hola a todos
16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,
3 y él se enseñoreará de ti.
Es decir, todo es por la trasgresión que cometió Eva y después Adan, en el paraíso?
porque antes no era así, si no que eran iguales ante los ojos de Dios
con los mismos derechos y privilegios ,cierto?
saludos
No señor, no es así, le invito a leer:
Gén 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase.
Gén 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
Gén 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal
no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Esta responsabilidad dada a Adán, de labrar el huerto, vigilarlo, y abstenerse del fruto de este árbol, lo fue, antes de formar a la mujer como su ayuda idónea, veamos unos versículos más adelante:
Gén 2:18 Y dijo Jehová Dios:
No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Adán tuvo que compartir a la mujer la prohibición de comer del árbol que les ocasionaría la muerte, no física, porque ambos continuaron viviendo, sino espiritual, la comunión con Cristo se rompió.
¿Y por que se rompió?
Porque, la criatura, sea ángel o humano, posee una inclinación a elegir entre el bien y el mal, que cuando esta inclinación es fortalecida por la codicia o la ira, o la envidia, o la soberbia, terminamos alejándonos de Dios.
Así paso en el cielo con el Querubín Protector en la primera rebelión angelical que registra la biblia en Ezequiel 28 e Isaías 14.
Nos llama la atención este pensamiento diabólico:
Isa 14:14 sobre las alturas de las nubes subiré,
y seré semejante al Altísimo.
Bueno, es la misma rebelión que es inoculada en el corazón de la inocente Eva, por la serpiente, hasta lograr engañarla, leemos:
Gén_3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos,
y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Eva, debió haber contestado a la serpiente:
-"Hay que hablar con mi esposo Adán, la administración de ese árbol está bajo su autoridad".
No lo hizo.
Ella, engañada, echó adelante, haciendo a un lado la prerrogativa que Dios le había concedido a su esposo como responsable de la administración del Huerto.
Así, que desde el principio, Eva está sujeta al esposo, otra cosa es su emancipación.
Esta liberación femenina, como hemos leído, es orquestada por el diablo.