Hola de nuevo. Sobre las respuestas a mi post, me concentraré por el momento en estas preguntas; trataré de responderlas.
Hola a usted!
Muchas gracias por su disposición al diálogo.
Un hábito mecanizado que, aunque no sea algo malo en sí mismo, suele darse cuando se pierde de vista su origen y objetivo.
En la respuesta que ha escrito, me parece muy interesante su enfoque. Sin embargo, nosotros lo judíos vemos la Tefilá (Comunmente se traduce como "rezo" a falta de una palabra de que pueda definir realmente nuestra acción espiritual de intentar comunicarnos con Dios) de una forma completamente distinta a lo que usted define como rezo.
"La oración ("tefilá" en hebreo, de una raíz que significa "examinarse" o "juzgarse") es el momento ideal para comulgar con nuestro entorno y con toda la existencia, pero principalmente es el momento propicio para comulgar con nosotros mismos, para extraer de tal instancia la mejor y la más fuerte de las inspiraciones. La oración, en definitiva, debe ser un catalizador de buenas acciones, una motivación de base espiritual para obrar en este mundo para y por el bien. El "amén" más contundente que podemos llegar a pronunciar es el que expresen nuestras acciones."
Rodrigo Varscher
A continuación le citaré algunas definiciones que han dado algunos de nuestros sabios (de los judíos) para intentar mostrarle qué significado tiene la Tefilá (Plegaria/Rezo) para nosotros los judíos:
Lo primero sería una reflexión del rabino Diego Edelberg con fecha 15/02/2013:
En nuestra publicación anterior introdujimos un tema central del pensamiento teológico judío: los seres humanos cambian; pero Dios no. Este es el principio que da cierre a la discusión medieval filosófica sobre Dios y es Maimonides quien representa la culminación de este proceso cuando declara en su
Mishné Tora que Dios es perfecto, eterno, no cambia ni muta. Además para Maimonides Dios no escucha porque no tiene oídos y ni siquiera ama porque no tiene sentimientos. Aunque nos resulta difícil reconocer esto al momento que uno reza, pide y agradece (puesto que según Maimonides parecería no haber nadie escuchando o preocupándose por nosotros) Maimonides mismo definió la plegaria como algo obligatorio.
Para nosotros los modernos este principio simplemente nos alerta de una limitación que ya somos conscientes: nuestra especulación racional, o mejor dicho nuestras palabras, tienen un límite al querer hablar acerca de Dios. Los humanos somos humanos y Dios es Dios. No tenemos acceso a Dios. No podemos conocer su esencia. No podemos saber cómo opera. No podemos saber qué planes tiene ni por qué elige que suceda lo que sucede. En el fondo no podemos saber nada con absoluta certeza. Y como no podemos objetivamente saber nada acerca de Dios ¿cómo podríamos declarar que Dios cambia de parecer frente a nuestros rezos?
Lo que si cambia son nuestras imágenes y metáforas. Estas pueden cambiar justamente gracias a que Maimonides declaró que son cosas cambiantes mientras que la esencia de Dios no lo es. Para nuestros antepasados Dios era un Papá, un Rey, un Señor o simplemente un Êl. Para Maimonides todos estas designaciones son simples metáforas, palabras que depositamos en lo innombrable e incognoscible. Por lo tanto si nuestras metáforas de Dios son simples expresiones subjetivas de nuestra limitada experiencia humana y si la naturaleza de los seres humanos es de hecho el cambio constante entonces nuestras imágenes y metáforas sobre Dios pueden ciertamente cambiar también. En pocas palabras lo que cambia son las metáforas e incluso a veces podemos llegar a ver estos cambios.
Dos grandes teólogos judíos pueden ayudar con su definición de Tefilá (plegaria/rezo):
Rezar es tomar conciencia de lo asombroso, recuperar el sentido de aquello misterioso que anima a todos los seres, el margen divino en todos los logros. La plegaria es nuestra humilde respuesta a la inconcebible sorpresa de vivir.
