Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
Gabriel gracias por responder aunque no estemos de acuerdo----Tu dejas la responsabilidad de la santificacion y de el perseverar en las manos del hombre
Respondo: Nuevamente sales con conjeturas y cosas que no sostengo ni he dicho.
La Biblia dice:
"Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." Romanos 10: 8-13.
"
La salvación es de Jehová." El Señor nos ha protegido de cometer errores, y nos ha cercado para conducirnos a creer en el Evangelio.
Mi biblia dice:
No hay quien busque a Dios--no hay ni siquiera uno
Tambien dice----Nadie viene al Padre si el hijo no lo trajere
tambien dice---Somos todos una podrida llaga de los pies a la cabeza
Y asi podria pasar todo el dia posteando versiculos parecidos
Dime como podrian seres humanos con todas estas caracteristicas
santificarse elllos mismos ?? y perseverar por ellos mismos???
Respondo: El plan de salvación es enteramente de Dios. Ningún intelecto humano, ninguna inteligencia creada, ayudaron a Dios en la planeación de la salvación. Él concibió el plan, y Él también lo implementó. El plan de salvación fue trazado desde antes de la existencia de los ángeles. Antes de que la estrella matutina proyectara su rayo iluminando las tinieblas; cuando todavía el éter incólume no había sido sacudido por las alas del serafín; cuando la solemnidad del silencio no había sido turbada por el canto del ángel, Dios ya había establecido el plan para salvar al hombre, pues sabía por anticipado que caería. Él no creó a los ángeles para asesorarse con ellos; no, lo hizo por Sí mismo.
Mi biblia dice---Para que nadie se glorie
Si el hombre es responsable por su perseverancia---Entonces el hombre esta perdido---no habria forma de salvarse
Respondo: "La salvación" que es más antigua que la creación, es "de Jehová".
LO QUE SUCEDE ES QUE SI TU PONES LA SANTIFICACION O LA PERSEVERANCIA COMO CONDICIONES ENTONCES EL HOMBRE SE SALVA A SI MISMO----QUIZAS NO ENTIENDAS LO QUE TE DIGO--PERO LO QUE YO TE DIGO ES QUE TODO ESO EXISTE ,,,PERO NO COMO CONDICION MAS COMO UN FRUTO LOGICO DE LA SALVACION
Respondo: "porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo." 1 Pedro 1:16.
"Sin santidad “nadie verá al Señor” Hebreos 12:14
"La iniquidad que llena nuestro mundo es el resultado del rechazo de Adán a tomar la palabra de Dios como suprema. Desobedeció y cayó bajo la tentación del enemigo. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12). Dios declaró: "El alma que pecare, esa morirá"(Ezequiel 18:20). Aparte del plan de redención los seres humanos están condenados a muerte. "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Pero Cristo dio su vida para salvar al pecador de la sentencia de muerte. Murió para que nosotros podamos vivir. Y a todos los que le reciben les da poder para separarse de todo aquello que los colocaría nuevamente bajo el castigo y la condena.
Cristo es la única esperanza del pecador. Por su muerte puso la salvación al alcance de todos, y mediante su gracia todos pueden llegar a ser súbditos leales del reino de Dios. Es su sacrificio lo que hace posible que hombres y mujeres puedan cumplir las condiciones establecidas en los concilios celestiales. Él vino a esta tierra y vivió una vida de perfecta obediencia a fin de que todos, mediante su gracia, puedan también vivir una vida de perfecta obediencia. Esto es necesario para la salvación, pues sin la santidad nadie verá al Señor.
Ante nosotros está la maravillosa posibilidad de ser obedientes como Cristo a todos los principios de la ley de Dios. Pero somos extremadamente incapaces de alcanzar por nosotros mismos esa condición. Todo lo que es bueno en el hombre le llega mediante Cristo. La santidad que la Palabra de Dios dice que debemos tener antes de poder ser salvados es el resultado de la obra de la gracia divina cuando nos sometemos a la disciplina y a la influencia moderadora del Espíritu de verdad.
La obediencia del hombre puede ser hecha perfecta sólo por el incienso de la justicia de Cristo que llena de fragancia divina cada acto de verdadera obediencia. La parte del cristiano consiste en perseverar en la tarea de vencer toda falta. Debe orar constantemente al Salvador para que sane las dolencias de su alma enferma. No tiene la sabiduría y la fuerza sin las cuales no puede vencer; éstas pertenecen al Señor quien las concede a aquellos que con humildad y contrición lo buscan pidiendo ayuda (Review and Herald, marzo 15, 1906; parcialmente en, Dios nos cuida, p. 172).
Mediante Cristo, se dan al hombre tanto restauración como reconciliación. El abismo abierto por el pecado ha sido salvado por la cruz del Calvario. Un rescate pleno y completo ha sido pagado por Jesús en virtud del cual es perdonado el pecador y es mantenida la justicia de la ley. Todos los que creen que Cristo es el sacrificio expiatorio pueden ir y recibir el perdón de sus pecados, pues mediante los méritos de Cristo se ha abierto la comunicación entre Dios y el hombre. Dios puede aceptarme como a su hijo y yo puedo tener derecho a él y puedo regocijarme en él como en mi Padre amante. Debemos centralizar nuestras esperanzas del Cielo únicamente en Cristo, pues él es nuestro sustituto y garantía.
Hemos transgredido la ley de Dios, y por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido; pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad. (Mensajes selectos, t. 1, p. 426).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.