La mujer es gloria del varón
Lo que ella dice no es la mujer, sino palabras que el Espíritu de Dios ha puesto en ella
Y las palabras que pronuncia son para gloria de Dios
Forista Jorge Enrique, miembro activo del catolicismo romano en el foro:
El estudio de la biblia requiere trabajo, esfuerzo, porque luego de leerla, con la ayuda del Espíritu Santo procurar entender el significado de lo que estamos leyendo y así captar la doctrina que esa palabra está enseñando, y la razón por qué Dios está enseñando el silencio de la mujer en su Iglesia.
El labrador para disfrutar de sus frutos, debe trabajar primero.
No se trata de qué a mí se me ocurra inventarme la justificación de un pecado de desobediencia, contra el orden de la Creación y los roles que Dios ha establecido para el hombre y la mujer, y suponer esto que usted trae al tema:
Lo que ella dice no es la mujer, sino palabras que el Espíritu de Dios ha puesto en ella
Y las palabras que pronuncia son para gloria de Dios
Podrá cantar hasta misa, pero el precepto es claro y no se presta para discusiones o cuestionamientos generados por el pecado de la desobediencia, que siempre busca reunirse no alrededor de Cristo y su Palabra (Mt.18:20), no conforme a lo que está escrito, sino, que violando el silencio de la mujer establecido por Dios en una reunión de asamblea, busquemos echar mano del argumento de que es el "espíritu de Dios" el que está hablando por medio de ella, y que tal desobediencia, glorifica a Cristo.
No amigo Jorge enrique, su interpretación privada, busca lo siguiente:
1. Justificar el enseñar de la mujer en una reunión como Iglesia.
2. Ir en dirección contraria a la doctrina apostólica, y por consiguiente, Cristo no puede estar presente en las reuniones de ustedes.
Mucho menos cuando vuestros templos están llenos de dioses extraños.
Y respecto a su defensa del hablar y enseñar de la mujer públicamente en la Iglesia, mediante la suposición de son "palabras que el espíritu de dios ha puesto en ella", ese truco ya lo conocemos, veamos:
Sí, claro, ustedes hacen a un lado el precepto bíblico del silencio de la mujer (1Cor.14:34; 1Tim.2:11-15), para contravenir la palabra de Dios.
Es el mismo argumento para fomentar la idolatría en vuestros templos idolátricos.
El cuento de qué cuando un católico romanista se arrodilla delante de un pedazo de yeso con figura humana, lo está haciendo a la figura que representa, ese cuento, no lo va aceptar Cristo en el día del juicio para la gran ramera y sus afiliados.
Además, agarran la foto de un ser querido que ha partido, y delante de él, le dan besitos, para enseñar que cuando bese la imagen de la reina del cielo, porque la visten como una reina, le ponen corona y la presentan sosteniendo un niño ofreciendo escapularios, no es a la imagen, sino a la misma virgen María que están enalteciendo.
Lo invito a estudiar con seriedad la Palabra del Señor, en sus debidos contextos, para que así crezca en la gracia y conocimiento de Cristo y no piense que 1Cor.14:34 y 1 1Tim.2:11 al 15, fue un capricho del apóstol Pablo y no palabra inspirada, porque tal valoración, es la que genera el insulto al apóstol al calificarlo como un misógino.