Re: Los Testigos de Jehová y las 'transfusiones de sangre'
El articulo de la atalaya de Preguntas de los Lectores de la Atalaya del 15 de octubre de 1983 páginas 30,31 No contesta de forma satisfaciente la cuestión planteada, y ademas no da respuesta a la realidad que de forma innegable esta escrita en el libro de la naturaleza, asi que no da respuesta Biblica ni logica, y solo puede satisfacer a personas entregadas mentalmente y poco objetivas consideremos lo que la Biblia dice en verdad sobre el tema de la sangre y lo que dice el libro de la naturaleza, segun lo explico an la carta y en el libro "LA VERDAD OS HARÁ LIBRES"
1º En la naturaleza encontramos que los animales comen sangre con toda naturalidad en el caso de algunos incluso es este su alimento principal, ¿puede alguien explicar de forma logica e inteligente como alguien puede creer que Dios prefiere que un ser humano muera antes de ingerir sangre, pero permita a los animales comerla, incluso ha creado animales que se alimenten de ella?
Capitulo 5º
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA SOBRE LA SANGRE
Los testigos de Jehová, afirman que es voluntad de Dios, que nadie coma, ni se transfunda sangre aun que su vida este en peligro, aun si depende de ello, pero ¿es eso verdad? ¿Prefiere Dios la muerte de ser un humano antes de que coma o se transfunda sangre? ¿Qué enseña La Biblia en verdad sobre el uso de la sangre y que son enseñanzas de hombres? ¿Qué nos enseña el libro de la naturaleza, con el que la Biblia debe estar en armonía ya que ambos son obra del mismo autor?, analicemos:
El libro de la naturaleza, enseña que la sangre es solo otro de los tejidos de los seres vivos y los animales se alimentan de ella como de cualquier otra sustancia, los depredadores se comen tanto la carne como la sangre de sus víctimas, y lo que es más significativo, Dios ha creado animales que se sustentan exclusivamente o en parte de sangre, eso es de por sí una prueba de que Dios no ha asignado a la sangre una aureola de santidad, y parece del todo increíble que Dios permita a los animales comer sangre, algunos incluso subsistir de alimentarse en todo o en parte de ella y que por otra parte exija que un ser humano muera antes de comerla o transfundírsela en caso de extrema necesidad, pero aun siendo chocante si la Biblia lo enseñase –como yo he creído por años y los testigos creen- el cristiano se abstendría de usarla, pero como veremos la doctrina de los testigos de Jehová en este asunto es solo una vez más el fruto de su mal entendimiento de la palabra Divina.
Si el lector lo analiza bien, vera que sería una crasa contradicción entre los dos libros divinos, ambos deben estar siempre de acuerdo en todo, o de otro modo eso indicaría que la Biblia no procedería del autor de la vida, por lo que veremos como un mejor entendimiento de lo que la Biblia enseña elimina la contradicción que habría si los testigos tuviesen razón en su interpretación. Salmo 19:1, Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. La obra creativa de Dios y la Biblia siempre están de acuerdo, las “doctrinas de hombres” no armonizan con ambas obras de Jehová.
Veamos qué es lo que dicen los versículos en los que aparece la palabra sangre y que cada uno saque sus conclusiones y obre en conciencia.
Mientras leemos los diferentes versículos, pensemos en estas palabras de Jesús: Mateo 15:17-20, ¿No se dan cuenta de que todo lo que entra en la boca va pasando de allí al estomago, y se elimina en la cloaca? 18 Sin embargo, las cosas que proceden de la boca salen del corazón, y esas cosas contaminan al hombre. 19 Por ejemplo, del corazón provienen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias. 20 Estas son las cosas que contaminan al hombre; pero el tomar una comida con las manos sin lavar no contamina al hombre”.
Porque no comer sangre
La primera ocasión en la que se mencionó el decreto fue en Génesis 9:3, 4. Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. 4 Solo carne con su alma —su sangre— no
deben comer.
