Siempre buscamos justificar nuestro comportamiento.Eso está en tu mente.
Eva dijo: “la serpiente me engañó”.
Lo ves?
El engaño no formaba parte del paraíso.
Lo introdujo la serpiente.
El ser humano tuvo culpa, si, pero en parte.
La serpiente no controlaba la voluntad de Adán.
Hasta ahí fue un asunto de palabras.
La mentira contra la verdad.
Dios les había dicho algo y la serpiente les dijo otra cosa.
Ellos decidieron creerle a la serpiente.
No fueron "inducidos" por Dios ni por el diablo.
Satanás aún no tenía poder alguno sobre ellos.
Todo era a nivel confesión.
La palabra de verdad contra la palabra de mentira.
Ellos eran completamente vírgenes en cuanto al mal y el mal todavía era algo externo a ellos.
La desobediencia de ellos no puede ser exculpada de manera alguna.
Sería injusto el castigo de Dios si ellos no hubieran tenido en ellos mismos la capacidad absoluta de cumplir con el mandamiento dado.