Re: PREGUNTA PARA LOS TJ ¿HAN LEIDO A RAYMOND FRANZ?
El modelo Recurrente Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? 1 Corintios 4: 7 Biblia de Jerusalén. El fundador y primer editor de la revista La Atalaya, Charles Tase Russell, no ignoraba el cambio histórico producido en la congregación cristiana primitiva que pasó de una sencilla hermandad original a una religión institucional con una estructura de autoridad centralizada. Por aquel entonces quienes sostenían su revista no eran conocidos como "Testigos de Jehová", sino simplemente como "Estudiantes de la Biblia". Las congregaciones (que entonces se llamaban "eclesial") eran autónomas y, primero la de Pittsburg y posteriormente la de Brooklyn, que el propio Russell presidió, fueron consideradas meramente como modelo a seguir o no de acuerdo a elección. 1 Muy al comienzo en su publicación, de hecho dos años después del primer número, la Atalaya presentó una visión de la congregación cristiana como establecida por Jesucristo. Bajo el título "La Ekklesia" (término griego para congregación) un artículo de 1881 mostraba que Russell no tenía reparos en utilizar el término "organización". En un lugar dice de los primeros cristianos que "estaban organizados y unidos como miembros de una sociedad, y como tal, tenían leyes y gobierno, y consecuentemente, una cabeza o autoridad reglamentaria reconocida". Eso podría parecerse mucho al concepto de organización defendido por la sociedad Watch Tower hoy en día. Sin embargo, lo que él dice en esa ocasión es algo muy diferente. En ningún sitio indica que los cristianos habían de estar bajo la dirección y el control de una administración terrestre centralizada o bajo autoridad humana alguna, algo que exija de ellos sumisión. Los vínculos de unión de ellos no eran ataduras de organización. Su unidad no estaba basada en una forma de organización legalista y sumisión a la misma. La ley que los regía no tenía reglamentaciones organizacionales. Era una organización ajena al mantenimiento de listas terrenales de nombres. La ausencia del concepto de una estructura de autoridad terrestre es total. Esto es lo que dijo el presidente de la Watch Tower en 1881: Ellos estaban organizados y unidos como miembros de una sociedad, y como tal, tenían leyes y gobierno, y consecuentemente, una cabeza o autoridad reglamentaria reconocida. Los vínculos eran vínculos de amor e interés común. Puesto que todos estaban bajo la capitanía de Jesús, las esperanzas y temores, las alegrías y tristezas y los intereses de cada uno eran los de los demás; de esta manera tenían una unión de corazón mucho más estrecha de lo que es posible lograr con una unión basada en cualquier credo de hechura humana. Así su organización era la del Espíritu; la ley por la que cada uno se regía era el amor y todos estaban de una manera global bajo la obediencia de la "ley del Espíritu", tal como fue expresado en la vida, los hechos y las palabras de su Señor. Su gobierno era la voluntad de aquél que dijo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos".
De manera que vemos que la congregación primitiva estaba organizada, gobernada y en perfecta unidad y armonía bajo la gobernación o liderazgo de Jesús. Esta organización de la iglesia contrasta con lo que en la actualidad quiere ser una continuación de la misma: las diversas organizaciones sectarias que agrupan a sus miembros bajo unos credos o dogmas propios (muchos de ellos meramente atractivos) y cada una con
sus propias leyes. Estas leyes proceden de sus líderes o legisladores; de manera que se ve claramente que esas iglesiasde la actualidad tienen y reconocen como cabezas, o poderes para dirigir y establecer normas sobre ellos, a los antiguos fundadores de los diversos credos, siendo sus conferencias clericales, concilios, sínodos y presbiterios los que interpretan y hacen cumplir las "tradiciones de los mayores", cosa que "anula la Palabra de Dios". Estos asumen el puesto del verdadero cabeza de la iglesia, Jesús, y del verdadero maestro y guía de la verdad, el Espíritu Santo. Eso lo expresa el profeta Isaías (9:15). . . . . . . . . . . . . 1 Ver Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, páginas 23-25. Eso nos lleva a nuestra segunda consideración: que todos los cristianos deberían unirse a esa organización. A la luz de lo que acabamos de describir como el tipo de iglesia que Jesús organizó, es evidente que si usted ha entregado toda su voluntad, talento, tiempo, etc. usted es reconocido por Jesús como seguidor, y miembro de la ekklesia o cuerpo del que él es la cabeza, cuyos nombres están inscritos en los cielos. De manera que estamos unidos a la iglesia de Jesús y nuestros nombres están inscritos como miembros consagrados. Pero uno puede decir: ¿debo sin asociarme a una organización terrestre, asumir algún credo y tener mi nombre inscrito en la tierra? No. Recuerde que Jesús es su modelo y maestro y ni en sus palabras ni en sus hechos encontrará justificación alguna para dotarse de credos y tradiciones de los mayores, que tienden a anular la palabra de Dios (Marcos 7:13) y ponerle bajo un cautiverio que impedirá su crecimiento en la gracia y el conocimiento, y contra el que Pablo advirtió: "Para ser libres nos libertó Cristo. Mantenéos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.". Gálatas 5: 1. Pero alguien puede decir: si no es lo apropiado unirse a alguna de las iglesias nominales de la actualidad, ¿no sería bueno formar una organización visible propia? Sí; eso es lo que hemos hecho, una organización inspirada en la iglesia primitiva como modelo. Creemos que hemos vuelto a la primitiva sencillez: Jesús es el único cabeza y legislador para nosotros, el Espíritu Santo es nuestro único intérprete y guía hacia la verdad; nuestros nombres están inscritos en los cielos; todos nosotros estamos unidos por el amor y el interés común. Usted se pregunta ¿Cómo podremos conocernos unos a otros? Contestamos ¿No podríamos contribuir al conocimiento mutuo si manifestamos el Espíritu de nuestro Maestro en palabra y hechos, en forma y apariencia?. Sí, la fe viva, el amor verdadero, la gran mansedumbre, la sencillez como de niño unidos a la constancia y entusiasmo por la madurez, pone de manifiesto a los hijos de Dios, y no necesitamos de registro terrestre alguno para aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del cordero. Según la Atalaya, la verdadera organización de Cristo era diferente a todas las organizaciones religiosas existentes, cada una de ellas con su conjunto de enseñanzas que todos debían adoptar para ser reconocidos como miembros; con sus líderes que se agrupan en conferencias para establecer leyes peculiares, específicas para su organización y que imponen esas reglas a todos los fieles, de tal forma que "asumen el puesto del verdadero cabeza de la iglesia, Jesús, y del verdadero maestro y guía de la verdad, el Espíritu Santo". Los publicadores de la Atalaya proclamaron su vuelta a la "primitiva sencillez" de la congregación del primer siglo, cuya organización era la del Espíritu, cuya ley era el amor, cuyo único gobierno era la voluntad de aquel que dijo: "si me amáis, guardad mis mandamientos". Ellos estaban unidos, dijo la Atalaya, no por lazos de tipo organizacional y reglas de origen humano, sino por "el amor y el interés común". El año siguiente, en abril de 1882, volvieron a afirmar que ellos no están sujetos a un "cercado" de credos dentro de cuyos límites se vean obligados a permanecer sus miembros y del que se excluya por expulsión a cualquiera que no asuma una serie de enseñanzas prescritas. No teniendo por aquel entonces un nombre concreto, ya que simplemente se referían a sí mismos como "Estudiantes de la Biblia", esto es lo que proclamaban: P.- Permítame , por favor, saber por qué nombre se les llama, cuál es su denominación. R.- Somos estrictamente, no sectarios y, en consecuencia, no reconocemos ningún nombre sectario, creyendo con Pablo (lea 1 Cor. 3: 1.4) que donde uno dice yo soy de Pablo, yo de Apolos, o soy un bautista, o un metodista, etc., eso es una evidencia de espíritu carnal, en oposición al espíritu de Cristo. ¿Acaso murió Pablo o Apolos por nosotros? Siendo así, preguntémonos: ¿Fuimos bautizados en la iglesia Metodista, Presbiteriana, Bautista o cualquiera otra denominación? De ser así, seríamos miembros de las mismas y seríamos reconocidos consecuentemente por esos nombres. Pero si hemos sido bautizados en un cuerpo o iglesia del que Jesús es la única y exclusiva cabeza, entonces somos miembros de ese cuerpo en particular y el único nombre correcto sería el suyo; la Escritura lo llama "la Iglesia de Cristo", "Cristianos", "Iglesia del primogénito ", cualquier denominación de tipo general.
Volvemos a remarcar que la nuestra es una unión con una base bíblica cristiana. Por ejemplo: No tenemos
un credo (cercado) que nos mantenga unidos o que mantenga a otros fuera de nuestra compañía. La Biblia constituye nuestra única regla y sus enseñanzas nuestro credo único y, reconociendo el carácter progresivo de la revelación de la verdad de las Escrituras, estamos preparados para añadir o rectificar nuestro credo (fe, creencias) a medida que se incrementa la luz sobre nuestras normas. Estamos en asociación con todos los cristianos en los que podemos reconocer el Espíritu de Cristo, y en especial con aquellos que reconocen la Biblia como la norma única. No se requiere, por tanto, que todos hayan de ver las cosas exactamente igual que nosotros para ser llamados cristianos; nos damos cuenta de que el crecimiento tanto en gracia como en conocimiento es un proceso gradual. Y no vemos razón para esperar que nadie, salvo los vigías de Sión, "vea ojo a ojo" (Isa. 52: 8) hasta que lo que es perfecto haya venido, cuando "lo imperfecto haya desaparecido". (1 Cor: 13:10) Si todos los cristianos nos liberáramos de creencias preestablecidas y estudiáramos la Palabra de Dios prescindiendo de la influencia de organizaciones, se obtendría la verdad y el conocimiento y la verdadera asociación y unidad cristiana. El Espíritu del Cabeza impregnaría sin trabas a los miembros del cuerpo, y el orgullo sectario desaparecería. No tardó mucho, sin embargo, para que el razonamiento humano sugiriera algo más "práctico". Surgió la cuestión en cuanto a si sería bueno tener una "organización seria, agresiva" (edificada, por supuesto, "de acuerdo con las Escrituras") para llevar a cabo más eficientemente la predicación de las buenas nuevas. La Atalaya de Marzo de 1883 presenta la pregunta y la respuesta: P.- "¿No sería una organización seria, agresiva (o secta) edificada de acuerdo con las Escrituras la mejor manera de divulgar y publicar las Buenas Nuevas?. Debemos tener compañerismo y solidaridad. La unión hace la fuerza. No son los que llevan a cabo escaramuzas el medio para ganar la guerra, sino los batallones disciplinados y fuertes". R.- Creemos que una organización visible y la adopción de un nombre concreto tendería a que creciéramos en número y mostrarnos más respetables y con más aceptación ante el mundo. El hombre carnal puede ver que un cuerpo organizado, con un propósito definido, es algo más o menos poderoso; por tanto ellos tienen en consideración a las diversas organizaciones, de las que hemos salido en obediencia a la llamada del Maestro. Pero es difícil que entienda cómo un grupo de personas, sin organización visible, pueda llevar a cabo alguna cosa. Al observarnos, nos consideran un puñado de escaramuzadores dispersos, una "gente peculiar", con ideas y expectativas muy peculiares, pero sin un interés digno de mención. Pero, aunque es imposible que el hombre carnal valore nuestra organización, porque no puede entender las cosas del Espíritu de Dios, creemos que vosotros podéis distinguir que la verdadera iglesia está organizada del modo más eficiente y dispuesta de la mejor manera posible para el trabajo. (Ver el plan de nuestra organización tal como se presentó en el número de Octubre bajo el tema "La Ekklesia"). El apóstol Pablo convoca a todos a la unidad en fe y propósito (Filipenses 3: 15-16 – Diaglott.). Todos los que están bajo el mismo espíritu pueden y, de hecho, llegan al conocimiento de la misma verdad. Bajo nuestro Capitán, todos los verdaderamente santificados, aunque pocos o muy distanciados físicamente, están íntimamente unidos por el Espíritu de Cristo en fe, esperanza y amor; y siguiendo las instrucciones del Maestro, se mueven en fuertes batallones para llevar a término su propósito. Pero tenga en mente que Dios no tiene en cuenta el número (Ver Judas 7 como ilustración). Reconociendo esa organización , que es por medio del Espíritu y no deseando que se parezca en nada a lo mundanal, que no puede ver ni entender eso, estamos dispuestos a soportar el reproche de ser gente peculiar. Siempre rechazamos el ser llamados por cualquier otro nombre que el de nuestro cabeza, Cristianos, clamando continuamente que no puede existir división entre quienes de continuo están bajo su Espíritu y ejemplo como se nos da a conocer a través de su Palabra. De esta forma, el concepto de que una poderosa organización visible fuera algo deseable fue descrito como el producto de una manera de pensar carnal, típico del "hombre carnal" que busca crecimiento en número, que admira la poderosa impresión que una organización visible, con su propia denominación, puede generar. También era algo propio del hombre no espiritual que "no podía entender cómo un grupo de gente, sin una organización visible pueda llevar a cabo alguna cosa". La única organización a la que podían pertenecer, afirmaron aquellos estudiantes de la Biblia, era una espiritual, "no visible para el mundo". Nada había que se pudiera "ir y ver" para impresionar a la gente con un esplendor y eficiencia organizacional, nada de fortaleza material, terrenos o edificios. En lugar de una unidad de tipo organizacional, era la unidad del espíritu lo que se proclamaba como el objetivo. Eran un pueblo decidido a liberarse de religiones nominales con organizaciones visibles. De modo que ¿podían ellos llamar a otros a hacer eso, si no lo hacían para sí mismos?.
Fue, por tanto, tendencioso el que la revista La Atalaya del 1 de Agosto de 1979, bajo el subtema "Organización Teocrática de Hoy", citara de la Atalaya de Febrero de 1884, como si la cita hecha reflejara
la visión existente en cuanto a organización que imperaba entre los testigos de Jehová. Note cómo la información (página 16) introduce la cita de tal forma que haga posible esa idea: 16 La congregación ya mencionada se esforzó solícitamente por probarse digna de ser la organización visible de Jehová y Su instrumento. Por eso se mantuvo libre de toda alianza con las organizaciones sectarias de la cristiandad, así como de las organizaciones políticas de este mundo. Expresándose al respecto, esa organización cristiana dijo, en el número de Febrero de 1884 de su revista oficial, la Watch Tower (ahora conocida en español como La Atalaya): "Nuevos lectores de todas partes del país inquieren: ¿Qué nombres se dan ustedes? ¿Son ustedes "bautistas primitivos"? ¿Son "bautistas misionales"? ¿Son "universalistas" ¿Son "adventistas"? ¿Son metodistas primitivos? etc., etc. Varias veces hemos tratado de aclarar nuestra posición, y ahora nos esforzamos por hacer lo mismo de nuevo en pocas palabras. "No pertenecemos a NINGUNA organización terrestre; por eso, si se menciona la lista entera de las sectas, debemos contestar: No, a cada una y a todas. Nos adherimos únicamente a esa organización celestial... ‗cuyos nombres están escritos en el cielo‘ (heb. 12: 23; Luc. 10:20) Todos los santos que ahora viven, o que han vivido durante esta era, pertenecían a NUESTRA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA: éstos son todos UNA SOLA Iglesia, y el Señor no reconoce a NINGUNA OTRA. Por eso, cualquier organización terrestre que estorbe en lo más mínimo a esta unión de santos está en oposición a las enseñanzas de la Escritura y opuesta a la voluntad del Señor: ‗que sean UNO‘. (Juan 17:11)". En un intento por dar una interpretación anticipada a la declaración "NO pertenecemos a ninguna organización terrestre", el escritor de la Atalaya del 1 de Agosto de 1979 presenta el hecho como si se refiriera únicamente a la separación de las organizaciones sectarias de la Cristiandad así como de las organizaciones políticas". Ellos estaban separados de éstas, y ni tan siquiera se hace mención de la idea de "organizaciones políticas"; el que posteriormente el escritor de La Atalaya incluyera eso es simplemente introducir una "argucia" para despistar, desviando la atención del sentido real de las declaraciones. En la terminante declaración "NO pertenecemos a organización terrestre alguna", el "NO", claramente significa ninguna, no solamente las de carácter sectario, sino también la que ellos mismos hubieran fundado. Claramente enseñaban que poner en marcha tal organización, con su propia estructura de autoridad y su propia denominación sería crear una secta más. La única organización a la que pertenecían era la "organización celestial", los nombres de cuyos miembros están escritos en el cielo. El contexto lo aclara. En los párrafos que seguían y que el escritor de la Atalaya de 1979 no incluye, el artículo de 1884 contenía estos puntos: ¿Por qué nombre puede ser llamada esa Iglesia? La respuesta es, por el nombre de su fundador, quien la instituyó, Jesucristo. Por lo tanto se trata de la "Iglesia de Cristo" o la "Iglesia de Dios", fundada para Dios sobre la Roca de Cristo Jesús; o "Cristianos", como fueron conocidos en los primeros tiempos. (Hechos 11:26; 26: 28, y 1 Pedro 4: 16). Pero, puesto que Pablo y los demás discípulos no fueron seguidores de las enseñanzas de Calvino, no fueron llamados Calvinistas; al no ser seguidores de las enseñanzas y ejemplo de Lutero, no fueron llamados Luteranos; pero por haber sido seguidores del UNICO ejemplo y de las enseñanzas de JESUCRISTO solamente, de ahí que gozosamente se reconocieran al ser llamados "Cristianos". ¿Qué pensáis? ¿No estamos ocupados en lo fundamental para la unidad? Si se prescindiera de todos los credos de hechura humana, formularios y libros de oraciones, liturgias y nomenclaturas, y que todos los cristianos se agruparan bajo el único nombre de Cristo y con sencilla seriedad estudiaran SUS palabras bajo la dirección del Espíritu de Dios y las explicaciones proporcionadas por los escritos de los apóstoles, ¿habría serias diferencias de opinión en la Iglesia? De manera que no importa cualesquiera nombres por los que puedan llamarnos; no reconocemos otro nombre que el "único nombre dado bajo el cielo y entre los hombres", Jesucristo. Simplemente nos llamamos CRISTIANOS y no ponemos valla para separar de nosotros a cualquiera que crea en la piedra de fundamento de nuestro edificio mencionada por Pablo: "Que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras"; y aquellos para quienes eso no esté suficientemente claro no tienen derecho al nombre de Cristiano. Esto pone de manifiesto que Russell y sus asociados no presentaron un punto de vista exclusivista, de manera que se considerasen a sí mismos como los únicos cristianos. Rechazaban la visión estrecha que negara la condición de Cristiano a personas de otras religiones debido a que no estaban dentro de algún "cercado" organizacional. A cualquiera que creyera en la verdad fundamental de que "Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras" no podían negarle el nombre de Cristiano.