Pese a ser esta la primera vez que Dios dice algo sobre comer carne, y naturalmente está claro que a pesar de que se autoriza a los humanos a matar animales para sobrevivir, se debe respetar que el dueño de esos animales es Dios, y como tal el que puede decidir cómo hacer uso de esas vidas que Él creó, al matar un animal para comérselo, el hombre debería derramar la sangre del mismo.
Algunas personas, han dicho que este mandamiento solo era temporal, pero eso no tiene base firme, por cuanto se dio a Noé y sus hijos que eran toda la humanidad que existía, y junto con este mandamiento se dieron otros preceptos que igualmente sigue vigentes, la lectura del relato mostrara la vigencia de este. Génesis 9:1-17 “Y Dios pasó a bendecir a Noé y a sus hijos y a decirles: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra. 2 Y un temor a ustedes y un terror a ustedes continuarán sobre toda criatura viviente de la tierra y sobre toda criatura voladora de los cielos, sobre todo lo que va moviéndose sobre el suelo, y sobre todos los peces del mar. En mano de ustedes ahora se han dado.
3 Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. 4 Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer. 5 Y, además de eso, su sangre de sus almas la reclamaré. De la mano de toda criatura viviente la reclamaré; y de la mano del hombre, de la mano de cada uno que es su hermano, reclamaré el alma del hombre. 6 Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo él al hombre. 7 Y en cuanto a ustedes, sean fructíferos y lleguen a ser muchos, hagan que la tierra enjambre de ustedes y lleguen a ser muchos en ella”.
8 Y Dios pasó a decir a Noé y a sus hijos con él: 9 “Y en cuanto a mí, aquí estoy estableciendo mi pacto con ustedes y con su prole después de ustedes, 10 y con toda alma viviente que está con ustedes, entre aves, entre bestias y entre todas las criaturas vivientes de la tierra con ustedes, desde todas las que salieron del arca hasta toda criatura viviente de la tierra. 11 Sí, de veras establezco mi pacto con ustedes: Nunca más será cortada [de la vida] toda carne por aguas de un diluvio, y nunca más ocurrirá un diluvio para arruinar la tierra”.12 Y Dios añadió: “Esta es la señal del pacto que estoy dando entre yo y ustedes y toda alma viviente que está con ustedes, por las generaciones hasta tiempo indefinido. 13 De veras doy mi arco iris en la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre yo y la tierra. 14 Y tiene que suceder que cuando yo traiga una nube sobre la tierra, entonces ciertamente aparecerá el arco iris en la nube. 15 Y ciertamente me acordaré de mi pacto que hay entre yo y ustedes y toda alma viviente entre toda carne; y nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne. 16 Y el arco iris tiene que ocurrir en la nube, y ciertamente lo veré para acordarme del pacto hasta tiempo indefinido entre Dios y toda alma viviente entre toda carne que está sobre la tierra”.17 Y le repitió Dios a Noé: “Esta es la señal del pacto que de veras establezco entre yo y toda carne que está sobre la tierra”.
El pacto de Dios, de no traer un diluvio y cuyo sello es el arco iris sigue vigente, los hombres seguimos comiendo carne por autorización de Dios, y jamás ha dicho Dios que ya no es necesario derramar la sangre, o que ya se puede comer la sangre, como veremos la ley dada a los Judíos denominada Ley Mosaica arrojara más luz sobre que implicaba el no comer la sangre de animales y que es lo que Dios pensaba de esta, contestando la pregunta:
¿Qué es sagrada la vida o la sangre?
Algo que también se debe entender, es que este decreto dado a Noé es anterior a la ley Mosaica y no tiene nada que ver con ella, todavía sigue en vigor y que además se da a toda la humanidad, no solo a los judíos.
