Hola amiga, como va?
KarinaMoreno;n3128349 dijo:
ABENABAR:
Perfecto. Gracias por tu esfuerzo. Sólo te pido que me avises cuando esté el aporte porque el tema ha crecido mucho y no sé si ya lo terminaste y se me pasó o todavía no lo tienes. Gracias.
K.
De lo que he investigado creo que puede ayudar a tu búsqueda, y también para los que somos creyentes los aportes del "Giro teológico de la fenomenología". Lo que he entendido es que desde la metafísica a Dios siempre se lo ha considerado como objeto,y no como fenómeno saturado, como donación, como un no-Ser. Cito algunos pasajes de una publicación que me parecieron muy claros y una breve entrevista a Jean Luc Marion.
"El análisis de una obra de arte nos muestra lo que es un fenómeno saturado. Ella no es un objeto, ni un ser, ni algo ya a la mano. La única forma de entender la obra de arte es concebirla como donación, o mejor recibirla como donación. La obra de arte viene al espectador y lo abruma, es lo invisible que viene a lo visible. Ella provoca una conmoción que desbarata la intencionalidad y provoca la visibilización de lo invisible de la obra. Explicar la obra de arte es entenderla como un ser que se puede diseccionar, analizar, separar y explicar. Y esto no es lo que sucede en quien la mira. Explicar y entender la obra de arte como ser es mirarla con los criterios de la metafísica occidental y lógicamente, no captarla en lo que se revela al hacerse visible lo invisible. Aún la nada y la muerte se enmarcan en la donación y se manifiestan en la angustia, se nos dan . Es una donación no distinta a lo dado, sino que se da en lo dado. (...) Leyendo Dios sin el ser se puede colegir que el ídolo es una re presentación de Dios que trata de comunicar lo que es Dios según la propia representación (no se deja a Dios ser Dios) que está basada en categorías humanas. El ídolo cae en la represión del círculo económico: se espera de Dios lo que nos imaginamos de Dios según los conceptos. El ícono, en cambio, deja a Dios ser Dios, pues se deja obrar a la donación sin aprisionarla en conceptos. En la verdadera caridad se da sin esperar ninguna recompensa, de lo contrario no es caridad verdadera".
La donación no se sitúa en el campo de la metafísica, sino de la simple y pura donación en la inmanencia. (...). En términos de calidad, el fenómeno saturado es insoportable o insostenible por enceguecimiento. En términos de relación el fenómeno es absoluto, pues está a sí mismo, sin relación con otros fenómenos y sin condicionamientos previos. Y en cuanto a la modalidad el fenómeno saturado es inmirable (se trastorna la constitución por el sujeto), no recurre al yo o depende de él, sino que crea testigos. El sujeto queda así reducido a una posición receptiva, en la cual el sujeto llega a ser la “pantalla” en la que el fenómeno saturado aparece (LA FENOMENOLOGÍA DE LA DONACIÓN COMO FILOSOFÍA PRIMERA: JEAN LUC MARION Carlos Arboleda Mora)
Dios como fenómeno saturado
Entrevista a Jean-Luc Marion
- ¿Cómo caracteriza usted su concepto del fenómeno saturado? ¿Cuál sería la diferencia de su contribución con lo que existía antes, la idea del fenómeno?
- Como todas las ideas interesantes, la idea de fenómeno saturado es simple. La mejor definición clásica, metafísica del fenómeno es que consta de un concepto y una intuición. Cuando tengo la intuición de una caja negra, la cuestión es saber qué es. Para eso tengo que inventar varios conceptos. (…) En la realidad cotidiana trabajamos con fenómenos tecnológicos que son fenómenos pobres, o sea que tenemos un concepto y un poquito de intuición y eso es suficiente. Cuando uso mi computadora, no sé cómo funciona realmente. Hay una posibilidad no analizada ni por Kant ni por Husserl que es el fenómeno saturado porque la intuición puede ser enorme. Todo el mundo leyó sobre las Torres gemelas, lo vio por TV pero no tenemos aún la comprensión de qué fue. Hay varias explicaciones políticas, tecnológicas posibles, hay interpretaciones emocionales de parte de las víctimas, pero qué quiere decir realmente, no podemos decir “acá tiene la explicación del 11 de setiembre” Y para todos los acontecimientos históricos hay una explicación parcial pero no un concepto general. Los acontecimientos pueden estar cada vez más documentados, y sin embargo seguir incomprensibles. Por ejemplo, la razón por la que después del fenómeno de la Shoah, de Auschwitz, nadie quería hablar. Como dicen muchos sobrevivientes, hasta para las víctimas no había concepto para explicarlo. Ninguna palabra. Ha pasado una generación para poder hablar; luego de una generación los conceptos empiezan a llegar
- Su idea del fenómeno saturado ¿cómo se explica en la experiencia religiosa por ejemplo?
- Las religiones son dimensiones de la vida social y cultural. Se puede hablar de una religión, de religiones sin Dios, hay muchas. Hasta diría que la mayor parte de las religiones son religiones que no necesitan de Dios, la religión política, la religión social, hay muchas que son en el mejor de los casos un arte de vivir.
- ¿Cuando piensa en Dios es siempre el Dios cristiano?
- Dios es el otro del hombre. Pienso que el caso de la revelación y de la automanifestación de Dios se da en el cristianismo. No quiere decir que si se reveló haya sido únicamente dentro del cristianismo, pero en todo caso es una posibilidad del cristianismo. La cuestión de dios es el fenómeno saturado por excelencia. Hay un indicio muy simple para eso. Curiosamente todo el mundo está de acuerdo: los ateos, los creyentes de todas las religiones, los místicos, los científicos, es decir que no hay concepto adecuado de Dios. Si hay un concepto adecuado de Dios es que no hay Dios. El ateo está de acuerdo con el creyente en decir que no hay concepto de Dios, así visto que no hay concepto de Dios, no hay Dios, y el creyente dice, no hay concepto de Dios entonces hay Dios. Todo el mundo está de acuerdo en que es contradictorio decir que hay un concepto de Dios. Eso es un signo evidente de concepto de fenómeno saturado. La paradoja es decir justamente que tenemos una intuición muy basta de Dios y un concepto insuficiente. (MARION, Jean-Luc: “El deseo es una cosa extraña”. En Ñ Revista cultural n° 312, 19-09-2009, p.14.)
Bendiciones Karina