Re: ¿Qué hubiera respondido la bienaventurara MARÍA?
Aja¡ pero es que el dogma de la Inmaculada Concepción no dice que María dice que no ha pecado, dice que ha sido preservada de todo pecado y que por eso Jesús es Su Salvador también.
Y además el texto de 1 Juan: 1-15 es bastante facil de rebatir en sus términos comunes. Juan pudo escribir el texto de su carta después de que María fuese elevada al Cielo. El texto sólo se remite a los cristianos que están en la Iglesia militante y por lo tanto que pueden confesar sus pecados. No hay referencia alguna a los cristianos que están en el Cielo ya santificados donde no pueden ni confesar sus pecados ya que no los tienen ni pueden recibir la sangre de Cristo para ser perdonados.
De querer hacer un juicio dogmático sobre la condición universal y intemporal de ser pecadores hubiera tenido que decir algo así como ni uno sólo hubo entre los hijos de Adan ni hay ni habrá que no haya pecado. Y no lo dice.
Un juicio de tal naturaleza contrariaría la misma Escritura que dice que la Iglesia Glorificada, la Nueva Jerusalem será preservada del pecado por el mismo Dios como lo fue por su condición de Madre de Dios, la misma María, figura de la Iglesia Glorificada.
Como no puede probar que María, Madre de Dios, Virgen y Inmaculada por siempre y para siempre, estuviera aún en la Tierra cuando Juan escribió su carta ( fines del primer siglo según los exégetas) lo que sostiene en cuanto a que el dogma de la Inmaculada es contrario a la Escritura es solamente una especulación personal.
Bendiciones. Inés
Para mi este tema no es menor.
Es sabido (está así definido en su Catecismo) que la Iglesia Católica Romana no basa su fe exclusivamente en lo que dice la Escritura, sino que sus pilares son 3: La Tradición, el Magisterio y la Escritura (aunque esta última, supeditada a la interpretación de la propia Iglesia de Roma). Por eso, cualquier Católico podría perfectamente aceptar como válido el dogma de la Inmaculada Concepción e Impecabilidad Perpetua de la bienaventurada María madre de Jesús simplemente porque "la Iglesia así lo diga".
Pero aquí esa respuesta no alcanza. Porque si la Escritura, en palabras del apóstol Juan, dice que si alguien afirma que es "impecable perpetuo" (o sea, ni tiene pecado ni ha pecado) está haciendo a Dios mentiroso y la verdad no está en él.. y al decirlo se dirige a quienes "dicen tener comunión con Dios" (1 Jn 1:5), ¿cómo excluir a la bienaventurada y amada María si las (inspiradas) palabras del apóstol le aplican de lleno?
Esta situación es peor que no poder justificar un dogma con la Escritura (como por ejemplo el de la Asunción, decretado infaliblemente en 1950), pues en realidad lo que sucede es que la Escritura contradice un dogma infalible de la Iglesia Católica Romana.
Por eso, dada la importancia que esto tiene, vuelvo a enunciar el planteo..
Busco una explicación con fundamento bíblico que permita sustentar la idea de que el apóstol Juan estaba excluyendo a la bienaventurada María de sus afirmaciones en 1 Juan 1:5-10. Porque de no excluirla, el dogma católico de la Inmaculada Concepción y condición perpetua tendría en ese texto un insalvable obstáculo.
"Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros..." (1 Juan 1:5-10)
Agradecido por vuestros comentarios.
Bendiciones en Cristo
Aja¡ pero es que el dogma de la Inmaculada Concepción no dice que María dice que no ha pecado, dice que ha sido preservada de todo pecado y que por eso Jesús es Su Salvador también.
Y además el texto de 1 Juan: 1-15 es bastante facil de rebatir en sus términos comunes. Juan pudo escribir el texto de su carta después de que María fuese elevada al Cielo. El texto sólo se remite a los cristianos que están en la Iglesia militante y por lo tanto que pueden confesar sus pecados. No hay referencia alguna a los cristianos que están en el Cielo ya santificados donde no pueden ni confesar sus pecados ya que no los tienen ni pueden recibir la sangre de Cristo para ser perdonados.
De querer hacer un juicio dogmático sobre la condición universal y intemporal de ser pecadores hubiera tenido que decir algo así como ni uno sólo hubo entre los hijos de Adan ni hay ni habrá que no haya pecado. Y no lo dice.
Un juicio de tal naturaleza contrariaría la misma Escritura que dice que la Iglesia Glorificada, la Nueva Jerusalem será preservada del pecado por el mismo Dios como lo fue por su condición de Madre de Dios, la misma María, figura de la Iglesia Glorificada.
Como no puede probar que María, Madre de Dios, Virgen y Inmaculada por siempre y para siempre, estuviera aún en la Tierra cuando Juan escribió su carta ( fines del primer siglo según los exégetas) lo que sostiene en cuanto a que el dogma de la Inmaculada es contrario a la Escritura es solamente una especulación personal.
Bendiciones. Inés