Abraham Joshua Heschel
Como el poder que ordena el mundo y la salvación personal, Dios no es una personificación sino un Proceso. De todos modos nuestra experiencia de ese Proceso es enteramente personal…Aquellos que critican la concepción de Dios como un Proceso argumentan que es reducir la plegaria a una simple forma de “hablarse a uno mismo”. En un sentido eso es verdad pero debemos entender en
qué sentido es verdad. Todo pensamiento – y la plegaria es una forma de pensamiento- es esencialmente un diálogo entre nuestro puro ego individual y nuestro ser en representación de un proceso que va más allá de nosotros mismos…
Mordecai Kaplan
En el fondo cuando hablamos de Dios no hay correcto o incorrecto. Cuando hablamos con Dios tampoco lo hay. El judaísmo ha vivido desde siempre con ambigüedad al momento de tener que lidiar con Dios. La mayoría de los judíos se imaginan un Dios completamente distinto incluso cuando están rezando juntos en la misma Sinagoga.
¿Dios escucha mis plegarias? Realmente no lo sé. Incluso si me escucha jamás esperaría que me responda del modo que mi esposa me responde cuando la llamo por teléfono. Mi conexión con Dios y mis metáforas de Dios son el producto de una respuesta a mi propia búsqueda personal enmarcada por la tradición judía y mi afirmación continua como miembro primeramente del pueblo judío y en forma más amplia de la comunidad humana como un todo. Mi plegaria es una manifestación de mi certeza absoluta que el pueblo judío al cual pertenezco es importante para la historia y en consecuencia yo también lo soy porque formo parte de dicha narración sin importar cómo me imagino a Dios en cada etapa distinta de mi vida. Al igual que Maimonides tengo muchos problemas para definir a Dios en palabras. Todo lo que digo termina siendo insuficiente para hacer justicia a mi fe y mis creencias. Pero rezo de todos modos todos los días y cuando lo hago generalmente (aunque confieso que no siempre) Dios se hace realidad y evidencia.
Rodrigo Varscher expone que: la "realidad es lo que uno encuentra"
Curiosamente, en la lengua hebrea "realidad" y "encontrar" comparten una misma etimología: מ.צ.א. "Encontrar" es למצוא y "realidad" es מציאות, es decir, la cualidad de lo que se encuentra. Es sumamente significativo que ambas palabras estén etimológicamente relacionadas, ya que si existe una relación entre ellas, es porque tiene que haber alguna implicación entre ambas.
¿Qué es la realidad? Es una pregunta que se han hecho a lo largo de la historia un sinnúmero de filósofos, escritores, pensadores, y más hacia el presente, un objeto de estudio que han intentado abordar las ciencias sociales, ya sea la historia, la sociología, la psicología, para nombrar algunas de las disciplinas más conocidas que han tratado este tema tan complejo y laberíntico.
Desde la perspectiva del hebreo, el concepto de la realidad está íntimamente ligado a los acontecimientos, ya sean fortuitos o meditados, de encontrar nuevas dimensiones de la existencia. En este sentido, la REALIDAD es infinita e inconmensurable, pues es tan amplia y compleja como dimensiones se ENCUENTREN de ella. Hay tantas realidades como sujetos cognoscentes haya, y la de cada uno responde a lo que haya sabido o podido encontrar hasta el momento. De ahí que no haya una única realidad objetiva que pueda explicar la de todos, ya que la de cada uno tendrá tantos elementos y dimensiones según lo que haya encontrado hasta el presente. Por esa razón, cuantas más cosas descubrimos de la realidad, más compleja y problemática se vuelve, pero también más rica y misteriosa se torna, y más potencial de acción adquiere. No es casual que quienes no se interesan por conocer demasiado estén inmersos en realidades prosaicas, rutinarias, monótonas, angustiosas y hastiadas: es el resultado de no encontrar, no hallar, no descubrir. Pero también es cierto que cuantos más componentes de la vida y de la existencia accedemos a encontrar, más cabos atamos, más clara se nos vuelve la visión de la realidad y más oportunidades de cambio y transformación positiva se nos presentan en la vida. Encuentro y realidad son dos nociones inseparables, una es el producto del otro. Por eso es conveniente nunca dejar de encontrar, así la realidad nunca se agotará y siempre podrá asombrarnos con un nuevo encuentro.
