Estimado Catholico34,
Lamento que encuentre este debate “enraizado en lo absurdo”, pues de hecho fue usted el que lo abrió. Créame que no es mi intención molestarle en lo más mínimo, ni tan siquiera tratar de convencerle. Simplemente, tratar de llegar con usted a un entendimiento sobre este tema tan interesante, y de cuya perfecta comprensión se derivan tan importantes consecuencias para nuestra relación correcta con Dios, ¿no cree? No vaya a ser que seamos “tal vez hallados luchando contra Dios” (Hch 5:39).
Me sorprende que tras exigir repetidas veces que le expliquemos los versículos que usted ha colocado, se niegue otras tantas veces a comentarnos su opinión sobre los que he colocado de Pablo. Aún así, celebro que por fin haya hecho una afirmación al respecto: que las obras de las que habla Pablo son la Ley, diferente a las buenas obras que hacemos en nuestros días.
Sin embargo, permítame que muestre mi incertidumbre ante esa interpretación, interesante por otro lado. Verá usted, es que resulta que me paro un momento a pensar, y resulta que Tito era griego (“nos salvó, no por obras de justicia…”), por lo que eso de practicar la Ley de Moisés, como que no. Timoteo (“nos salvó… no conforme a nuestras obras…”) era de padre griego y de madre judía (Hch 16:1), pero fíjese si no practicó la Ley, que ni siquiera estaba circuncidado (Hch 16:3). Los efesios (“no por obras, para que nadie se gloríe”), también eran gentiles, no judíos. Y los romanos (“Y si por gracia, ya no es por obras…””), pues en fin, habría de todo, gentiles, judíos…
En fin, que salvo Timoteo y quizá una parte de la iglesia de Roma, para el resto las costumbres de los judíos con respecto a la Ley y sus ceremonias y ofrendas, les parecería algo tan exótico como para nosotros una boda tailandesa.
Segundo, si de hacer buenas obras se trata, el resumen de la Ley es claro: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10:27). Sinceramente, no se me ocurre ninguna buena obra que podamos hacer en nuestros días que no pueda ser englobada en lo que la Ley de Moisés exigía. Salvo que se entienda también por buenas obras la compra de bulas en el S. XVI, o denunciar a los judíos conversos ante la Santa Inquisición para quedarse con sus bienes. Creo que ambas eran recompensadas con una reducción de la pena en el Purgatorio, si no estoy equivocado.
Es más, no se me ocurre hacer ninguna buena obra mejor que las que Dios estableció en su Ley, pues el mandamiento es “santo, justo y bueno”. Y si Dios es el que a fin de cuentas va a evaluar la bondad de nuestras obras, ¿cómo podemos estar seguros de que las buenas obras que hacemos, y que no se encuentran en la Ley, son los suficientemente buenas a sus ojos?
Y tercera objeción que encuentro. Salvo en algún pasaje de Romanos, en los otros de Tito, Efesios, o 2ª Timoteo, Pablo no dice expresamente “obras de la ley”. Simplemente dice “obras”. O incluso “obras de justicia”. Y nada en el contexto (versículos anteriores y posteriores) nos indica que se esté refiriendo a la Ley. Es que ni la menciona. ¿Por qué entonces interpreta “de forma privada” que Pablo se refiere en esos versículos a “obras de la Ley”, y no simplemente a “buenas obras”? ¿No está prohibida por el magisterio de su iglesia esa clase de interpretación? Si Santiago lo hemos de entender de forma literal (y yo así lo hago), ¿por qué no así a Pablo? Además, ¿qué tipo de obras son para usted “obras de justicia”?
Y por último, sigo sin entender este trabalenguas de Pablo. Ya sé que estoy confundido, pero usted cuenta con el apoyo del magisterio de su iglesia, así como de Biblias con muchas y documentadas notas. ¿Me haría el favor de explicármelo, por favor?
” Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra” (Romanos 11:6)
Perdone mi insistencia, pero ¿no había dicho usted que la salvación es por gracia, es decir, inmerecida? Eso también lo creo yo. Por eso, este versículo me es tropezadero y ocasión de caer. ¿Podría clarificármelo, por favor?
Perdone que haya puesto sólo este versículo “cortado”. Es también lo que le he visto hacer a usted, así que supuse que no sería una práctica tan mala. No obstante, le ruego disculpe mi ignorancia, y en caso de facilitarle su labor de exposición, no dude en copiar el pasaje completo de Romanos 11 para su estudio en conjunto.
Muchas gracias por adelantado nuevamente.