Y seguiré insistiendo contra filosofías heterodoxas
“
OSO dijo:
La respuesta está en el desierto,
Jesús fue llevado específicamente ahí por el Espíritu Santo
Esto es, le llevó la santidad a aquel apartado lugar.
Pacientemente, en oración y ayuno, Jesucristo como verdadero hombre enfrentó a Satanás, pero también enfrentó a la muerte (hambre, inanición, deshidratación).
Y lo hizo solo, en ese lugar, apartado de todos, específicamente para confrontar a su enemigo.
Jesús sabía por el Espíritu Santo que, el tentador trataría de tentarle, pero no pecó. Satanás le ofreció cosas que a cualquier otro hombre le seducirían, no a él.
¿Recuerdas cuando satanás trató de tentar a Dios con el asunto de Job?
Dios es santo, no puede ser tentado pues no responde a ello, por el contrario, Dios tiene siempre un propósito: dejó mal parado a satanás y bendijo a Job. También tenía un propósito para Su Hijo.
De la misma manera, Satanás ahora arremete contra el Hijo en el desierto, no con el hambre, no con los reinos, sino con un asunto inquietante para Satanás, saber si realmente era el Hijo de Dios y, por tanto, de ser así, Jesucristo sería su creador, pues es el Hijo quien creó a los ángeles, por tanto, debería postrarse y adorarlo como solo Dios merece la adoración, por tanto, Satanás acataría la orden de que todos los ángeles incluyéndole a él, debían adorar al Hijo.
No hubo en Cristo la más mínima varianza, ni la más mínima intención de pecar.
¿Pudo haber pecado, pudo haber caído ante la tentación?
No
La respuesta a tu pregunta es: NO
Siendo Jesucristo Dios y Hombre, no lo hizo de ninguna manera, ni como Dios ni como hombre.
¿Y cuál fue el resultado?
El diablo se apartó, no intentó probar sus mejores armas, en suma, el Hijo derrotó a satanás en el desierto y en la cruz lo expuso y fue juzgado y derrotado judicialmente.
En suma:
La Luz fue al desierto a esperar a la oscuridad, cuando llegó la oscuridad a él, ésta no prevaleció ante la Luz y se apartó de ella.”