Realidad es lo que cada uno encuentra.
En especial para mi: la tefilá (rezo/plegaria) es el momento en que comprendo la infinidad de Dios y frente a mi ínfima existencia. La tefilá es el momento en el que tengo la oportunidad de evaluar y reevaluar mi vida, mis acciones, mis aciertos, mis errores y demás frente al amor de Dios a través del tiempo.
Respeto su definición de rezar, sin embargo le invito a que medite en que usted sólo posee una mirada del mundo a través de sus ojos, pero esta no es la única posibilidad que existe.
Ejemplo: rezar es un ritualismo excesivo.
¿Cómo usted puede medir que rezar es un ritualismo excesivo?
Le cito esta reflexión sobre lo que los judíos entendemos como "ritual":
La Ley describe como las ofrendas que se llevaban al Templo eran uno de los principales medios de conexión con Dios. Hoy sin embargo, nuestra principal conexión es por medio del rezo. (Por ejemplo, la tefilá de Shajarit (rezo de la mañana) y la tefilá de Minjá (rezo de la tarde) corresponden a las ofrendas
"Tamid" de la mañana y de la tarde que se ofrecían constantemente en el Templo.) Cada judío es su propio Templo en miniatura. ¡Sin necesidad de intermediarios!
Y mientras que Dios contesta todos nuestros rezos, a veces la respuesta es "no". Sin darnos cuenta podemos estar pidiendo algo equivocado. Por ejemplo, un buen padre no le prestaría las llaves de su automóvil a un adolescente que todavía no es suficientemente responsable. Todos los rezos del mundo no conseguirán que un buen padre cambie de opinión.
Pero el rezo es nuestra oportunidad de ir más allá de estas limitaciones. La palabra en hebreo para rezar,
"Le-hit-palel", proviene de la raíz
"palel", que significa inspeccionar. El prefijo
"Le-hit" es la forma reflexiva – que denota una acción que uno ejecuta sobre si mismo. Le-hit-palel, por lo tanto, es un acto personal de introspección. Cuando rezamos, miramos hacia nuestro interior y nos preguntamos, "¿Qué necesito cambiar en mí con el fin de obtener lo que realmente quiero en la vida?"
¡Este proceso de auto-transformación significa que hoy puedo no ser la misma persona a la que Dios dijo que "no" en el pasado!, esta vez puedo recibir un "sí".
A veces sólo apreciamos algo cuando nos lo quitan. Por ejemplo, cuando estamos enfermos y después nos recuperamos, sólo ahí apreciamos realmente lo que significa estar sanos. Pero la verdad es, ¡que no deberíamos enfermarnos para ser capaces de apreciar nuestra salud!
En el judaísmo, las brajot (bendiciones), son la manera judía de detenerse y darle sentido a las acciones, valorando la creación de Dios. Nuestros sabios dicen que una manera de garantizar una buena salud es decir
"Asher Yatzar" con sinceridad.
"Asher Yatzar" es la bendición que decimos los judíos, lo crean o no, después de ir al baño. En ella agradecemos a Dios por haber creado nuestros cuerpos con un maravilloso y complejo sistema de conductos y tubos. Y reconocemos que si tan solo uno de ellos se rompiera o se obstruyera indebidamente, no podríamos seguir viviendo. Decir esta bendición con sinceridad nos ayuda a estar concientes y a reafirmar nuestra gratitud por tener una buena salud.
Todo está especificado en Mateo 23.
Me veo impedido de hablar de teología de una religión ajena a mis creencias, sin embargo intentaré darle una visión escueta no teológica del texto:
Lo primero que le puedo decir es que el discurso allí descrito parece tener todos o casi todos los vestigios del grupo religioso judío de la época llamados "Esenios o Qumranitas". El mensaje de estos expresaba que ellos (un grupo reducido que vivía en pequeñas comunidades alejadas en el desierto) eran dignos de ser llamados judíos, pero los demás judíos, es decir fariseos, saduceos y helenistas eran dignos de la destrucción divina.