LA LEY MOSAICA CORROBORO LA PROHIBICION
La ley Mosaica incluyó la prohibición, y la amplio para los judíos 13 ”En cuanto a cualquier hombre de los hijos de Israel o algún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes que al cazar prenda una bestia salvaje o un ave que pueda comerse, en tal caso tiene que derramar la sangre de esta y cubrirla con polvo. 14 Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella. En consecuencia dije yo a los hijos de Israel: “No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será cortado”.Lev17:13, 14.
Según el folleto “¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?” Editado por los testigos de Jehová en el año 1990, dice textualmente en la página 3: “Así se notificó a toda la humanidad que a los ojos del Creador la sangre representa la vida.”
De modo que, ya sabemos porque Jehová prohibió comer la sangre de un animal que mates para comer. Porque representa la vida. Y aunque se nos permite matar a un animal para comerlo, debemos valorar esa vida lo suficiente y respetar que es una vida que existe gracias a Jehová. Y eso lo demostramos cuando a pesar de que lo matamos para comernos su carne, no nos comemos su sangre en señal de aprecio, valor y respeto a esa vida que es posesión de Jehová.
De ahí la necesidad de derramarla al suelo, para simbolizar que esa vida vuelve a Jehová. Lev. 17:13. (Como también concuerda con este aspecto el libro “Los testigos de Jehová y la cuestión de la sangre”. Pág. 8 párrafo 18)
Otro detalle interesante, es que el mandato de derramar la sangre, en la Biblia solo se circunscribe a:
- Cuando se mata a un animal para comer (derramar al suelo)
- Cuando se mata a un animal para sacrificio (derramar sobre el altar)
Es decir, que en ambos casos primero ha habido una acción de matar. En cambio, en el caso de que un israelita por ejemplo tuviera una herida sangrante y perdiera mucha sangre, en ningún texto de la Biblia dice que se tuviera que derramar al suelo y cubrirla con polvo esa clase de sangre. El texto que hemos leído de Lev 17:13, 14 deja muy claro que se refiere a derramar la sangre de un animal que uno caza. 13 ”‟En cuanto a cualquier hombre de los hijos de Israel o algún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes que al cazar prenda una bestia salvaje o un ave…”
Para corroborar que hay una diferencia entre comer un animal cazado por uno y otro muerto en otras circunstancias, tenemos dos citas bíblicas más, que nos ayudarán a ver esa diferencia.
Uno de ellos está en Levítico 17:15, 16. “15 En cuanto a cualquier alma que coma un cuerpo [ya] muerto o algo desgarrado por fiera, sea un natural o un residente forastero, en tal caso tiene que lavar sus prendas de vestir y bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer; y tendrá que ser limpio. 16 Pero si no las lava y no baña su carne, entonces tendrá que responder por su error‟”
Levítico 11:39”‟Ahora bien, en caso de que muera alguna bestia que ustedes tengan para alimento, el que toque su cuerpo muerto será inmundo hasta el atardecer. 40 Y el que coma de su cuerpo muerto lavará sus prendas de vestir, y tiene que ser inmundo hasta el atardecer; y el que se lleve su cuerpo muerto lavará sus prendas de vestir, y tiene que ser inmundo hasta el atardecer.
Estos textos son muy claros al decir que podía darse el caso de que alguien podía comer un animal ya muerto o desgarrado por fiera evidentemente sin desangrar y no por ello tenía que morir. Lo único que tenía que hacer era lavarse y permanecer inmundo hasta el atardecer.
Para tener una idea más clara de lo que eso suponía: Si uno comía un animal ya muerto no desangrado, tenía que hacer exactamente lo mismo que cuando un hombre tenía una emisión de semen Lev 15:16, o cuando alguien tenía flujo, Lev 15:11) Lo cual significa que comer un animal sin desangrar que tú no has matado era, más bien que un pecado grave contra la santidad de la vida, una cuestión de limpieza que diferenciaba a los israelitas de las otras naciones. Nadie diría que tener flujo era un pecado.