Que ese es el significado de sus declaraciones queda patente en anteriores números de las revistas, algunos de los cuales han sido citados. Declaran una apertura hacia otros como seguidores "Cristianos" junto a
ellos al decir "Estamos en asociación con todos los Cristianos en los que podemos reconocer el Espíritu de Cristo, y en especial, con quienes reconocen a la Biblia como la única norma. No exigimos, por tanto, que todos vean las cosas como nosotros para que sean llamados Cristianos, siendo conscientes de que tanto la gracia como el conocimiento es un proceso gradual". 2 Quien escribió lo de la Atalaya de 1979, citando a la de 1884, con toda razón habría visto estas otras declaraciones. De ser así, sabría que el uso que estaba haciendo de la cita era engañoso, contrario a la realidad. Esta actitud continuó tal como pudo verse una década después cuando La Atalaya del 15 de Septiembre de 1895 estableció con rotundidad la actitud hacia una organización humana. Respondiendo a preguntas de quienes buscaban consejo sobre la manera más provechosa para conducir reuniones de grupo, presentó lo siguiente como uno de los puntos iniciales: (2) Cuidado con el asunto de "organización". Es del todo innecesaria. Las normas de la Biblia son las únicas que se necesitan. No pretender obligar la conciencia de otros y no permitir que otros hagan lo mismo con la propia. Creer y obedecer hasta donde se puede entender la Palabra de Dios al día de hoy, y continuar así creciendo día a día en gracia, conocimiento y amor. 3 Esas eran las primeras declaraciones, el posicionamiento inicial. ¿Cómo, entonces, tuvo lugar una metamorfosis tan marcada, que ha conducido a la posición casi opuesta que prevalece en la actualidad? En los años 1980s Ron Frye, un anterior superintendente de circuito y testigo de Jehová por 33 años, que había gastado "años de angustia" sobre las enseñanzas de la Watch Tower, como su autoridad, hizo una búsqueda intensiva sobre su validez. Contrastando el pasado con el presente, escribió: Hoy, más de cien años desde que comenzó Russell, los Testigos están extraordinariamente mentalizados hacia organización. La organización es siempre lo primero. En la Atalaya del 1 de Agosto de 1979, el artículo "Fe en la Victoriosa Organización de Jehová" la expresión "organización teocrática" aparece quince veces en tan sólo los once primeros párrafos. 4 Esta especie de hipnotizadora repetición la utiliza constantemente la Sociedad con el fin de condicionar a los Testigos de Jehová a pensar que es incorrecto para ellos cuestionar cualquier cosa que la Sociedad haya publicado como la verdad. En contradicción con esta actitud hacia la organización, Russell y sus primeros asociados mantuvieron una postura contraria a una organización terrestre. En cuanto a lo que puede haber motivado dicha postura "anti organización terrestre" en esa primera etapa, Frye, continúa: Ahora se puede entender el antagonismo que Russell tenía hacia las iglesias históricas. Después de todo, él era un religioso independiente. Su grupito de seguidores carecían de una organización histórica. Ellos trataban de minimizar la ausencia de historia, argumentando que Dios no tuvo una organización terrestre (una monolítica congregación Cristiana), que no era esa la manera de actuar de Dios. De esa manera los seguidores de Russell podrían desacreditar a sus propios ojos aquellas religiones que tenían una historia terrenal y justificar la propia carencia de la misma. Y, en conexión con este asunto, está sobradamente claro que Russell no creía que Dios tuviera en aquel tiempo (una ‗organización de un esclavo fiel y discreto con 1800 años‘) un canal terrestre de comunicación. El no lo encontró ni tal cosa lo encontró a él. El y sus compañeros no estuvieron asociados a ninguna organización y además desdeñaron, de hecho, a todas las demás organizaciones. Resueltamente rechazaban la idea de que hubiera una organización terrestre visible a partir del Pentecostés con la que hubiera que identificarse para poder servir a Dios. Hoy sin embargo, cien años después, los descendientes del movimiento de los Estudiantes de la Biblia de Russell argumentan, por el contrario, que se necesita pertenecer a una organización terrestre visible, nominal, [asociada con] la Sociedad Watch Tower Bible & Tract. Esa no era la posición en los comienzos. Al cambiar la situación, los testigos de Jehová cambiaron sus argumentos. Con la misma fuerza con la que en un tiempo argumentaron contra cualquier tipo de organización ahora argumentan a favor de la misma. 2 La Atalaya de Abril de 1882, páginas 71, 72. 3 Cuando se publicó el libro La Nueva Creación en 1909, continuaba el mismo punto de vista con respecto a organización. Decía, por ejemplo: "el ser miembro de la nueva creación no es ser miembro de alguna organización terrestre, sino estar unido al Señor como miembro de su cuerpo místico; como dijo el Apóstol: ‗si alguien está en Cristo, es una Nueva Creación...‘ 4 La expresión "Organización teocrática" se ha utilizado desde 1939, particularmente a partir de La Atalaya del 1 de Diciembre de ese año. Tal como su concepto de organización terrestre era muy diferente hace cien años del que lo es hoy, así también difiere la visión que tienen de Russell de la que hubo al principio. Salvo unas breves referencias a él de vez en cuando, Russell es un desconocido para la mayor parte de los Testigos del día moderno.
No se recomienda la lectura de sus escritos ni sus muchos libros se han vuelto a publicar por parte de la casa que él estableció y fundó con su propio dinero. Precisamente fue un hombre a quien todavía los Testigos de Jehová sostienen que Dios usó para reavivar las grandes enseñanzas de Jesús y sus apóstoles. ¿Por qué entonces no se consideran actualmente sus libros en las congregaciones de los Testigos de Jehová, ni tan siquiera desde un punto de vista histórico? Porque muchos, si no la mayoría de ellos, se considerarían heréticos. Que hay base para tal aseveración se puede ver por lo que sucedió mientras Russell aún vivía. Si echamos una mirada a las diversas citas presentadas anteriormente en este capítulo, parece difícil de creer que el hombre que fue el originador de ellos fue el mismo que en 1910 (cuando había sido reconocido internacionalmente por miles de personas como su "Pastor", cuando la revista La Atalaya, fundada por él, había alcanzado tres décadas de historia y, cuando sus escritos estaban circulando por miles de ejemplares en muchos países) dijo que la persona que leyera la Biblia por sí mismo, sin la ayuda de los Estudios de las Escrituras que él había escrito, "caería en la oscuridad al término de dos años", según la experiencia, en tanto que quien leyera los Estudios de las Escrituras sin necesidad de leer la Biblia por sí mismo, llegaría a "estar en la luz" al término de ese período de tiempo. Aunque una persona empleara "semanas y años" en el estudio personal de la Biblia sin utilizar los escritos de Russell, "aún así, existe el riesgo de que al esclarecer algo caiga completamente en el error. 5 Se hicieron declaraciones aclaratorias relacionadas con esas pretensiones. Sin embargo, queda el hecho del rechazo a la posibilidad del cristiano individual para entender la Palabra de Dios a través del estudio personal, haciendo recaer todo el énfasis en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower como el canal exclusivo de Dios para la luz y la verdad. Es difícil imaginar una actitud más inmodesta y sectaria, concebir una más lamentable desviación de los principios que arrogantemente habían sido invocados con anterioridad. No fue una actitud aislada, una expresión momentánea. El hecho de que fue resultado de un proceso de desarrollo se hace evidente por el material publicado en el año anterior, 1909, en La Atalaya. En el número del 1 de Octubre Russel, fundador y editor de la revista, el único "Pastor" reconocido por los Estudiantes de la Biblia, comentó el capítulo 24, versículo 45 de Mateo y sus referencias a "ese siervo" y sus "siervos asociados". Utilizando, tal como solía hacerlo, la expresión "nosotros", en lugar de "yo", reconoció que catorce años antes, el término "ese siervo" (referido al siervo fiel y prudente) había sido aplicado a él mismo por otro afiliado de la Watch Tower y que él no había intervenido en la discusión que llevó a esa aplicación. Pero dice que quien había sido el primero en aplicar ese significado decía que "al haber asignado tal posición, hemos perdido el derecho a ese puesto, perdido en cuanto que haya de tener un sucesor". El entonces presenta una discusión del asunto, pero lo hace indirectamente, mediante decir primero lo que dicen sus "amigos" y después lo que dicen sus "oponentes", limitando su propio comentario para finalizar. A sus amigos los presenta diciendo: Nuestros amigos insisten en que la Escritura indica que al fin de esta era del Evangelio el Señor no utilizaría muchos canales para esparcir la verdad, sino un solo canal, y que sería privilegio de otros, los fieles del Señor, ser "co-siervos" (colaboradores). Insisten en que los hechos conectados con este tiempo de cosecha apoyan esa interpretación. Ellos sostienen que todos recibieron su conocimiento de la verdad presente directamente de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, o indirectamente a través de quienes han recibido su iluminación a través de este canal. Ellos se sienten contentos en cooperar como "co-siervos" con el trabajo de la Sociedad, creyendo que de ese modo siguen los designios de la divina providencia así como las instrucciones de la Palabra divina. Creen que el obrar de otra manera es oponerse a la palabra divina, estorbar el trabajo de la cosecha y traer oprobio hacia sí mismos. 5 Ver copia de este material en el capítulo 2, página nn. Declaran que, a su juicio, no cabe otra interpretación de los hechos ante nosotros que la presentada en la promesa de nuestro Señor; que al tiempo apropiado al final de la era, en el tiempo de su presencia, traería desde el tesoro de la Gracia, cosas de Perspicacia y Verdad, "nuevas y viejas", y que escogería en ese tiempo un canal especial a través del cual estas bendiciones serían traídas a la atención de la casa de la fe, indicando también que se otorgaría un privilegio a otros que se unieran al servicio como "co-siervos". Ellos indican que al haber llegado a ser de este modo "co-siervos" han sido bendecidos y usados en la obra de la cosecha, mientras otros han caído en la "oscuridad exterior" del nominalismo en lo que respecta a la realidad de la "cosecha" y su servicio.
