¿Y quién está hablando de edificios? Yo estoy hablando de una asamblea de creyentes que tiene que congregarse en alguna parte, como por ejemplo, en algún edificio. La asamblea de la que estoy hablando es la de Cristo junto con Pedro y los apóstoles.
El catolicismo romano, al que perteneces, al cual has depositado toda tu confianza en el destino eterno de tu alma irredenta, no lo presentes fraudulentamente, como si fuese la reunión a la que Cristo llama "mi Iglesia".
¿A quién pretendes engañar espíritu inmundo?
¿Al forista Eddy González?
1. En primer lugar, la Iglesia de Cristo no está fundamentada en Pedro, como la tuya.
2. Tampoco se venera o se le rinde culto a los ángeles.
3. Ni a la reina del cielo.
4. Ni a los santos.
5. Los sacrificios de alabanza, los rezos, los devocionales, a cualquiera de las divinidades del catolicismo romano, es un culto a los demonios y no a Dios.
1Co 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
1Co 10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican,
a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Y el siguiente versículo es completamente demoledor en cuanto a lo que significa la misa católica romana:
1Co 10:21 No podéis beber la copa del Señor,
y la copa de los demonios; no podéis participar
de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Lo que ustedes llaman "LA SANTA EUCARISTÍA" no es la mesa del Señor y mucho menos la Copa del Señor.
El Espíritu Santo califica la misa católica, como un culto a Satanás.
La mera "transubstanciación" sobre el cuerpo y la sangre, contenida mentirosamente en lo que ustedes llaman "hostia", solo es una burla descarada al Jesús de las Escrituras.
¿Por qué?
El diablo contempla, ebrio de gloria, cuando el católico que comulga, luego del proceso digestivo, va al baño a depositar su "Jesús" católico en forma de excremento humano.
Porque así es el diablo, engañador, y así son ustedes, los engañados hijos de Eva, que piensan que están rindiendo culto a Dios, sin entender que el catolicismo romano es un sistema religioso cuyo dios es el diablo.
Apo 17:5 y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Apo 17:6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.
Apo 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía:
Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
Foristas Eddy González, Jorge Enrique, VALENCIA, Jima 40, salgan del catolicismo romano hoy mismo, llevando el vituperio de Cristo.
Salgan del campamento contaminado del catolicismo romano, no se quedan dentro de ese campamento como hicieron aquellos que no salían a adorar fuera del campamento y quedaron tendidos en el desierto, leemos:
Éxo 33:7 Y Moisés tomó el tabernáculo,
y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová,
salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.
Éxo 33:8 Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.
Ese grupo de espectadores, que no entendía el recién juicio hecho por Moisés para apaciguar la ira de Dios por el becerro de oro, donde cayeron tres mil hombres (Éxo 32:28), no quiso salir fuera del campamento para adorar a Cristo, leemos:
Éxo 33:10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, s
e levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.
Éxo 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Josué, y todos aquellos del versículo 33:7 no se comportaron como espectadores, les dolía sus muertos, tenían temor de Dios, y no fueron cómplices de la idolatría del pueblo, como lo es ahora todo católico romanista, que no quiere salir fuera del campamento idolátrico de Roma, sino que se quedan adorando a diferentes deidades dentro de este sistema religioso y rindiendo culto a la muerte.
Cierran su oído a la voz del Espíritu Santo:
Heb 13:12 Por lo cual también
Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Heb 13:13
Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
Heb 13:14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.
Heb 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Heb 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.