En el versículo tres queda me queda claro que Jesús reafirma que los judíos debían cumplir la Ley dada por Dios a Moises pues claramente dice "Todo lo que os digan (los fariseos y escribas/saduceos) que guardéis. guardadlo y hacedlo". En este punto lo que el texto no deja claro es a qué escuela de pensamiento farisáico se refiere (¿Hillel o Shamayim?). Mi única duda hasta aquí es esta: ¿Exactamente qué no hacían los fariseos y escribas que decían a las personas que debían hacer?
En el versículo cuatro tengo una pregunta: ¿Podrías darme un ejemplo puntual de esto?
En el versículo cinco tengo una pregunta: ¿Cuál debe ser el ancho de las filacterias y la longitud de los flecos?
En el versículo seis tengo una pregunta: ¿Qué tiene de malo anhelar o aspirar a ocupar siempre la misma silla en una sinagoga?
Para el versículo siete sólo tengo un comentario: Para los judíos no tiene nada de especial tener un título, en especial porque tenemos una noción de sociedad horizontal y no vertical. Ahora bien el rabino Rodrigo Varscher menciona lo siguiente:
"Es interesante reparar en la palabra hebrea que designa al padre en términos genéricos: הורה es la raíz del verbo להורות, que significa "instruir". De esta misma etimología, se forman מורה ("maestro") y la propia תורה (Torá). Los tres términos (padre, maestro y Torá) apuntan a una misma idea, la de instruir. Es muy llamativo que "padre" figure dentro de este campo léxico-semántico. El hebreo parecería querer señalarnos que el "padre" no se define por su función generativa - ni siquiera se define esencialmente como proveedor- sino por su función educativa, instructiva."
Me queda la duda si la persona que finalmente escribió el texto definitivo (casi 100 años después del discurso) conocía estas sutilezas del idioma hebreo...es muy posible que no.
En el versículo ocho hay una cuestión cultural también: a los judíos no nos gusta la idea de un único líder o maestro, porque nadie es perfecto y siempre debe haber una segunda y hasta una tercera opinión de las cosas. Sin embargo uno puede darse cuenta de que esto indica claramente la particularidad de la filosfía esenia del mensaje, pues estos seguían a un líder que llamaban "Maestro de Justicia".
En el versículo nueve (también de corte esenio el mensaje) sólo se me viene a la mente al menos un sólo mandamiento: "Honra a tu padre y a tu madre..."
En el versículo diez es un mensaje propio de la comunidad esenia.
En el versículo once definitivamente un líder es para servir y no ser servido; en nuestra cultura judía la sociedad siempre es horizontal.
En el versículo doce no podría estar más de acuerdo.
En el versículo trece: ¿Puedes darme algún ejemplo concreto de esto?
En el versículo catorce: ¿Cuánto debe durar una oración? ¿Cuánto tiempo es una oración larga o corta?
Nota: el duelo en el judaísmo dura una semana (7 días), en ese tiempo el alimento de los dolientes es provisto por sus familiares cercanos, amigos y/o comunidad en general, pues se entiende que una persona en duele en general no tiene el ánimo ni las fuerza para centrarse en cosas cotidianas y simples como cocinar. Lo anterior refleja que es probable que el redactor final del texto no conocía bien las leyes y costumbres judías sobre el duelo.
En el versículo quince: los judíos en general en su historia no hemos sido proselitistas, en esa época inclusive era muy extraño que una persona deseara convertirse al judaísmo, pues ser judío bajo el yugo romano era demasiado complicado. Nuevamente, es posible que el redactor final del texto no conocía las leyes y costumbres del pueblo judío.
En el versículo dieciséis hasta el veintidós: ¿Puede usted decirme en qué parte de la literatura rabínica y judía en general dice tal cosa? Los judíos no hemos sido amigos de los juramentos, sino de tomar decisiones y llevarlas a cabo.
Versículo veintitrés: es claro que Jesús ratifica que los judíos debemos cumplir la Ley...ahora ¿Cómo los fariseos y escribas estaban siendo injustos? ¿En qué forma los fariseos y escribas estaban siendo inmisericordes? Por otro lado le doy toda la razón a Jesús, pues los judíos no tenemos la fe ni siquiera como parte de nuestra lengua pues no es un concepto semítico.
