Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Romanos 10: 4
Creo que la razón por la que muchos no vienen a Cristo no es porque carezcan de un serio interés ni tengan deseos de ser salvados, sino porque no pueden aceptar la manera en que Dios salva. No se sujetan a la justicia de Dios...
El hombre altivo quiere salvarse a sí mismo; cree que lo puede hacer y no cederá la tarea mientras no descubra su propia impotencia a través de infelices fracasos.
Le pido a Dios que les haga ver la obra de Cristo y percibir que es muchísimo mejor que cualquier cosa que ellos pudieran hacer; que puedan ver lo que Cristo consumó.
Bendiciones para todos.
Efectivamente.
Hay evidencias históricas, que demuestran este rechazo que va en contra de la profecía:
"QUITARÉ EL PECADO DE LA TIERRA EN UN DÍA" (Zac.3:9)
Aquí presentamos la siguiente en Hechos 11:
1 Y OYERON los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios.
La conversión de la casa de Cornelio se extendió por todas partes, causando admiración en los discípulos de Cristo, pero generando odio y resentimiento en el orgullo y soberbio corazón de los líderes espirituales de la nación de Israel, que veían como algo monstruoso que los gentiles se reunieran con ellos, aparte de la ley, y bajo los parámetros de la gracia de Dios.
Una vez más, el amor desmesurado a su nación, a su ley, les impidió reconocer la obra de Dios.
Y esto me llama a reflexión hermana Manhattan, porque la misma ley señalaba a Cristo como el fin del externalismo religioso, para dar inicio a una liturgia espiritual, libre de ceremonias y templos suntuosos, libre de sacrificios y esclavitud a un fin de semana, donde se tenía que comprar la comida la víspera, porque este puñado de horas, era sagrado.
El Señor del día de reposo había llegado, y como Rey, había entrado a Jerusalén humilde, montado en un pollino recibiendo la aclamación de su pueblo:
¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Los mismos que horas más tarde estarían reclamando:
¡Crucifícale, crucifícale!
EL REINADO DE LA GRACIA
Con todo, luego del establecimiento de la Iglesia en Pentecostés, los discípulos salieron a predicar el evangelio del reino, solo a los judíos, recordemos las llaves dadas a Pedro y como las usó en el caso de Cornelio, en un contexto absolutamente judío, me explico:
Los oradores eran judíos, los apóstoles de Aquel que fue Él mismo "siervo de la circuncisión", nacido de mujer y nacido bajo la ley.
Sus oyentes eran judíos, y como a judíos se les hablaba.
La iglesia de Pentecostés basada en este testimonio era intensa y totalmente judía.
No se hermana si usted recuerda un forista llamado Wilson García, un cubano, quien se lleno de ira por que enfatice el hecho de que al principio la Iglesia nació judía, y en su transición al cristianismo demoró como 15 años luego de que Saulo de Tarso fue evangelizado por Cristo mismo en su camino a Damasco, y lo hizo objeto de una revelación especial (Hch.20:24), que el mismo llama "mi evangelio" en tres ocasiones (Romanos 2:16; 16:25; 2 Timoteo 2:8).
"Mi evangelio" lo llama el apóstol Pablo, porque fue por medio de él que se reveló esta verdad, no el evangelio "prometido antes", el mismo que predicó Jesús, leemos:
Mat_9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos,
y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Este mensaje posee la identidad del Rey Jesús, como dueño del Cetro, del Trono y del Reino, en su condición de descendiente del linaje de David, tal como se lo dijo el mensajero del cielo a María:
Luc 1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
Luc 1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
Luc 1:33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
El mensaje revelado a Pablo es completamente distinto, ya no es un Rey, ni un Trono, ni un reino, sino
"la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos".
El testimonio de Dios para su Iglesia, es un Cristo rechazado y muerto por su propio pueblo, pero para nosotros, Él es precioso, leemos en su visita a Corinto:
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros
el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
El mensaje que predicó Jesús, fue pospuesto para predicarlo cuando la Iglesia ya no esté sobre la tierra, y lo será en medio de la Gran Tribulación (Mt.24;14).
De manera que cuando Pedro evangeliza la casa de Cornelio, esto causó una gran conmoción en los estamentos religiosos de sus propios hermanos en la fe.
No se trataba meramente de que los oyentes fuesen judíos y sólo judíos, sino de que la idea de evangelizar a los gentiles ni siquiera había recibido consideración.
Cuando la primera gran persecución esparció a los discípulos e "iban por todas partes anunciando el Evangelio", predicaban, como se nos afirma de forma expresa: "sólo a los judíos".
Y cuando, después de un período de varios años, Pedro entró en una casa gentil, la de Cornelio, se le llamó públicamente a que diera explicaciones de una acción que parecía tan extraña y errónea, leemos:
Hch 11:2 Y cuando Pedro subió a Jerusalén, disputaban con él los que eran de la circuncisión,
Hch 11:3 diciendo:
¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos?
Y aquí quiero que observes como a causa de esta ambición y orgullo nacionalista, la Iglesia estaba siendo perturbada; porque la igualdad que proclama el evangelio de la gracia de Dios, para todos, estaba siendo socavada en su dignidad, como si el fin de la ley no fuera Cristo mismo.
Por esta razón contendieron tenazmente para someter el cuello de los gentiles al yugo de esclavitud.
Y hasta el mismo Pedro, responsable de usar las llaves del reino, en la casa de Cornelio, fue contaminado por esta levadura y años más tarde contemplamos como fue regañado por el apóstol Pablo, por su hipocresía:
Gál_2:14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío,
¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
El apóstol Pedro reconoció su error, cuando escribe:
2Pe_3:18 Antes bien,
creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Aquí mismo, en este foro, tenemos ejemplos vivos de una clase de religiosos inconversos, que tienen a Moisés como el que dirige sus vidas, mediante el yugo de esclavitud, y son muy escrupulosos cuando llega el viernes, visitan el supermercado porque es pecado hacerlo al siguiente día.
Y se abstienen de comer asado de cerdo, y tienen a Elena de White por su maestra.
Ojalá que Marcelino no lea este mensaje.
Bueno Hermana Manhattan, que el Señor le continúe bendiciendo a usted y a su familia en el siguiente año que recién va a comenzar.
Un abrazo en Cristo.