Sola escritura. Fundamento escritural?

Que no hombre que no seas porfiado con tu abominación imperdonable, porque lo haces intencionalmente atacando la Dignidad y grandeza de Cristo.
Si la (ICAR) le diera simbolismo a lo que es Jesucristo (lo cual es imposible pues Jesús no es "símbolo" sino realidad allá donde está), usted predicaría la literalidad de este dogma.

Aunque usted viera no creería. Para vos, el agua en las bodas de Caná seguiría siendo agua como para usted el pan y el vino siguen siendo "pan y vino". No cree en lo que es capaz de hacer nuestro Señor: convertir el agua en vino y convertir el "pan y el vino" en su cuerpo y su sangre.

Deja a Jesús como mentiroso, como hacen sus "amigos" los testigos de Jehová, que aunque lean que resucitó su Cuerpo, le dan "simbolismo" a lo que Jesús afirma que es: "Es Mi Cuerpo, Es Mi Sangre".

Usted debería usar la biblia de sus "amigos" los testigos de Jehová donde vierten la siguiente traducción: "Esto significa mi cuerpo". Sin embargo, hasta ellos son más honestos que usted pues para llegar a esa conclusión se ven en la obligación de tergiversar el texto y darle un simbolismo a lo que es literal.

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Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
EL PECADO DEL FORISTA SEBAS:
REDUCIR LA DIGNIDAD Y GRANDEZA DE CRISTO A NIVEL DE UNA OSTIA


La comparación de Sebas —“como encerrar un paisaje en una fotografía”— es poética, pero teológicamente absurda si se toma literalmente. No estamos hablando de una representación simbólica, sino de una presencia física y substancial, según el dogma católico.

El universo observable supera los 90 mil millones de años luz, y fue creado por Cristo (Colosenses 1:16).

Pretender que ese Cristo glorificado se encierra físicamente en una hostia es reducir su majestad a una partícula manipulable.


Dios no puede ser contenido ni fragmentado:

“¿Habitará verdaderamente Dios sobre la tierra?

He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener…” (1 Reyes 8:27).

La Escritura por sí misma refuta esa idea loca de reducir la Dignidad del señor a una pequeña oblea digerible.
Lo absurdo y a la vez lo lógico (no sé ni para qué menciona lo "teológico": nada que ver) es que usted no crea (esta es su parte absurda) que para nuestro Señor no hay nada imposible (esta es la parte lógica).

En cada Hostia Consagrada, allí está Cristo. Aunque rompas esa Hostia Consagrada en 1.000 pedazitos, en cada uno de ellos está Cristo presente en su totalidad. Ahí está la Grandeza del Señor, ahí está su Omnipresencia.

Mezcla pasajes como sus "amigos" los testigos de Jehová donde, de algo cierto que dicen, llegan a algo incierto. El cuerpo está limitado, Jesús tiene un cuerpo glorificado y no por ello deja de ser Dios. El milagro en el que usted NO cree es que Jesús está presente donde está su cuerpo y su sangre. El cuerpo tiene carne y sangre (no "harina y jugo de uva").

Por eso en su iglesia evangélica no tienen a Cristo realmente presente: huya de allí (es mi consejo).

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
 
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¿Y luego qué? ¿Expulsar a Dios en forma de desecho?

Si el católico cree que ha ingerido a Cristo entero —cuerpo, sangre, alma y divinidad— entonces debe aceptar que:


Ese cuerpo glorificado pasa por el sistema digestivo.
Y es expulsado como cualquier otro alimento.

Esto no es irreverencia de nuestra parte, sino una consecuencia lógica de su doctrina satánica.

Si el pan ya no es pan, sino Cristo mismo, entonces el proceso digestivo implica profanación física.


¿Puede el cuerpo glorificado de Cristo ser digerido y excretado?

La Escritura responde:
¡No!

Aquí está la prohibición:


“La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1 Corintios 15:50).

“Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él” (Romanos 6:9).
Como dije en mi anterior mensaje, de algo cierto (copia escritura) llega a algo incierto (su conclusión). Ha relacionado una pregunta (¿ser digerido y excretado?) con unos pasaje que nada tienen que ver (1 Cor.15:50), (Rom.6:9).

Yo le aclaro su pregunta (¿digerido y excretado?). Cristo no puede ser digerido ni excretado. Simbólicamente sí, como usted demuestra hacer a través de sus palabras. Literalmente no se puede. Cuando Cristo entra en nuestro ser forma parte de nuestro ser. Cuando Cristo está dentro, el que es "excretado y desaparece" es el demonio.

El "pan y el vino" se une a nuestro ser. No todo lo que digerimos lo excretamos. La naturaleza es sabia y sabe lo que necesitamos. Tomamos carne y bebemos jugos de verduras.
Los minerales y las vitaminas las absorbemos porque las necesitamos.

¿Qué he querido decir? Fácil de entender. A Cristo ¡siempre! lo necesitamos, no nos puede faltar en nuestro ser porque sin Él estamos "muertos". Él, una vez dentro, permanece en nosotros. Solo el pecado lo aleja (y no lo "excreta").

Usted no puede desprenderse de Él porque no lo tiene, no tiene opción: es un muerto que entierra a sus muertos (a sus seguidores, de tenerlos).

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Escrito está:

Primero y principal, la Cena del Señor es un memorial, no es una encarnación:

“haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19).

La Cena del Señor es proclamación del sacrificio, el precio pagado por nuestra alma, no una repetición:

“anunciáis la muerte del Señor hasta que él venga” (1 Corintios 11:26).


La Cena del Señor es símbolo visible, no la Presencia física de Dios Hombre a quien lo metemos en una pequeña oblea llamada ostia y nos lo tragamos entero.

¿Qué abominación del infierno que al único que complace es a Satanás?

“Este pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Corintios 10:16) —

La comunión con Cristo no es ingestión literal.
Y ni aun la escritura haciéndolos responsables, se arrepienten.

Es la misma condición espiritual de este grupo:

Apo 9:21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Nadie, al menos que yo sepa, relacionó "memorial" con "encarnación". Sus palabras y sus versículos le han quedado muy bien pero son esas cortinas de humo que le gusta poner y que no aclaran nada sobre este tema concreto.

¿Qué le complace a Satanás? ¿Y lo pregunta usted que se hace llamar "cristiano"? Obviamente que Cristo no esté realmente Presente en nosotros. Porque si está Él pues el diablo no puede estar.

- "¡Ahí está Él! Escondido en ese pan blanco. Pero no está oculto para nosotros, lo vemos, y su luz nos quema. Es como un fuego que no podemos apagar".


- "Ese pedazo de pan no es solo pan, ¡es Él! El mismo que nos echó del cielo: lo odiamos pero no podemos acercarnos".

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
 
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Si la (ICAR) le diera simbolismo a lo que es Jesucristo (lo cual es imposible pues Jesús no es "símbolo" sino realidad allá donde está), usted predicaría la literalidad de este dogma.

Aunque usted viera no creería. Para vos, el agua en las bodas de Caná seguiría siendo agua como para usted el pan y el vino siguen siendo "pan y vino". No cree en lo que es capaz de hacer nuestro Señor: convertir el agua en vino y convertir el "pan y el vino" en su cuerpo y su sangre.

FORISTA SEBAS

No siga torciendo la Escritura para validar su transustanciación absurda.

AL LECTOR ENTENDIDO

El forista Sebas compara la transubstanciación con el milagro de Caná. Pero hay una diferencia fundamental:

En Caná, el agua se convirtió en vino de forma verificable: los sirvientes lo probaron, el maestro lo confirmó (Juan 2:9–10).

En la misa, la ostia sigue siendo ostia, sabe a harina de trigo, huele a ostia, y químicamente sigue siendo ostia.

No hay evidencia de transformación física.

La transubstanciación no es un milagro visible ni verificable, sino una afirmación dogmática sin respaldo bíblico ni empírico.

¿O es que usted forista Sebas, cuando se traga su ostia, escucha el crujido de los huesos y el sabor de la sangre de su "otro Jesús" católico?

¿POR QUÉ ERES TAN IDIOTA?

La grandeza de Cristo no necesita ser reducida a una hostia.

Él está sentado a la diestra del Padre (Hebreos 10:12), intercediendo por nosotros.

Su sacrificio fue único, suficiente y perfecto.

Recordarlo con fe es obedecerle; pretender MATARLO cada vez que el católico se lo traga entero físicamente es deshonrarlo.

La Persona Todopoderosa de Cristo no se presta para ser digerido y convertido en desecho orgánico, los que practican tales cosas, habiendo entendido el juicio de Dios, son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican a pesar de haber sido advertidos de la colosal abominación, por el Espíritu Santo que mora en nosotros.

La transubstanciación, es otro Jesús, otro evangelio, otro espíritu.