Esa presunción tuya es lo que te identifica. No tengo tiempo ahora pero en cuanto pueda veras a donde va a parar tu presumido ego.
¿Cuál ego Armando Hoyos?
¿Cuál ego?
Solo te he citado las Escrituras, y entre ellas, la revelación que Cristo mismo le dio a Pablo lo cual es una fuente que no puede ser puesta aparte.
Y como resultado de esa revelación sobre la Cena del Señor, el Espíritu Santo dirige al apóstol a advertir las funestas consecuencias para el creyente que no se examina a sí mismo y participa indignamente de la Cena del Señor, leemos por enésima vez:
1Co 11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
¿Que es participar "indignamente" la Cena del Señor?
Si nos vamos al contexto histórico allí en Corinto, contemplamos, por medio del capítulo 10 una referencia a las fiestas paganas acostumbradas a los dioses Corintios. Leemos:
1Co 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
1Co 10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Y según los historiadores, en los siglos anteriores al cristianismo, autores griegos y romanos con frecuencia describían a Corinto como la ciudad de la fornicación y la prostitución.
El templo dedicado a Afrodita, la diosa del amor, era famoso por su inmoralidad.
El que Pablo tenga que exhortar explícitamente a los corintios a que huyan de la inmoralidad sexual (5:1; 6:9, 15–20; 10:18) es una indicación precisa de que la promiscuidad era algo bastante común en la ciudad.
No sólo estaba el culto a Afrodita, también se adoraba a Asclepio, a Apolos y a Poseidón. También había altares y templos para las deidades griegas como Atena, Hera y Hermes. Otros altares estaban dedicados a los dioses de Egipto, Isis y Serapis.
En consecuencia, los recien convertidos, que aún no estaban claros en la santidad que el creyente debe guardar, durante la semana participaba de estas fiestas paganas, y quería venir el domingo a participar de la Cena del Señor.
Incluso, estuve pensando, que esta advertencia del apóstol en el contexto de los dones, en especial, la glosolalia, conocida como "don de lenguas":
1Co_12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios
llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
Posiblemente tiene relación con algunos hermanos que acostumbraban visitar a los sacerdotes de estas divinidades, para consultarlos, se habían contaminado con las lenguas de estos sacerdotes y usándolas, maldecían al Señor, y el que tuviese el don de interpretación de lenguas, al darse cuenta, tuvo que haberle informado al apóstol.
De manera que no se trata de presunción mía, sino de investigación sencilla, la cual, al examinar la necesidad de examinarse uno mismo, antes de participar en la Cena del Señor, exige que uno se pruebe así mismo que hizo durante la semana, sí está apto o no apto, para participar de los símbolos, leemos:
1Co 10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Aplicando esta advertencia a nuestros días, si un creyente, ha estado viendo pornografía, cometiendo pecados de inmoralidad sexual, es mejor que se abstenga de participar en la Cena del Señor, hasta que no arrregle este problema con el Señor.
Cómo está escrito:
1Ti_5:24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.
Pásala bien, y no seas incrédulo sino creyente, a Santidad nos llama Cristo.