas y transplantes de òrganos, se prohibieron cuando tales tratamientos mèdicos estaban en sus comienzos, ademàs de que entonces habìan muy pocos testigos cristianos de Jehovà, asì que dudo de que muriese alguno, màs bien lo contrario, puesto que estaba en sus comienzos, es muy probable que algunos muriesen, por ej., por un rechazo de transplante de òrganos, algo similar a lo que ha ocurrido con las transfusiones de sangre, que màs de los que se dicen, han muerto a causa de esas transfusiones de sangre o por negligencias mèdicas, y las transfusiones de sangre, todavìa hoy dìa, siguen siendo peligrosas, en algunos casos, para la salud, debido al aumento creciente de enfermedades contagiosas y mortales, como es el sida, la hepatitis C y D, el dengue (en paìses tropicales), ect...; ademàs, son en muchos casos innecesarias, pues en muchos lugares de la Tierra existen sustitutos sanguìneos, es decir, tratamientos mèdicos alternativos a las transfusiones de sangre, màs costosos, pero màs seguros que las transfusiones. Asì que, aunque sobre las vacunas y transplantes de òrganos, no hay ninguna Ley de Dios ni ningùn principio bìblico que pueda estar directamente envuelto, para la abstenciòn de sangre sì hay textos bìblicos dònde nos indican claramente lo que piensa Dios al respecto; por ej. a la primera persona que se le mandò que se abstuviese de tomar sangre fuè a Noè, y fìjense bien que fuè el mismo Dios quien dijo que sì podìan tomar carne, excepto su sangre (Gènesis 9:3,4), una Ley que se repitiò màs tarde para los israelitas (Levitico 17:11,14), y hay que notar que el ùnico uso que diò Dios para la sangre fuè para hacer expiaciòn por la vida de uno, la sangre de animales derramada sobre el altar servìa para hacer expiaciòn por los pecados de los israelitas, algo que prefigurò el sacrificio que hizo Jesucristo al derramar su sangre por nosotros (Mateo 20:28; Hebreos 9:11-14), asì que si Dios considera sagrada la sangre de animales, ¡cuanto màs la humana!, y màs teniendo en cuenta que tuvo que derramar la sangre preciosa de su propio Hijo para redimirnos del pecado y la muerte (1ªPedro 1:19), por tanto, no es de extrañar que esta Ley se volviese a repetir a los cristianos, tanto a los judìos convertidos al cristianismo como a todos los gentiles que se convertìan al cristianismo, asì que es una Ley que aplica a todos los cristianos (Hechos 15:28,29; 21:25); de hecho, como se ha comentado, los primeros cristianos, antes de corromperse el cristianismo, no tomaban sangre de ningùn tipo, ni animal ni humana, costumbre que sì tenìan los romanos.