MUERTE... ¿Fin de la existencia? (vers. 2.0)

-No se trata de retirar libros, sino los preconceptos con los que los libros se leen, forzándolos a que encajen unos con otros.

-Precisamente, hay todo un milenio entre una y otra resurrección.

-Si el mismo infierno (en Ap 20:14 Hades) es lanzado al lago de fuego, es obvio que allí concluye. Hitler está hoy en el infierno y en poco más de mil años resucita, comparece en el juicio final, y es lanzado al lago de fuego y azufre haciéndole compañía al diablo, al Anticristo y al Falso Profeta.

-La estadía de la persona (espíritu y alma) en el infierno no es vida sino tormento continuo. Final y eternamente aquello tampoco es vida, sino muerte segunda, que se diferencia de la primera porque es inacabable.

Ni preconceptos, ni prejuicios y te pongas como te pongas, los justos no volveran a la vida hasta el comienzo del milenio y los injustos hasta después del milenio. Así que vuestro infierno paganini, cerrado por vacaciones.
 
-Pronta y sencillamente, diré que la muerte segunda es diferente de la primera al menos por un par de cosas:

a) En la muerte primera, la persona misma (espíritu y alma) es separada del cuerpo, yendo este en cualquier caso siempre al sepulcro, y el individuo que lo habító al cielo o al infierno. En la muerte segunda, es el ser entero de la persona (espíritu, alma y cuerpo) que padece eternamente en el lago de fuego y azufre.

b) No hay nada más tétrico que un moribundo con su cuerpo pudriéndose en vida, con el cerebro activo y el corazón latiendo, pero pestilencial y nauseabundo. Esa será la condición permanente y perdurable de aquellos cuyos gusanos no mueren y el fuego nunca se apaga.
Estimado Ricardo, lo que te pedí, no fue un novelesco relato de lo que a ti te han enseñado o hayas intuido no se de donde o que fuente, que obviamente no son Los Sagrados Escritos.

Sino que indiques los textos donde hacen referencia a tu caballito de batalla, tu famoso "muriendo siempre sin acabar de morir".
 
-Ciertamente que la muerte será destruida (1Co 15:26, 54; Ap 20:14; 21:4). Aquella separación de la persona (espíritu y alma) de su cuerpo, no acontecerá más.

-Lo que quedará, es la peor versión imaginable de lo que fue la obsoleta muerte: la muerte segunda.
-Espíritu y alma no es la persona Ricardo. La separación por el pecado se produce cuando todo el ser: espíritu, alma y cuerpo peca; esto ocurre cuando toda la persona vive en este mundo y sigue viviendo hasta que le llega la primera muerte. En la segunda muerte, toda la persona -pues resucitó en la segunda- es destruida por el fuego, es una destrucción eterna, de la que queda solo el polvo, como sucedió con Sodoma, hoy solo hay polvo: Jud 1:7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.......hoy solo hay POLVO Ricardo

-Muerte segunda, resultado eterno: POLVO
 
-Si insistes, puedes seguir prestándole oídos al diablo como hizo Eva. No te irá mejor que a ella.

-Inacabable no es lo mismo que eterna. La vida eterna es disfrutable en paz, gozo y gloria. La muerte inacabable es espantosa, pues buscándola siempre es esquiva.

Disculpa la intromisión, pero lo que te está indicando Miguel Loayza es que sigues la doctrina que predicó Satanás con "el no moriréis" y le contestas que es Miguel Loayza el que presta oídos al diablo. No te das cuenta Ricardo, que tu postura es insostenible con la Biblia.
 
Estimado Ricardo, lo que te pedí, no fue un novelesco relato de lo que a ti te han enseñado o hayas intuido no se de donde o que fuente, que obviamente no son Los Sagrados Escritos.

Sino que indiques los textos donde hacen referencia a tu caballito de batalla, tu famoso "muriendo siempre sin acabar de morir".

Me recuerda a los versos de Santa Teresa de Jesús, aunque en otro contexto: "muero porque no muero".
 
Me recuerda a los versos de Santa Teresa de Jesús, aunque en otro contexto: "muero porque no muero".
Saludos leonés, precisamente es eso lo que me preocupa, nos acusan de sectarios, y tienen la desfachatez, la desvergüenza de pretender enseñar predicando semejante herejía tan alejado de las enseñanza de Jesús y sus apóstoles.
 
Disculpa la intromisión, pero lo que te está indicando Miguel Loayza es que sigues la doctrina que predicó Satanás con "el no moriréis" y le contestas que es Miguel Loayza el que presta oídos al diablo. No te das cuenta Ricardo, que tu postura es insostenible con la Biblia.

-Es que yo solo presto oídos a Dios, porque Él mismo prometió que de oírle, viviríamos. No soy experto en las doctrinas de Satanás, aunque no ignore sus maquinaciones. Mi postura no se sostiene apuntalada por versículos bíblicos sino que ella resulta de la Biblia entera.
 
Estimado Ricardo, lo que te pedí, no fue un novelesco relato de lo que a ti te han enseñado o hayas intuido no se de donde o que fuente, que obviamente no son Los Sagrados Escritos.

Sino que indiques los textos donde hacen referencia a tu caballito de batalla, tu famoso "muriendo siempre sin acabar de morir".

-Los textos, nuestros antagonistas los saben de memoria, y de citarlos, dirán que son apócrifos, o que en los mejores manuscritos dicen distinto, o que la interpretación que se les da es equivocada. Yo no expongo la Palabra de Dios al manoseo.
 
.......hoy solo hay POLVO Ricardo

-Muerte segunda, resultado eterno: POLVO

-¡Qué obsesión por el polvo! En el lugar del tormento eterno no hay polvo ni ceniza ¡solo fuego, azufre y humo!

