Pues esa es la pregunta fascinante que está en el corazón de la religión.ALISSA:
Interesante tu planteamiento. ¿Cuál, entonces, es el propósito de Dios?
K.
El solo plantearte esta pregunta, reacomoda la forma de ver la historia, el mundo, tu vida, porque la implicación es que, si tal propósito parte de un ser extremadamente inteligente y virtuoso (luego podemos continuar con nuestro diálogo sobre la relación inteligencia-virtud), y yo puedo de alguna manera asomarme a ese propósito, y hacerlo mío, puedo vivir con más confianza, más alegría, más entereza ante las dificultades.
En general, quizá estés de acuerdo conmigo en que en el ambiente laboral, los trabajadores rinden más y se sienten más satisfechos cuando saben que su trabajo tiene un propósito con el que se identifican y que está más allá del ser una fuente de ingreso económico. En el ambiente escolar también.
En mi caso personal, como baha'i, creer que Dios tiene como propósito para esta era la unidad de la humanidad (luego podríamos desmenuzar este concepto) y que tal propósito se cumplirá a pesar de las crisis actuales, me hace feliz, le da un nuevo giro a lo que digo y hago.