Dicho
Estimado amigo,
Como has leído no niego la posibilidad de dogmas pero nunca más allá de que al menos sean inteligibles. A su vez, la historia demuestra que dogmas fundamentales y aparentemente inmutables han sido cuestionados e, incluso, denostados. Por ejemplo, el dogma capital de la trinidad instaurado en singular concilio ha permanecido indemne durante siglo hasta que una facción cristiana discrepó y, finalmente, negó. Hoy día representan un porcentaje cuantioso de cristianos. O incluso, recientemente, otro fundamental concepto doctrinal, el infierno, tradicionalmente materializado como un lugar físico, ha pasado subliminalmente a entenderse actualmente como condición o estado espiritual (no puedo estar más acuerdo). Además incluso dogmas aparentemente infantiles como el pecado original no es ni siquiera contemplado por los judíos, depositarios del AT; y, asimismo, los musulmanes…
Mi corolario es que las percepciones y sensibilidades fluctúan en función de los conceptos culturales imperantes en cada época. Las re-conceptualizaciones son constantes ya que la compresión del ser humano va evolucionando. Al igual que las revelaciones de DIOS se anticipan y adecuan a los requerimientos y capacidades del hombre en cada época.
Sin denigrar es sentido del dogma (no me siento incomodo ya que asimismo la ciencia emplea su homólogo en axiomas), éstos se construyen según la susodicha perspectiva. Pero el problema es cuando por las cadenas de tradición y ciega imitación devienen en inamovibles y generan intransigencia. Por ello, los dogmas han de ser mudables sobretodo los ininteligibles. Además, dejando de banda la interpretación de la metafísica, es un campo difícil domeñar y absolutizar. Seria fuente de conflicto fútil.
Has de entender que, en los primeros concilios fundacionales, después de agrios debates doctrinales, se purgaron corrientes enteras y se asentaron los dogmas fundamentales. Posteriormente, Europa cayó sumida en el encefalograma plano de la edad media por más de mil años. El “despertar” con la ilustración y revalorización de la ciencia, era inevitable las tensiones y disputas de aquello que, por la parálisis crítica y el cuestionamiento cancelado, perdurará por siglos y forjó la tradición. Actualmente nadie virgen en creencias y juicioso que busque la verdad puede aceptar irreflexivamente una verdad o doctrina. Sería intolerable.
En la actualidad el choque de visiones es inevitable, y se acentuada intensamente por esta era de la razón y por el vértigo actual de la globalización e interdependencia; es decir, con las irremediables interacciones con otras culturas religiosas. Ese choque está forzando a replantear las premisas conceptuales para apreciar la verdad enmascarada y única que subyace en todas las religiones. Además, es por ello, cuándo las respuestas convincentes escasean y no conquistan el corazón humano, y el ruido doctrinal se hace insoportable y denigra la religión, es cuando se da lugar, históricamente, a una nueva aparición divina siempre preventiva y curativa, ¿no crees? De hecho, la perentoria unificación y armonía, en la vertiente confesional, podrá labrarse en la medida que oriente y occidente se entiendan y abracen; o sea, las religiones del libro se desmitifiquen y descodifiquen lo sobrenatural, y oriente busquen opciones de crecimiento espiritual en el desarrollo material.
Al final, es consustancial al ser humano. El dilema principal es, ¿quién tiene la potestad de arrogarse la exégesis correcta ante las nuevos planteamientos y exigencias?¿O depende de consensos, a poder ser, de personas espirituales, desprendidas y sabias? Al final de cada ciclo religioso, donde abundan las preguntas y escasean las respuestas, por este fenómeno y otros (la agitación existencial, los retos de la Vanguardia tecnológica…), el tumulto se exacerba y fragmenta la religión. Es entonces, cuando la superior autoridad de un nuevo advenimiento, necesario y curativo, serena e ilumina el entendimiento, y abre el camino hacia el futuro.
