Sola escritura. Fundamento escritural?

LA CORRUPCIÓN SATÁNICA DE LA CENA DEL SEÑOR
El falso sacrificio de la misa con su enseñanza de que en el momento de la consagración por parte del cura párroco de pueblo o sacerdote de ciudad o en el caso del Vaticano por el sucesor del argentino Bergoglio, engañan a sus fieles indoctos, con el cuento de que, al pronunciar unos latinajos, el pan y el vino se transforman en el cuerpo y sangre reales de Cristo.

Esta es la doctrina de la transustanciación.

Por otro lado, hay la enseñanza Luterana de la presencia real y sustancial del cuerpo coexistiendo en y con el pan y el vino.

Esta es la doctrina de la consustanciación.

Junto con ambas enseñanzas marcha el ornamentado ritual asociado con la religiosidad.
Cuando examinamos el formalismo en el que había caído la asamblea de Corinto, a pesar de esta terrible condición, seguían partiendo el pan. Leemos:


1Co 11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.

1Co 11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
1Co 11:22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

Estos individuos eran marcados por la glotonería y la embriaguez y, no obstante, cauterizadas sus conciencias, participaban de los emblemas que tienen la intención de ser expresión de su sagrada comunión con el Señor en su muerte por la expiación de sus pecados, porque el que se une al Señor un Espíritu es con él (1Cor.6:17) atrayendo sobre sí mismos, el justo pago a su extravío, teniendo el Señor que cortarlos de la tierra de los vivientes:

1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

CONCLUSIÓN

Qué fácil es caer en el ritualismo y formalismo en este asunto tan solemne.

Es posible participar del pan y de la copa, y no recordar al Señor, llevando a cabo las acciones físicas de comer y de beber sin la santidad correspondiente, tan esencial, para participar de este santo memorial.

¿Habrá algún católico, siquiera uno, que pueda discernir con temor reverente que no se trata de tragarse un hombre entero, que no se trata durante la semana de vivir como un impío, sino de prepararse espiritualmente para participar de los emblemas en la Cena del Señor?

Conoce el Señor a los que soy suyos, y apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor.

Selah.
 
BASE BÍBLICA

1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

FORISTA SEBAS:
"ESTO ES MI CUERPO" NO ES LITERAL COMO ENSEÑA EL DIABLO EN LA TRANSUSTANCIACIÓN.
En primer lugar, la expresión "esto es mi cuerpo" revelada a Pablo (v.24) y registrada por Mateo (26:26), Marcos (14:22) y Lucas (22:19) ha de significar en relación con el pan que el mismo Señor partió para dar su porción a los apóstoles, lo siguiente:

"ESTO REPRESENTA MI CUERPO"

¿Por qué no su cuerpo literal como enseña el diablo en la transustanciación?

Porque Jesús estaba en su propio cuerpo cuando hizo esta declaración.
Usted está como los testigos de Jehová, que leen algo literal como que Jesús hablaba de su cuerpo (en la resurrección) pero aunque lean "su cuerpo" meten un simbolismo con tal de negar esa doctrina.

Pues lo mismo, que usted lee "mi cuerpo"(¡mi carne!) pero le mete un simbolismo para, de la misma forma, negar también esta otra doctrina.

Sin embargo, la biblia los delata. En su caso (como en el de ellos) tampoco es un simbolismo porque los judíos entendieron muy bien que Jesús se refería, literalmente, a su cuerpo.

«Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?"».

Jesús no les reprendió para decirles que no se preocuparan, que eso era "harina de trigo" (como a usted tanto le gusta escribir). Es más, aún sabiendo que eso les había provocado "ascó" llegó a cambiar la palabra (phâg
ō = comer una cosa) por la de (trōgō = masticar algo) para que no tuvieran la menor duda.

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Respecto a sus palabras:
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-"Por esto, que cada uno examine su conciencia cuando va a comer el pan y a beber la copa. De otra manera, come y bebe su propia condenación al no reconocer el cuerpo»."-

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¿AL NO RECONOCER EL CUERPO?