Hay que recordar que La Atalaya era la revista propia de Russell. El la inició, la controló, determinó su contenido como su editor único. 6 Esencialmente fue un instrumento para sus escritos. Antes de su muerte, en una "última voluntad y testamento" estableció que, al hacer donación de la revista a la Sociedad Watch
Tower Bible and Tract (una corporación que él también controlaba como, con diferencia, el principal accionista), había sido "con reconocimiento explícito de que yo mantendría el control completo sobre todos los intereses de las publicaciones mientras viva y que deberían ser manejadas de acuerdo a mis deseos después de mi muerte". 7 De modo que cuando habla de actitudes hacia la revista o la Sociedad, o aplica el término "canal" a la Sociedad o a la revista está haciendo referencia a sí mismo en el sentido personal más estricto. Todo el contexto del artículo lo confirma. El hecho de que únicamente él fue reconocido como "Pastor" refuerza esa interpretación. Con anterioridad él había hecho referencia a sí mismo como el "vocero de Dios" y el "agente" para la verdad revelada. 8 De modo que, cuando se refiere al "único canal" por el que las personas (sus "amigos") habían recibido la iluminación, claramente se estaba refiriendo a los escritos de Charles Taze Russell. Esto lo muestra también al decir que "otros tendrían el privilegio, los fieles del Señor, de ser ‗co-sirvientes‘ (colaboradores)" con el "único canal especial" escogido por el Señor. 9 Que eso es así se evidencia con claridad en continuadas declaraciones aparecidas en la revista La Atalaya en los años que siguieron a la muerte de Russell. Ofreciendo un cuadro radicalmente diferente del manifiestamente parcial que presenta la información actual de La Atalaya, el número del 1 de Marzo de 1923 cita a Russell diciendo que algunos hablaron de él como del "siervo fiel y prudente" y otros se refirieron a la Sociedad en calidad de tal. A continuación la revista añade: Ambas cosas eran ciertas; el hermano Russell fue de hecho la Sociedad en el sentido más estricto, en cuanto que dirigió la política y la orientación de la Sociedad sin tener en cuenta a ninguna otra persona en la tierra. De hecho, un número de la Atalaya de carácter biográfico publicado después de su muerte, ocurrida el 16 de Octubre de 1916, decía: Miles de lectores de los escritos del Pastor Russell creen que él cumplía los requisitos para ser "ese esclavo fiel y discreto", y que su gran labor estuvo proporcionando el alimento al debido tiempo a la casa de la fe. Su modestia y humildad le impidieron reclamar para sí ese título, pero en privado él estuvo muy de acuerdo con ese hecho. 10 De quienes clasificaba como "opositores" a que él fuera "ese siervo" utilizado como el conducto de Dios, la Atalaya del 1 de Octubre de 1909, Russell se refiere a ellos diciendo: 6 The Watch Tower del 1 de Diciembre de 1916, página 356 7 Esta voluntad y testamento se presentó íntegramente en el "Apéndice" de Crisis de Conciencia, páginas 408 a 412; en las páginas 59 a 61 de dicha publicación se expone el control total que ejerció sobre la Sociedad Watch Tower 8 The Watch Tower del 15 de Julio de 1906, página 229; ver Crisis de Conciencia, páginas 60, 61 9 Es digno de mención que cuando La Atalaya del 1 de Marzo de 1982 (página 25, párrafo 16) citó este artículo dejó completamente al margen a otros asociados de la Watch Tower como "co-siervos" junto a este "siervo" que es el "único canal". Eso permitió a la revista dar la falsa impresión de que el "esclavo fiel" se había entendido que aplicaba a la revista La Atalaya más bien que a Charles Taze Russell. Ese tipo de escritura solamente puede ser calificada de periodismo deshonesto. 10 The Watch Tower del 1 de Diciembre de 1916, página 356. Ver también en las páginas 60-65 de Crisis de Conciencia fotocopia de documentación sobre las alegaciones de la Sociedad en los años 1920s en cuanto a la condición de Russel como el "esclavo fiel y discreto" Nuestros opositores son a menudo mordaces y sarcásticos después de haber adoptado una posición antagónica. Ellos replican que debe entenderse que "ese siervo" se refiere a todos los miembros de la iglesia de Cristo y que la expresión de "sus co-siervos" carece de sentido, puesto que se refiere a la misma clase. Declaran que, aunque es verdad que recibieron su primera iluminación en cuanto al valor de la muerte de Cristo como "rescate por todos" y su primer conocimiento en cuanto a "los tiempos de la restauración de todas las cosas" así como su primera apreciación de la "llamada hacia arriba" y su primer entendimiento de la parousía, el tiempo de la siega de este mundo, su primer entendimiento del cumplimiento de las profecías relacionadas con este tiempo de la siega, su primer entendimiento de la naturaleza del hombre y la obra de redención, expiación y regeneración a través de las publicaciones de esta Sociedad, no obstante opinan que todo eso ha sido publicado con anterioridad por otros y están buscando los libros. Afirman además, que esa aplicación de las Escrituras con respecto a nosotros supondría que somos infalibles. Pero, replican los opositores, aunque no negamos el servicio rendido, si asumimos como correcta la aplicación de Mateo 24: 45, nos vemos obligados a aceptar lo demás, el contexto que dice
"Verdaderamente os digo lo pondrá sobre todo lo suyo". Ello supondría que los "co-siervos" y, en general, "la casa de la fe" no podrían obtener el alimento espiritual de ninguna otra fuente que
nofuera ese "siervo". Nos oponemos a esa enseñanza y a todo ese asunto desde ahora. Note que los que él llama "opositores" adoptaron entonces la misma posición que mantiene la Sociedad Watch Tower en la actualidad, literalmente, que "el esclavo fiel y discreto" debe entenderse que aplica a "todos los miembros de la iglesia de Cristo", no a una persona. Considerar a Russell como "ese siervo" y a los demás como sus "co-siervos" era, por tanto, "carente de sentido", ya que todos formaban parte de "ese siervo". Consideraron gravemente peligroso tener a cualquier fuente humana como el único conducto para obtener el entendimiento de la verdad. Para Russell, cuestionar la especial relación con el Señor relacionada con su posición de ser "ese siervo" y el conducto "elegido" suponía un antagonismo y expresar "mordacidad y sarcasmo". Todo eso tiene un sonido muy familiar. Veintitres años antes, en 1886, en su libro El Plan divino de las Edades (página 23), Russell había afirmado que una organización de tipo jerárquico tenía sus raíces en una "consideración indebida a enseñanzas de hombres falibles". Entonces salió a la luz, por degradación, una clase especial llamada "el clero", que se consideraban a sí mismos y eran considerados por otros, como los guías para la fe y las costumbres, aparte de la Palabra de Dios. De esta manera, con el tiempo se desarrolló el impresionante sistema del Papado por medio de una consideración indebida a doctrinas de hombres falibles y un descuido de la Palabra del Dios infalible. Realmente han sido graves los resultados que trajo consigo ese abandono de la verdad. Como todo el mundo sabe, tanto la iglesia como el mundo civilizado estuvieron casi completamente esclavizados por ese sistema y sumieron la adoración en las tradiciones y credos de los hombres. Ahora, sin embargo, cuando algunos no estaban expresando total respaldo a sus escritos en el sentido de constituirse en "el único canal especial" escogido por el Señor, él se esforzó por atribuir una enorme, incluso vital importancia, a esos escritos. De esta manera presenta lo que dicen sus amigos: Afirman que ellos mismos y sus antepasados por generaciones han estudiado la Biblia sin propósito alguno hasta que el Señor, al tiempo debido les envió "las Claves bíblicas" a través de la Sociedad. Declaran que ignorar ese arreglo para liderazgo del Señor y pasar por alto en el estudio de la Biblia al maestro enviado por el Señor sería deshonrar al Señor, quien lo envió, y rechazar la ayuda proporcionada por él. También que lo único que se podía esperar como resultado es una pérdida gradual de la luz, una pérdida del Espíritu santo, el Espíritu de la verdad, y posiblemente caer en la "oscuridad exterior" del mundo y de la iglesia nominal, de la que fueron rescatados por la verdad. Afirman que eso representaría tanto como que una cerda volviera a revolcarse en el fango o un perro a su propio vómito, tal como declara el Apóstol. Dicen que adoptar ese curso de vida significa para ellos una falta de aprecio por haber sido llamados de la oscuridad a esta luz maravillosa, una falta de aprecio a la "estrella de la mañana" prometida por el Señor como anticipo de la gloriosa aurora de la nueva dispensación. 2 Pedro 1: 19-21. Dicen además, que los volúmenes "Estudios de la Aurora Milenaria" son en sí mismos prácticamente la Biblia dispuesta en forma temática; y que es precisamente esa organización temática de la Biblia la que les ha llevado a su iluminación y gozo en el Espíritu santo. Añaden que las discusiones, las especulaciones y las conjeturas con respecto a cosas no reveladas en el Libro de Dios a menudo se las llama "Estudio bíblico" y que temen esas cosas y desean mantenerse junto al Señor y en el mensaje que creen les ha enviado, y que, por tanto, prefieren estudiar la Biblia a la luz y el arreglo de los "Estudios Bereanos" y los "Estudios de las Escrituras", así como buscar más luz en esa dirección, sin esperar revelaciones especiales en sí mismos o de otras fuentes. 11 Es de notar que pone en boca de los "amigos" que el estudio de la Biblia efectuado por ellos y por sus antepasados había resultado absolutamente inútil hasta que salieron las publicaciones de la Watch Tower. Evidentemente el Espíritu Santo de Dios o había estado inactivo o no había resultado eficiente en proporcionarles a ellos ni a sus antepasados la ayuda necesaria. Las oraciones hechas a Dios por entendimiento durante "generaciones" parece que no obtuvieron respuesta alguna debido a que no era el tiempo de proveer "su Canal". 12 Note también que después de declarar el papel crucial de la Sociedad, Russell pone en boca de sus "amigos" que el hecho de "ignorar ese arreglo para liderazgo del Señor y pasar por alto en el estudio de la Biblia al maestro enviado por el Señor sería deshonrar al Señor, quien lo envió, y rechazar la ayuda proporcionada por él", cayendo en una "pérdida gradual de la luz", pérdida del espíritu santo y finalmente ir a parar a la "oscuridad exterior". Todo eso de la pluma de quien anteriormente había afirmado que era "la consideración indebida a doctrinas de hombres falibles" lo que había conducido a la jerarquía y la esclavitud.
En la última parte del artículo, Russell deja a un lado el recurso literario "amigos versus oponentes" y se expresa directamente él mismo. De manera loable urge a evitar las disputas o menciones personales. Recalca la importancia de la "mansedumbre" y la "humildad". Al mismo tiempo, en el artículo, él mismo
describe a quienes creen antibíblico considerarle a él y a su revista como el único Canal de Dios como "compañeros desleales", "astutos", poseedores de un espíritu "contencioso", que parecen "imbuidos de rabia, de hidrofobia satánica". A cualquiera que no siga afiliado a su Sociedad Watch Tower se le considera rechazado. Mientras afirma que no se debería ser descortés con personas que han estado "ciegas", llega a considerar a esos disidentes como personas que "en esta hora de prueba están siendo derribados por las flechas del adversario, ya que, desde el punto de vista del Señor, no son considerados merecedores de la ayuda necesaria". Claramente, en su apreciación, para poder estar entre los "mansos, humildes y sin tacha", se requiere aceptar que Cristo ha escogido un único "siervo", un "Canal especial", y una sumisa receptividad a los escritos de dicho "siervo" como de incuestionable autoridad sobre cualquier otra fuente de conocimiento en lo que se refiere a la Palabra de Dios. Leyendo el artículo, no pude por menos que asombrarme de que un razonamiento tan increiblemente retorcido pueda ser concebido por una mente humana, prescindiendo de la orientación religiosa que pueda contener. ¿Cómo puede una persona escribir en términos tan extremadamente elogiosos de sí mismo y sus escritos, atribuir tan enorme, crucial y vital importancia a dichos escritos, reclamando ser un agente especial de Dios, único, nunca visto, que jamás se repetirá y a continuación imputar falta de mansedumbre y humildad así como actitud no receptiva hacia la enseñanza a quienes cuestionan eso? Lo consideré como una perturbación mental, algo debido a una actitud egocéntrica que produjo por doquier una atmósfera de importancia personal y desarrollo de poder. Nadie está inmune por naturaleza a eso. Nuestra protección procede de un reconocimiento franco y constante de liderazgo reservado exclusivamente a Jesucristo, de recordar que, si tenemos una relación personal con Dios, de la misma manera lo hace cada persona que comparte una fe común, y de un respeto profundo hacia el hecho de que, en primer lugar, Dios nos considera a todos iguales. 11 Tres meses después, en Diciembre de 1909, en la página 371 de The Watch Tower, advirtió a sus lectores que se estaba llevando a cabo una prueba y que el "astuto adversario" intentaba "predisponerlos contra el auténtico instrumento proporcionado por Dios para mantener los ‗pies‘ (extremidades del cuerpo) de Cristo en estos días malos". Eso se estaba llevando a cabo por medio de unos líderes que intentaban suplantar las publicaciones de la Watch Tower por la Biblia y Russell establece que, al obrar así, se estaban esforzando por "interponerse entre el pueblo de Dios y la luz provista divinamente en su Palabra". 12 Compare con Juan 14: 26; 1 Juan 2: 27; 5:20. Compare toda la historia anterior y las expresiones con las declaraciones de Ignacio, Cipriano y otros líderes de los primeros siglos en su empeño por lograr un mayor apego y lealtad al epíscopo como maestro seleccionado por Dios en materia religiosa, su equiparación de cualquier falta de sumisión y receptividad a una ‗deshonra del Señor‘ y sus advertencias de horrendas consecuencias a quien cuestionara la posición privilegiada que implicaba una selección del Señor. En palabras de Lightfoot, el obispo venía a ser el "indispensable conducto para la divina gracia". En nuestro caso, tenemos a un hombre que a sí mismo se presenta como el "único canal especial" de Dios para obtener entendimiento del mensaje y la dirección de Dios. El paralelismo es patente. El modelo de los primeros siglos de encumbrar la importancia de los humanos y, en consecuencia, la autoridad humana, estaba emergiendo una vez más. A menudo recibe renovados y poderosos ímpetus. Se intensifica el proceso de centralización Con la muerte de Russell en 1916, vino un período de incertidumbre. Por entonces el desplome total de su complejo sistema de desarrollo profético (que tenía su punto de arranque en 1874 y su final en 1914) trajo consigo cuestiones de desacuerdo y produjo un aluvión de preguntas. 13 El sucesor de Russell, J. F. Rutherford, tuvo que enfrentarse a eso. Cualquier veneración que Rutherford sintiera hacia los elevados principios que los primeros números de La Atalaya había proclamado eran puestos a prueba. El libro Crisis de Conciencia ha documentado la manera que eligió para poner orden en las filas. Allí se incluía su defensa estridente, dogmática de las enseñanzas tradicionales de la Watch Tower, las insinuaciones de intimidación para derribar a cualquiera que cuestionara la total validez de las profecías relacionadas con el tiempo hechas en el pasado, así como las que se estaban desarrollando entonces, la profusión de expresiones como "indisputable", "certeza probada", "más allá de toda duda", "corroboradas como de orígen divino", "demasiado sublimes para que sean casuales o resultado de invención humana", afirmaciones hechas sobre cálculos cronológicos, absolutamente descartados en la actualidad. 14 Como lo demuestra la gran cantidad de personas que abandonaron durante la primera parte de los años 1920s, el éxito de tales métodos fue limitado.
Rutherford incrementó el estado de turbulencia de la época debido a su gran interés y determinación en cuanto a, como presidente de la Sociedad Watch Tower, ejercer el mismo grado de autoridad mantenido
por Russell. La diferencia estaba en que él no era el fundador de la Sociedad ni el accionista abrumadoramente mayoritario, como lo había sido Russell. Se desarrolló una lucha de poder entre los directores. Al producirse la dimisión de cuatro miembros del cuerpo de directores en desacuerdo con el deseo de él de asumir el entero control y, posteriormente, con la disolución de la junta de editores que Russell había establecido, Rutherford eliminó toda oposición y pudo ejercer su autoridad monárquica en las oficinas centrales de la Sociedad. Al tiempo que obtuvo el control completo sobre la Sociedad y lo que ésta publicaba, su autoridad no fue más allá de eso. En la presidencia de Charles Taze Russell la corporación, Zion‘s Watch Tower Tract Society, se consideraba como un simple instrumento para la publicación del mensaje. Ni la corporación ni sus oficiales ejercieron autoridad administrativa sobre las congregaciones o "ecclesias" que desarrolló. Cualquier control existente era principal y esencialmente persuasivo. Ahora , sin embargo, las formas persuasivas se consideraban demasiado débiles para manejar la situación. Fueron reemplazadas por métodos firmemente coercitivos. Reproduciendo la situación que se produjo en los primeros siglos, la concentración de la autoridad y el control, constituyeron el recurso utilizado para imponer y mantener la unidad. 13 Ver Crisis de Conciencia páginas 160 a 190 14 Ver Crisis de Conciencia, páginas 199 a 220. En 1919, tal como relata el libro Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, dos años después de que el Juez Rutherford asumiera la presidencia, se les pidió a las congregaciones que "se registraran como organizaciones de servicio de la Sociedad", en el buen entendimiento de que a partir de ahí las oficinas de Brooklyn nombrarían a un hermano en la congregación para servir como representante de la Sociedad, llamado el "director". Dicho libro añade además (página 97): Esto significó que por primera vez se estaba quitando la autoridad de las congregaciones en que había control democrático bajo sus "ancianos electivos", y la dirección habría de residir ahora , específicamente, bajo la superintendencia internacional de la Sociedad. Es cierto que esto estaba limitado, pero la organización teocrática visible tuvo su principio con este arreglo. Se había introducido el sutil elemento del cambiazo. Muy pronto, pues, Rutherford comenzó a distanciarse de la posición de la Sociedad Watch Tower en los años anteriores. Comenzó a trabajar en la auténtica cuestión que Russell había desacreditado como producto de "pensamiento carnal": el desarrollo de ‗una organización visible centralizada, agresiva, estrechamente unida‘. Un año después de dar el primer paso (que acabo de describir), vino el siguiente. La propia historia de la Sociedad dice: En 1920 se hizo sentir más la responsabilidad que encierra la predicación al requerirse que cada persona de la congregación que participara en la obra de testimonio rindiera un informe semanal. 15 De esa forma se introdujo en la mente de todos los asociados la sumisión al control desde las oficinas centrales de Brooklyn. Se rinde cuentas a un superior o al menos a alguien hacia quien se tiene alguna obligación. En el siglo primero las buenas nuevas fueron proclamadas por todo el imperio Romano y fueron aceptadas por miles de personas. El apóstol Pablo, que llevó las buenas nuevas a muchas naciones, jamás atribuyó el esparcimiento del mensaje a una organización humana. Por el contrario, reconoció que "‘ni el que planta, ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento‘ 16. De manera similar el primer presidente de la Watch Tower, Russell, había dicho que era una manera de pensar carnal creer que una organización humana visible fuera esencial "para llevar a cabo algo". En contraste con eso, durante la presidencia de Rutherford, el enfoque sobre la organización vino a ser casi una obsesión. En 1922 La Atalaya dijo: La eficiencia con la que el Testigo debe concienciarse de la necesidad depende mucho de los esfuerzos organizados que se hagan en el campo. 17 Seis décadas más tarde La Atalaya del 1 de Junio de 1986 (página 25) se hace eco de eso al decir lo siguiente sobre el trabajo efectuado por los Testigos de Jehová durante 1985: Esta obra nunca se podría realizar sin una organización... Lo lograron debido a que estaban organizados en casi 50.000 congregaciones, todas bajo la dirección visible de un solo Cuerpo Gobernante.