Versículo veinticuatro: ¿Dónde están las pruebas que los judíos comían camello, un animal no kasher? Sin embargo lo anterior ratifica la importancia que estaba dando Jesús en este mensaje de cumplir la Ley y además mostraba su fuerte mensaje esenio.
Versículo veinticinco hasta el veintisiete: ¿Dónde está la prueba del robo y de la injusticia? ¿Hay acaso documentado un caso concreto? [Fuerte influencia del pensamiento esenio]
Versículo veintiocho: ¿La justicia es lo mismo que equidad? ¿En qué forma eran hipócritas los fariseos y saduceos/escribas? ¿Podrías dar una prueba concreta de tales acusaciones? [Nuevamente sale a relucir el pensamiento esenio].
Versículo veintinueve: ¿Has visto un cementerio judío de esa época?
Versículos del 30 al 33: Esto ya se lo respondí, aunque claramente me doy cuenta de dónde saca tal idea:
Cuando usted escribe "religiosos descendientes de asesinos de profetas antiguos" me imagino que tiene claro que según el AT, los únicos que hicieron tal delito fueron los reyes Ocosias y su hijo Ajab reyes de Israel (Reino del Norte), ambos descendientes de la tribu de Isajar. El otro fue el rey Jeroboam, hijo de Salomón, es decir nieto de David. Si mal no recuerdo, según su creencia Jesús es descendiente de la casa de Davíd, es decir, para usted él era descendiente de la realeza y por ende sería Jesús uno de esos "religiosos descendientes de asesinos de profetas antiguos".
Por el contrario, los Fariseos eran judíos (descendientes de Judá y del Reino del Sur) que en su mayoría no pertenecían a la realeza ni a las élites sacerdotales. Los saduceos en general, pertenecían a la tribu de Leví y al linaje de Aharon. En ningúna parte se menciona que estos hayan matado a algún profeta antiguo como usted afirma. Yo le invito con todo respeto a que tenga más cuidado de lanzar afirmaciones negativas sobre sus prójimos (vivos o muertos). Guardar la honra del prójimo es una forma de amarlo.
En adición: El judaísmo no ha manejado el concepto de infierno, esta es una idea esencialmente ajena al judaísmo y más cercana a los cultos mistéricos de origen solar, como el culto a Mitra, a Baco o a Horus por traer algunos ejemplos.
Versículo 34: ¿Dónde hubo tal matanza? ¿Puedes documentarla?
Versículo 35: La Ley (La Torá) claramente dice que nadie pagará por las culpas ni transgresiones cometidas por otro. Se contradice Jesús, pues textualmente su discurso inicia pidiendo a los judíos que cumplan la Ley.
Versículos 36 al 39 es teología de lo cual me abstengo de opinar, pues no es mi religión. Lo único claro es que el sentido del mensaje va de acuerdo al pensamiento esenio.
Si tiene alguna duda sobre el pensamiento esenio y sus formas de vida, puedo brindarte las traducciones al español de los texto de Qumram y podrás corroborar por tu propia cuenta las observaciones que he hecho. Quiero dejar claro que no he hecho ninguna mención a cuestiones teológicas, pues no estoy en posición de opinar de una religión que me es ajena.
Perdón, no entendí bien esta pregunta...
¿Cómo sabe usted que no había ninguna honra al Eterno de parte de algún prójimo en la época que ha señalado?[/QUOTE]
En un sentido, sí... aunque, más bien, sería al revés.
Respeto su postura y no tengo ningún problema con ella.
En lo personal me siento que una forma de amar al prójimo es respetando su relación con Dios, aunque esta no vaya acorde a mi filosofía de vida. ¿Quién soy yo para juzgar a alguien?
Estoy seguro que algo bueno saldrá de todo esto conforme avance el diálogo.
Yo también estoy seguro de que siempre hay algo bueno cuando uno se dispone a dar un diálogo desde el respeto hacia el otro y en el análisis de los argumentos que damos y que recibimos.
Saludos
Saludos para usted también.