Re: ¿ Quienes son los invitados a las Bodas del Cordero ?
Los invitados a las bodas del cordero es la Iglesia, los que se prepararon, los que emblanquecieron sus vestidos con sus acciones justas...los que siguieron la santidad.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.<SUP>
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Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.<SUP> </SUP>Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. (Ap. 19:7,8)
Creo que la novia es la Iglesia, pero los invitados que finalmente acudirán son aquellas personas que no despreciaron a los profetas. Aquellas que hacían su vida normal en las calles, el mercado, la escuela, las fabricas, y que nunca llegaron a pertenecer a su iglesia.
En esta dispensación, todas estas personas están llamadas a las bodas del Cordero, sean de cualquier religión o sin religión.
El requisito es que hagan obras de justicia. Miren:
“El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo una fiesta de bodas para su hijo.
Y envió el rey a sus siervos para convocar a los invitados a la fiesta de bodas, pero éstos no quisieron asistir.
Volvió el rey a enviar otros siervos, y les dijo: “Díganles a los invitados que ya he preparado el banquete; que he matado mis toros y animales engordados, y que todo está dispuesto. Que vengan a la fiesta.”
Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a su labranza, otro a sus negocios,
y otros más agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron.
Cuando el rey supo esto, se enojó; así que envió a sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
Entonces dijo a sus siervos: “La fiesta de bodas ya está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos de asistir.
Por tanto, vayan a las encrucijadas de los caminos, e inviten a la fiesta de bodas a todos los que encuentren.”
Los siervos salieron por los caminos y juntaron a todos los que encontraron, lo mismo malos que buenos,
y la fiesta de bodas se llenó de invitados.
Cuando el rey entró para ver a los invitados y se encontró con uno que no estaba vestido para la boda, le dijo:
“Amigo, ¿cómo fue que entraste aquí, sin estar vestido para la boda?” Y aquél enmudeció.
Entonces el rey dijo a los que servían: “Aten a éste de pies y manos, y échenlo de aquí, a las tinieblas de afuera.
¡Allí habrá llanto y rechinar de dientes!”
Porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos.» (Mateo 22:2-14)