El poder del Espíritu santo de Dios parece ampliamente olvidado, sustituido por una ‗eficiente organización‘ (y sus dirigentes), sin la cual habría resultado imposible el éxito. Evidentemente los cristianos del siglo primero fueron excepción al llevar a cabo ‗lo imposible‘, efectuar una testificación a través del Imperio Romano sin una organización semejante. En ninguna parte de las Escrituras se acredita la eficiencia organizacional relacionándola con el esparcimiento del mensaje y su aceptación por miles de personas. Como se ha considerado en los capítulos 6 y 7 de este libro, el factor a tener en cuenta en todos
los relatos es la gran espontaneidad, la informalidad manifiesta, la ausencia total de un alto grado de programación o actividad fuertemente supervisada. 15 Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, página 98. 16 1 Corintios 3: 5-7. 17 La Atalaya del 15 de Diciembre de 1922, página 389. La Teocracia – Gobierno de Dios de Arriba hacia abajo. Durante la siguiente década, Rutherford continuó reforzando la posición de la Sociedad (y en consecuencia la suya propia como presidente de la misma). En 1931 escogió personalmente el nombre "Testigos de Jehová" para la organización. En 1932 suprimió los cuerpos de ancianos (que eran elegidos por las congregaciones), señalando que tal arreglo "no estaba de acuerdo a los principios del gran Teócrata, que gobierna su santuario de arriba hacia abajo". Ahora las congregaciones habían de nombrar a un Director de Servicio para que fuera "confirmado por el ejecutivo o gerente de la Sociedad". 18 . A continuación, en 1938, todas las congregaciones alrededor del mundo fueron invitadas a adoptar un acuerdo autorizando a las oficinas centrales de Brooklyn a nombrar a cada uno y a todos los que habrían de servir como responsables en las congregaciones. Con esta medida todo, a partir de ahora, era considerado completamente "Teocrático", "gobernado por Dios". Se había llevado a cabo la concentración de la autoridad. Ahora Dios gobernaba de "arriba hacia abajo" (y en la parte baja todo venía de las oficinas centrales de Brooklyn). Lo que los líderes religiosos del pasado les llevó dos siglos en conseguir, la organización Watch Tower lo hizo en prácticamente medio siglo. Como en los primeros siglos de la Cristiandad, una cantidad de condiciones perturbadoras y la tensión resultante de una necesidad de "unidad" y "orden" aportaron la justificación para tal concentración de autoridad y de subordinación individual a la misma. Repetidamente, todos fueron impulsados a someterse al "orden Teocrático", lo que significaba aceptar lo que venía de las oficinas centrales como procedente de Dios. La decisión del presidente de eliminar los cuerpos de ancianos y establecer el "orden Teocrático" fueron presentados más tarde como el cumplimiento de la profecía de Daniel en cuanto a la ‗limpieza del santuario‘ después de 2.300 días. Así mismo las nuevas interpretaciones y enseñanzas que desarrolló la organización fueron consideradas como "destellos de luz" procedentes del templo de Dios como se describen en el libro de Revelación. 19 Considerados "la clase del Santuario", se presentaron a sí mismos como ‗sentados en el Templo de Dios‘. En vista de todos estos factores, parece evidente que las características del "hombre de desafuero" estaban apareciendo en esta relativamente nueva organización religiosa tal como había sucedido en otras religiones, grandes y pequeñas. Un factor imprescindible para la Vida Los primeros números de La Atalaya habían reconocido que quienes apoyaban esta revista no eran los únicos Cristianos en la tierra, ellos no habían sido inscritos en alguna organización humana con sus propios límites bien delimitados. La salvación humana no estaba supeditada a formar parte de una organización sino a la fe. En contraste con eso, los años que siguieron a la presidencia de Rutherford fueron testigos de un énfasis cada vez mayor hacia una "organización" visible y la importancia de ésta. El mundo entero fue entonces dividido en dos bandos, bajo dos grandes organizaciones principales. El libro Enemigos, publicado en 1937 (el primer libro que utilicé para estudio personal) establece (página 69): Existen dos grandes organizaciones: la organización del Dios Todopoderoso, la cual es justa, pura y verdadera, y la organización de Satanás, el dios mímico, la cual es impía, inicua y del todo falsa. La gente se halla sujeta a una u otra de estas dos organizaciones. No era tanto la propia concepción, sino la aplicación de esa visión la que ejerció un efecto coercitivo en todos los miembros en las congregaciones. Se fomentó la actitud de que la única manera de estar bajo la dirección de Dios estaba en someterse a la instrucción procedente de la organización visible (con sede central en Brooklyn), y todo lo que estuviera fuera de los confines de dicha organización pertenecía a la organización de Satanás. Así se sentían los Testigos de Jehová y así me sentí yo mismo. 18 Los Testigos de Jehová en el Propósito divino, página 129. 19 Daniel 8:14; Revelación 4:5; 11: 19; ver también Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, página 129; "Hágase tu voluntad en la Tierra", páginas 227-233; Luz I (1930), páginas 104, 227-229.
Quienes estuvieran fuera de la organización, sin importar la evidencia de su fe ni su esperanza y vida Cristianas, estaban condenados como resistidores de la palabra de Dios mismo, a menos que aceptaran los puntos de vista avanzados por la organización referidos a la "presencia invisible" de Cristo en 1914 y otras enseñanzas y afirmaciones ligadas a esa fecha. No hacer eso los calificaba de insubordinados a Dios 20. En una serie de siete asambleas de los Testigos, desde 1922 a 1928 las resoluciones tomadas fueron catalogadas como el cumplimiento divino de las ‗siete trompetas‘ de los capítulos ocho y nueve de
Revelación. Contenían repetidas condenas a la "Liga de las Naciones", los "grandes negocios", los líderes religiosos y cosas parecidas. Pero lo que pudo catalogarse como "el hilo conductor" en todas ellas era la cuestión de aceptar las afirmaciones ligadas a 1914. 21 Afirmaciones contenidas en el folleto Separando a la gente (Páginas 61-63) en 1933 tipifican la manera de considerar a los no Testigos: En el lugar secreto del Altísimo han sido reveladas a los que aman a Jehová ciertas verdades importantes que se han de proclamar a las naciones. (Mateo 10:27). Entre ellas están: Que Jehová es el Dios verdadero; Que Cristo Jesús es su Rey nombrado, a quien corresponde gobernar la tierra con rectitud; que en 1914 tomó su posesión y su primera acción fue echar a Satanás del cielo; que en 1918 vino a recoger a los fieles en una compacta compañía y les dio a conocer que Satanás había edificado una poderosa organización en la tierra con la religión, la política y el comercio; que en breve se desencadenará la batalla de Armagedón; que, sabiendo que le queda poco tiempo, Satanás trae mayores cargas sobre la gente; que a fin de vindicar su Santo Nombre y salvar a la gente, la batalla de Armagedón dará como resultado la completa destrucción de la organización de Satanás, incluyendo a todas las naciones de la tierra; que la gente debe ser informada y que esa información o testimonio se llevará a cabo en medio de gran oposición, pero se llevará a término; y que esa notificación no es una amenaza, sino una solemne advertencia que pueden aceptar o rechazar quienes la reciban, tomarla o dejarla. Quienes se pongan del lado de Satanás y se opongan a la verdad de Jehová, morirán; quienes sirvan a Jehová vivirán para siempre y obedecerán y honrarán su santo nombre. El aceptar las enseñanzas, entre las que sobresalían las relacionadas con 1914, significaba lógicamente el aceptar a la organización que hablaba en nombre de Dios, la organización Watch Tower de Brooklyn, y la sumisión a su "orden teocrático". Para apreciar esa realidad, había de mantenerse en la mente del testigo esa visión del mundo, a saber, que únicamente había dos bandos, y que toda la gente en la tierra estaba dividida en dos organizaciones: la de Satanás y la de Dios. Sólo había una manera de escapar a la destrucción, separarse de la organización de Satanás (compuesta por el 99,99% de la población de la tierra) y alinearse con la organización de Dios (formada por unos 100.000 testigos de Jehová, aproximadamente, el 0,006% de la gente). La única posibilidad de elección era "tomarlo o dejarlo". La advertencia era que si se dejaba, sobrevendría la muerte. Aunque, escrito el año siguiente a la muerte de Rutherford, un artículo con el título "Requisitos de rectitud", publicado en The Watchtower del 1 de Julio de 1943, páginas 204-206, ilustra la actitud de sumisión total a la organización que había sido inculcada en los testigos de Jehová durante su presidencia. Muestra cómo una organización puede abierta y descaradamente exigir de la gente que ponga al mismo nivel lo que ella dice que lo que ha dicho Dios. Considere esta cita de ese artículo: Cada organización requiere instrucciones específicas para todos aquellos que en ella sirven. En el pasado el Señor suministró sus "instrucciones de organización" a sus siervos a través de su agencia central o canal. Cada uno aceptó con gozo su parte y cumplió con ella fielmente. Ahora, dice el apóstol, Jehová nos ha hablado a través de su Hijo. (Hebreos 1: 1, 2). El Hijo se ha hecho Rey; ha venido a su templo. Ha nombrado a su "esclavo fiel y discreto", que es su vocero visible, y dice a quienes tienen el privilegio de representarle en la tierra, "este evangelio del reino se predicará en todo el mundo para testificación a todas las naciones". (Mateo 24: 14). 20 "Luz" I, páginas 121 y 123. 21 "Luz" I, páginas 108, 110, 118, 122-125, 139, 140; 217, 218; ver también "Entonces queda terminado el Misterio de Dios" (1971), páginas 227-270. Esas expresiones de la voluntad de Dios por su Rey y a través de su agencia establecida constituyen su ley o norma de actuación para el "esclavo fiel y discreto" y para sus asociados que morarán para siempre en la tierra en el Nuevo Mundo. El Señor inhabilita instrucciones de nuestra organización y las hace más prácticas por medio de instrucción posterior a través del "esclavo fiel y discreto". Este dice: ‗asignemos el campo, el mundo, a precursores especiales, precursores regulares y compañías de testigos de
Jehová de forma ordenada, suficiente para que cada uno testifique cabalmente, permítasenos colocar en cada uno la responsabilidad de cuidar por los intereses del Nuevo Mundo en sus respectivas asignaciones‘. Dice: los requisitos para los precursores especiales serán 175 horas y 50 revisitas al mes, que habrían de llevarse a cabo con un número razonable de estudios bíblicos; para los precursores regulares 150 horas y tantas revisitas y estudios bíblicos como puedan llevarse a cabo razonablemente en ese tiempo. Y a los publicadores dice: ‗permítasenos establecer una meta de 60 horas y 12 revisitas y al menos un estudio bíblico semanal para cada publicador‘. Estas directrices nos vienen dadas por el Señor a través de su agencia establecida que dirige lo que se requiere de nosotros; para quienes de verdad aman al Señor y son
guiados por su consejo, eso constituye un requisito de servicio razonable. Esa expresión de la voluntad del Señor debería cerrar toda controversia. Estos requisitos se han establecido para vuestro bien; para que estéis capacitados para probar vuestra integridad y engrandecer el nombre del Señor. Estas directrices procedentes del Señor nos atañen individual y colectivamente dentro de las unidades que llamamos "compañías". Casi todo el que está consagrado al Señor reconoce que una compañía requiere organización a fin de que funcione como es debido. Pero no todos entre los mismos hermanos aprecian el hecho de que, como individuos, necesitan de una organización para llevar a cabo sus responsabilidades como en el caso de una compañía. Para ilustrarlo: todos reconocen que cada compañía ha de tener asignado un territorio específico en el que testificar, pero no todos dentro de esa compañía reconocen que deben tener su asignación personal de territorio en el que efectuar la testificación, pero no todos advierten que cada uno debe tener su propio territorio asignado en el que llevar a cabo la testificación. Es absurdo que un publicador llegue a la conclusión de que puede servir al Señor de una manera apropiada sin esa asignación personal, tal como sería el caso si una compañía decidiera que puede funcionar de manera aceptable al Señor sin una asignación de territorio. Una compañía necesita una asignación de territorio y trabajar en el mismo de casa en casa, haciendo revisitas, conduciendo estudios bíblicos y, en general ayudar a la gente de buena voluntad. Han de continuar todas las modalidades de su trabajo con las revistas en esa asignación. Lógicamente se ciñen a su ciudad y al territorio adyacente que puedan abarcar de manera apropiada. Sería la mayor necedad para ellos dejar su propia ciudad e ir a otra que está a veinte millas de distancia e intentar testificar en ella de manera habitual. Toda persona inteligente entiende que eso no sólo sería una insensatez, sino una manifiesta infidelidad hacia el Señor. Lo mismo aplica a un publicador que rehúsa la responsabilidad de aceptar una asignación personal de territorio lo más cerca posible de su propia casa. Cuanto más lejos de su casa esté su asignación menos tiempo le dedicará y tendrá mayor dificultad para dar la atención debida al territorio. En consecuencia, es una medida de infidelidad al Señor el perder de esa manera el tiempo y las energías que a él pertenecen. Ha llegado el tiempo en el que cada uno debe llevar su propia carga delante del Señor. Con las provisiones que nos ha hecho el Señor al proporcionarnos nuevos libros, folletos con instrucciones completas para conducir un estudio, etc., no hay excusa absolutamente para nadie, hombre o mujer, para alegar que no está capacitado para aceptar una asignación personal de territorio y asumir por completo su responsabilidad para con el mismo. Quienes de verdad aman al Señor y son luchadores por el Nuevo Mundo no intentarán excusarse en este o cualquier otro asunto, sino escuchar la Palabra del Señor al decir: Permítasenos hacer así y tener siempre en mente que en el nos está incluido el Señor, quien estará con vosotros en toda tarea. Mateo 18: 20. El Señor nos dice mediante su "esclavo fiel y discreto": "abarquemos nuestro territorio cuatro veces en seis meses". Eso se convierte en instrucciones de nuestra organización y tiene la misma fuerza de obligación sobre nosotros que tenía el mandato del Logos al decir: "hagamos al hombre a nuestra imagen". Es nuestro deber aceptar esta instrucción adicional y obedecerla. Pero alguien puede decir: "el caso es diferente". En el caso del Logos, él pudo llevar a cabo lo que Jehová le encomendó; pero el abarcar cuatro veces el territorio durante seis meses está fuera de lo razonable. Jamás lo hemos podido abarcar más de una o, como mucho, dos veces en ese período. Es imposible hacerlo." Todos hemos oído antes esa argumentación. Y si fuera cierto, parecería inadecuado y supondría que el Señor nos está pidiendo hacer algo que es imposible. Los niños de Israel caminaron siete veces alrededor de Jericó el último día. El territorio que actualmente se cubre una o dos veces en seis meses podría cubrirse facilmente cuatro o seis veces en ese mismo período si cada uno tomara seriamente sus responsabilidades del Reino. Eso no es mera teoría, sino hechos basados en cifras obtenidas de un número de compañías en los pasados seis meses. Hacer eso puede significar obtener tiempo y esfuerzo que ahora se dedica a los intereses del "viejo mundo" y dedicarlo a los intereses del Nuevo Mundo, que son los de Dios y permanecerán para siempre. Las palabras del apóstol Pedro apuntan en ese sentido: "Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa! (2 Pedro 3:11.). Antes de un progreso real que deba hacerse en el incremento de nuestra actividad, cada uno debe darse cuenta de que estas llamadas a la acción provienen del Señor y les afecta completamente. El nuevo Gobierno del Mundo tiene 29 años. Por consiguiente debería ser expuesto a consideración de las personas en todo tiempo mediante llamadas a sus casas y hablarles en cuanto a eso, haciendo revisitas y conduciendo estudios bíblicos con ellos, trabajando territorio de negocios y llamándoles en sus oficinas.
