REFLEXIÓN DE NATANAEL
Hoy en día, tomando prestada la frase de nuestro hermano Ricardo en el anterior mensaje:
Que el origen de esa iglesia haya sido de "hermanos libres" no tengo por qué dudarlo. De cuán abiertas sean ahora las puertas y lo que por allí haya entrado tampoco quisiera imaginarlo.
Y observando el modelo bíblico de la Iglesia dada por Cristo, y consignado en las cartas epistolares, por esas puertas abiertas del mundo denominacional, ha entrado un sin fin de prácticas y enseñanzas, que han alejado al creyente de Cristo, y lo han involucrado en un sistema religioso donde honran al hombre, lo enriquecen, lo obedecen, y deshonran a Cristo.
Ese es el mundo denominacional.
Cristo no garantiza su Presencia en tales lugares (Mt.18:20).
Por tal motivo, es tan importante considerar la respuesta bíblica a preguntas tales como:
¿Por qué en el modelo apostólico, la mujer debe guardar silencio?
¿Por qué debe llevar una cubierta sobre su cabeza, como señal de autoridad por causa de los ángeles?
Es la misma biblia la que explica estos interrogantes y no la sabiduría del hombre.
Porque al hombre natural, le es más fácil, encasillar el silencio y la cubierta, en los parámetros de su propio razonamiento, ubicando estas prácticas, como formando parte del contexto cultural de la época de Pablo, y listo.
De un solo plumazo, el orden de la creación, la gloria del varón, la atribución por parte de Eva de una responsabilidad que le correspondía a su marido, y el querer ser más sabia que Dios, todo esto queda eliminado.
Entonces surge el hombre en el escenario de la cristiandad, ostentando su propia iglesia, con sus propia sabiduría, y con su innata soberbia.
Todo a expensas del criado ajeno.
Nosotros no somos esclavos de los hombres, tenemos un solo Amo y Señor, que a costa de su propia sangre derramada en el Altar de la Cruz, puso el fundamento de su Iglesia y escrito está:
1Co 3:11
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.