Dios hizo aún al impío para el día de la calamidad. Ni una hoja cae al suelo sin Su consentimiento. Todo lo que sucede es obra Suya.
Lo que leo es esto:
Ecl 7:29 He aquí, solamente esto he hallado:
que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.
En la criatura hay concupiscencia, pero también hay libre albedrío, o sea, la capacidad de elegir entre, mantenerse recto o elegir la perversión.
No somos robots, no estamos programados.
El hombre puede enderezar su camino, entre tanto quiera hacerlo.
Conozco muchos que eran impíos y al conocer a Cristo, dejaron de practicar el pecado y fueron transformados en herramientas útiles para la gloria de Cristo, como por ejemplo éstos:
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:11
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
El impío permanece impío porque quiere, y no tiene ningún interés en cambiar.
Pero no nació así, Dios lo hizo recto, fue en el transcurso de su vida que aprendió a hacer lo malo y le agradó vivir de espaldas al Creador.
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