Se les ha de testificar en la calle con nuestras revistas, presentando el mensaje del Nuevo Mundo. No importa a donde vaya, la gente ha de tener siempre ante sí la evidencia de que el Gobierno del Nuevo Mundo ha empezado a funcionar. Yo tenía solamente 21 años cuando apareció esa información. Aún así, al revisar ahora ese material, me pregunto cómo yo y la inmensa mayoría de los testigos de Jehová pudo leer aseveraciones tan arrogantes y no sentir repulsa o, cuando menos, pensar seriamente en cuanto a la actitud desarrollada en nosotros. Al menos una persona lo hizo. El volumen de los números de 1943 de la Atalaya que tengo a disposición perteneció a un hombre que comenzó a asociarse con la organización en 1910 y continuó esa asociación por setenta años hasta 1981. Mirando el artículo antes mencionado encontré un papelito que había colocado sobre el mismo. Es el que se reproduce: Cuotas 60 horas
El modelo Recurrente Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? 1 Corintios 4: 7 Biblia de Jerusalén. El fundador y primer editor de la revista La Atalaya, Charles Tase Russell, no ignoraba el cambio histórico producido en la congregación cristiana primitiva que pasó de una sencilla hermandad original a una religión institucional con una estructura de autoridad centralizada. Por aquel entonces quienes sostenían su revista no eran conocidos como "Testigos de Jehová", sino simplemente como "Estudiantes de la Biblia". Las congregaciones (que entonces se llamaban "eclesial") eran autónomas y, primero la de Pittsburg y posteriormente la de Brooklyn, que el propio Russell presidió, fueron consideradas meramente como modelo a seguir o no de acuerdo a elección. 1 Muy al comienzo en su publicación, de hecho dos años después del primer número, la Atalaya presentó una visión de la congregación cristiana como establecida por Jesucristo. Bajo el título "La Ekklesia" (término griego para congregación) un artículo de 1881 mostraba que Russell no tenía reparos en utilizar el término "organización". En un lugar dice de los primeros cristianos que "estaban organizados y unidos como miembros de una sociedad, y como tal, tenían leyes y gobierno, y consecuentemente, una cabeza o autoridad reglamentaria reconocida". Eso podría parecerse mucho al concepto de organización defendido por la sociedad Watch Tower hoy en día. Sin embargo, lo que él dice en esa ocasión es algo muy diferente. En ningún sitio indica que los cristianos habían de estar bajo la dirección y el control de una administración terrestre centralizada o bajo autoridad humana alguna, algo que exija de ellos sumisión. Los vínculos de unión de ellos no eran ataduras de organización. Su unidad no estaba basada en una forma de organización legalista y sumisión a la misma. La ley que los regía no tenía reglamentaciones organizacionales. Era una organización ajena al mantenimiento de listas terrenales de nombres. La ausencia del concepto de una estructura de autoridad terrestre es total. Esto es lo que dijo el presidente de la Watch Tower en 1881: Ellos estaban organizados y unidos como miembros de una sociedad, y como tal, tenían leyes y gobierno, y consecuentemente, una cabeza o autoridad reglamentaria reconocida. Los vínculos eran vínculos de amor e interés común. Puesto que todos estaban bajo la capitanía de Jesús, las esperanzas y temores, las alegrías y tristezas y los intereses de cada uno eran los de los demás; de esta manera tenían una unión de corazón mucho más estrecha de lo que es posible lograr con una unión basada en cualquier credo de hechura humana. Así su organización era la del Espíritu; la ley por la que cada uno se regía era el amor y todos estaban de una manera global bajo la obediencia de la "ley del Espíritu", tal como fue expresado en la vida, los hechos y las palabras de su Señor. Su gobierno era la voluntad de aquél que dijo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos".
De manera que vemos que la congregación primitiva estaba organizada, gobernada y en perfecta unidad y armonía bajo la gobernación o liderazgo de Jesús. Esta organización de la iglesia contrasta con lo que en la actualidad quiere ser una continuación de la misma: las diversas organizaciones sectarias que agrupan a sus miembros bajo unos credos o dogmas propios (muchos de ellos meramente atractivos) y cada una con
sus propias leyes. Estas leyes proceden de sus líderes o legisladores; de manera que se ve claramente que esas iglesiasde la actualidad tienen y reconocen como cabezas, o poderes para dirigir y establecer normas sobre ellos, a los antiguos fundadores de los diversos credos, siendo sus conferencias clericales, concilios, sínodos y presbiterios los que interpretan y hacen cumplir las "tradiciones de los mayores", cosa que "anula la Palabra de Dios". Estos asumen el puesto del verdadero cabeza de la iglesia, Jesús, y del verdadero maestro y guía de la verdad, el Espíritu Santo. Eso lo expresa el profeta Isaías (9:15). . . . . . . . . . . . . 1 Ver Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, páginas 23-25. Eso nos lleva a nuestra segunda consideración: que todos los cristianos deberían unirse a esa organización. A la luz de lo que acabamos de describir como el tipo de iglesia que Jesús organizó, es evidente que si usted ha entregado toda su voluntad, talento, tiempo, etc. usted es reconocido por Jesús como seguidor, y miembro de la ekklesia o cuerpo del que él es la cabeza, cuyos nombres están inscritos en los cielos. De manera que estamos unidos a la iglesia de Jesús y nuestros nombres están inscritos como miembros consagrados. Pero uno puede decir: ¿debo sin asociarme a una organización terrestre, asumir algún credo y tener mi nombre inscrito en la tierra? No. Recuerde que Jesús es su modelo y maestro y ni en sus palabras ni en sus hechos encontrará justificación alguna para dotarse de credos y tradiciones de los mayores, que tienden a anular la palabra de Dios (Marcos 7:13) y ponerle bajo un cautiverio que impedirá su crecimiento en la gracia y el conocimiento, y contra el que Pablo advirtió: "Para ser libres nos libertó Cristo. Mantenéos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.". Gálatas 5: 1. Pero alguien puede decir: si no es lo apropiado unirse a alguna de las iglesias nominales de la actualidad, ¿no sería bueno formar una organización visible propia? Sí; eso es lo que hemos hecho, una organización inspirada en la iglesia primitiva como modelo. Creemos que hemos vuelto a la primitiva sencillez: Jesús es el único cabeza y legislador para nosotros, el Espíritu Santo es nuestro único intérprete y guía hacia la verdad; nuestros nombres están inscritos en los cielos; todos nosotros estamos unidos por el amor y el interés común. Usted se pregunta ¿Cómo podremos conocernos unos a otros? Contestamos ¿No podríamos contribuir al conocimiento mutuo si manifestamos el Espíritu de nuestro Maestro en palabra y hechos, en forma y apariencia?. Sí, la fe viva, el amor verdadero, la gran mansedumbre, la sencillez como de niño unidos a la constancia y entusiasmo por la madurez, pone de manifiesto a los hijos de Dios, y no necesitamos de registro terrestre alguno para aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del cordero. Según la Atalaya, la verdadera organización de Cristo era diferente a todas las organizaciones religiosas existentes, cada una de ellas con su conjunto de enseñanzas que todos debían adoptar para ser reconocidos como miembros; con sus líderes que se agrupan en conferencias para establecer leyes peculiares, específicas para su organización y que imponen esas reglas a todos los fieles, de tal forma que "asumen el puesto del verdadero cabeza de la iglesia, Jesús, y del verdadero maestro y guía de la verdad, el Espíritu Santo". Los publicadores de la Atalaya proclamaron su vuelta a la "primitiva sencillez" de la congregación del primer siglo, cuya organización era la del Espíritu, cuya ley era el amor, cuyo único gobierno era la voluntad de aquel que dijo: "si me amáis, guardad mis mandamientos". Ellos estaban unidos, dijo la Atalaya, no por lazos de tipo organizacional y reglas de origen humano, sino por "el amor y el interés común". El año siguiente, en abril de 1882, volvieron a afirmar que ellos no están sujetos a un "cercado" de credos dentro de cuyos límites se vean obligados a permanecer sus miembros y del que se excluya por expulsión a cualquiera que no asuma una serie de enseñanzas prescritas. No teniendo por aquel entonces un nombre concreto, ya que simplemente se referían a sí mismos como "Estudiantes de la Biblia", esto es lo que proclamaban: P.- Permítame , por favor, saber por qué nombre se les llama, cuál es su denominación. R.- Somos estrictamente, no sectarios y, en consecuencia, no reconocemos ningún nombre sectario, creyendo con Pablo (lea 1 Cor. 3: 1.4) que donde uno dice yo soy de Pablo, yo de Apolos, o soy un bautista, o un metodista, etc., eso es una evidencia de espíritu carnal, en oposición al espíritu de Cristo. ¿Acaso murió Pablo o Apolos por nosotros? Siendo así, preguntémonos: ¿Fuimos bautizados en la iglesia Metodista, Presbiteriana, Bautista o cualquiera otra denominación? De ser así, seríamos miembros de las mismas y seríamos reconocidos consecuentemente por esos nombres. Pero si hemos sido bautizados en un cuerpo o iglesia del que Jesús es la única y exclusiva cabeza, entonces somos miembros de ese cuerpo en particular y el único nombre correcto sería el suyo; la Escritura lo llama "la Iglesia de Cristo", "Cristianos", "Iglesia del primogénito ", cualquier denominación de tipo general.
Volvemos a remarcar que la nuestra es una unión con una base bíblica cristiana. Por ejemplo: No tenemos
un credo (cercado) que nos mantenga unidos o que mantenga a otros fuera de nuestra compañía. La Biblia constituye nuestra única regla y sus enseñanzas nuestro credo único y, reconociendo el carácter progresivo de la revelación de la verdad de las Escrituras, estamos preparados para añadir o rectificar nuestro credo (fe, creencias) a medida que se incrementa la luz sobre nuestras normas. Estamos en asociación con todos los cristianos en los que podemos reconocer el Espíritu de Cristo, y en especial con aquellos que reconocen la Biblia como la norma única. No se requiere, por tanto, que todos hayan de ver las cosas exactamente igual que nosotros para ser llamados cristianos; nos damos cuenta de que el crecimiento tanto en gracia como en conocimiento es un proceso gradual. Y no vemos razón para esperar que nadie, salvo los vigías de Sión, "vea ojo a ojo" (Isa. 52: 8) hasta que lo que es perfecto haya venido, cuando "lo imperfecto haya desaparecido". (1 Cor: 13:10) Si todos los cristianos nos liberáramos de creencias preestablecidas y estudiáramos la Palabra de Dios prescindiendo de la influencia de organizaciones, se obtendría la verdad y el conocimiento y la verdadera asociación y unidad cristiana. El Espíritu del Cabeza impregnaría sin trabas a los miembros del cuerpo, y el orgullo sectario desaparecería. No tardó mucho, sin embargo, para que el razonamiento humano sugiriera algo más "práctico". Surgió la cuestión en cuanto a si sería bueno tener una "organización seria, agresiva" (edificada, por supuesto, "de acuerdo con las Escrituras") para llevar a cabo más eficientemente la predicación de las buenas nuevas. La Atalaya de Marzo de 1883 presenta la pregunta y la respuesta: P.- "¿No sería una organización seria, agresiva (o secta) edificada de acuerdo con las Escrituras la mejor manera de divulgar y publicar las Buenas Nuevas?. Debemos tener compañerismo y solidaridad. La unión hace la fuerza. No son los que llevan a cabo escaramuzas el medio para ganar la guerra, sino los batallones disciplinados y fuertes". R.- Creemos que una organización visible y la adopción de un nombre concreto tendería a que creciéramos en número y mostrarnos más respetables y con más aceptación ante el mundo. El hombre carnal puede ver que un cuerpo organizado, con un propósito definido, es algo más o menos poderoso; por tanto ellos tienen en consideración a las diversas organizaciones, de las que hemos salido en obediencia a la llamada del Maestro. Pero es difícil que entienda cómo un grupo de personas, sin organización visible, pueda llevar a cabo alguna cosa. Al observarnos, nos consideran un puñado de escaramuzadores dispersos, una "gente peculiar", con ideas y expectativas muy peculiares, pero sin un interés digno de mención. Pero, aunque es imposible que el hombre carnal valore nuestra organización, porque no puede entender las cosas del Espíritu de Dios, creemos que vosotros podéis distinguir que la verdadera iglesia está organizada del modo más eficiente y dispuesta de la mejor manera posible para el trabajo. (Ver el plan de nuestra organización tal como se presentó en el número de Octubre bajo el tema "La Ekklesia"). El apóstol Pablo convoca a todos a la unidad en fe y propósito (Filipenses 3: 15-16 – Diaglott.). Todos los que están bajo el mismo espíritu pueden y, de hecho, llegan al conocimiento de la misma verdad. Bajo nuestro Capitán, todos los verdaderamente santificados, aunque pocos o muy distanciados físicamente, están íntimamente unidos por el Espíritu de Cristo en fe, esperanza y amor; y siguiendo las instrucciones del Maestro, se mueven en fuertes batallones para llevar a término su propósito. Pero tenga en mente que Dios no tiene en cuenta el número (Ver Judas 7 como ilustración). Reconociendo esa organización , que es por medio del Espíritu y no deseando que se parezca en nada a lo mundanal, que no puede ver ni entender eso, estamos dispuestos a soportar el reproche de ser gente peculiar. Siempre rechazamos el ser llamados por cualquier otro nombre que el de nuestro cabeza, Cristianos, clamando continuamente que no puede existir división entre quienes de continuo están bajo su Espíritu y ejemplo como se nos da a conocer a través de su Palabra. De esta forma, el concepto de que una poderosa organización visible fuera algo deseable fue descrito como el producto de una manera de pensar carnal, típico del "hombre carnal" que busca crecimiento en número, que admira la poderosa impresión que una organización visible, con su propia denominación, puede generar. También era algo propio del hombre no espiritual que "no podía entender cómo un grupo de gente, sin una organización visible pueda llevar a cabo alguna cosa". La única organización a la que podían pertenecer, afirmaron aquellos estudiantes de la Biblia, era una espiritual, "no visible para el mundo". Nada había que se pudiera "ir y ver" para impresionar a la gente con un esplendor y eficiencia organizacional, nada de fortaleza material, terrenos o edificios. En lugar de una unidad de tipo organizacional, era la unidad del espíritu lo que se proclamaba como el objetivo. Eran un pueblo decidido a liberarse de religiones nominales con organizaciones visibles. De modo que ¿podían ellos llamar a otros a hacer eso, si no lo hacían para sí mismos?.
Fue, por tanto, tendencioso el que la revista La Atalaya del 1 de Agosto de 1979, bajo el subtema "Organización Teocrática de Hoy", citara de la Atalaya de Febrero de 1884, como si la cita hecha reflejara
la visión existente en cuanto a organización que imperaba entre los testigos de Jehová. Note cómo la información (página 16) introduce la cita de tal forma que haga posible esa idea: 16 La congregación ya mencionada se esforzó solícitamente por probarse digna de ser la organización visible de Jehová y Su instrumento. Por eso se mantuvo libre de toda alianza con las organizaciones sectarias de la cristiandad, así como de las organizaciones políticas de este mundo. Expresándose al respecto, esa organización cristiana dijo, en el número de Febrero de 1884 de su revista oficial, la Watch Tower (ahora conocida en español como La Atalaya): "Nuevos lectores de todas partes del país inquieren: ¿Qué nombres se dan ustedes? ¿Son ustedes "bautistas primitivos"? ¿Son "bautistas misionales"? ¿Son "universalistas" ¿Son "adventistas"? ¿Son metodistas primitivos? etc., etc. Varias veces hemos tratado de aclarar nuestra posición, y ahora nos esforzamos por hacer lo mismo de nuevo en pocas palabras. "No pertenecemos a NINGUNA organización terrestre; por eso, si se menciona la lista entera de las sectas, debemos contestar: No, a cada una y a todas. Nos adherimos únicamente a esa organización celestial... ‗cuyos nombres están escritos en el cielo‘ (heb. 12: 23; Luc. 10:20) Todos los santos que ahora viven, o que han vivido durante esta era, pertenecían a NUESTRA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA: éstos son todos UNA SOLA Iglesia, y el Señor no reconoce a NINGUNA OTRA. Por eso, cualquier organización terrestre que estorbe en lo más mínimo a esta unión de santos está en oposición a las enseñanzas de la Escritura y opuesta a la voluntad del Señor: ‗que sean UNO‘. (Juan 17:11)". En un intento por dar una interpretación anticipada a la declaración "NO pertenecemos a ninguna organización terrestre", el escritor de la Atalaya del 1 de Agosto de 1979 presenta el hecho como si se refiriera únicamente a la separación de las organizaciones sectarias de la Cristiandad así como de las organizaciones políticas". Ellos estaban separados de éstas, y ni tan siquiera se hace mención de la idea de "organizaciones políticas"; el que posteriormente el escritor de La Atalaya incluyera eso es simplemente introducir una "argucia" para despistar, desviando la atención del sentido real de las declaraciones. En la terminante declaración "NO pertenecemos a organización terrestre alguna", el "NO", claramente significa ninguna, no solamente las de carácter sectario, sino también la que ellos mismos hubieran fundado. Claramente enseñaban que poner en marcha tal organización, con su propia estructura de autoridad y su propia denominación sería crear una secta más. La única organización a la que pertenecían era la "organización celestial", los nombres de cuyos miembros están escritos en el cielo. El contexto lo aclara. En los párrafos que seguían y que el escritor de la Atalaya de 1979 no incluye, el artículo de 1884 contenía estos puntos: ¿Por qué nombre puede ser llamada esa Iglesia? La respuesta es, por el nombre de su fundador, quien la instituyó, Jesucristo. Por lo tanto se trata de la "Iglesia de Cristo" o la "Iglesia de Dios", fundada para Dios sobre la Roca de Cristo Jesús; o "Cristianos", como fueron conocidos en los primeros tiempos. (Hechos 11:26; 26: 28, y 1 Pedro 4: 16). Pero, puesto que Pablo y los demás discípulos no fueron seguidores de las enseñanzas de Calvino, no fueron llamados Calvinistas; al no ser seguidores de las enseñanzas y ejemplo de Lutero, no fueron llamados Luteranos; pero por haber sido seguidores del UNICO ejemplo y de las enseñanzas de JESUCRISTO solamente, de ahí que gozosamente se reconocieran al ser llamados "Cristianos". ¿Qué pensáis? ¿No estamos ocupados en lo fundamental para la unidad? Si se prescindiera de todos los credos de hechura humana, formularios y libros de oraciones, liturgias y nomenclaturas, y que todos los cristianos se agruparan bajo el único nombre de Cristo y con sencilla seriedad estudiaran SUS palabras bajo la dirección del Espíritu de Dios y las explicaciones proporcionadas por los escritos de los apóstoles, ¿habría serias diferencias de opinión en la Iglesia? De manera que no importa cualesquiera nombres por los que puedan llamarnos; no reconocemos otro nombre que el "único nombre dado bajo el cielo y entre los hombres", Jesucristo. Simplemente nos llamamos CRISTIANOS y no ponemos valla para separar de nosotros a cualquiera que crea en la piedra de fundamento de nuestro edificio mencionada por Pablo: "Que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras"; y aquellos para quienes eso no esté suficientemente claro no tienen derecho al nombre de Cristiano. Esto pone de manifiesto que Russell y sus asociados no presentaron un punto de vista exclusivista, de manera que se considerasen a sí mismos como los únicos cristianos. Rechazaban la visión estrecha que negara la condición de Cristiano a personas de otras religiones debido a que no estaban dentro de algún "cercado" organizacional. A cualquiera que creyera en la verdad fundamental de que "Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras" no podían negarle el nombre de Cristiano.
