-Si se fuese a historiar a los más famosos apologetas y polemistas se aprendería mucho, pero a los cristianos quizás nos baste con el apóstol Pablo. Ya sea discutiendo con judíos, con griegos y con los mismos cristianos, él resplandece eclipsando a sus oponentes. Sin duda que un don del Espíritu Santo le daba a él lo que dos milenios después podría formular Paul Graham con su famosa pirámide y su "jerarquía de la calidad argumentativa". Como no todos podríamos ser conscientes de poseer aquel don, no nos queda más remedio que hacer el esfuerzo para estudiar lo propuesto en este epígrafe. Es posible que por orgullo personal nos sintamos inclinados a desestimar el valor de este aporte, pero lo que me parece bien cierto es que sí lo tiene ¡y en sumo grado! Estudiando cual sea la forma más provechosa de debatir, no solamente nos haremos un bien a nosotros mismos, sino que pasaremos a ser mejores herramientas para bendición de quienes nos leen o entran a discutir con nosotros.
-Sinceramente creo que esta vez Julio Parada nos ha hecho una contribución de gran valor.
-Sinceramente creo que esta vez Julio Parada nos ha hecho una contribución de gran valor.