Cuando Adán pecó, perdió el derecho a la vida eterna para sí mismo y para todos sus descendientes que aún no habían nacido. Gn. 2: 17.Hola Ronyno.
¿Creés que solo comieron del árbol prohibido y el primer día que tuvieron hambre?
¿Cuantos días o años creés que pasaron hasta que cayeron?
Nada se dice que comieran de algún otro árbol mas que el prohibido...
¿Si querés pensamos juntos un escenario verosímil?
Cuando se hizo pecador por desobedecer a Dios, se convirtió en un ser defectuoso, imperfecto.
Desde entonces, el cuerpo de Adán quedó programado, por decirlo así, para morir.
Como expresa la Biblia, “el salario que el pecado paga es muerte”. Ro. 6: 23.
Además, la descendencia imperfecta de Adán también nació programada para morir, no para vivir eternamente.
La Biblia explica: “Por medio de un solo hombre, Adán, el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado”. Ro. 5: 12.
Pero ¿y si Adán no hubiera pecado? ¿Y si no hubiera desobedecido a Dios y se le hubiera permitido comer del árbol de la vida? ¿Dónde habría disfrutado del don divino de la vida eterna? ¿En el cielo?
No. Dios no le dijo a Adán nada de ir al cielo.
Se le dio trabajo que hacer en la Tierra.
La Biblia explica que “Jehová Dios hizo crecer del suelo todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento”, y dice: “Jehová Dios procedió a tomar al hombre y a establecerlo en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara”. Gn. 2: 9, 15.
Cuando Dios creó a Eva como pareja de Adán, les dio a ambos otra comisión en la Tierra.
Les dijo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”. Gn. 1: 28.
Piensa en las maravillosas perspectivas que estas instrucciones de Dios colocaron ante Adán y Eva.
Tenían que criar a sus descendientes con salud perfecta en el Paraíso terrestre.
Cuando sus amados hijos crecieran, estos les ayudarían en la agradable labor de jardinería para mantener aquel Paraíso, y con todos los animales sujetos a ellos, su vida sería muy gratificante.
También en el gozo de extender los límites del jardín de Edén, de modo que con el tiempo toda la Tierra se convirtiera en un paraíso.
¿Disfrutarías tú de la vida con tus hijos perfectos en un hermoso hogar terrestre como ese, sin la preocupación de envejecer ni de morir?
Permite que el impulso natural de su corazón conteste esta pregunta.