Que ese es el significado de sus declaraciones queda patente en anteriores números de las revistas, algunos de los cuales han sido citados. Declaran una apertura hacia otros como seguidores "Cristianos" junto a
ellos al decir "Estamos en asociación con todos los Cristianos en los que podemos reconocer el Espíritu de Cristo, y en especial, con quienes reconocen a la Biblia como la única norma. No exigimos, por tanto, que todos vean las cosas como nosotros para que sean llamados Cristianos, siendo conscientes de que tanto la gracia como el conocimiento es un proceso gradual". 2 Quien escribió lo de la Atalaya de 1979, citando a la de 1884, con toda razón habría visto estas otras declaraciones. De ser así, sabría que el uso que estaba haciendo de la cita era engañoso, contrario a la realidad. Esta actitud continuó tal como pudo verse una década después cuando La Atalaya del 15 de Septiembre de 1895 estableció con rotundidad la actitud hacia una organización humana. Respondiendo a preguntas de quienes buscaban consejo sobre la manera más provechosa para conducir reuniones de grupo, presentó lo siguiente como uno de los puntos iniciales: (2) Cuidado con el asunto de "organización". Es del todo innecesaria. Las normas de la Biblia son las únicas que se necesitan. No pretender obligar la conciencia de otros y no permitir que otros hagan lo mismo con la propia. Creer y obedecer hasta donde se puede entender la Palabra de Dios al día de hoy, y continuar así creciendo día a día en gracia, conocimiento y amor. 3 Esas eran las primeras declaraciones, el posicionamiento inicial. ¿Cómo, entonces, tuvo lugar una metamorfosis tan marcada, que ha conducido a la posición casi opuesta que prevalece en la actualidad? En los años 1980s Ron Frye, un anterior superintendente de circuito y testigo de Jehová por 33 años, que había gastado "años de angustia" sobre las enseñanzas de la Watch Tower, como su autoridad, hizo una búsqueda intensiva sobre su validez. Contrastando el pasado con el presente, escribió: Hoy, más de cien años desde que comenzó Russell, los Testigos están extraordinariamente mentalizados hacia organización. La organización es siempre lo primero. En la Atalaya del 1 de Agosto de 1979, el artículo "Fe en la Victoriosa Organización de Jehová" la expresión "organización teocrática" aparece quince veces en tan sólo los once primeros párrafos. 4 Esta especie de hipnotizadora repetición la utiliza constantemente la Sociedad con el fin de condicionar a los Testigos de Jehová a pensar que es incorrecto para ellos cuestionar cualquier cosa que la Sociedad haya publicado como la verdad. En contradicción con esta actitud hacia la organización, Russell y sus primeros asociados mantuvieron una postura contraria a una organización terrestre. En cuanto a lo que puede haber motivado dicha postura "anti organización terrestre" en esa primera etapa, Frye, continúa: Ahora se puede entender el antagonismo que Russell tenía hacia las iglesias históricas. Después de todo, él era un religioso independiente. Su grupito de seguidores carecían de una organización histórica. Ellos trataban de minimizar la ausencia de historia, argumentando que Dios no tuvo una organización terrestre (una monolítica congregación Cristiana), que no era esa la manera de actuar de Dios. De esa manera los seguidores de Russell podrían desacreditar a sus propios ojos aquellas religiones que tenían una historia terrenal y justificar la propia carencia de la misma. Y, en conexión con este asunto, está sobradamente claro que Russell no creía que Dios tuviera en aquel tiempo (una ‗organización de un esclavo fiel y discreto con 1800 años‘) un canal terrestre de comunicación. El no lo encontró ni tal cosa lo encontró a él. El y sus compañeros no estuvieron asociados a ninguna organización y además desdeñaron, de hecho, a todas las demás organizaciones. Resueltamente rechazaban la idea de que hubiera una organización terrestre visible a partir del Pentecostés con la que hubiera que identificarse para poder servir a Dios. Hoy sin embargo, cien años después, los descendientes del movimiento de los Estudiantes de la Biblia de Russell argumentan, por el contrario, que se necesita pertenecer a una organización terrestre visible, nominal, [asociada con] la Sociedad Watch Tower Bible & Tract. Esa no era la posición en los comienzos. Al cambiar la situación, los testigos de Jehová cambiaron sus argumentos. Con la misma fuerza con la que en un tiempo argumentaron contra cualquier tipo de organización ahora argumentan a favor de la misma. 2 La Atalaya de Abril de 1882, páginas 71, 72. 3 Cuando se publicó el libro La Nueva Creación en 1909, continuaba el mismo punto de vista con respecto a organización. Decía, por ejemplo: "el ser miembro de la nueva creación no es ser miembro de alguna organización terrestre, sino estar unido al Señor como miembro de su cuerpo místico; como dijo el Apóstol: ‗si alguien está en Cristo, es una Nueva Creación...‘ 4 La expresión "Organización teocrática" se ha utilizado desde 1939, particularmente a partir de La Atalaya del 1 de Diciembre de ese año. Tal como su concepto de organización terrestre era muy diferente hace cien años del que lo es hoy, así también difiere la visión que tienen de Russell de la que hubo al principio. Salvo unas breves referencias a él de vez en cuando, Russell es un desconocido para la mayor parte de los Testigos del día moderno.
No se recomienda la lectura de sus escritos ni sus muchos libros se han vuelto a publicar por parte de la casa que él estableció y fundó con su propio dinero. Precisamente fue un hombre a quien todavía los Testigos de Jehová sostienen que Dios usó para reavivar las grandes enseñanzas de Jesús y sus apóstoles. ¿Por qué entonces no se consideran actualmente sus libros en las congregaciones de los Testigos de Jehová, ni tan siquiera desde un punto de vista histórico? Porque muchos, si no la mayoría de ellos, se considerarían heréticos. Que hay base para tal aseveración se puede ver por lo que sucedió mientras Russell aún vivía. Si echamos una mirada a las diversas citas presentadas anteriormente en este capítulo, parece difícil de creer que el hombre que fue el originador de ellos fue el mismo que en 1910 (cuando había sido reconocido internacionalmente por miles de personas como su "Pastor", cuando la revista La Atalaya, fundada por él, había alcanzado tres décadas de historia y, cuando sus escritos estaban circulando por miles de ejemplares en muchos países) dijo que la persona que leyera la Biblia por sí mismo, sin la ayuda de los Estudios de las Escrituras que él había escrito, "caería en la oscuridad al término de dos años", según la experiencia, en tanto que quien leyera los Estudios de las Escrituras sin necesidad de leer la Biblia por sí mismo, llegaría a "estar en la luz" al término de ese período de tiempo. Aunque una persona empleara "semanas y años" en el estudio personal de la Biblia sin utilizar los escritos de Russell, "aún así, existe el riesgo de que al esclarecer algo caiga completamente en el error. 5 Se hicieron declaraciones aclaratorias relacionadas con esas pretensiones. Sin embargo, queda el hecho del rechazo a la posibilidad del cristiano individual para entender la Palabra de Dios a través del estudio personal, haciendo recaer todo el énfasis en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower como el canal exclusivo de Dios para la luz y la verdad. Es difícil imaginar una actitud más inmodesta y sectaria, concebir una más lamentable desviación de los principios que arrogantemente habían sido invocados con anterioridad. No fue una actitud aislada, una expresión momentánea. El hecho de que fue resultado de un proceso de desarrollo se hace evidente por el material publicado en el año anterior, 1909, en La Atalaya. En el número del 1 de Octubre Russel, fundador y editor de la revista, el único "Pastor" reconocido por los Estudiantes de la Biblia, comentó el capítulo 24, versículo 45 de Mateo y sus referencias a "ese siervo" y sus "siervos asociados". Utilizando, tal como solía hacerlo, la expresión "nosotros", en lugar de "yo", reconoció que catorce años antes, el término "ese siervo" (referido al siervo fiel y prudente) había sido aplicado a él mismo por otro afiliado de la Watch Tower y que él no había intervenido en la discusión que llevó a esa aplicación. Pero dice que quien había sido el primero en aplicar ese significado decía que "al haber asignado tal posición, hemos perdido el derecho a ese puesto, perdido en cuanto que haya de tener un sucesor". El entonces presenta una discusión del asunto, pero lo hace indirectamente, mediante decir primero lo que dicen sus "amigos" y después lo que dicen sus "oponentes", limitando su propio comentario para finalizar. A sus amigos los presenta diciendo: Nuestros amigos insisten en que la Escritura indica que al fin de esta era del Evangelio el Señor no utilizaría muchos canales para esparcir la verdad, sino un solo canal, y que sería privilegio de otros, los fieles del Señor, ser "co-siervos" (colaboradores). Insisten en que los hechos conectados con este tiempo de cosecha apoyan esa interpretación. Ellos sostienen que todos recibieron su conocimiento de la verdad presente directamente de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, o indirectamente a través de quienes han recibido su iluminación a través de este canal. Ellos se sienten contentos en cooperar como "co-siervos" con el trabajo de la Sociedad, creyendo que de ese modo siguen los designios de la divina providencia así como las instrucciones de la Palabra divina. Creen que el obrar de otra manera es oponerse a la palabra divina, estorbar el trabajo de la cosecha y traer oprobio hacia sí mismos. 5 Ver copia de este material en el capítulo 2, página nn. Declaran que, a su juicio, no cabe otra interpretación de los hechos ante nosotros que la presentada en la promesa de nuestro Señor; que al tiempo apropiado al final de la era, en el tiempo de su presencia, traería desde el tesoro de la Gracia, cosas de Perspicacia y Verdad, "nuevas y viejas", y que escogería en ese tiempo un canal especial a través del cual estas bendiciones serían traídas a la atención de la casa de la fe, indicando también que se otorgaría un privilegio a otros que se unieran al servicio como "co-siervos". Ellos indican que al haber llegado a ser de este modo "co-siervos" han sido bendecidos y usados en la obra de la cosecha, mientras otros han caído en la "oscuridad exterior" del nominalismo en lo que respecta a la realidad de la "cosecha" y su servicio.
