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Se hizo hombre, 100% hombre, pero jamás dejó de ser Dios, 100% Dios.
Te explico.
La naturaleza divina del Verbo de Dios le hace Dios por naturaleza y siendo la Luz: no parpadea, ni titila ni duda, ni muta, ni cambia, ni se apaga. Es eterna.
Así que, tu filosofía como tantas otras es errada.
Lo siento.
Y antes que me satanices y me anatemices y me acuses de apóstata y reces toda tu letanía de que "el ES testifica que tú...blá, blá, bla", te digo que no puedo estar de acuerdo con tu filosofía.
No insistas.
Así es, se hizo hombre
Así es, no dejó de ser quien es: El Verbo de Dios.
Su prueba no fue ser tentado, Dios no necesita probarse a Sí mismo, absolutamente nada. Ni muta, ni cambia, ni tintinea Su luz inmarcesible.
Su naturaleza santa de suya es, es única. En Su naturaleza no puede habitar el pecado, como no puede haber tinieblas en la luz, esa es la naturaleza de la luz, precisamente.
No dejó de ser luz un ratito para a ver si realmente lo era y demostrar a sí a la Luz (Su Padre) que, él también (el Hjo) es luz.
Eso es un absurdo.
Lo hizo por causa de sus enemigos, se hizo un frágil y pequeño imberbe para derrotar a sus enemigos y demostró que, ya sea desde la fragilidad humana hasta su omnipotencia, sea en su forma de siervo o en su forma de Dios, ni miente, ni deja de ser santo, así haya dejado su gloria y se haya humillado haciéndose hombre, pues se anonadó a Si mismo.
Y así, desde su condición de hombre, como hombre venció a Satanás, venció la muerte, venció el pecado y venció a sus enemigos. Tomado de la mano del Padre, siempre, sujetándose al Padre siempre, abandonándose al Padre siempre, irrenunciablemente.
El Verbo de Dios es Dios hoy y siempre. Jamás dejó de serlo, ni por un nano segundo pero contuvo en Si mismo la plenitud de la deidad. Se contuvo, asunto muy distinto a renunciar a ser Dios.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por lo siglos de los siglos.
Ya te expliqué que es lo que sucedió.