Otro texto que nos ayudara a entender mejor este punto es: Deuteronomio. 14:21 ”No deben comer ningún cuerpo [ya] muerto. Al residente forastero que está dentro de tus poblaciones lo podrás dar, y él tendrá que comerlo; o puede haber un venderlo a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo a Jehová tu Dios.”
Pongamos en orden las ideas de un israelita:
1º Si cazas o matas un animal para comer, debes derramar su sangre. Si la comes debes morir.
2º No debes comer un animal ya muerto que no ha sido desangrado. Pero si lo comes, -pudiera ser por pura necesidad, debido a hambre extrema u otras razones- debes lavarte y ser inmundo hasta el atardecer.
3º Lo que si puedes hacer sin problemas, es vender o dar un animal muerto (que tú no has matado) sin desangrar a un residente forastero para que lo coma.
Con respecto a este tercer punto: Pero ¿no habíamos dicho que la ley de Noé anterior a la ley Mosaica, fue dada para todo el mundo, y se les prohibía comer la sangre de los animales? ¿Cómo es que ahora dice que los forasteros, sí que pueden comer un animal no desangrado? ¿Hay acaso contradicción en Jehová?
Por supuesto que no. La única manera de entender el asunto y -esta es la clave para entender el tema- es, que la ley de Noé especificaba, que si tú matas un animal para comer, no debes comer la sangre del animal en respeto a la vida que has quitado.
Pero si tú no eres el que lo matas, no tienes porque hacer nada con su
sangre. La clave está en cómo y por qué se mata al animal, y quien es su dueño el dueño de la vida del animal.
Para Dios la vida es sagrada, tanto de personas como de animales. Mateo 10:29-30 “¿No se venden dos gorriones por una moneda de poco valor? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin [el conocimiento de] su Padre. 30 Mas los mismísimos cabellos de ustedes están todos contados.”
Por tanto en la ley de Moisés también se ve una diferencia clara entre la acción de matar un animal para comértelo, y comerte otro que tú no has matado.
Solo entendiendo que el mandato de Noé se refería a desangrar lo que tú matas en respeto a la vida que has quitado, se podría entender que no habría contradicción entre la ley dada a Noé, la Mosaica y la ley de la Naturaleza.
La norma de Jehová según veo yo por la evidencia bíblica es la siguiente: Si tú matas un animal, debes derramar su sangre como símbolo de respeta de la vida, porque lo que es sagrado es la vida, no la sangre.
A mi entender, viene a ser como un precio o compensación por el hecho de que has quitado una vida aunque haya sido para comer. O quizás la evidencia de que, aunque has quitado esa vida, sigues valorándola y respetándola como algo que es de Jehová.
Pero ¿qué hay del decreto apostólico de Hechos 15:28, 29 de abstenerse de la sangre?
Lo que es seguro, es que ese decreto no podría contradecir lo que ya hemos entendido, tampoco se basó en la ley Mosaica, pues precisamente ese decreto salió a raíz de que algunos quisieran imponer restricciones que antes imponía la ley Mosaica como la circuncisión. Las palabras de Hechos 15: 7-11 también corroboran que la ley Mosaica no fue la base de ese decreto.
El libro “Unidos en la adoración” Página 149 También está de acuerdo con este hecho al decir:
“La decisión de aquel cuerpo gobernante sí mencionó como “cosas necesarias” ciertas prohibiciones que estaban en armonía con aquella Ley, pero éstas se basaban en el registro bíblico acerca de acontecimientos que antecedieron a la Ley. Se ve, pues, que no se impuso a los cristianos gentiles la responsabilidad de someterse a la Ley Mosaica o a alguna porción de ella, sino que, más bien, hubo una confirmación de normas que se reconocían antes del tiempo de Moisés”.
