Re: Mensaje adventista de Cristo en El Santuario
Hola a todos.
-Hiram, veo que no te cansas de hablar mentiras, impulsado por tu sectarismo.
Incluso, dices que este tema no lo has analizado profundamente conmigo; sin embargo ya llevas 11 intervenciones, en los posts: 12,16,19,21,23,25,27,31,40,43,y 45.
Lo que pasa es, Hiram, que no has podido hacer más nada, que lo que ya has hecho; precisamente por falta de argumentos.
Y no te gusta, que se traten las cosas punto por punto, para que las deficiencias de ustedes se noten menos. Esa estrategia, la conozco muy bien.
De todas formas, vamos a lo realmente importante.
Entonces, Hiram, voy a resumir las cuestiones que he planteado hasta ahora:
1) Los santuarios israelitas tenían marcadas diferencias, pero, aún así conservaban similitud en su estructura básica: Lugar Santísimo, Lugar Santo, Atrio……porque su objetivo era el mismo.
Luego, esas diferencias que había entre ellos, indican que no fueron construidos siguiendo el mismo modelo (tabnith).
Es decir, el modelo (tabnith) que Dios le mostró tanto a Moisés como a David-Salomón, no pudo ser el mismo, debido precisamente a esas diferencias que existían entre los santuarios terrenales.
Entonces, de esto se desprende necesariamente, que a ninguno de esos personajes Dios le mostró realmente el Santuario Celestial, como modelo a seguir para construir el terrenal; sino que a cada uno el Señor le mostró un modelo o "maqueta", sobre el tipo de Santuario terrenal que él consideraba apropiado, para cada ocasión.
Esta es la primera cuestión, Hiram; y sobre eso, específicamente, ni tú ni los demás, han aportado prácticamente nada.
2) Otro de mis planteamientos es este: “El libro de Hebreos, no sabe nada acerca de dos departamentos, en el santuario celestial. Sólo habla del “Ton Hagión”.
Contrariamente, los intérpretes adventistas presumen la existencia de estos dos departamentos en el cielo, basados en que si existían en el santuario terrenal, también deben estar en el celestial.
Con esta posición, se pierde de vista que no hay una base real en las Escrituras, para afirmar eso; aparte de que el libro de Hebreos no lo sanciona.
Veamos:
-El libro de Hebreos no relaciona a Cristo, ni con el lugar santo-terrenal (Hagia), ni con el lugar santísimo-terrenal (Hagia Hagión), en forma independiente; sino con ambos (Ta Hagia) (santuario terrenal-completo), en el marco del “día de expiación” anual; en forma similar a lo que hacían los sacerdotes terrenales; pero, a diferencia de estos, el Señor lo hizo “una sola vez, para siempre”.
-Otro punto a destacar, es lo que dice la Biblia, sobre el hecho de que el Santuario terrenal estuviera dividido en dos lugares: Santo y Santísimo. (Ver Hebros 9:6-8). Allí se nos dice, acerca de esa división (verso 8): “dando el Espíritu Santo a entender con esto, que aún no se había manifestado el camino al “Ton Hagión”, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie”.
Esto quiere decir, que esa división era un simple símbolo, donde la parte del “lugar santísimo-terrenal” (Hagia Hagión) representaba el
“Ton Hagión”-Celestial. Es decir, que la única razón por la que existía una división entre “Santo y Santísimo terrenales”, era para dar a entender o representar, que el camino al “Ton Hagión-celestial” no estaba preparado. Por esto se rasga el velo de separación, cuando Cristo muere.
-En consecuencia, el lugar santo-terrenal no tiene una contraparte celestial. Esto se confirma por el hecho, de que en ninguna parte del libro de Hebreos, se hace mención de un lugar santo-celestial; como tampoco en otra parte de las Escrituras.
En otras palabras, aunque hubiera un lugar santo-terrenal, no tenía que haber un lugar santo-celestial, ya que esa división lo que hacia era simbolizar los dos santuarios: el terrenal y el celestial.
