¿PUEDE LA FIDELIDAD AL CATOLICISMO ROMANO SALVAR EL ALMA DE SUS FIELES?

EDDY GONZALEZ

NO HAS ENTENDIDO NADA

Si continúas insistiendo en comparar mi rechazo a la transubstanciación con la incredulidad de los judíos en Juan 6:52, entonces estás ignorando el discernimiento espiritual que el mismo Señor exige.

Aquellos judíos pensaban en términos carnales, y Jesús les corrigió con claridad:


«El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.» (Jn 6:63)

¿Cómo puede entonces la carne literal ser el centro de una doctrina que pretende honrar a Cristo, si Él mismo dice que 'para nada aprovecha'?

Si logras entender que el pan representa los sufrimientos físicos del Señor (Is.53:3-6; Sal.22:14-16) y la copa su sangre preciosa (1P.1:18-20; 1Jn.1:7; Mt.26:28), como lo entendemos sus redimidos, entonces no deberías acusar de incredulidad a quien defiende ese mismo memorial conforme a la Escritura.

La Cena del Señor es un acto de memoria, no de ingestión literal.

Pablo lo enseña sin ambigüedad, de una manera clara y precisa:

«Haced esto en memoria de mí.» (1 Co 11:24)
«La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.» (1 Co 11:26)

La transubstanciación, escupe sobre el sacrificio de Cristo y pisotea su sangre.

Ahora ya lo sabes, y eres responsable delante de Cristo, entonces no debes insistir en usar Juan 6:52 como arma contra nosotros los que si discernimos el solemne significado del Pan y la Copa con su contenido de vino.

No confundas firmeza doctrinal con incredulidad.

Rechazar el error no es contender como los judíos, sino obedecer al Espíritu que da vida. Como está escrito:

«Contended ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.» (Jud.1:3)
«Examinadlo todo; retened lo bueno.» (1 Tes 5:21)

Si persistes en endurecerte, que sea la Palabra la que te quebrante, no el argumento humano. Porque está escrito:

«¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?» (Jer.23:29)


Con respeto, te exhorto a dejar la ambigüedad y abrazar la claridad del memorial conforme a la sana doctrina.

No es carne literal. Es símbolo santo. Y no es incredulidad defenderlo, sino fidelidad al Evangelio.

Considera las escrituras presentadas y que el Señor te dé entendimiento en todo.
Pues tu rechazo a la transubstanciación es justamente comparable al rechazo de los que contendían entre sí diciendo: "¿Cómo puede éste darnos a comer de su carne?"

Pero Jesús corrige a los que no le creen, «El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creéis.» (Jn 6:63-64)

¿Y cuáles son esas palabras que les habló y que son espíritu y vida?

54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.

55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.