Por tanto el decreto apostólico está basado en lo que Jehová dijo a Noé. Y al decir abstenerse, esa palabra no debió ir más allá de lo que significó en el caso de Noé, ni debe ser más restrictiva de lo que la ley de Moisés era. Y como hemos visto al analizar algunos matices de la ley Mosaica, la ley dada a Noé no podía aplicar en el caso de animales muertos en otras circunstancias que no fueran los matados por uno mismo para comer.
Otro factor circunstancial que nos ayudara a entender que es lo que quisieron decir los apóstoles al decir “abstenerse de la sangre”, es entender que por aquel entonces entre los gentiles era habitual matar a un animal
estrangulándolo para comérselo, o como sigue ocurriendo hoy en día en algunas zonas matar al conejo con un golpe en la cabeza y después comérselo. Lo cual quiere decir que no estarían muy familiarizados con lo que mandó Jehová que se hiciera al cazar un animal o al dispones de uno domestico.
Como se puede apreciar claramente la prohibición de la sangre es algo muy sencillo de entender, y no hay nada de pecaminoso en comer sangre, ya que los judíos la podían comer así como los gentiles con la autorización de Dios siempre que el animal hubiese muerto en las circunstancias ya señaladas, si a eso le añadimos el sentido común como dijimos al principio del capítulo a saber: ¿permitiría Dios que la sangre la pudiesen comer los animales salvajes sin ningún problema como sabemos que la comen al cazar a otros animales y sin embargo exigiría la muerte de los seres humanos, cuando la sangre fuese la única manera de continuar viviendo?
Que cada uno saque sus conclusiones, yo respondo rotundamente:
¡NO! DIOS NO QUERIA ESO.
Entonces cabe la pregunta: ¿Es la misma situación, comer la sangre de un animal, que usar la sangre en una transfusión para salvar una vida? Evidentemente no. El comer sangre, si así lo entendemos, podría suponer faltar el respeto a lo que representa: la vida. Y al no comerla, estaríamos diciendo al Creador, que respetamos el valor de la vida aunque sea de un animal, así como el hecho de que El la ha creado, y El es el dador de esa vida.
Pero en caso de una transfusión no es así:
1º porque no ha habido ninguna muerte por medio, como en el caso de un animal que sirve de alimento, por lo que se tenga que derramar esa sangre.
2º Porque usar la sangre en una transfusión no demuestra falta de respeto a lo sagrado de la vida, ya que se usa para salvar una vida humana, que en sí misma es mucho más sagrada que la sangre.
¿Qué es más sagrada pues, la sangre o la vida? Si la sangre es solo una representación o símbolo, está claro que la vida es infinitamente más sagrada.
Si la sangre es sagrada, solo lo es porque representa a la vida.
Si somos capaces de dar más valor a un símbolo (la sangre) que a lo que simboliza (la vida), es que quizás no hemos meditado bien el asunto. Para ilustrarlo, es como si diéramos más valor al anillo o alianza, que al matrimonio en sí mismo.
Es más, si no la usamos para salvar una vida, quizás en realidad lo que estamos demostrando es, falta de aprecio a la vida. Y estamos valorando más la sangre que la vida, y ¿nos hemos preguntado como verá eso Jehová? Si Dios quería que se respetara la sangre siendo solo un símbolo, con cuanta más razón deberíamos respetar la vida, tal vez ¿alargándola cuando así sea necesario mediante una transfusión?
Analicemos otros aspectos importantes y también algunos ejemplos:
Empecemos por las circunstancias:
El cumplimiento de no comer sangre de un animal cazado en los días en que se dio el mandato ¿suponía en algún momento peligro para la vida de alguien el obedecerla? Evidentemente en esos días el único esfuerzo que les suponía obedecer esa ley, es que tenían que desangrar los animales antes de comérselos. Jehová no planteó una cuestión muy difícil de cumplir, sino todo lo contrario, algo muy simple. En aquellas ocasiones no les planteó una cuestión de vida o muerte. Simplemente, como he dicho antes, era cuestión de demostrar que cuando uno se comía un animal, entendía que incluso la vida de ese animal era importante y que esa vida pertenecía a Jehová y había que respetarla mediante derramar la sangre al suelo.
