Entonces existe aún una relación estrecha entre el "SER VIVIENTE" y el cuerpo que aquel SER VIVIENTE usa para VIVIR.
De allí que hay vidas humanas, vidas angélicas, vidas animales y otros tipos de vida.
O que cada tipo de vida también tendrá un cuerpo acorde con ese tipo de vida.
Continuo en otro mensaje...
Todo es muy claro y suena coherente. Pero nada que ver con lo que aquí se debate.
Dejémonos de infantilísmos y disputas sobre palabras. Aquí no está en disputa que clase de ser vivo es el hombre o si sus partes o que si la forma.
A la larga un hombre en estado vegetal ¿Es un hombre?...
Lo que realmente nos interesa es la CONSCIENCIA. Pues ya vimos que un hombre sin consciencia o es un cuerpo conectado a una máquina que mantiene sus funciones vitales estables o es un cadáver.
Si nos dejamos de dar vueltas en falacias semánticas y redefiniciones lingüisticas lo cierto sale a la luz.
No acusamos a un feto de adulterar, cometer asesinato, practicar la idolatría porque aunque es un ser consciente, su consciencia aun no ha "vivido" lo suficiente para pecar. Su mente aun no se ha desarrollado lo suficiente como para ser responsable de lo que piensa y de las decisiones que toma. En eso es similar al animalito. No sabe distinguir entre el bien y el mal.
Ahora. ¿Qué es lo que juzga Dios? ¿Un montón de átomos? ¿Una fuerza impersonal vital que se manifiesta en funciones biológicas? O la Consciencia del hombre. Consciencia aquí no se refiere a la virtud a nivel de sensibilidad a los asuntos morales y éticos, sino a aquello que permite al hombre, además de reconocer los fenómenos externos e internos, la habilidad de ser testigo de sus propios pensamientos.
Los animales piensan, pero no hay evidencia de que posean la capacidad de juzgar un pendamiento como bueno o malo. Simplemente piensan (procesan en sus cerebros) lo que ocurre en el entorno y con esa información atacan, huyen o duermen.
El ser humano posee algo más. La habilidad de juzgar sus propios pensamientos y acciones y en consecuencia que estas sean Juzgadas.
Esa continuidad entre mis pensamientos (que son las que determinan las obras de mi cuerpo, con los que defino si este montón de átomos, células, bacterias y procesos electroquímicos hace el mal o el bien) y mi conocimiento de que soy responsable de ellos, es lo que el mortalismo afirma que deja de existir.
Podemos llenar tanques y galones con baba hablando de partes del ser, de que si el cuerpo y si la forma, que si esto o aquello... Pero al final del día seremos juzgados por las acciones que realizamos siendo conscientes.
El mortalismo implica que el responsable de esas acciones se disuelve en la inexistencia y solo vuelve a ser responsable de ellas cuando sea recreado. Pero como lo que se recrea es un reemplazo de lo que dejó de existir (una réplica)...la continuidad surge por decreto. Dios crea una vasija para que actué como vicario de la anterior vasija que destruyó.