-Para que la destrucción sea eterna, debe durar una eternidad. Es mucho peor ese proceso infinito, que al solo contacto con las llamas de aquel lago, dejar de ser, sentir y pensar. El remordimiento es como un gusano que roe la memoria sin alcanzar nunca a neutralizar la conciencia.

-El único polvo del que lees en Apocalipsis es el de los testigos de la ruina de la gran Babilonia arrojándolo sobre sus cabezas (18:19).

-Nada de eso nos aterroriza a cuantos nos gozamos de una salvación cierta, segura y eterna.
 
="Ricardo, post: 3331457, member: 277"]
-Los textos, nuestros antagonistas los saben de memoria,
Pues fíjate que yo no los conosco, y jamás oí de ellos.

y de citarlos, dirán que son apócrifos, o que en los mejores manuscritos dicen distinto,
Tú no puedes ni debes prejuzgar.

o que la interpretación que se les da es equivocada.
Idem anterior.

Yo no expongo la Palabra de Dios al manoseo.
Nadie al exponer textos los "manosea", sino que al hacerlo confirma su adecion, conformidad y aceptación como lo que realmente es, Palabra de Dios y no de hombre.

Ah, continuó esperando los textos, o en su defecto la aclaración de que solo se trata de lo que tu entiendes que sucederá.
 
Última edición:
Saludos leonés, precisamente es eso lo que me preocupa, nos acusan de sectarios, y tienen la desfachatez, la desvergüenza de pretender enseñar predicando semejante herejía tan alejado de las enseñanza de Jesús y sus apóstoles.

Saludos desde León. Como cristianos nos debe preocupar que se estén predicando otros evangelios de Jesús y paradógicamente al evangelio verdadero lo llaman herejía. Debemos tener mucha paciencia y siempre la verdad resplandecerá.
 
-¡Qué obsesión por el polvo! En el lugar del tormento eterno no hay polvo ni ceniza ¡solo fuego, azufre y humo!

-Para que la destrucción sea eterna, debe durar una eternidad. Es mucho peor ese proceso infinito, que al solo contacto con las llamas de aquel lago, dejar de ser, sentir y pensar. El remordimiento es como un gusano que roe la memoria sin alcanzar nunca a neutralizar la conciencia.

-El único polvo del que lees en Apocalipsis es el de los testigos de la ruina de la gran Babilonia arrojándolo sobre sus cabezas (18:19).

-Nada de eso nos aterroriza a cuantos nos gozamos de una salvación cierta, segura y eterna.

Del polvo venimos y en polvo nos convertimos. Confía más en Eclesiastés que en corrientes filosóficas.

Tranquilo que hay una resurrección por los méritos de Cristo y en esto consiste ser cristiano, en creer que hay resurrección.
 
Pues fíjate que yo no los conosco, y jamás oí de ellos.

Tú no puedes ni debes prejuzgar.

Idem anterior.

Nadie al exponer textos los "manosea", sino que al hacerlo confirma su adecion, conformidad y aceptación como lo que realmente es, Palabra de Dios y no de hombre.

Ah, continuó esperando los textos, o en su defecto la aclaración de que solo se trata de lo que tu entiendes que sucederá.

-Pues me reafirmo en lo anteriormente expresado: los textos los conoces ¡pero no te sirven!

-Positivamente, se manosea la Biblia cuando se cuestiona la legitimidad de un versículo; su traducción y la interpretación corriente, para ajustarla a la voluntad de un heresiarca.

-Cada forista debe estudiar la Biblia por sí mismo y no reclamar a otros que le hagan sus deberes.
 
-Pues me reafirmo en lo anteriormente expresado: los textos los conoces ¡pero no te sirven!

-Positivamente, se manosea la Biblia cuando se cuestiona la legitimidad de un versículo; su traducción y la interpretación corriente, para ajustarla a la voluntad de un heresiarca.

-Cada forista debe estudiar la Biblia por sí mismo y no reclamar a otros que le hagan sus deberes.
Bien, en otras palabras, NO EXISTE VERSO ALGUNO que respalde tu antojadizo y anhelado "muriendo siempre sin acabar de morir", solo es un invento atemorizante tuyo. No olvides que no se debe agregar, ni quitar a Los Sagrados Escritos.

No se quien sería el "hereciarca", en este caso.
 
Última edición:
Bien, en otras palabras, NO EXISTE VERSO ALGUNO que respalde tu antojadizo y anhelado "muriendo siempre sin acabar de morir", solo es un invento atemorizante tuyo. No olvides que no se debe agregar, ni quitar a Los Sagrados Escritos.

-Bien, en pocas palabras, seguramente recuerdas que Jesús dijo: "todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Jn 11:26), de lo cual se infiere que quien no cree en Él sí morirá eternamente. Si la resurrección acontecerá a todos, primero a los bienaventurados y mil años después a los que han de ser condenados, para que mueran eternamente y no definitivamente, es menester que subsistan para siempre en tal mortecina condición.

-Respecto al fuego que no puede ser apagado, por tres veces nos dice Marcos que "... el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (9:44, 46, 48).

-Sea este gusano la larva común en la carne corruptible o alegóricamente el punzante recuerdo de la memoria que inquieta la conciencia, en cualquier caso, no muere, como tampoco se extingue el fuego. Este padecimiento es el del moribundo que abrasado de fiebre y sed, queriendo morir y descansar definitivamente, no lo consigue.

-Al condenado le es negada hasta la última esperanza que de un momento a otro acabe todo y por fin se suma en el olvido y la inconsciencia absoluta.