Pero en nuestros días en el caso de una transfusión, no es una simple cuestión de desangrar un animal o no. En algunos casos puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.
Analicemos otro aspecto aun en el hipotético caso, de que la ley de abstenerse de sangre incluyera las transfusiones.
¿Debería alguien erigirse en juez de otro que se ha hecho una transfusión en un caso extremo o que ha decidido permitirla a un familiar?
¿Seria manifestar el espíritu de Jesús hacer un comité judicial y tal vez expulsar al que llevado por la tensión y el amor de un familiar cede e hipotéticamente traspasa la ley de Dios?
MI RESPUESTA ES: ¡¡¡NO JESUS NO HARIA ESO!!!
Jehová juzga los asuntos dependiendo de las circunstancias.
Veamos varios ejemplos:
¿Cómo reaccionó Jehová cuando David y sus hombres comieron algo que también era sagrado, es decir los panes de la proposición, y probablemente ante una situación no tan extrema de a vida o muerte como pueda ser una transfusión? Jehová no los castigó. ¿Qué dijo Jesús de ese caso? Mat. 12:3-8 “¿No han leído lo que hizo David cuando les dio hambre a él y a los hombres que iban con él? ¿Cómo… comieron los panes de la presentación, algo que a él no le era lícito comer, ni a los que iban con él, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no han leído en la Ley que los sábados los sacerdotes en el templo tratan el sábado como no sagrado y continúan inculpables? Pues yo les digo que algo mayor que el templo está aquí. Sin embargo, si hubieran entendido qué significa esto: „Quiero misericordia, y no sacrificio,‟ no habrían condenado a los inocentes. Porque Señor del sábado es lo que el Hijo del hombre es.”
Aquí, Cristo da varios ejemplos:
Ante un pecado que exigía muerte, Cristo deja muy claro lo que realmente importa al decir “quiero misericordia y no sacrificio”.
También menciona, que los sacerdotes trabajaban en sábado haciendo servicio sagrado, porque eso era más importante que guardar el sábado.
Y por último, Cristo podía trabajar en sábado haciendo una curación, porque la misericordia era más importante que obedecer una ley.
Por obedecer un mandato menor, no se podía desobedecer uno mayor.
Por tanto, ¿no estaremos siendo como los fariseos al permitir que algo tan importante como salvar una vida mediante una transfusión, sea eclipsado por la ley de dudosa aplicación a estos casos, de no comer sangre? Ellos preferían el sacrificio a la misericordia. ¿Ocurrirá lo mismo en el caso de la Wacht Tower?
Otro ejemplo: ¿Cómo juzgó Jesús a aquella mujer, que para llegar a Jesús y sanarse de flujo, tuvo que pasar entre la gente violando así la ley Mosaica respecto a la inmundicia? Por supuesto no se lo recriminó, sino que la sanó sin ni siquiera mencionar la ley tan importante que había desobedecido. Y eso que en este caso, la mujer solo trataba de sanarse, y tampoco era cuestión de vida o muerte.
Un último ejemplo pero esta vez más relacionado con la cuestión de la sangre. Y para explicarlo citaré las palabras textuales que lo mencionan en la misma publicación que he citado antes. El folleto “¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?” dice textualmente en la página 4:
“Durante un tiempo de crisis bélica, algunos soldados israelitas mataron animales y „se entregaron a comer junto con la sangre‟. En vista de la emergencia, ¿les era permisible sostenerse la vida con sangre? No. Su comandante señaló que todavía era un mal grave lo que habían hecho. (1 Samuel 14:31-35.)”
Pero tenemos que hacer un inciso muy importante que parece que en esta publicación se pasó por alto, y es que:
1º La situación no era a vida o muerte, pues los soldados lo único que tenían que hacer es esperar unos minutos para desangrar el animal y proceder a comer. Solo eso.
