SOBRE LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO
A LOS LECTORES CRISTIANOS
Estos judaizantes son pura boca...o como bien dijo David ante el regaño de su hermano mayor Eliab:
1 Samuel 17:29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿
NO ES ESTO MERO HABLAR?
Así son todos ellos, habladores, pero de Cristo....nada.
Y se hacen pasar por redimidos de un tal "YAHSHUA" pensando que con usar este "nombre" ya tienen el pasaporte al cielo...hasta uno de su misma ralea les lleva la contraria, leemos:
Apreciados hermanos en Cristo, estos judaizantes son unos perversos hipócritas; en este pasaje los contemplamos cuestionando la autoridad del Señor, leemos:
Mat 21:23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?
La Gracia de Dios en Cristo Jesús, viene al mundo para perdonar nuestros pecados y darnos vida eterna y estos judaizantes malditos por su misma ley que quebrantaban, le exigen autoridad.
El Señor Jesús previamente había estado mostrando poder para sanar a los ciegos y cojos, y para limpiar el templo, pero ahora Él está enseñando allí en silencio; y esta irreverente pregunta es hecha por aquellos a quienes el Señor les dañó el negocio que tenían dentro del templo, y su falsa "autoridad" puesta en peligro....ellos controlaban la mercadería que vendía en el templo.
Ellos, los judaizantes, habían transformado la casa de Dios, en cueva de ladrones.
Y así ocurre hoy en día en sus templos, con sus diezmos, y sus falsas promesas de abundante prosperidad a cambio de generosas ofrendas.
Esto ilustra el hecho real que el judaizante posee una conciencia cauterizada por el pecado de no someterse a Cristo, a su Autoridad, a Su Gracia.
En la parábola del higo pródigo es bien claro que este joven nos representa a nosotros como ovejas descarriadas...pero Dios nos está buscando, Dios busca a los perdidos, es alegría nuestra ser recibidos en la casa del Padre, pero es gozo de Dios recibirnos:
Luk 15:21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Luk 15:22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Luk 15:23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
Luk 15:24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
Y comenzaron a regocijarse.
Esta es una verdad en el cielo:
Luk_15:7 Os digo que así habrá
más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Luk_15:10 Así os digo que
hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
LA JUSTICIA PROPIA DEL HERMANO MAYOR
El judaizante, representado por su hermano mayor, acostumbrado a la ley, no entiende la Gracia de Dios...y confronta al Padre acusándolo de injusto, tal como hizo la serpiente en Edén mediante el uso de la mentira:
Luk 15:29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo,
no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
Satanás cauteriza la conciencia del judaizante para que no discierna la Justicia de Dios:
2 Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él.
Y siembra en el alma del judaizante su propia justicia, la ley, leemos:
Luk 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque
no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Luk 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Lo primero que hace Jesús es justificar a Dios para con nosotros los pecadores, recuerden la parábola de la oveja perdida:
¿Acaso no fue el Amor que movió al Pastor a buscar su oveja perdida?
Y esto no fue algo que comenzó a andar luego que el primer Adán cayese de su posición de privilegio arrastrando a toda su descendencia a la ruina.
Este AMOR viene desde mucho antes de la fundación del mundo, leemos:
2 Timoteo 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús
ANTES DE LOS TIEMPOS DE LOS SIGLOS,
1. SU AMOR
2. Su propósito
3. Su gracia
Nada tienen que ver con el sistema judicial dado en el Monte de Sinaí como un regulador de la conducta de la nación de Israel, basado en su propio esfuerzo, en su propia justicia...hasta que la Justicia de Dios resplandeciese en el altar de la Cruz...
Romanos 10:4 porque
EL FIN DE LA LEY es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
...por cuanto nuestra salvación y nuestro llamamiento no está basado en la ley, sin en el AMOR DE DIOS (Jn.3:16).
Y esto es GRACIA PURA.
Edison