La noche que el Señor fue traicionado y entregado, enseña el v.23, tomó pan.


Aquí no se trata de galletas o tortas y mucho menos una copa llena de refresco hecho en casa o comprado en cualquier parte.

Los que practican tales cosas, pecan contra Cristo, profanando la solemnidad de este memorial al tomarlo en poco. Leemos:

1Co 10:17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
Como cualquier lector puede comprobar, usted sigue pensando en "galletas y tortas" (y cuando no en "harina de trigo") porque no acepta que Él hablaba de su cuerpo (como les digo a sus "amigos", los testigos de Jehová, cuando niegan también que Jesús no resucitó su cuerpo).

Leen "cuerpo" y antes creen que los aguacates hablan como personas que aceptar esta realidad: Jesús habla de su cuerpo, su carne (no más).


«(...) El pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por vida al mundo».
«Porque mi carne
es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida».
«El que come mi carne y bebe mi sangre,
en mí permanece, y yo en él».

Cualquier cristiano católico sabe (o debería saber) que tomar la Eucaristía (el pan y el vino) indignamente sin comprender el significado de el cuerpo de Cristo, lleva a recibir un juicio de condenación.

De ahí la corrección que hace este apóstol. Porque si bien usted mismo aceptaría que el Espíritu Santo no puede permanecer (ni estar) en un cuerpo concupisciente sin arrepentimiento, Cristo Jesús tampoco puede permanecer ¡ni está! en un cuerpo de pecado.

Usted estará en "galletas, tartas y harinas de trigo", lo cual tiene
un valor inconmesurable para los ángeles caídos, que se relamen de pensar en su cuerpo (Natanael1) ausente del Creador.

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
 
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El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?

Esto nos habla de UNIDAD, pero también de COMPROMISO (Heb.12:3-4).

En Corinto existía mucho paganismo, templos a sus dioses y festividades a los mismos, y cuando el evangelio predicado allí dio sus frutos, muchos recien convertidos, durante la semana participaban de las festividades a sus dioses o asistían a estos templos paganos contaminándose espiritualmente y querían el primer día de la semana (Hch.20:7) participar de la Cena del Señor.

En el capítulo 10 existe la mesa del Señor contrastada con la mesa de los demonios, aquí está la porción:
1Co 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?

1Co 10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios;(M) y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
1Co 10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

Entrar a un templo católico romanista es contaminación espiritual pues el apóstol Pablo pregunta:

“¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente” y, allí mismo, el mandamiento no es entrar, sino “salid de en medio de ellos, y apartaos… Y no toquéis lo inmundo” (2 Cor. 6:16-17).

Sin duda, un creyente puede contaminarse en un lugar de idolatría, pues allí campea el demonismo (1 Cor. 10:19,20) y allí está Satanás disfrazado de ángel de luz por medio de los ministros religiosos de un culto falso.

Así que “… limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2 Cor. 7:1).
Aprende mucho de los testigos de Jehová. Empiezo a notar que si bien usted predica doctrinas del sistema romano católico, también hace las cosas que la WatchTower les enseña a sus miembros.

Nada más leer estos párrafos suyos, al comienzo del todo, me ha venido a la mente como cuando a sus "amigos" los testigos de la WatchTower se les cita
(Jn.10:30) y enseguida te llevan a (Jn.17:20-21) para mezclar temas que, aparentemente, parecen que hablen de lo mismo pero enseñan cosas distintas.

Mire, ustedes no pueden estar "en comunión con..." ni tampoco ser "templo del Dios Viviente" PORQUE NO RECIBEN A CRISTO. Reciben a "una torta de harina" para almozar o merendar porque no creen que ahí esté Dios con nosotros. En un templo alguien está, y una "harina de trigo" no es alguien sino "algo".