2º A pesar de que no era cuestión de vida o muerte obedecer esa ley, y faltaron a esa ley por una simple cuestión de impaciencia, no se les castigo con la muerte como era lo propio de violar la ley de la sangre, sino que tuvieron que demostrar arrepentimiento por lo que habían hecho, haciendo algunos sacrificios.
Realmente pues, hay muchísimos argumentos que nos plantean más que dudas, con respecto a la supuesta ley de “no a las transfusiones”.
Pero no cabe la menor duda de que Dios no trataría a un cristiano como los testigos de Jehová tratan a las personas que por amor ceden y dejan de cumplir con uno de sus “MANDAMIENTOS DE HOMBRES” Mateo 26:34; Juan 13:38; 21:15-17
Es de suponer, que el cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová quizás también se haya planteado sus dudas en cuanto a equiparar el comer sangre con transfundirse. Eso lo demuestra el hecho de que se han empezado a hacer cambios en cuanto, a que si los cuatro elementos primarios no, pero que si esta fracción sí, o que aquella otra también.
Si fuera cierto que al transfundirnos sangre, se violara el principio de derramar la sangre, entonces también sería pecado ponerse cualquier fracción, porque para extraer esa fracción de sangre, se está usando mucha más sangre de la que se usa para extraer alguno de los cuatro elementos primarios. Es decir, para que se nos inyecte alguna fracción secundaria de sangre, se ha estado haciendo un uso inadecuado –según creen los Testigos- de grandes cantidades de sangre, que debería haber sido derramada al suelo (en caso de que fuera cierto que el principio de derramar la sangre de un animal muerto, también aplicara en el caso de las transfusiones). Aunque según la WT la sangre pertenece a Jehová y por eso no se puede utilizar para salvar una vida. Claro que a lo mejor las fracciones no le pertenecen y por eso estas sí se pueden usar. ¡Ah!, por cierto, uno de los componentes permitidos, que es la albúmina, constituye el 2% del volumen sanguíneo mientras que los glóbulos blancos (componente prohibido) el 1%, y las plaquetas el 0,17%.
Lo que más me preocupa es que alguien sea capaz de hacer un dictamen con una seguridad total como ha hecho la Watch Tower con referencia a un asunto más que discutible con la Biblia en la mano. Y que además a estas personas no parece haberles importado mucho el gran sufrimiento y dolor que han ocasionado a muchos padres, esposos y esposas con estas interpretaciones propias que han hecho, sabiendo que además son susceptibles de equivocación, como así ha ocurrido en otras ocasiones.
Con casi toda seguridad, se puede decir que en muy poco tiempo los testigos de Jehová abandonaran esta doctrina, de hecho los cambios citados arriba son los primeros pasos que conduce a pensar esto, pero lo harán de manera que ellos se salven de la responsabilidad que recae sobre los dirigentes por esta errónea doctrina, lo harán de la forma acostumbrada, primero dicen fracciones, después de forma privada dirán –si no lo han dicho ya- a los cuerpos de ancianos que no se preocupen por estos temas que dejen en manos de los hermanos el asunto, en una palabra, que al contrario de lo que han venido haciendo, ya que tenían hasta ahora todo un dispositivo de vigilancia en los mismos hospitales para velar por que los testigos cumpliesen con esta doctrina, denominados “comités de enlace con los hospitales”, no me extenderé sobre el cometido de estos comités, pero su función es la de controlar que los testigos no se pongan sangre, eso sí, disfrazado de herramienta de ayuda y apoyo a los testigos.
Pues bien, en breve creo que desmantelaran estos comités, y dejaran que el tiempo haga que los que han sido afectados vallan desapareciendo, y pronto nadie recordara que los testigos prohibían bajo amenaza de expulsión el uso médico de la sangre.
