Y aquí seguimos, sin llegar a puerto ninguno. Lo que está claro es que no tiene la más mínima importancia a que hora, y en que día, resucitó, porque no somos salvos por creer en la hora que resucitó ni en el día, sino en el hecho que... mejor leamos:
Rom 10:9 Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. 10 Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.
La Biblia es clara, basta con leerla para saber que claramente nos dice que resucitó el tercer día, pero no siendo ello lo primordial, ni aquello en lo que hemos de creer, sino el hecho de su resurrección. Nadie alcanzará la salvación por creer ni en el día ni en la hora. Por lo tanto, este debate es totalmente estéril, se mire por donde se mire. Seguir discutiendo este tema, solo muestra que no es el Espíritu Santo quien inspira y guía en el mismo, sino la propia carne.
Pero bueno, pueden seguir, cada cual dedica su tiempo a lo que le place. El Señor les bendiga.