Hay que recordar que La Atalaya era la revista propia de Russell. El la inició, la controló, determinó su contenido como su editor único. 6 Esencialmente fue un instrumento para sus escritos. Antes de su muerte, en una "última voluntad y testamento" estableció que, al hacer donación de la revista a la Sociedad Watch
Tower Bible and Tract (una corporación que él también controlaba como, con diferencia, el principal accionista), había sido "con reconocimiento explícito de que yo mantendría el control completo sobre todos los intereses de las publicaciones mientras viva y que deberían ser manejadas de acuerdo a mis deseos después de mi muerte". 7 De modo que cuando habla de actitudes hacia la revista o la Sociedad, o aplica el término "canal" a la Sociedad o a la revista está haciendo referencia a sí mismo en el sentido personal más estricto. Todo el contexto del artículo lo confirma. El hecho de que únicamente él fue reconocido como "Pastor" refuerza esa interpretación. Con anterioridad él había hecho referencia a sí mismo como el "vocero de Dios" y el "agente" para la verdad revelada. 8 De modo que, cuando se refiere al "único canal" por el que las personas (sus "amigos") habían recibido la iluminación, claramente se estaba refiriendo a los escritos de Charles Taze Russell. Esto lo muestra también al decir que "otros tendrían el privilegio, los fieles del Señor, de ser ‗co-sirvientes‘ (colaboradores)" con el "único canal especial" escogido por el Señor. 9 Que eso es así se evidencia con claridad en continuadas declaraciones aparecidas en la revista La Atalaya en los años que siguieron a la muerte de Russell. Ofreciendo un cuadro radicalmente diferente del manifiestamente parcial que presenta la información actual de La Atalaya, el número del 1 de Marzo de 1923 cita a Russell diciendo que algunos hablaron de él como del "siervo fiel y prudente" y otros se refirieron a la Sociedad en calidad de tal. A continuación la revista añade: Ambas cosas eran ciertas; el hermano Russell fue de hecho la Sociedad en el sentido más estricto, en cuanto que dirigió la política y la orientación de la Sociedad sin tener en cuenta a ninguna otra persona en la tierra. De hecho, un número de la Atalaya de carácter biográfico publicado después de su muerte, ocurrida el 16 de Octubre de 1916, decía: Miles de lectores de los escritos del Pastor Russell creen que él cumplía los requisitos para ser "ese esclavo fiel y discreto", y que su gran labor estuvo proporcionando el alimento al debido tiempo a la casa de la fe. Su modestia y humildad le impidieron reclamar para sí ese título, pero en privado él estuvo muy de acuerdo con ese hecho. 10 De quienes clasificaba como "opositores" a que él fuera "ese siervo" utilizado como el conducto de Dios, la Atalaya del 1 de Octubre de 1909, Russell se refiere a ellos diciendo: 6 The Watch Tower del 1 de Diciembre de 1916, página 356 7 Esta voluntad y testamento se presentó íntegramente en el "Apéndice" de Crisis de Conciencia, páginas 408 a 412; en las páginas 59 a 61 de dicha publicación se expone el control total que ejerció sobre la Sociedad Watch Tower 8 The Watch Tower del 15 de Julio de 1906, página 229; ver Crisis de Conciencia, páginas 60, 61 9 Es digno de mención que cuando La Atalaya del 1 de Marzo de 1982 (página 25, párrafo 16) citó este artículo dejó completamente al margen a otros asociados de la Watch Tower como "co-siervos" junto a este "siervo" que es el "único canal". Eso permitió a la revista dar la falsa impresión de que el "esclavo fiel" se había entendido que aplicaba a la revista La Atalaya más bien que a Charles Taze Russell. Ese tipo de escritura solamente puede ser calificada de periodismo deshonesto. 10 The Watch Tower del 1 de Diciembre de 1916, página 356. Ver también en las páginas 60-65 de Crisis de Conciencia fotocopia de documentación sobre las alegaciones de la Sociedad en los años 1920s en cuanto a la condición de Russel como el "esclavo fiel y discreto" Nuestros opositores son a menudo mordaces y sarcásticos después de haber adoptado una posición antagónica. Ellos replican que debe entenderse que "ese siervo" se refiere a todos los miembros de la iglesia de Cristo y que la expresión de "sus co-siervos" carece de sentido, puesto que se refiere a la misma clase. Declaran que, aunque es verdad que recibieron su primera iluminación en cuanto al valor de la muerte de Cristo como "rescate por todos" y su primer conocimiento en cuanto a "los tiempos de la restauración de todas las cosas" así como su primera apreciación de la "llamada hacia arriba" y su primer entendimiento de la parousía, el tiempo de la siega de este mundo, su primer entendimiento del cumplimiento de las profecías relacionadas con este tiempo de la siega, su primer entendimiento de la naturaleza del hombre y la obra de redención, expiación y regeneración a través de las publicaciones de esta Sociedad, no obstante opinan que todo eso ha sido publicado con anterioridad por otros y están buscando los libros. Afirman además, que esa aplicación de las Escrituras con respecto a nosotros supondría que somos infalibles. Pero, replican los opositores, aunque no negamos el servicio rendido, si asumimos como correcta la aplicación de Mateo 24: 45, nos vemos obligados a aceptar lo demás, el contexto que dice
"Verdaderamente os digo lo pondrá sobre todo lo suyo". Ello supondría que los "co-siervos" y, en general, "la casa de la fe" no podrían obtener el alimento espiritual de ninguna otra fuente que
nofuera ese "siervo". Nos oponemos a esa enseñanza y a todo ese asunto desde ahora. Note que los que él llama "opositores" adoptaron entonces la misma posición que mantiene la Sociedad Watch Tower en la actualidad, literalmente, que "el esclavo fiel y discreto" debe entenderse que aplica a "todos los miembros de la iglesia de Cristo", no a una persona. Considerar a Russell como "ese siervo" y a los demás como sus "co-siervos" era, por tanto, "carente de sentido", ya que todos formaban parte de "ese siervo". Consideraron gravemente peligroso tener a cualquier fuente humana como el único conducto para obtener el entendimiento de la verdad. Para Russell, cuestionar la especial relación con el Señor relacionada con su posición de ser "ese siervo" y el conducto "elegido" suponía un antagonismo y expresar "mordacidad y sarcasmo". Todo eso tiene un sonido muy familiar. Veintitres años antes, en 1886, en su libro El Plan divino de las Edades (página 23), Russell había afirmado que una organización de tipo jerárquico tenía sus raíces en una "consideración indebida a enseñanzas de hombres falibles". Entonces salió a la luz, por degradación, una clase especial llamada "el clero", que se consideraban a sí mismos y eran considerados por otros, como los guías para la fe y las costumbres, aparte de la Palabra de Dios. De esta manera, con el tiempo se desarrolló el impresionante sistema del Papado por medio de una consideración indebida a doctrinas de hombres falibles y un descuido de la Palabra del Dios infalible. Realmente han sido graves los resultados que trajo consigo ese abandono de la verdad. Como todo el mundo sabe, tanto la iglesia como el mundo civilizado estuvieron casi completamente esclavizados por ese sistema y sumieron la adoración en las tradiciones y credos de los hombres. Ahora, sin embargo, cuando algunos no estaban expresando total respaldo a sus escritos en el sentido de constituirse en "el único canal especial" escogido por el Señor, él se esforzó por atribuir una enorme, incluso vital importancia, a esos escritos. De esta manera presenta lo que dicen sus amigos: Afirman que ellos mismos y sus antepasados por generaciones han estudiado la Biblia sin propósito alguno hasta que el Señor, al tiempo debido les envió "las Claves bíblicas" a través de la Sociedad. Declaran que ignorar ese arreglo para liderazgo del Señor y pasar por alto en el estudio de la Biblia al maestro enviado por el Señor sería deshonrar al Señor, quien lo envió, y rechazar la ayuda proporcionada por él. También que lo único que se podía esperar como resultado es una pérdida gradual de la luz, una pérdida del Espíritu santo, el Espíritu de la verdad, y posiblemente caer en la "oscuridad exterior" del mundo y de la iglesia nominal, de la que fueron rescatados por la verdad. Afirman que eso representaría tanto como que una cerda volviera a revolcarse en el fango o un perro a su propio vómito, tal como declara el Apóstol. Dicen que adoptar ese curso de vida significa para ellos una falta de aprecio por haber sido llamados de la oscuridad a esta luz maravillosa, una falta de aprecio a la "estrella de la mañana" prometida por el Señor como anticipo de la gloriosa aurora de la nueva dispensación. 2 Pedro 1: 19-21. Dicen además, que los volúmenes "Estudios de la Aurora Milenaria" son en sí mismos prácticamente la Biblia dispuesta en forma temática; y que es precisamente esa organización temática de la Biblia la que les ha llevado a su iluminación y gozo en el Espíritu santo. Añaden que las discusiones, las especulaciones y las conjeturas con respecto a cosas no reveladas en el Libro de Dios a menudo se las llama "Estudio bíblico" y que temen esas cosas y desean mantenerse junto al Señor y en el mensaje que creen les ha enviado, y que, por tanto, prefieren estudiar la Biblia a la luz y el arreglo de los "Estudios Bereanos" y los "Estudios de las Escrituras", así como buscar más luz en esa dirección, sin esperar revelaciones especiales en sí mismos o de otras fuentes. 11 Es de notar que pone en boca de los "amigos" que el estudio de la Biblia efectuado por ellos y por sus antepasados había resultado absolutamente inútil hasta que salieron las publicaciones de la Watch Tower. Evidentemente el Espíritu Santo de Dios o había estado inactivo o no había resultado eficiente en proporcionarles a ellos ni a sus antepasados la ayuda necesaria. Las oraciones hechas a Dios por entendimiento durante "generaciones" parece que no obtuvieron respuesta alguna debido a que no era el tiempo de proveer "su Canal". 12 Note también que después de declarar el papel crucial de la Sociedad, Russell pone en boca de sus "amigos" que el hecho de "ignorar ese arreglo para liderazgo del Señor y pasar por alto en el estudio de la Biblia al maestro enviado por el Señor sería deshonrar al Señor, quien lo envió, y rechazar la ayuda proporcionada por él", cayendo en una "pérdida gradual de la luz", pérdida del espíritu santo y finalmente ir a parar a la "oscuridad exterior". Todo eso de la pluma de quien anteriormente había afirmado que era "la consideración indebida a doctrinas de hombres falibles" lo que había conducido a la jerarquía y la esclavitud.
En la última parte del artículo, Russell deja a un lado el recurso literario "amigos versus oponentes" y se expresa directamente él mismo. De manera loable urge a evitar las disputas o menciones personales. Recalca la importancia de la "mansedumbre" y la "humildad". Al mismo tiempo, en el artículo, él mismo
describe a quienes creen antibíblico considerarle a él y a su revista como el único Canal de Dios como "compañeros desleales", "astutos", poseedores de un espíritu "contencioso", que parecen "imbuidos de rabia, de hidrofobia satánica". A cualquiera que no siga afiliado a su Sociedad Watch Tower se le considera rechazado. Mientras afirma que no se debería ser descortés con personas que han estado "ciegas", llega a considerar a esos disidentes como personas que "en esta hora de prueba están siendo derribados por las flechas del adversario, ya que, desde el punto de vista del Señor, no son considerados merecedores de la ayuda necesaria". Claramente, en su apreciación, para poder estar entre los "mansos, humildes y sin tacha", se requiere aceptar que Cristo ha escogido un único "siervo", un "Canal especial", y una sumisa receptividad a los escritos de dicho "siervo" como de incuestionable autoridad sobre cualquier otra fuente de conocimiento en lo que se refiere a la Palabra de Dios. Leyendo el artículo, no pude por menos que asombrarme de que un razonamiento tan increiblemente retorcido pueda ser concebido por una mente humana, prescindiendo de la orientación religiosa que pueda contener. ¿Cómo puede una persona escribir en términos tan extremadamente elogiosos de sí mismo y sus escritos, atribuir tan enorme, crucial y vital importancia a dichos escritos, reclamando ser un agente especial de Dios, único, nunca visto, que jamás se repetirá y a continuación imputar falta de mansedumbre y humildad así como actitud no receptiva hacia la enseñanza a quienes cuestionan eso? Lo consideré como una perturbación mental, algo debido a una actitud egocéntrica que produjo por doquier una atmósfera de importancia personal y desarrollo de poder. Nadie está inmune por naturaleza a eso. Nuestra protección procede de un reconocimiento franco y constante de liderazgo reservado exclusivamente a Jesucristo, de recordar que, si tenemos una relación personal con Dios, de la misma manera lo hace cada persona que comparte una fe común, y de un respeto profundo hacia el hecho de que, en primer lugar, Dios nos considera a todos iguales. 11 Tres meses después, en Diciembre de 1909, en la página 371 de The Watch Tower, advirtió a sus lectores que se estaba llevando a cabo una prueba y que el "astuto adversario" intentaba "predisponerlos contra el auténtico instrumento proporcionado por Dios para mantener los ‗pies‘ (extremidades del cuerpo) de Cristo en estos días malos". Eso se estaba llevando a cabo por medio de unos líderes que intentaban suplantar las publicaciones de la Watch Tower por la Biblia y Russell establece que, al obrar así, se estaban esforzando por "interponerse entre el pueblo de Dios y la luz provista divinamente en su Palabra". 12 Compare con Juan 14: 26; 1 Juan 2: 27; 5:20. Compare toda la historia anterior y las expresiones con las declaraciones de Ignacio, Cipriano y otros líderes de los primeros siglos en su empeño por lograr un mayor apego y lealtad al epíscopo como maestro seleccionado por Dios en materia religiosa, su equiparación de cualquier falta de sumisión y receptividad a una ‗deshonra del Señor‘ y sus advertencias de horrendas consecuencias a quien cuestionara la posición privilegiada que implicaba una selección del Señor. En palabras de Lightfoot, el obispo venía a ser el "indispensable conducto para la divina gracia". En nuestro caso, tenemos a un hombre que a sí mismo se presenta como el "único canal especial" de Dios para obtener entendimiento del mensaje y la dirección de Dios. El paralelismo es patente. El modelo de los primeros siglos de encumbrar la importancia de los humanos y, en consecuencia, la autoridad humana, estaba emergiendo una vez más. A menudo recibe renovados y poderosos ímpetus. Se intensifica el proceso de centralización Con la muerte de Russell en 1916, vino un período de incertidumbre. Por entonces el desplome total de su complejo sistema de desarrollo profético (que tenía su punto de arranque en 1874 y su final en 1914) trajo consigo cuestiones de desacuerdo y produjo un aluvión de preguntas. 13 El sucesor de Russell, J. F. Rutherford, tuvo que enfrentarse a eso. Cualquier veneración que Rutherford sintiera hacia los elevados principios que los primeros números de La Atalaya había proclamado eran puestos a prueba. El libro Crisis de Conciencia ha documentado la manera que eligió para poner orden en las filas. Allí se incluía su defensa estridente, dogmática de las enseñanzas tradicionales de la Watch Tower, las insinuaciones de intimidación para derribar a cualquiera que cuestionara la total validez de las profecías relacionadas con el tiempo hechas en el pasado, así como las que se estaban desarrollando entonces, la profusión de expresiones como "indisputable", "certeza probada", "más allá de toda duda", "corroboradas como de orígen divino", "demasiado sublimes para que sean casuales o resultado de invención humana", afirmaciones hechas sobre cálculos cronológicos, absolutamente descartados en la actualidad. 14 Como lo demuestra la gran cantidad de personas que abandonaron durante la primera parte de los años 1920s, el éxito de tales métodos fue limitado.
Rutherford incrementó el estado de turbulencia de la época debido a su gran interés y determinación en cuanto a, como presidente de la Sociedad Watch Tower, ejercer el mismo grado de autoridad mantenido
por Russell. La diferencia estaba en que él no era el fundador de la Sociedad ni el accionista abrumadoramente mayoritario, como lo había sido Russell. Se desarrolló una lucha de poder entre los directores. Al producirse la dimisión de cuatro miembros del cuerpo de directores en desacuerdo con el deseo de él de asumir el entero control y, posteriormente, con la disolución de la junta de editores que Russell había establecido, Rutherford eliminó toda oposición y pudo ejercer su autoridad monárquica en las oficinas centrales de la Sociedad. Al tiempo que obtuvo el control completo sobre la Sociedad y lo que ésta publicaba, su autoridad no fue más allá de eso. En la presidencia de Charles Taze Russell la corporación, Zion‘s Watch Tower Tract Society, se consideraba como un simple instrumento para la publicación del mensaje. Ni la corporación ni sus oficiales ejercieron autoridad administrativa sobre las congregaciones o "ecclesias" que desarrolló. Cualquier control existente era principal y esencialmente persuasivo. Ahora , sin embargo, las formas persuasivas se consideraban demasiado débiles para manejar la situación. Fueron reemplazadas por métodos firmemente coercitivos. Reproduciendo la situación que se produjo en los primeros siglos, la concentración de la autoridad y el control, constituyeron el recurso utilizado para imponer y mantener la unidad. 13 Ver Crisis de Conciencia páginas 160 a 190 14 Ver Crisis de Conciencia, páginas 199 a 220. En 1919, tal como relata el libro Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, dos años después de que el Juez Rutherford asumiera la presidencia, se les pidió a las congregaciones que "se registraran como organizaciones de servicio de la Sociedad", en el buen entendimiento de que a partir de ahí las oficinas de Brooklyn nombrarían a un hermano en la congregación para servir como representante de la Sociedad, llamado el "director". Dicho libro añade además (página 97): Esto significó que por primera vez se estaba quitando la autoridad de las congregaciones en que había control democrático bajo sus "ancianos electivos", y la dirección habría de residir ahora , específicamente, bajo la superintendencia internacional de la Sociedad. Es cierto que esto estaba limitado, pero la organización teocrática visible tuvo su principio con este arreglo. Se había introducido el sutil elemento del cambiazo. Muy pronto, pues, Rutherford comenzó a distanciarse de la posición de la Sociedad Watch Tower en los años anteriores. Comenzó a trabajar en la auténtica cuestión que Russell había desacreditado como producto de "pensamiento carnal": el desarrollo de ‗una organización visible centralizada, agresiva, estrechamente unida‘. Un año después de dar el primer paso (que acabo de describir), vino el siguiente. La propia historia de la Sociedad dice: En 1920 se hizo sentir más la responsabilidad que encierra la predicación al requerirse que cada persona de la congregación que participara en la obra de testimonio rindiera un informe semanal. 15 De esa forma se introdujo en la mente de todos los asociados la sumisión al control desde las oficinas centrales de Brooklyn. Se rinde cuentas a un superior o al menos a alguien hacia quien se tiene alguna obligación. En el siglo primero las buenas nuevas fueron proclamadas por todo el imperio Romano y fueron aceptadas por miles de personas. El apóstol Pablo, que llevó las buenas nuevas a muchas naciones, jamás atribuyó el esparcimiento del mensaje a una organización humana. Por el contrario, reconoció que "‘ni el que planta, ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento‘ 16. De manera similar el primer presidente de la Watch Tower, Russell, había dicho que era una manera de pensar carnal creer que una organización humana visible fuera esencial "para llevar a cabo algo". En contraste con eso, durante la presidencia de Rutherford, el enfoque sobre la organización vino a ser casi una obsesión. En 1922 La Atalaya dijo: La eficiencia con la que el Testigo debe concienciarse de la necesidad depende mucho de los esfuerzos organizados que se hagan en el campo. 17 Seis décadas más tarde La Atalaya del 1 de Junio de 1986 (página 25) se hace eco de eso al decir lo siguiente sobre el trabajo efectuado por los Testigos de Jehová durante 1985: Esta obra nunca se podría realizar sin una organización... Lo lograron debido a que estaban organizados en casi 50.000 congregaciones, todas bajo la dirección visible de un solo Cuerpo Gobernante.