Los Bahais no tenemos problemas ya que nuestra praxis y entendimiento alienta y es abierto al método científico. Es por ello, que no recibimos críticas públicas por eruditos, pensadores y académicos.
Volviendo al tema, que más importante la resurrección física de Jesús en aquellos días o la resurrección de su fe postrada, su ministerio o dispensación? Dicho de otra manera, ¿Qué es más importante la lámpara o la llama que despeja las tinieblas, aquella luz que descendió simbólicamente en forma de paloma, o zarza ardiente en Moisés, o san Gabriel en Muhammad?
¿Es posible que un espíritu puro, inmaculado y todopoderoso como el de Jesucristo caiga en un supuesto infierno para subir al cielo? La resurrección física no tiene ningún sentido. No puede ser que se refiera a su misión o su dispensación que renació después de intentar su extinción. Cuando Jesús fue apresado y muerto, sus seguidores más cercanos quedaron atribulados y confundidos, la Fe en Cristo desfallecía para después salir triunfante en el corazón de Magdalena y después el resto etc, etc,... El verdadero comienzo de la era cristiana
Jesús dice:
De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. Juan 6:25-27
El factor determinante en la aceptación de Jesús, o cualquier otro Enviado, es la palabra revelada, la palabra sagrada, El Pan; y no por las señales auspiciadas por la profecía. Palabra creativa y vivificadora, compendio de riqueza espiritual y quintaesencia de belleza, que contiene el poder de transmutar al ser humano en espíritu de fe y cambiar el mundo. Los textos sagrados tienen ese poder que nace de Dios imposible emular por el ser humano.
Cuando se produce el encuentro, libertad de espíritu y búsqueda sincera junto con la palabra sagrada revelada da como nacimiento un nuevo hombre en el descubrimiento y aceptación de las nuevas delicias divinas y los tesoros de la revelación de Dios.
Estimado amigo, ¿Acaso los apóstoles y demás seguidores necesitaron de la resurrección de Jesús y demás supuestos prodigios para creer en su Manifiesta soberanía divina? Sería un insulto pedirle un milagro a tan excelso ser, algo oneroso ante su imponente presencia y la gracia de su verbo (el que tenga ojos que vea), Jesús dice:
Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal. Mateo 12:39
O sea, Jesús se enfadaba cuando el populacho demandaba señal, o sea milagro. Por otra banda, Jesús advierte:
Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros…mateo 24:24
Como ves dice harán milagros, las magias y milagros no determinan un creyente real en las enseñanzas profundas en Cristo. Es decir, la importancia de Jesús no es el hacer milagros o prodigios. Y los falsos profetas también pueden hacer “milagros” por tanto no sirve para distinguirlos.
La llegada de las manifestaciones de DIOS no es para montar espectáculos sino para transformar espiritualmente y resucitar las almas postradas de los hombres con la aceptación de sus mensajes, ese es el autentico milagro. El verdadero milagro de Jesús fue que en el término de 3 años, un hombre solo, su revelación, proclamó un mensaje que conquisto al mundo. Aunque externamente Él fue muerto, espiritualmente el realizó el milagro de resucitar las almas muertas de los hombres para convertirlas en llamas ardiente de amor a DIOS. Que mayor logro y consumación y mérito de nuestras vidas que ese. Por tanto, piensa,¿Qué es más importante para un creyente, curarte de la ceguera espiritual o de la ceguera física? Eso no quiere decir que Jesús no hiciese milagros.
En definitiva, los sucesos sobrenaturales o los milagros son poco relevantes, lo importante es el alimento místico y el conocimiento de la verdad espiritual por la Palabra, aquello que libera al hombre de la prisión del yo y la pasión. De hecho, Jesús detentaba el poder de Dios, ¿por qué no estableció su autoridad con portentos prodigios manifiestos? Y por el contrario, ¿por qué se produce el anhelado advenimiento prometido generalmente, sus protagonistas insignes, son perseguidos y repudiados?