La inmensa mayoría aceptara la nueva luz procedente de Dios como una bendición que demuestra que ellos son el único pueblo que lo representa en la tierra, como en tantas ocasiones algunos abandonaran la secta, de estos se hablara como de personas que no amaron suficientemente a Dios, se les tildara
de fracasados espirituales que han sido vencidos por sus propios pecados, y nadie les podrá hablar, porque existe el peligro de contaminarse con ellos, en definitiva el cuento de siempre.
Los muertos por esta falsa enseñanza serán olvidados, las tragedias humanas no serán suficientes para que los ciegos y controlados testigos de base se den cuenta de que solo están siguiendo a hombres sin escrúpulos que los explotan y descarrían. Espero y deseo que Jehová, sea más misericordioso con ellos, de lo que ellos son al hacer interpretaciones como estas o al juzgar como ellos juzgan.
Como he dicho al principio, esta consideración me ha ayudado a entender mejor hasta qué grado valora Jehová la vida, incluso la de los animales que nosotros sacrificamos para nuestra alimentación sin el más mínimo remordimiento.
Este mejor entendimiento de la ley se relaciona muy estrechamente con las palabras de Jesús, cuando dijo que ni un gorrión cae sin que Jehová lo sepa. Y evidentemente, Él quiere que guardemos el mismo aprecio y respeto a la vida, incluso la de los animales, y lo demostramos cuando como he dicho antes, respetamos la sangre del animal que hemos matado para comer.
Se me refuerza más la idea de que Jehová es un Dios amoroso, y que al disponer ese mandato, Él no pretendió imponer una carga tan sumamente pesada como la que otros han puesto, al obligar a que se niegue una transfusión que puede salvar la vida de alguien tan amado como puede ser un hijo.
No, Jehová no es un Dios que le guste poner cargas pesadas, lo demostró en Edén, y lo demostró Jesucristo cuando dijo que toda la ley se basaba en el amor y con frases como “prefiero misericordia y no sacrificio”. Ese principio subyace en todo mandato que Jehová ha dado. Incluyendo el de la sangre.
En cambio, buscarle aplicaciones a ese mandato, que no están claramente definidas en la Biblia, es tornar un mandato cuya cuna es el amor a la vida, en un mandato cuyo resultado es crueldad hacia el prójimo.
¡Que diferencia! Y lo que es peor, crueldad hacia el Creador, pues ponemos en su boca actos que están muy alejados de lo que El como persona es o desea.
El asunto es muy serio, y me he visto con la necesidad de exponerlo pues la conciencia que Dios me ha dado me obliga.
! DENUNCIO, A LOS LIDERES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ, POR ESTA MANERA DE SOMETER, A LOS FIELES, A SUS CAPRICHOS ABSURDOS Y EXPONERLOS A PELIGROS MUY GRAVES SIN LA APROBACION DE DIOS ¡
Dios juzgara a cada uno de acuerdo con sus responsabilidades. Lucas 12:47-
48 47 “Entonces aquel esclavo que entendió la voluntad de su amo, pero que no se alistó, ni hizo conforme a la voluntad de él, será golpeado con muchos golpes. 48 Pero el que no entendió y por eso hizo cosas que merecen golpes será golpeado con pocos. De hecho, a todo aquel a quien se dio mucho, mucho se le exigirá; y al que pusieron a cargo de mucho, le exigirán más de lo acostumbrado”.
Si los líderes saben lo que hacen, Dios lo sabe y si es por ignorancia que provocan todo el mal que hemos expuesto en este libro, también lo sabe Dios. Solo Dios tiene la capacidad, para juzgarnos a todos, roguemos que su misericordia nos permita enderezar nuestros caminos.
En resumen: Los “mandamientos de hombres” aun que no sean malos en algunos casos, son solo eso mandatos de hombres y no Palabra de Dios, por lo que al final solo traen al creyente esclavitud y sufrimiento, o cuando menos falta de libertad individual, pero en otros muchos casos como el mencionado de las transfusiones sanguíneas, ruina y muerte para muchos.