Estoy de acuerdo. Pero eso no anula "la eternidad de las almas :
Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento. Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo? Él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
1 Reyes 17: 17-24
Recuerden que la palabra en Hebreo no distingue entre espíritu y el alma y el traductor debe interpretar en español sí es una y otra y también es un dicho en nuestro idioma que "le volvió el alma al cuerpo cuando tienen un susto" pero la verdad lo que el volvió al niño es el espíritu que da vida o decreta su salida la muerte y el alma no sale del cuerpo por su cuenta, sino que son los ángeles que al tercer día tiene el mandamiento de sacarlo y llevarlo adonde corresponda y mi prueba es que el Rico en Lucas 16 dice y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Hades alzó sus ojos, es decir que el alma no salió inmediatamente sino que fue sepultado primero y luego apareció sin ver a ángeles que lo llevaron al infierno y eso esta en Oseas y es una promesa de Dios al pueblo que dice Oseas 6:2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos levantará, y viviremos delante de él.
BAD) Luego se tendió tres veces sobre el muchacho y clamó: «¡Señor mi Dios, devuélvele la vida a este muchacho!»
(T. Amat)
(BL95) Entonces se tendió tres veces sobre el niño e invocó a Yavé: "Yavé, Dios mío, devuélvele a este niño el soplo de vida".
NVI) Luego se tendió tres veces sobre el muchacho y clamó: "¡Señor mi Dios, devuélvele la *vida a este muchacho!"
(PDT) Entonces Elías se tendió tres veces sobre el niño suplicando en voz alta: «Señor mi Dios, permite que este niño viva de nuevo».
(SB-MN) Luego se tendió sobre el niño tres veces y clamó al Señor así: "¡Señor, Dios mío, te ruego que devuelvas la vida a este niño!".
nepesh (שפזנֶז H5315) «alma; ser; vida; persona; corazón». Este es un término muy corriente tanto en las lenguas semíticas antiguas como en las de hoy. Aparece más de 780 veces en el Antiguo Testamento, distribuido equitativamente entre todos los períodos del texto, aunque con mayor frecuencia en los pasajes poéticos. El significado fundamental parece tener relación con la forma verbal poco frecuente: napash. El nombre se refiere a la esencia de la vida, la respiración, tomar aliento. Sin embargo, de este concepto concreto se fueron desarrollando una cantidad de significados más abstractos. El nombre aparece por primera vez, en su acepción primaria, en Gen_1:20 «seres vivientes» RV («un bullir de vivientes» nbe). Aparece por segunda vez en Gen_2:7 «ser viviente». Sin embargo, en más de 400 casos subsiguientes, el término se ha traducido como «alma». Aunque ayuda a entender la mayoría de los pasajes, es en realidad una traducción pobre. Desafortunadamente, las numerosas traducciones no han logrado encontrar un equivalente que les sirva en todos los casos; ni siquiera existe un pequeño grupo de palabras de uso frecuente. Por ejemplo, la RV hace uso de varios términos diferentes para traducir este vocablo hebreo. El problema fundamental es que no existe en castellano un equivalente exacto en hebreo ni del vocablo ni de la idea de «alma». El sistema de pensamiento hebreo no conoce la combinación u oposición de los términos «cuerpo» y «alma» que son de origen griego y latino. Más bien en el hebreo se contraponen dos conceptos que no se encuentran en la tradición grecolatina: «el ser interior» y «la apariencia externa», o puesto de otra manera: «lo que somos para nosotros mismos», en contraposición a «lo que otros creen ver en nosotros». El ser interior es nepesh, mientras que el ser externo, la reputación, es sem, cuya traducción más frecuente es «nombre». En los pasajes narrativos o históricos del Antiguo Testamento, nepesh puede traducirse como «vida» o «ser» (en el sentido de personalidad o de identidad), como en Lev_17:11 «Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación por [vosotros mismos]». Sobra decir que el término «alma» (en la RVR) no tiene sentido en este texto («vidas» BJ, nbe, BLA). La situación en los numerosos pasajes poéticos paralelos en que aparece el término es mucho más complicada. Tanto la Septuaginta (griego) y la Vulgata (latín) usan los equivalentes de «alma», en particular en los Salmos. El primer caso, Psa_3:2, la lba traduce: «Muchos son los que dicen de mi alma: para él no hay salvación en Dios» (también nbe; «dicen de mi vida» BJ, BLA). El siguiente caso es Psa_6:3 «Mi alma también está muy turbada; y tú Jehová, ¿hasta cuándo?» En ambos pasajes, el contraste paralelo es entre nepesh y algún aspecto del ser, que en el Salmo 3.2 (RV, BJ, nbe) se traduce «mí» y en 6.3 «alma». No se distingue si el vocablo corresponde a «A» o «B» en el paralelismo. No obstante, debido a que en la poesía hebrea no se repite el mismo nombre en las dos partes de un verso, a menudo se usa nepesh como paralelo del sujeto principal o personal, y aun para Dios, como en Psa_11:5 «Jehová prueba el justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma [el mismo] los aborrece». Hay muchos pasajes como estos y una comprensión adecuada del término nepesh ilumina muchos pasajes muy conocidos, como por ejemplo Psa_119:109 «Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley». Las lecturas de nepesh en las diversas versiones son muy variadas, particularmente en las más modernas que procuran una mayor amplitud de acepciones.