Si hay un cambio muy importante, que no debe pasar desapercibido, en el nuevo pacto, estamos bajo la ley del Espiritu, la cual se cumple obedeciendo la guianza del Espiritu Santo, no es una ley de letra sino que esta en nosotros, en nuestros corazones, tenemos un nuevo corazón y ahi esta la clave. Es la consecuencia del cumplimiento de la promesa, ya no es más la ley sino ahora el Espiritu.
Creo que aqui el error es buscar una "lista de mandamientos", yo lo he cometido tambien y por éso me he tardado preparando ésta respuesta.
Si quieramos saber cuáles son los mandamientos de Cristo, no vamos a tenerlos como enunciados, pero si los vamos a encontrar distribuidos en sus enseñanzas finales, pues son las que podrían obedecer los espirituales, los del Espiritu y estan al final de su ministerio la mayoría pues, hasta entonces podrían obecederlo sus discipulos, ya que el muriese y resucitase.
Mateo 28:16-20 (Mr. 16. 14-18; Lc. 24. 36-49; Jn. 20. 19-23)
Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Lucas 20:45-47, 21:8-9, 29-36
20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos:
20:46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;
20:47 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.
21:8 El entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos.
21:9 Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente.
21:29 También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.
21:30 Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
21:31 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
21:32 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
21:33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
21:34 Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
21:35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
21:36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Pero todos éstos mandamientos son exclusivos para quienes estan en el Espiritu, y Jesús dijo al respecto:
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Juan 3:5-8
Fué claro al respecto:
4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Juan 4:23-24
Pero el si renovó las cosas:
Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.
Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Juan 13:31-35
Además de el amor les pidió, que permanecieran en El:
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
15:17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Juan 15
La misión de Jesús era obedecer al Padre:
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Y sé que su mandamiento es vida eterna.
Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
Juan 12:44-50
Este es el mandamiento del Padre para Jesús. Y los mandamientos de Jesús para sus discípulos, bueno, ya los leímos arriba.
Por éso yo te había dicho, que el problema con sujetar al creyente a la ley es que se pierde de vista la verdadera misión dada a los creyentes la cual no es cumplir la ley mosaica, los 10 mandamientos sino que es otra. Se desvía al cristiano de su verdadera misión, del propósito por el cual fué redimido.
Esta es la nueva ley:
16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
16:10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
16:12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Juan 16:7-15
Como dije casi al principio de éste mensaje, vivir en el Espiritu, la nueva ley del Espiritu es la consecuencia del cumplimiento de la promesa, ya no es más la ley sino ahora estamos en el Espiritu
Bendiciones,