Si bien el santuario hebreo en conjunto, simbolizaba el santuario celestial; de manera expresa y especial, la división entre los lugares “santo y santísimo-terrenales”, era una forma práctica de representar temporalmente ambos santuarios y los dos ministerios sumo-sacerdotales.
Fíjense, que los sacerdotes terrenales tenían que entrar cada año en el “Ta Hagia” con sangre ajena, mientras que Cristo sòlo tuvo que entrar una vez con su propia sangre, en ese “Ta Hagia”. Luego de lo cual, desaparece esta división temporal, que ya no tiene sentido práctico; así como también el ministerio terrenal-sumo sacerdotal.
-En conclusión, el lugar santísimo-terrenal, representaba el santuario celestial (Ton Hagión). Por las siguientes razones:
1) Se consideraba que simbólicamente allí estaba la presencia y el trono de Dios.
2) La entrada a ese departamento sólo se le permitía al sumo sacerdote, y únicamente en el día de expiación anual; en el que lo hacía representando a Cristo; por lo tanto, aquel no tenía acceso pleno sino limitado.
3) Hebreos 9:8 dice: “Dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no estaba descubierto el camino al “Ton Hagión”…”; lo cual significa que esta restricción para entrar al lugar santísimo-terrenal, existía porque aún no estaba libre el acceso al santuario celestial; de donde se deduce que “Ton Hagión” y “lugar santísimo-terrenal” son equivalentes. Por lo tanto, cuando Cristo muere desaparece ese impedimento, y todos podemos entrar libremente al “Ton Hagión”, tal como lo cita Hebreos 10:19. Esto fue simbolizado por la rasgadura del velo del templo, cuando Jesús expiró; señalando el fin del viejo sistema.
4) La forma cúbica del lugar santísimo. Este era un cubo perfecto en todas las versiones del santuario terrenal, como si esta característica dimensional señalara hacia un aspecto que estaba más allá de lo visible. Si comparamos esto con lo narrado por Apoc.21:16, sobre la igualdad de las tres dimensiones de la Nueva Jerusalén (o sea, su forma cúbica también), podemos observar claramente una conexión aquí.
-Surge ahora una pregunta: ¿No tiene oportunidad Hebreos, para hablar de las dos posibles secciones del santuario celestial?. Claro que sí, porque la tuvo para el terrenal; por lo tanto es lógico pensar que si se ocupó de los detalles del símbolo pasajero, que además eran bien conocidos por aquellos a quienes estaba dirigida la epístola originalmente (los Hebreos), con mayor razón debió hacer lo mismo con la realidad celestial.
-Además, todo el sistema judaico era temporal, hasta el orden sacerdotal. Vemos que Hebreos habla de un cambio de sacerdocio y de un cambio de ley (7:11-12). Entonces, si Cristo pertenece al orden de Melquisedec, ¿porqué tendría que oficiar en el cielo, según lo trazado al orden levítico?.
Fíjense hnos, que Hebreos 7:22-28, establece una clara diferencia entre el ministerio de Cristo y el de los sacerdotes terrenales.
Nuestro Señor, entró al “Ton Hagión” como nuestro abogado y mediador, que es la única función que le asigna la Biblia en el Santuario del cielo.
Eso es lo que muestra el libro de Hebreos claramente, sin necesidad de extrapolar otros pasajes.
Entonces, Hiram, esta es la segunda parte; y sobre esta, tú y los demás han aportado muy poco. Pero, hiciste un pequeño esfuerzo, con lo del "Ton Hagión"; aunque te resultó fallido, lo que dijiste.
Ahora bien, Hiram, como esto no es un monólogo, espero que tú o cualquier otro de tus compañeros, trate de enriquecer el debate aportando algo, o tratando de rebatir lo que expongo (si es que pueden); pero, que sea aportando las evidencias correspondientes, y no dando simples opiniones.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente