ALISSA:
Y si bien, desde tu perspectiva de psicoterapeuta que se enfoca en un paciente a la vez, resulta claro que el coeficiente intelectual de un individuo no guarda relación con sus conductas destructivas o autodestructivas, bajo la perspectiva de la historia de la civilización, creo que podremos estar de acuerdo en que la inteligencia (en todas sus dimensiones) sí promueve la supervivencia y la prosperidad.
Es importante hacer algunas especificaciones. La primera es que, si bien la psicoterapia suele ser individual, eso no elimina el hecho de que como psicóloga también he estudiado la psiclogía de grupos, la psicología de las masas y las psicologías nacionales. Si nos vamos a la historia, las naciones más longevas son aquellas con más tecnología, con más comunicación y, sin el menor lugar a dudas, las más guerreras, destructivas e imperialistas.
La inteligencia promueve la superviviencia y la prosperidad. Pero también ha promovido la destrucción. Los seres humanos a lo largo de la historia han llegado a la conclusión de que, para sobrevivir, hay que matar al vecino. Y que la forma más fácil de estar tranquilos es matando a cualquiera que amenace mi calma. Y la forma más eficiente de tener avances filosóficos, políticos, tecnológicos y sociales es estar seguros de que nuestros vecinos no nos van a invadir.
A su vez, sobrevivir implica actuar no con base en fantasías sobre la realidad que nos rodea, sino en concordancia con ella. Así se desarrolla el método científico y la tecnología, que a su vez requiere virtudes como la paciencia, la reflexión, el escepticismo, el diálogo con otros.
Muchísima de la tecnología humana empieza como tecnología militar. Desde los muros de piedra hasta el Internet, todo ello ha iniciado como tecnología militar. Hasta la religión se ha visto influida por ello, no existe un Dios en la historia de la humanidad que no mande guerras o exija la muerte del enemigo.
Sobrevivir implica mentir menos a los demás y mentirnos menos a nosotros mismos.
Eso es el ideal. Pero no lo real ni lo común. A lo largo de la historia la humanidad se ha mentido muchísimo para sobrevivir. Desde el "hay armas de destrucción masiva en Irak" de George Bush hasta el "Hay que llevar el Islam a todas las naciones porque así lo pide Dios", pasando por la "Paz Romana" y su "para estar en paz dentro de Roma hay que conquistar a todos los que nos rodean ", ciertamente la humanidad tiene una larga historia de mentir para sobrevivir.
Mi formación es de médico internista e infectólogo, no de psiquiatra, pero recuerdo que cuando tomé clases de Psiquiatría, aprendí que los pacientes más inteligentes cuentan con mejores herramientas para manejar, junto con el médico, sus psicopatologías.
La inteligencia es la capacidad para resolver problemas. En este sentido, por ejemplo, una persona con Trastorno Límite de la Personalidad puede ser profundamente inteligente, pero no sabe cómo manejar sus emociones adecuadamente. Un paciente con Asperger es inteligentísimo, pero no puede entender cuando ofende a alguien. Un obsesivo compulsivo es esficiente en su trabajo y puede parecer inteligente, cuuando que en realidad está atorado en la ansiedad por equivocarse, más de ser inteligente como se le define a la inteligencia.
A su vez, si cuentan con una familia que los apoye, tienen una una ventaja enorme. Pues bien, para contar con una familia que te apoye, generalmente ayuda tener inteligencia emocional (tanto en el paciente como de sus familiares).
Yo creo que la inteligencia no es un factor para la resolución de problemas afectivos. Puede ayudar, sin duda. Pero puede también ser un deterrente. De hecho, un paciente demasiado inteligente cae fácilmente en intelectualizaciones y racionalizaciones, de modo que le cuesta muchísimo trabajo trabajar desde la parte emocional.
K.