Ud mostró la siguiente frase:
"Samuel apareció, con la gloria propia de los santos, en el Seol o Hades,"
Este aseverativo de: ¨gloria de los santos en el Seol¨ (para Samuel) lo he estado buscando en la Palabra.
Lo puedes hallar aquí:
1Sa 28:13 ¿Por qué me has engañado? Pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto
dioses (H430) que suben de la tierra.
2Re 19:15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová
Dios (H430) de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres
Dios (H430) de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
"dioses" y "Dios", ʼElohim; Strong H430:
Dios; Dios en su plenitud; también «dioses», es decir, los dioses de las naciones idólatras.
La palabra ʼElohim aparece más de 2.500 veces en el Antiguo Testamento.
Se emplea por vez primera en el primer versículo de la Biblia. Leemos:
Gén 1:1 En el principio creó
Dios (H430) los cielos y la tierra.
La mayoría de las veces en que se usa ʼElohim se refiere al Dios creador, pero en ocasiones designa a los ídolos o dioses paganos.
En este sentido, pensando en Samuel, allí en el Seol, y saliendo de allí en la forma que había sido conocido en vida, ya en su vejez:
1Sa 28:14 El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió:
Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia.
Para que la bruja entendiese que se trataba de "dioses", necesariamente, tuvo que observar el resplandor refulgente de la gloria de Dios, que salía de su cuerpo glorificado, aún sin resucitar, tal como aquellos testigos observaron el resplandor de la gloria de Moisés y Elías en el monte santo.
Le recuerdo el rostro de Moisés cuando habló con el Señor:
Éxo 34:29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte,
no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.
Los santos confinados en el Seol o Hades, Cristo comparte su gloria con ellos, aún antes de ser trasladados al tercer cielo, porque tengo entendido que este lugar quedaba debajo de la tierra, así entendido en el vientre de la tierra o más abajo de ella.
Jua_17:22 La gloria que me diste,
yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Si en el futuro, su Iglesia compartirá la gloria de un cuerpo semejante al suyo:
Flp 3:20 Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Flp 3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,
para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
No es extraño, entonces, que ya lo hubiese hecho con sus santos en el pasado, tal como vemos en Moisés y Elías en el monte santo, incluido Samuel cuando desbarató la sesión espiritista de la bruja de Endor.
Pásala bien.