El poder del Espíritu santo de Dios parece ampliamente olvidado, sustituido por una ‗eficiente organización‘ (y sus dirigentes), sin la cual habría resultado imposible el éxito. Evidentemente los cristianos del siglo primero fueron excepción al llevar a cabo ‗lo imposible‘, efectuar una testificación a través del Imperio Romano sin una organización semejante. En ninguna parte de las Escrituras se acredita la eficiencia organizacional relacionándola con el esparcimiento del mensaje y su aceptación por miles de personas. Como se ha considerado en los capítulos 6 y 7 de este libro, el factor a tener en cuenta en todos
los relatos es la gran espontaneidad, la informalidad manifiesta, la ausencia total de un alto grado de programación o actividad fuertemente supervisada. 15 Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, página 98. 16 1 Corintios 3: 5-7. 17 La Atalaya del 15 de Diciembre de 1922, página 389. La Teocracia – Gobierno de Dios de Arriba hacia abajo. Durante la siguiente década, Rutherford continuó reforzando la posición de la Sociedad (y en consecuencia la suya propia como presidente de la misma). En 1931 escogió personalmente el nombre "Testigos de Jehová" para la organización. En 1932 suprimió los cuerpos de ancianos (que eran elegidos por las congregaciones), señalando que tal arreglo "no estaba de acuerdo a los principios del gran Teócrata, que gobierna su santuario de arriba hacia abajo". Ahora las congregaciones habían de nombrar a un Director de Servicio para que fuera "confirmado por el ejecutivo o gerente de la Sociedad". 18 . A continuación, en 1938, todas las congregaciones alrededor del mundo fueron invitadas a adoptar un acuerdo autorizando a las oficinas centrales de Brooklyn a nombrar a cada uno y a todos los que habrían de servir como responsables en las congregaciones. Con esta medida todo, a partir de ahora, era considerado completamente "Teocrático", "gobernado por Dios". Se había llevado a cabo la concentración de la autoridad. Ahora Dios gobernaba de "arriba hacia abajo" (y en la parte baja todo venía de las oficinas centrales de Brooklyn). Lo que los líderes religiosos del pasado les llevó dos siglos en conseguir, la organización Watch Tower lo hizo en prácticamente medio siglo. Como en los primeros siglos de la Cristiandad, una cantidad de condiciones perturbadoras y la tensión resultante de una necesidad de "unidad" y "orden" aportaron la justificación para tal concentración de autoridad y de subordinación individual a la misma. Repetidamente, todos fueron impulsados a someterse al "orden Teocrático", lo que significaba aceptar lo que venía de las oficinas centrales como procedente de Dios. La decisión del presidente de eliminar los cuerpos de ancianos y establecer el "orden Teocrático" fueron presentados más tarde como el cumplimiento de la profecía de Daniel en cuanto a la ‗limpieza del santuario‘ después de 2.300 días. Así mismo las nuevas interpretaciones y enseñanzas que desarrolló la organización fueron consideradas como "destellos de luz" procedentes del templo de Dios como se describen en el libro de Revelación. 19 Considerados "la clase del Santuario", se presentaron a sí mismos como ‗sentados en el Templo de Dios‘. En vista de todos estos factores, parece evidente que las características del "hombre de desafuero" estaban apareciendo en esta relativamente nueva organización religiosa tal como había sucedido en otras religiones, grandes y pequeñas. Un factor imprescindible para la Vida Los primeros números de La Atalaya habían reconocido que quienes apoyaban esta revista no eran los únicos Cristianos en la tierra, ellos no habían sido inscritos en alguna organización humana con sus propios límites bien delimitados. La salvación humana no estaba supeditada a formar parte de una organización sino a la fe. En contraste con eso, los años que siguieron a la presidencia de Rutherford fueron testigos de un énfasis cada vez mayor hacia una "organización" visible y la importancia de ésta. El mundo entero fue entonces dividido en dos bandos, bajo dos grandes organizaciones principales. El libro Enemigos, publicado en 1937 (el primer libro que utilicé para estudio personal) establece (página 69): Existen dos grandes organizaciones: la organización del Dios Todopoderoso, la cual es justa, pura y verdadera, y la organización de Satanás, el dios mímico, la cual es impía, inicua y del todo falsa. La gente se halla sujeta a una u otra de estas dos organizaciones. No era tanto la propia concepción, sino la aplicación de esa visión la que ejerció un efecto coercitivo en todos los miembros en las congregaciones. Se fomentó la actitud de que la única manera de estar bajo la dirección de Dios estaba en someterse a la instrucción procedente de la organización visible (con sede central en Brooklyn), y todo lo que estuviera fuera de los confines de dicha organización pertenecía a la organización de Satanás. Así se sentían los Testigos de Jehová y así me sentí yo mismo. 18 Los Testigos de Jehová en el Propósito divino, página 129. 19 Daniel 8:14; Revelación 4:5; 11: 19; ver también Los Testigos de Jehová en el Propósito Divino, página 129; "Hágase tu voluntad en la Tierra", páginas 227-233; Luz I (1930), páginas 104, 227-229.
Quienes estuvieran fuera de la organización, sin importar la evidencia de su fe ni su esperanza y vida Cristianas, estaban condenados como resistidores de la palabra de Dios mismo, a menos que aceptaran los puntos de vista avanzados por la organización referidos a la "presencia invisible" de Cristo en 1914 y otras enseñanzas y afirmaciones ligadas a esa fecha. No hacer eso los calificaba de insubordinados a Dios 20. En una serie de siete asambleas de los Testigos, desde 1922 a 1928 las resoluciones tomadas fueron catalogadas como el cumplimiento divino de las ‗siete trompetas‘ de los capítulos ocho y nueve de
Revelación. Contenían repetidas condenas a la "Liga de las Naciones", los "grandes negocios", los líderes religiosos y cosas parecidas. Pero lo que pudo catalogarse como "el hilo conductor" en todas ellas era la cuestión de aceptar las afirmaciones ligadas a 1914. 21 Afirmaciones contenidas en el folleto Separando a la gente (Páginas 61-63) en 1933 tipifican la manera de considerar a los no Testigos: En el lugar secreto del Altísimo han sido reveladas a los que aman a Jehová ciertas verdades importantes que se han de proclamar a las naciones. (Mateo 10:27). Entre ellas están: Que Jehová es el Dios verdadero; Que Cristo Jesús es su Rey nombrado, a quien corresponde gobernar la tierra con rectitud; que en 1914 tomó su posesión y su primera acción fue echar a Satanás del cielo; que en 1918 vino a recoger a los fieles en una compacta compañía y les dio a conocer que Satanás había edificado una poderosa organización en la tierra con la religión, la política y el comercio; que en breve se desencadenará la batalla de Armagedón; que, sabiendo que le queda poco tiempo, Satanás trae mayores cargas sobre la gente; que a fin de vindicar su Santo Nombre y salvar a la gente, la batalla de Armagedón dará como resultado la completa destrucción de la organización de Satanás, incluyendo a todas las naciones de la tierra; que la gente debe ser informada y que esa información o testimonio se llevará a cabo en medio de gran oposición, pero se llevará a término; y que esa notificación no es una amenaza, sino una solemne advertencia que pueden aceptar o rechazar quienes la reciban, tomarla o dejarla. Quienes se pongan del lado de Satanás y se opongan a la verdad de Jehová, morirán; quienes sirvan a Jehová vivirán para siempre y obedecerán y honrarán su santo nombre. El aceptar las enseñanzas, entre las que sobresalían las relacionadas con 1914, significaba lógicamente el aceptar a la organización que hablaba en nombre de Dios, la organización Watch Tower de Brooklyn, y la sumisión a su "orden teocrático". Para apreciar esa realidad, había de mantenerse en la mente del testigo esa visión del mundo, a saber, que únicamente había dos bandos, y que toda la gente en la tierra estaba dividida en dos organizaciones: la de Satanás y la de Dios. Sólo había una manera de escapar a la destrucción, separarse de la organización de Satanás (compuesta por el 99,99% de la población de la tierra) y alinearse con la organización de Dios (formada por unos 100.000 testigos de Jehová, aproximadamente, el 0,006% de la gente). La única posibilidad de elección era "tomarlo o dejarlo". La advertencia era que si se dejaba, sobrevendría la muerte. Aunque, escrito el año siguiente a la muerte de Rutherford, un artículo con el título "Requisitos de rectitud", publicado en The Watchtower del 1 de Julio de 1943, páginas 204-206, ilustra la actitud de sumisión total a la organización que había sido inculcada en los testigos de Jehová durante su presidencia. Muestra cómo una organización puede abierta y descaradamente exigir de la gente que ponga al mismo nivel lo que ella dice que lo que ha dicho Dios. Considere esta cita de ese artículo: Cada organización requiere instrucciones específicas para todos aquellos que en ella sirven. En el pasado el Señor suministró sus "instrucciones de organización" a sus siervos a través de su agencia central o canal. Cada uno aceptó con gozo su parte y cumplió con ella fielmente. Ahora, dice el apóstol, Jehová nos ha hablado a través de su Hijo. (Hebreos 1: 1, 2). El Hijo se ha hecho Rey; ha venido a su templo. Ha nombrado a su "esclavo fiel y discreto", que es su vocero visible, y dice a quienes tienen el privilegio de representarle en la tierra, "este evangelio del reino se predicará en todo el mundo para testificación a todas las naciones". (Mateo 24: 14). 20 "Luz" I, páginas 121 y 123. 21 "Luz" I, páginas 108, 110, 118, 122-125, 139, 140; 217, 218; ver también "Entonces queda terminado el Misterio de Dios" (1971), páginas 227-270. Esas expresiones de la voluntad de Dios por su Rey y a través de su agencia establecida constituyen su ley o norma de actuación para el "esclavo fiel y discreto" y para sus asociados que morarán para siempre en la tierra en el Nuevo Mundo. El Señor inhabilita instrucciones de nuestra organización y las hace más prácticas por medio de instrucción posterior a través del "esclavo fiel y discreto". Este dice: ‗asignemos el campo, el mundo, a precursores especiales, precursores regulares y compañías de testigos de
Jehová de forma ordenada, suficiente para que cada uno testifique cabalmente, permítasenos colocar en cada uno la responsabilidad de cuidar por los intereses del Nuevo Mundo en sus respectivas asignaciones‘. Dice: los requisitos para los precursores especiales serán 175 horas y 50 revisitas al mes, que habrían de llevarse a cabo con un número razonable de estudios bíblicos; para los precursores regulares 150 horas y tantas revisitas y estudios bíblicos como puedan llevarse a cabo razonablemente en ese tiempo. Y a los publicadores dice: ‗permítasenos establecer una meta de 60 horas y 12 revisitas y al menos un estudio bíblico semanal para cada publicador‘. Estas directrices nos vienen dadas por el Señor a través de su agencia establecida que dirige lo que se requiere de nosotros; para quienes de verdad aman al Señor y son
guiados por su consejo, eso constituye un requisito de servicio razonable. Esa expresión de la voluntad del Señor debería cerrar toda controversia. Estos requisitos se han establecido para vuestro bien; para que estéis capacitados para probar vuestra integridad y engrandecer el nombre del Señor. Estas directrices procedentes del Señor nos atañen individual y colectivamente dentro de las unidades que llamamos "compañías". Casi todo el que está consagrado al Señor reconoce que una compañía requiere organización a fin de que funcione como es debido. Pero no todos entre los mismos hermanos aprecian el hecho de que, como individuos, necesitan de una organización para llevar a cabo sus responsabilidades como en el caso de una compañía. Para ilustrarlo: todos reconocen que cada compañía ha de tener asignado un territorio específico en el que testificar, pero no todos dentro de esa compañía reconocen que deben tener su asignación personal de territorio en el que efectuar la testificación, pero no todos advierten que cada uno debe tener su propio territorio asignado en el que llevar a cabo la testificación. Es absurdo que un publicador llegue a la conclusión de que puede servir al Señor de una manera apropiada sin esa asignación personal, tal como sería el caso si una compañía decidiera que puede funcionar de manera aceptable al Señor sin una asignación de territorio. Una compañía necesita una asignación de territorio y trabajar en el mismo de casa en casa, haciendo revisitas, conduciendo estudios bíblicos y, en general ayudar a la gente de buena voluntad. Han de continuar todas las modalidades de su trabajo con las revistas en esa asignación. Lógicamente se ciñen a su ciudad y al territorio adyacente que puedan abarcar de manera apropiada. Sería la mayor necedad para ellos dejar su propia ciudad e ir a otra que está a veinte millas de distancia e intentar testificar en ella de manera habitual. Toda persona inteligente entiende que eso no sólo sería una insensatez, sino una manifiesta infidelidad hacia el Señor. Lo mismo aplica a un publicador que rehúsa la responsabilidad de aceptar una asignación personal de territorio lo más cerca posible de su propia casa. Cuanto más lejos de su casa esté su asignación menos tiempo le dedicará y tendrá mayor dificultad para dar la atención debida al territorio. En consecuencia, es una medida de infidelidad al Señor el perder de esa manera el tiempo y las energías que a él pertenecen. Ha llegado el tiempo en el que cada uno debe llevar su propia carga delante del Señor. Con las provisiones que nos ha hecho el Señor al proporcionarnos nuevos libros, folletos con instrucciones completas para conducir un estudio, etc., no hay excusa absolutamente para nadie, hombre o mujer, para alegar que no está capacitado para aceptar una asignación personal de territorio y asumir por completo su responsabilidad para con el mismo. Quienes de verdad aman al Señor y son luchadores por el Nuevo Mundo no intentarán excusarse en este o cualquier otro asunto, sino escuchar la Palabra del Señor al decir: Permítasenos hacer así y tener siempre en mente que en el nos está incluido el Señor, quien estará con vosotros en toda tarea. Mateo 18: 20. El Señor nos dice mediante su "esclavo fiel y discreto": "abarquemos nuestro territorio cuatro veces en seis meses". Eso se convierte en instrucciones de nuestra organización y tiene la misma fuerza de obligación sobre nosotros que tenía el mandato del Logos al decir: "hagamos al hombre a nuestra imagen". Es nuestro deber aceptar esta instrucción adicional y obedecerla. Pero alguien puede decir: "el caso es diferente". En el caso del Logos, él pudo llevar a cabo lo que Jehová le encomendó; pero el abarcar cuatro veces el territorio durante seis meses está fuera de lo razonable. Jamás lo hemos podido abarcar más de una o, como mucho, dos veces en ese período. Es imposible hacerlo." Todos hemos oído antes esa argumentación. Y si fuera cierto, parecería inadecuado y supondría que el Señor nos está pidiendo hacer algo que es imposible. Los niños de Israel caminaron siete veces alrededor de Jericó el último día. El territorio que actualmente se cubre una o dos veces en seis meses podría cubrirse facilmente cuatro o seis veces en ese mismo período si cada uno tomara seriamente sus responsabilidades del Reino. Eso no es mera teoría, sino hechos basados en cifras obtenidas de un número de compañías en los pasados seis meses. Hacer eso puede significar obtener tiempo y esfuerzo que ahora se dedica a los intereses del "viejo mundo" y dedicarlo a los intereses del Nuevo Mundo, que son los de Dios y permanecerán para siempre. Las palabras del apóstol Pedro apuntan en ese sentido: "Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa! (2 Pedro 3:11.). Antes de un progreso real que deba hacerse en el incremento de nuestra actividad, cada uno debe darse cuenta de que estas llamadas a la acción provienen del Señor y les afecta completamente. El nuevo Gobierno del Mundo tiene 29 años. Por consiguiente debería ser expuesto a consideración de las personas en todo tiempo mediante llamadas a sus casas y hablarles en cuanto a eso, haciendo revisitas y conduciendo estudios bíblicos con ellos, trabajando territorio de negocios y llamándoles en sus oficinas.
Se les ha de testificar en la calle con nuestras revistas, presentando el mensaje del Nuevo Mundo. No importa a donde vaya, la gente ha de tener siempre ante sí la evidencia de que el Gobierno del Nuevo Mundo ha empezado a funcionar. Yo tenía solamente 21 años cuando apareció esa información. Aún así, al revisar ahora ese material, me pregunto cómo yo y la inmensa mayoría de los testigos de Jehová pudo leer aseveraciones tan arrogantes y no sentir repulsa o, cuando menos, pensar seriamente en cuanto a la actitud desarrollada en nosotros. Al menos una persona lo hizo. El volumen de los números de 1943 de la Atalaya que tengo a disposición perteneció a un hombre que comenzó a asociarse con la organización en 1910 y continuó esa asociación por setenta años hasta 1981. Mirando el artículo antes mencionado encontré un papelito que había colocado sobre el mismo. Es el que se reproduce: Cuotas 60 horas