Así que menos hablar de la (ICAR) y más predicar de la suya. Porque, al fin y al cabo,
usted deber dar a conocer la verdad, y si "la verdad" es que su iglesia es "la buena", hable de ella. Pero no le conviene, ¿por qué? Porque teme que el lector se percate de que sus "frases bonitas" (como los demonios también saben decirlas) ocultan lo que es su iglesia: un lugar EN AUSENCIA REAL Y PRESENCIAL DE CRISTO.

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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LA CORRUPCIÓN SATÁNICA DE LA CENA DEL SEÑOR
El falso sacrificio de la misa con su enseñanza de que en el momento de la consagración por parte del cura párroco de pueblo o sacerdote de ciudad o en el caso del Vaticano por el sucesor del argentino Bergoglio, engañan a sus fieles indoctos, con el cuento de que, al pronunciar unos latinajos, el pan y el vino se transforman en el cuerpo y sangre reales de Cristo.

Esta es la doctrina de la transustanciación.

Por otro lado, hay la enseñanza Luterana de la presencia real y sustancial del cuerpo coexistiendo en y con el pan y el vino.

Esta es la doctrina de la consustanciación.

Junto con ambas enseñanzas marcha el ornamentado ritual asociado con la religiosidad.
Cuando examinamos el formalismo en el que había caído la asamblea de Corinto, a pesar de esta terrible condición, seguían partiendo el pan. Leemos:


1Co 11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.

1Co 11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
1Co 11:22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

Estos individuos eran marcados por la glotonería y la embriaguez y, no obstante, cauterizadas sus conciencias, participaban de los emblemas que tienen la intención de ser expresión de su sagrada comunión con el Señor en su muerte por la expiación de sus pecados, porque el que se une al Señor un Espíritu es con él (1Cor.6:17) atrayendo sobre sí mismos, el justo pago a su extravío, teniendo el Señor que cortarlos de la tierra de los vivientes:

1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

CONCLUSIÓN

Qué fácil es caer en el ritualismo y formalismo en este asunto tan solemne.

Es posible participar del pan y de la copa, y no recordar al Señor, llevando a cabo las acciones físicas de comer y de beber sin la santidad correspondiente, tan esencial, para participar de este santo memorial.

¿Habrá algún católico, siquiera uno, que pueda discernir con temor reverente que no se trata de tragarse un hombre entero, que no se trata durante la semana de vivir como un impío, sino de prepararse espiritualmente para participar de los emblemas en la Cena del Señor?

Conoce el Señor a los que soy suyos, y apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor.

Selah.
Ya su título sería para ponerle en la lista negra de cualquier cristiano (incluido los no católicos). ¿Corrupción satánica en la cena del Señor? ¿Falso sacrificio en la misa?

La corrupción está en leer "cuerpo (carne)" y pensar en "tortas y galletas". Y un falso sacrificio es aquel que no se produce realmente porque "se simboliza".

De ahí
su conclusión, una frase que lo dice todo y por eso la copio, literalmente, porque no tiene desperdicio (mensaje suyo #2.461).

- "Es posible participar del pan y de la copa, y no recordar al Señor, llevando a cabo las acciones físicas de comer y de beber sin la santidad correspondiente, tan esencial, para participar de este santo memorial".

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Así me gusta Natanael1: tú eres de los míos.


Le voy a ir recordándole esta frase suya hasta la saciedad. Porque yo creo que cualquiera se percata de la influencia del maligno en usted.

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
 
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- "Es posible participar del pan y de la copa, y no recordar al Señor, llevando a cabo las acciones físicas de comer y de beber sin la santidad correspondiente, tan esencial, para participar de este santo memorial".

LA OSTIA CATÓLICA

Tragar una ostia con el pensamiento de estar engullendo un hombre entero, como enseña el catolicismo romano. no fue el propósito de Cristo al establecer este memorial cada primer día de la semana (Hch.20:7) que exige dignidad asociada al guardarse durante la semana para no participar de los símbolos de manera indigna.