La enseñanza de ese proceder es que DIOS deja elegir y respeta el sacrosanto derecho al libre albedrío de las personas. De nuestra elección depende si superamos el juicio o no, y ese juicio se produce con cada aparición de una Manifestación de DIOS. Además todos ellos cumplen las profecías, pero no como lo entienden o desean los estudiosos y teólogos, sino como el profeta las explica. En la mayoría de situaciones, las menciones proféticas, guardan profundos y ocultos sentidos espirituales por encima del puro sentido literal. De ahí la necesidad y acicate de ser humilde y rogar a DIOS clarividencia.
Siguiendo con el hilo, con la venia, una pregunta, ¿Cuáles crees que fue los argumentos que convencieron a los gentiles de las buenas nuevas de Jesucristo ante los entusiastas y enardecidos primeros evangelistas?
Perdona si me salido del tema, por último y entrando en el tema, nuestra percepción es:
la escasez de información del otro mundo ha dado alas a especulaciones basadas en la acotada experiencia humana, además se añade como refuerzo involuntario, la condición estática de la teología cristiana y oriental del más allá. Los cristianos aseveran que lograda la salvación por fe, o la resurrección de los muertos con la segunda venida, pasan a estar con Dios. De la misma manera, las creencias orientales, después de la rueda de reencarnaciones, se liberan del ser y llegan al estar. En ambos casos, con la culminación se para el reloj y, en estado pleno y glorioso, se funden con el todo (Dios). Estas concepciones, me atrevo a decir, preconizan, reducen y simplifican las funciones y características del otro mundo. Y, sobretodo en las orientales, buscando la razón de las injusticias, fuerzan la coherencia humana de la necesidad del regreso a este mundo para lograr la perfección al crisol de la justicia. ¿Pero que sabemos del otro mundo?, Bahaullah dice:
¿Acaso te regocijas por las cosas que posees, sabiendo que han de perecer? ¿Te alborozas acaso porque gobiernas un trozo de tierra, cuando todo el mundo, según la estimación del pueblo de Bahá, vale tanto como la parte negra del ojo de una hormiga muerta? Déjaselo a quienes han puesto sus afectos en él, y vuélvete hacia Aquel que es el Deseo del mundo. ¿Adónde se han ido los orgullosos y sus palacios? Mira en sus tumbas, para que saques provecho de este ejemplo, pues Nosotros hicimos de él una lección para todo observador. Si se apoderaran de ti las brisas de la Revelación, huirías del mundo, te volverías hacia el Reino y gastarías todo lo que posees para aproximarte a esta sublime Visión.
O sea, el otro mundo es inmensamente mayor que este. Y éste es tan grande que escapa a nuestra imaginación. Entonces, por lógica, ha de tener un papel continuista en el acontecimiento y propósito humano. Además, Bahaullah asevera que esta realidad es reflejo más tosco y denso del mundo espiritual. Abdul-Bahá dice:
El mundo espiritual es similar al mundo de los fenómenos. El uno y el otro son la contraparte exacta. Los objetos que aparecen en este mundo de la existencia son las imágenes exteriores del mundo del cielo. Cuando contemplamos el mundo de los fenómenos percibimos que está dividido Abdul-Baha
Después de la muerte el alma del hombre sale permanentemente del plano material, y entra el mundo del espíritu, en el cual él puede progresar y avanzar. La naturaleza de aquel mundo espiritual es esencialmente diferente y superior a nuestra vida terrenal aquí. Shoghi Effendi
O sea, hay cierta simetría entre ambos; por tanto, si éste es una escuela para el desarrollo espiritual, el otro ha de seguir la mismo patrón.
En conclusión, los Bahais consideramos que el viaje hacia Dios empieza en este mundo y continúa en el otro; ya que tanto, los atributos y las perfecciones, como el conocimiento de Dios, son infinitos. Evidentemente, hay saltos cualitativos pero nuestra visión es siempre dinámica y progresiva, no estática.
Un saludo.